Capturan a extorsionadores y sicarios de peligrosa banda ‘La Gran Sangre del Sur’

La Gran Sangre del Sur

Megaoperativo. Desde el 2013, esta organización ejecutaba sus actos ilícitos en Cañete, Chincha, Pisco, Ica, Huancavelica y Ayacucho. Sus 26 miembros fueron intervenidos en sus casas.

‘La Gran Sangre del Sur’ ya no va más. Esta organización criminal que desde hace cuatro años operaba, primero, en las tierras de Chincha, Pisco, Ica, y más adelante en Cañete, Ayacucho y Huancavelica, fue desmantelada por la Policía, luego de un megaoperativo ejecutado la madrugada de ayer bajo el nombre de ‘Tormenta Sigilosa 2017’.

Y fue así. De manera sigilosa, los 1.118 policías ingresaron a las viviendas de los presuntos delincuentes acompañados por 47 fiscales especializados en crimen organizado. Todos se movieron simultáneamente entre Pisco, Chincha y Cañete.

De ese modo, un total de 56 inmuebles fueron allanados y los 26 miembros de la banda, detenidos. Entre ellos, el cabecilla, José Antonio Uculmana Gutiérrez, quien tomó el liderazgo de la banda tras la muerte de su hermano Carlos Alberto, asesinado de 23 disparos el pasado 25 de junio.

José Uculmana tiene en su historial tres ingresos al penal en los años 2001, 2012 y 2014 por los delitos de robo agravado, tenencia ilegal de explosivos y homicidio simple.

Según la Policía, este clan criminal sería responsable de ocho asesinatos en el sur chico, por robo o por encargo. Además, habrían participado en los violentos asaltos en las garitas de peaje en Ayacucho, Pisco y Huancavelica. Uno de ellos se produjo en julio del 2015, en el peaje de Pampa Galeras, aproximadamente, en el kilómetro 103 de la vía Interoceánica, Ayacucho. Ahí hubo un robo de 56 mil soles.

Radiografía y crimen

Las denuncias contra esta organización criminal son por robo agravado, homicidio, sicariato, extorsión y hasta tráfico, extracción y depredación ilegal de conchas de abanico.

Sus principales objetivos: pequeños y medianos comerciantes en las regiones de Ica, Lima, Ayacucho y Huancavelica. Operaban en cada una de esas ciudades bajo una estricta organización que se dividía en dirigentes contables, testaferros, supervisores logísticos, agentes de seguridad y protección de los integrantes.

‘La Gran Sangre del Sur’ tenía además un equipo especial que ejecutaba asaltos y robos a mano armada conocido como los ‘pioneritos’. Sus miembros, en su mayoría, eran adolescentes de 15 y 17 años que poco a poco iban siendo instruidos para más adelante formar parte de la banda. En el operativo se incautaron armas, droga y dinamita.