Vicente Sada Gómez

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Vicente Sada Gómez

El descuartizador de Las Fuentes

  • Clasificación: Asesino
  • Características: Descuartizamiento - Conservó el cadáver en un arcón frigorífico
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 30 de abril de 2013
  • Fecha de detención: 12 de junio de 2013 (intentó suicidarse con un veneno para topos)
  • Fecha de nacimiento: 1956
  • Perfil de la víctima: Mercedes Pérez Ruz, de 41 años
  • Método del crimen: Golpes con un martillo
  • Lugar: Zaragoza, España
  • Estado: Condenado a 22 años de prisión el 28 de septiembre de 2015
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Vicente Sada Gómez – El descuartizador de Zaragoza está ingresado en una habitación-cárcel de Valdecilla

Nieves Bolado – Eldiariomontanes.es

13 de junio de 2013

El magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 3 de Torrelavega -esta semana en funciones de guardia- le ha tomado declaración esta tarde en el hospital de Sierrallana, y posteriormente ha dictado auto de prisión provisional comunicada y sin fianza.

Además, el magistrado ha autorizado a la Guardia Civil a que, si lo estiman conveniente y con autorización médica, lo trasladen al Hospital de Valdecilla, para su ingreso en el módulo de preventivos, y hasta allí ha sido trasladado, donde hay dos habitaciones-cárcel.

El titular del Juzgado nº 3 de Torrelavega se inhibirá mañana en favor del Juzgado competente de la ciudad de Zaragoza.

Vicente Sada Gómez, detenido como presunto autor del homicidio de su compañera sentimental en Zaragoza, continúa hospitalizado ahora en Valdecilla después de que intentara suicidarse con la ingesta de el veneno para topos que la Guardia Civil encontró en su maleta. Según han informado a Efe fuentes de la investigación, el presunto homicida, que ingresó grave en Sierrallana, ha sido informado ya de su detención en relación con los hechos que se le imputan.

Mientras Vicente Sada Gómez continúa hospitalizado, sus vecinos de Zaragoza siguen conmocionados tras saber que Mercedes Pérez Ruz ha aparecido descuartizada en el arcón congelador del domicilio. Una vecina de escalera ha explicado que el detenido le comentó que su compañera sufría de graves depresiones que le llevaban a combinar fármacos y alcohol, y que esta situación había motivado su ingreso en un centro psiquiátrico de la ciudad por un tiempo sin determinar.

Ocho días en Suances

A las siete de la tarde del martes, Vicente Sada Gómez, zaragozano, chófer de autobús, de 56 años de edad, bajó a la recepción del hotel La Concha de Suances. Aparentaba normalidad. Habló con Javier Miguel, hijo del propietario del hotel. Le comentó lo bonito que era Suances y le pidió el teléfono de un taxista que le había prestado ya un servicio. Tras unos minutos de conversación intrascendente «empezó a hablar de una manera rara, parecía que había bebido, cada vez estaba peor, hasta que perdió el conocimiento».

Nada le hacía pensar a Javier que se encontraba ante un hombre que se estaba intentando suicidar y que a 425 kilómetros de distancia, en Zaragoza, había asesinado a su compañera, Merche Pérez Ruz, de 42 años de edad, a la que había descuartizado y ocultado sus restos en un arcón congelador. Todo ello, reconocido en una nota que la Guardia Civil encontró después en su habitación.

Cuando el hombre cayó desfallecido al suelo, los responsables del hotel avisaron rápidamente a los servicios de emergencia. En unos minutos se personó en el establecimiento la Policía Local de Suances. Viendo que el hombre no reaccionaba, se optó por recurrir a la médico de guardia. Tampoco pudo reanimarle e, intuyendo que tenían delante algo más que a un hombre bebido, se avisó a una UVI móvil que le llevó al Hospital Sierrallana de Torrelavega.

