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Charles Starkweather
- Clasificación: Asesino itinerante
- Características: Asesinatos en la carretera
- Númeero de víctimas: 11
- Fecha del crimen: 1957 - 1958
- Lugar: Varios lugares, Estados Unidos (Nebraska), Estados Unidos (Wyoming)
- Estado: Fue ejecutado en la silla eléctrica en Lincoln, Nebraska, el 25 de junio de 1959
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Donald Neilson
- Clasificación: Asesino
- Características: Robos - Secuestros
- Númeero de víctimas: 5
- Fecha del crimen: 1974 - 1975
- Lugar: Varios lugares, Gran Bretaña
- Estado: Condenado a cadena perpetua en 1976. Murió el 18 de diciembre de 2011 en Norwich, Gran Bretaña.
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El caso Margalida Bestard
- Clasificación: Crimen sin resolver
- Características: Desaparición - ¿Homicidio? - El sospechoso principal del caso también fue investigado por la desaparición de Ángeles Arroyo Agrás, de 61 años, en 1997
- Númeero de víctimas: 1
- Fecha del crimen: 10 de octubre de 2007
- Lugar: Mallorca, España
- Estado: Antonio Serrano fue detenido por la Guardia Civil el 28 de abril de 2008 y puesto en libertad tres días después por falta de pruebas, entre ellas, el cuerpo de Margalida Bestard
Índice
Adolfo de Jesús Constanzo: el rancho Santa Elena

La noche del 5 de abril, David Serna Valdez, un homosexual apodado «El Coqueto», se saltó, al volante de un Chevrolet Silverado con placa de Texas, un control de carretera montado por el Ejército mexicano y la Policía Judicial Federal. Los federales persiguieron al Chevrolet por los polvorientos caminos del desierto hasta el rancho Santa Elena. Allí consiguieron arrestar a Valdez y descubrieron una pequeña cantidad de marihuana y cocaína, un mediano arsenal de pistolas, así como once vehículos recién salidos de fábrica equipados con los más modernos teléfonos inalámbricos y sistemas de radio.

El arresto de David Serna Valdez acabó llevando a un joven de unos veinte años, Elio Hernández Jr., heredero de una dinastía de traficantes de drogas. David Serna y Elio Hernández acabaron conduciendo a la policía al racho Santa Elena y Adolfo de Jesús Constanzo.

Con el fin de no despertar sospechas, la secta se instaló en un lugar aislado, el rancho Santa Elena. Adolfo de Jesús Constanzo prometió a sus adeptos que serían totalmente invulnerables a las balas y que tendrían el poder de hacerse invisibles si seguían al pie de la letra sus instrucciones.

La búsqueda de los cadáveres en el rancho Santa Elena.

La policía busca a las víctimas de la secta de Adolfo de Jesús Constanzo en el rancho Santa Elena.

Los registros comienzan con el descubrimiento de catorce cadáveres horriblemente mutilados. El 23 de abril, a petición de la policía, un curandero exorciza los malos espíritus del rancho Santa Elena y luego prende fuego al templo de Adolfo Constanzo.

Los investigadores envuelven a una de las víctimas en una sábana.

El traslado de uno de los cadáveres encontrados en el rancho Santa Elena, el lugar donde Constanzo realizaba sus rituales.

El mayombero es un mago que practica la magia negra y que busca preferentemente el cerebro de un criminal o de un loco. Los cadáveres de los hombres blancos son los más apreciados, pues la tradición dice que se puede influir más fácilmente en el cerebro de un blanco que en el de un hombre negro.

Jim Mattox frente al nganga, el caldero de los rituales.

Los asesinatos rituales de Adolfo de Jesús Constanzo comienzan en junio de 1988 y terminan en abril de 1989 con el descubrimiento de las fosas de Santa Elena. Para protegerse de los malos espíritus, un mayombero debe confeccionar una nganga o caldero mágico, cuyo método de preparación es un secreto muy bien guardado. Cuando el 23 de abril de 1989 fue destruido el rancho Santa Elena la policía se llevó un solo objeto: el nganga. Los periodistas de Brownsville pidieron que se les dejara ver, pero la policía dijo que había sido desgruido; posteriormente, que se había perdido. Hoy en día, nadie sabe dónde se encuentra.

A ingredientes como pedazos de madera, cigarros, cadáveres de animales, una herradura y especias, el mayombero debe agregar en el caldero la sangre, la cabeza, los dedos de los pies y de las manos, las costillas y las tibias de un cadáver, cuyo cerebro deber estar todavía intacto dentro del cráneo.

Conjunto de armas pertenecientes a Adolfo de Jesús Constanzo.

La policía busca los cadáveres de las víctimas de la secta de Adolfo de Jesús Constanzo en el rancho Santa Elena.

El arresto de Álvaro de Leo Valdez, «El Dubi». Cuando su detención era inminente, Adolfo de Jesús Constanzo pidió al Dubi que lo matara junto con su amante Martín Quintana, a lo que «El Dubi» se negó.

Adolfo de Jesús Constanzo y su amante Martín Quintana, muertos en un armario.

Según «El Dubi»: «Le contesté que no podía hacerlo», contó luego el Dubi, «pero Adolfo me pegó en la cara y me amenazó con los peores tormentos del infierno. Luego, besó a Martín Quintana y se encerró con él en un armario. Y entonces me decidí a dispararles a través de la puerta con mi pistola ametralladora».
La sacerdotisa de Adolfo de Jesús Constanzo: Sara Aldrete

Según las primeras declaraciones de Sara Aldrete a la policía (después negadas), ejecutó ella misma a varias personas, entre las cuales estaba Gilbert Sosa, un ex policía convertido en traficante de drogas. Delante de los miembros del culto, ordenó que Sosa fuera colgado por el cuello, con las manos libres para que pudiera sobrevivir agarrándose a la cuerda. Luego, lo sumergió en un barril lleno de agua hirviendo. Mientras grita de dolor y trata de evitar ahogarse, Sara le arranca los pezones con unas tijeras. El rito tenrmina cuando los participantes beben una sopa formada con la sangre de la víctima, su cerebro y otros pedazos del cadáver. Están convencidos de que les ha invadido un poder fabuloso.

Durante una estancia en Matamoros, Adolfo Constanzo conoce a Sara Aldrete, una joven divorciada de buena familia que cae bajo el encanto venenoso del guapo cubano cuando le deja que le lea las cartas del tarot en la terraza de un café. Sara se convierte en la gran sacerdotisa del culto y participa activamente, según dicen sus cómplices, en las distintas y sangrientas ceremonias de México.

Sara Aldrete fue sentenciada a seis años de prisión por «asociación con banda críminal».

Sara Aldrete
Mark Kilroy: una de las víctimas de Adolfo de Jesús Constanzo

Mark Kilroy, una de las víctimas de la secta de Adolfo de Jesús Constanzo. Este decía necesitar a un norteamericano para que sus clientes fueran invulnerables. El 14 de marzo de 1989, hacia las dos de la madrugada, ordena el secuestro de Mark Kilroy en una callejuela de Matamoros. La desaparición de Kilroy tuvo lugar durante un mal momento en las relaciones mexicano-norteamericanas y la policía mexicana recibió la orden de actuar a fondo para encontrarlo.

Encuentro con los padres de Mark Kilroy.