Gordon Stewart NORTHCOTT

La granja de Gordon Northcott, cerca de Wineville, en el condado de Riverside (California). La fotografía muestra la casa, el garaje y los gallineros.

El Gallinero de Wineville, donde Gordon Northcott mató a sus víctimas.

La granja de Northcott. La señal de Stop fue utilizada a modo de cinta policial para señalar la escena del crimen.

Vista desde la carretera en dirección al gallinero donde se encontraron las tumbas de las víctimas de Northcott.

Vista de los gallineros de la granja Northcott. La flecha apunta a la habitación donde Walter Collins fue encarcelado y murió, según el testimonio del sobrino de Gordon, Sanford Wesley Clark.

La granja de Gordon Northcott. La fotografía muestra en detalle los lugares exactos donde ocurrieron los hechos, de acuerdo con el vicefiscal de distrito Earl Redwine y Sanford Clark, el sobrino de Northcott, cuya historia provocó la detención del propio Gordon en Canadá.

Lugar del gallinero donde fue enterrado Walter Collins. La madre de Gordon, Sarah Northcott, confesó este asesinato.

Agentes señalan la entrada del lugar donde fue encarcelado Walter Collins, según la confesión de Sanford Clark.

Según la declaración de Sanford Clark, los niños asesinados fueron enterrados en el interior de esta habitación. Las autoridades encontraron una tumba poco profunda y en la tierra una traza de cal.

Las autoridades estaban convencidas de que Gordon Northcott llevó los cuerpos de sus víctimas hacia esta estancia del gallinero.

El investigador J. L. «Barney» Barnard descubre un agujero dentro de una de las habitaciones de la granja de Gordon Northcott. En su interior se encontraron unos papeles y cartas importantes para la investigación, además de latas y basura.

Varios agentes observan el proceso de excavación realizado por el ayudante del sheriff Ben deCrevecoueur. Los cuerpos de las víctimas de Northcott nunca se encontraron, pero sí que se lograron desenterrar fragmentos de huesos y mechones de pelo, así como algunas pertenencias carbonizadas de los niños desaparecidos.

Varios agentes excavan en la zona donde el asesino afirmó que había enterrado a sus víctimas. La flecha señala a Gordon Northcott, esposado a un oficial.

Dos agentes recogen pruebas de los asesinatos de Gordon Northcott. En concreto, huesos y mechones de pelo. Los científicos detectaron que pertenecían a dos niños diferentes.

El ayudante del sheriff Ben B. deCrevecoeur y el sheriff de Riverside C. A. Sueeter excavan debajo del suelo del garaje.

Los investigadores buscan pruebas de los asesinatos de Gordon Northcott en la granja de Wineville.

Los ayudantes del sheriff excavan en el desierto, donde Gordon Northcott afirmó que había enterrado a los niños. El asesino se rió cuando los investigadores no encontraron las tumbas.

El sheriff Clem Sweeters, a la izquierda, y Bob Bailey, en primer plano, durante una de las excavaciones en el rancho de Northcott.

Los investigadores cavan en el desierto tras la búsqueda de las víctimas de Gordon Northcott.

Los detectives Lloyd Chester M. y E. Hamren examinan dos hachas con manchas de sangre que se encontraron en el sótano de la casa de la familia de Gordon Northcott en el 1239 de la calle Brittania.

El sobrino de Gordon Northcott, Sanford Clark, muestra a los funcionarios la silla en la que, según su versión, los hermanos Winslow y Walter Collins se sentaron antes de ser asesinados.

Gordon Northcott señala a dos agentes el lugar donde murió una de sus víctimas.

El adjunto J. R. Quinn y el sheriff Clem Sweeters son fotografiados con varias pruebas recogidas en el rancho de Northcott.