En la habitación de Vicente Sada los agentes y los servicios de emergencia localizaron una maleta que contenía exclusivamente ropa de mujer y unas pastillas para una dolencia de estómago. Y junto a ella encontraron veneno para topillos y una nota con una pista macabra: en Zaragoza, en la calle Leopoldo Romero, número 30, su compañera sentimental estaba muerta.

Comunicado el hecho a la Guardia Civil de Zaragoza, a primeras horas de la madrugada de ayer los agentes se personaron en la dirección que el presunto asesino había facilitado. Entraron en la vivienda por la terraza y se encontraron con la trágica escena: oculta en un arcón congelador se encontraba el cuerpo de una mujer descuartizada, identificada como Merche Pérez Ruz, con la que Vicente Sada convivía desde hacía un año.

Según fuentes próximas a la investigación, al cadáver le faltaban las dos piernas. Los investigadores no descartan que el caso guarde relación con la localización, hace unas semanas, de una pierna en el embalse de Pina de Ebro, aguas abajo de la capital aragonesa.

Los especialistas forenses deberán ahora determinar las causas de la muerte de la mujer y establecer si la pierna hallada en el embalse de Pina pertenece al cadáver hallado en el congelador. La situación en la que se encontraba el cuerpo provocó que el levantamiento se prolongara durante seis horas.

En Suances

Vicente Sada había llegado a Suances el día 3 y se registró en el hotel La Concha, situado en primera línea de playa. Los que le vieron le definen como un hombre corpulento, con una espesa barba y destacan que en sus ocho días de estancia no se cambió de ropa: siempre con un pantalón vaquero, una camisa de cuadros negra y una cazadora.

«Nos pagaba cada día y contrataba para el día siguiente; y así sucesivamente», relatan en el hotel. Salía por la mañana y alternaba por los bares cercanos, comía y cenaba fuera, y volvía al hotel al anochecer. Así, un día tras otro. «La verdad es que no hizo nada sospechoso», explicaba ayer Fernando Miguel, dueño del hotel.

Todos los días, después de comer, se iba a tomar un gin tonic a un bar cercano, donde comentó a los camareros que había venido a Suances en dos ocasiones, una vez a una concentración de motos Harley y otra para traer una excursión. Decía que Suances le gustaba mucho. «Hablaba hasta por los codos. Era el típico «pesado» de barra y nos contó que él ponía hasta 35 gin tonics seguidos en un quiosco que tenía en Zaragoza».

En Zaragoza

En la capital aragonesa, Vicente llevaba viviendo un año como [con] Merche, con quien no tenía hijos. La mujer había alquilado «hace poco» un quiosco de venta de bebidas en un parque cercano, que ella misma regentaba. Según varios testigos, hacía un mes que no se la había vuelto a ver por el establecimiento.

Es más, Vicente había contratado a una joven para que lo regentase mientras su compañera -según explicaba él mismo- estaba ingresada en un psiquiátrico. Vicente había contado que Merche «tenía un problema con la bebida» y que «sólo podía ir a verla su madre».

El último día del mes de mayo, Vicente pagó la mensualidad a la joven que regentaba el quiosco. Le comentó que iba a ausentarse durante un mes, que se iba de viaje, y que al regreso le pagaría junio.

Los vecinos de la pareja relataron ayer que no habían apreciado diferencias entre Vicente y Merche. Un inquilino del inmueble aseguró que nunca habían mostrado signos de disputas que pudieran evidenciar violencia, aunque reconoció que el trato se limitaba a meros saludos. Otros vecinos recuerdan que Vicente tuvo hace siete u ocho años otra pareja, una mujer del Este, que se suicidó ingiriendo pastillas y alcohol.

La Guardia Civil de Cantabria y Zaragoza están llevando a cabo la investigación de los hechos en una operación conjunta y las diligencias serán instruidas por el Juzgado de Violencia de Género de Zaragoza.

Vicente Sada Gómez dijo a vecinos que Mercedes Pérez Ruz estaba ingresada en un psiquiátrico

Una vecina de escalera de Mercedes Pérez Ruz, la mujer fallecida, ha explicado que el detenido le comentó que su compañera sufría de graves depresiones que le llevaban a combinar fármacos y alcohol, y que esta situación había motivado su ingreso en un centro psiquiátrico de la ciudad por un tiempo sin determinar.

Esta vecina, que se ha referido a la víctima como «una chica amable y trabajadora», ha comentado que hace unas semanas oyó a la pareja discutir a la pareja y ya no volvió a ver a la mujer. «Me dijo (el detenido) que su compañera había ingresado en un psiquiátrico, pero supongo que ya habría hecho la faena», ha subrayado en alusión al crimen.

También se ha referido al fallecimiento, hace unos cinco años, de una compañera sentimental anterior con la que el presunto homicida había convivido en el mismo piso. Según ha explicado, «la versión que nos dio él entonces es que sufría una depresión tan fuerte que mezclaba alcohol y pastillas, y que se le había muerto, pero ahora no sabemos si decía la verdad o es una invención».

Otra vecina de la pareja ha asegurado que hace una semana observó como el detenido bajaba con dos maletas de la vivienda y emprendía viaje en una motocicleta de su propiedad, días antes de su frustrado intento de suicidio en Suances.

Una tercera vecina del bloque de viviendas ha asegurado que Mercedes Pérez era «una chica muy educada y simpática», pero ha matizado al tiempo que el presunto homicida «ya no inspiraba tanta confianza, no sé si por la vestimenta que solía llevar». Según esta vecina, quien ha asegurado saber que «hace cinco años se le murió otra mujer», el detenido «debía tener una gran sangre fría» ya que hasta hace unos pocos días estuvo viviendo en el piso, con el cadáver de su compañera en el congelador.


El fiscal pide 20 años de prisión para el hombre que descuartizó a su pareja y la ocultó en un arcón

M. A. Coloma – Heraldo.es

18 de julio de 2015

Mató a la víctima con un martillo y, antes de meterla en el congelador, le cortó las piernas y las arrojó al río Ebro.

La Audiencia de Zaragoza sentará el próximo 28 de septiembre en el banquillo de los acusados a Vicente Sada Gómez, el hombre que intentó acabar con su vida en un hotel de Suances (Cantabria) doce días después de matar y descuartizar a su pareja en un piso del barrio de Las Fuentes de Zaragoza.

Tras dar muerte a Mercedes Pérez Ruz, de 41 años, asestándole hasta cuatro martillazos en la cabeza, el procesado quiso deshacerse del cuerpo arrojándolo al río Ebro. Sin embargo, solo llegó a tirar las dos piernas, ya que temió ser descubierto y compró un congelador para guardar el resto del cadáver.

La Fiscalía acusa a Vicente Sada de asesinato y de un delito continuado de falsedad en documento mercantil, ya que este imitó la firma [de] la difunta en varios contratos. Por todo ello, pide que el acusado sea condenado a 20 años de prisión, pena que el abogado del Estado eleva a 22.

Mucho más severa se muestra la acusación particular, que en nombre de la madre y el hermano de la fallecida ejerce la letrada María Belén Marín Ibáñez. Para esta última, además de por el crimen, el homicida debe ser condenado por los delitos de estafa, falsedad documental, apropiación indebida e insolvencia punible. De ahí que pida una pena de 37 años de cárcel.

Según las tres acusaciones, la muerte de Mercedes Pérez se produjo sobre las 23.00 del 30 de abril de 2013 en el piso de alquiler que compartía con el ahora acusado en la calle de Leopoldo Romeo.

Coinciden en que aquella noche se produjo una discusión entre la pareja a costa del quiosco-bar que la mujer regentaba en el parque Glorieta de Goya y en que en el transcurso de la misma el hombre arrebató a la víctima el martillo con el que estaba cascando nueces y lo utilizó para acabar con su vida. Al parecer, el homicida ideó después todo tipo de estrategias para ocultar el cadáver de su pareja y hacer creer a la familia que esta había desaparecido.

Según confesó a la Guardia Civil tras el fallido intento de suicido en Suances, al leer esos días en la prensa que Antonio Losilla había sido detenido acusado de descuartizar a su esposa en Ricla, Vicente Sada decidió imitarle y trocear también el cuerpo de su compañera sentimental. Lo hizo con el hacha que compró en un conocido centro de bricolaje, guardó los pedazos en bolsas de basura y las metió con hielo en la bañera.

Sin embargo, cuando los vecinos empezaron a quejarse del mal olor, el homicida decidió comprar un arcón congelador para ocultar el cadáver. El hallazgo de la mujer no se produjo hasta el 12 de junio de 2013, después de que la Guardia Civil hallara una nota manuscrita del acusado en la habitación del hotel de Suances confesando el crimen.

La defensa, que corre a cargo del abogado Carlos Estremera, presenta una versión muy distinta de los hechos, ya que mantiene que su cliente acabó con la vida de la víctima en el transcurso de una fuerte disputa en la que la mujer le atacó primero con el martillo. Pide una pena de dos años de prisión por homicidio imprudente y, alternativamente, de diez.


Condenado a 22 años el hombre que mató a su pareja y la guardó en un arcón

Lavozdegalicia.es

28 de septiembre de 2015

Vicente Sada Gómez, de 59 años, ha sido condenado a 22 años de cárcel por el asesinato de su pareja, Mercedes Pérez, de 41, a la que mató en abril de 2013 a golpes de martillo y posteriormente descuartizó y guardó en un arcón frigorífico, donde fue localizada semanas después por la policía.

La sentencia ha sido leída «in voce» por el presidente de la sala de la Audiencia Provincial donde se ha celebrado hoy la vista ante un jurado popular, tras aceptar el condenado los hechos y acordar con la acusación la pena de 20 años de cárcel por asesinato, dos por falsificación de firma y 21 de alejamiento de la familia de la víctima.

El juez Francisco Picazo, presidente de la sala, ha dado por firme la sentencia al aceptar todas las partes la condena y señalar que no la recurrirán y ha anunciado que en el escrito final fijará la indemnización, que oscilará entre los 70.000 que pide el ministerio fiscal y los 170.000 que reclama la acusación particular.

Los hechos sucedieron el 30 de abril de 2013 cuando el agresor y la víctima mantuvieron una discusión de carácter económico en su domicilio de la calle Leopoldo Romeo, en el barrio de Las Fuentes de la capital aragonesa, donde la mujer gestionaba un quiosco de bebidas en un parque cercano.

Según el relato de los hechos, el hombre se hizo con un martillo, de los que su pareja estaba utilizando en ese momento para partir almendras, y le asestó cuatro golpes en la cabeza y uno en el hemitorax, que le provocaron la muerte.

Durante varios días, el cadáver de la mujer permaneció tapado con una colcha en el domicilio hasta que los vecinos preguntaron por el olor que había en la escalera, lo que llevó a Vicente Sada a descuartizarlo con un hacha y un cuchillo y esconderlo en un arcón congelador.

No obstante, las dos piernas las lanzó, según el relato del ministerio público, al río Huerva, que transcurre por el centro de la ciudad, y una de ellas fue localizada, muchos días después, el 25 de mayo, en una orilla del Ebro, en el municipio de Nuez de Ebro.

Pero el crimen se descubrió el 11 de junio a más de 400 kilómetros de la capital aragonesa, en la localidad costera de Suances (Cantabria), en un hotel en el que el acusado pasó varios días y ante cuya recepción se desplomó a causa de la ingesta de veneno para topos, alcohol y pastillas, con las que pretendía suicidarse.

Fue detenido en el hospital de Valdecilla el 12 de junio de 2013, donde estaba ingresado, tras registrar la Guardia Civil la habitación que ocupaba a en el hotel y localizar varias notas manuscritas en las que afirmaba haber matado a su mujer y precisaba el lugar donde se encontraba su cadáver.

Por orden de un juzgado de Zaragoza, se registró el domicilio de pareja y se localizó el mismo día los restos de la mujer dentro de una bolsa de plástico metida en un arcón congelador, parcialmente vestido, así como el hacha y el cuchillo con los que había llevado a cabo el descuartizamiento.

El arcón congelador, que estaba en la sala de la vivienda, lo había comprado después del asesinato y tras mantener unos días el cuerpo sin vida en la bañera del domicilio de la pareja con hielo.

Durante los días que estuvo desaparecida, este hombre dijo a sus familiares y vecinos que su pareja había sido internada para tratamiento psiquiátrico y que a partir de ahora el quiosco sería regentado por una joven, a la que contrató falsificando la firma de su mujer, un paso que también dio para hacerse así mismo otro contrato.

Según el fiscal, ideó el descuartizamiento del cadáver de su pareja tras el asesinato y después de leer en un periódico la noticia de que un hombre había matado a su mujer y la había cortado a trozos.


El descuartizador de Las Fuentes acepta una condena de 22 años

F. Mantecón – Elperiodicodearagon.com

29 de septiembre de 2015

Vicente Sada Gómez aceptó ayer, con un «vamos a decir que sí», la narración que las acusaciones tenían elaborado sobre cómo, en abril del 2013, mató a su mujer, Mercedes Pérez, a martillazos y luego la descuartizó. Ante su asunción de los hechos, el jurado popular que iba a estar toda la semana evaluando el caso declaró su culpabilidad por unanimidad, y el magistrado presidente le condenó in voce (de viva voz) a 22 años de cárcel.

De ellos, dos décadas -lo que le queda por cumplir, ya que lleva dos años en prisión preventiva- corresponden al asesinato, agravado por el parentesco, y los otros dos a sendas condenas de un año por dos delitos de falsedad en documentos mercantil, por los contratos que firmó, falsificando la firma de la fallecida, para una empleada del quiosco-bar que regentaba ella y para sí mismo.

La pena incluye 21 años de alejamiento respecto a la madre y el hermano de Mercedes Pérez, a los que deberá indemnizar. El pago, que fijará el magistrado en sentencia (se espera que sea pública hoy o mañana) oscilará entre los 80.000 que pedía la Fiscalía y los 170.000 que solicitaba la familia, representada por la letrada Belén Marín. Una cantidad que el asesino confeso, representado por el abogado Carlos Extremera, aceptó.

Discusión

Según el relato de hechos que aceptó Sada, el crimen tuvo lugar la noche del 30 de abril del 2013, cuando al llegar al domicilio que compartía con Mercedes en la calle Leopoldo Romeo, la encontró cascando nueces con un martillo.

Comenzaron a discutir por los gastos del quiosco-bar propiedad de la mujer, y el trabajo que le daba, y en mitad de la discusión él le arrebató el martillo y la golpeó en al menos cuatro ocasiones, en la cabeza y en el pecho. Incluso cuando la tenía indefensa, intentando asfixiarla e insultándola.

Tras matarla, Sada se quedó velando el cadáver y a la mañana siguiente fue al quiosco a colocar un cartel de cerrado por enfermedad. Para ocultar la muerte, mintió de diversas formas al entorno de Mercedes, y cuando los vecinos se quejaron del olor del cuerpo, inspirado por las noticias sobre los descuartizamientos de Ricla y Cadrete, compró un hacha e hizo lo propio con su pareja.

La metió en hielo en la bañera, y tras tirar las piernas al Huerva (una apareció un mes después en la presa de Pina, en el Ebro) compró un congelador y metió el resto del cuerpo en él.

Para mantener el engaño falsificó los dos citados contratos, y en junio se dirigió a Logroño, donde vivía su hijo, y le dejó su moto. Se marchó a Suances, en Cantabria, y allí intentó suicidarse con un veneno para topos, tras dejar notas manuscritas describiendo el crimen. Lo hizo después de que la madre de Mercedes le hubiera advertido de que había denunciado la desaparición de su hija.

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