Timothy Krajcir. Violador confiesa asesinatos

Malcolm Gay y Catrin Einhorn – mqh.blogia.com

11 de diciembre de 2007

Cabo Girardeau, Montana, Estados Unidos. Timothy Krajcir, un violador condenado que ha estado entrando y saliendo de la cárcel durante décadas, confesó nueve asesinatos, incluyendo los de cinco mujeres que causaron terror en esta ciudad [Cabo Girardeau], a orillas del Mississippi hace treinta años.

En una rueda de prensa el lunes [10 de diciembre de 2007], autoridades policiales dijeron que habían acusado a un hombre, Timothy W. Krajcir, de 63 años, de cinco cargos de homicidio y tres de violaciones por delitos cometidos entre 1977 y 1982. Dijeron que Krajcir, recluso en la penitenciaría de Illinois desde 1988, también confesó un asesinato en Illinois y otros tres más, probablemente en Kentucky.

«No sé si hay palabras que puedan transmitir el miedo y el pánico que se apoderó de la ciudad», dijo el jefe de policía Carl A. Kinnison. «Esas cosas no se olvidan nunca.» Siendo un joven agente, el comisario Kinnison recogió pruebas de uno de los asesinatos.

El descubrimiento ocurrió en agosto, cuando la policía de Carbondale, Illinois, utilizó un análisis de ADN para vincular a Krajcir con el asesinato en 1982 de Deborah Sheppard, de 23 años, estudiante de la Universidad de Illinois del Sur. El lunes [10 de diciembre de 2007], Krajcir se declaró culpable en el tribunal del Condado de Jackson, en Murphysboro, Illinois, del asesinato de la señorita Sheppard. Fue sentenciado a cuarenta años de prisión.

Las autoridades se negaron a hacer declaraciones de los otros tres asesinatos sobre los que Krajcir confesó. El comisario Kinnison dijo que «también estuvo activo en Kentucky».

El primero de los cinco asesinatos -dos de ellos con agresión sexual- ocurrieron en agosto de 1977, cuando se encontraron los cuerpos desnudos de Mary Parsh, de 58 años, y su hija Brenda Parsh, de 27, en su casa, junto a una cama, boca abajo y con ambas manos atadas a la espalda. Las había matado de un tiro en la cabeza.

En noviembre de 1977, Sheila Cole, de 21 años, fue secuestrada en el estacionamiento de un Wal-Mart. Su cuerpo fue encontrado completamente vestido en unos servicios de mujeres en un área de descanso en la Ruta 3 cerca de McClure, Illinois. La mató disparándole dos veces a la cabeza.

Los asesinatos cesaron en 1982, cuando asesinó a dos mujeres, en sus casas, con cinco meses de intervalo. La primera víctima, Margie Call, de 57 años, fue encontrada en enero boca abajo y amarrada, con una manopla en su boca. La autopsia reveló que había sido violada y asfixiada. En junio, se encontró el cuerpo parcialmente desnudo de Mildred Wallace, de 65 años, con los ojos vendados en su dormitorio, las manos atadas a la espalda. La autopsia reveló que Wallace murió tras recibir un balazo en su sien derecha. También había sido violada.

Uno de los tres cargos por agresión sexual proviene de una violación en enero de 1982 que también confesó, según se lee en actas judiciales. Esa víctima no fue asesinada.

Después de que el Estado de Illinois acusara a Krajcir del asesinato de Sheppard, el detective Jimmy Smith, a cargo de casos archivados de la Policía, observó similitudes en el marco de tiempo entre la muerte de Sheppard y los dos últimos asesinatos y contactó con funcionarios de Illinois. Los detectives encontraron una correspondencia de ADN entre Krajcir y las evidencias en la escena del asesinato de la señora Wallace.

«Es increíble», dijo el teniente Paul Echols, de la policía de Carbondale que investigó el asesinato de Sheppard y ha estudiado la historia criminal de Krajcir. «No encajaron todas las piezas de una sola vez. Las piezas fueron encajando poco a poco.»

«Krajcir ha estado entrando y saliendo de la cárcel durante décadas», dijo Januari Smith, portavoz del Departamento Penitenciario de Illinois. «En 1963 fue enviado a prisión en Joliet, Illinois, donde cumplió una pena de diez años por violación. Cuando fue liberado en 1976, mató a la primera de sus tres víctimas aquí.»

«Fue sentenciado a prisión en 1979 por otro cargo de violación, y puesto luego en libertad condicional en 1981. En junio de 1982, después de matar a Call y Wallace, pudo marcharse con libertad a Pensilvania, donde volvió a violar», dijo el teniente Echols. «Cumplió esa sentencia en 1988, cuando fue transferido de regreso a Illinois, debido a su violación de la liberta [libertad] condicional», dijo Echols. Desde entonces está recluso en el Centro Correccional Big Muddy en Ina, Illinois.

Debido a que es considerado un individuo sexualmente peligroso, podría seguir en la cárcel sin que se presente ningún cargo contra él. El teniente Echols dijo que Krajcir es la primera persona del Condado de Jackson que ha sido clasificada como sexualmente peligrosa y encarcelada.

«Aunque los detectives reunieron suficientes evidencias como para vincular a Krajcir con el asesinato de Wallace, este ha negado su implicación», dijo el comisario Kinnison. No fue sino cuando los familiares de las víctimas aceptaron contentarse con saber la verdad, en lugar de que el fiscal Morley Swigle pidiera la pena de muerte, que Krajcir accedió a hablar.

El 3 de diciembre confesó los crímenes de Missouri.

«Cuando descubrí que iban a hablar con él, pensamos que si no confesaba esos otros crímenes, esas familias nunca conocerían la paz», dijo Teresa Haubold, de 58 años, familiar de Wallace. «Estoy contenta de que haya terminado.»

Don Call, de 58 años, hijo de la señora Call, se mostró igualmente aliviado.

«Es algo que nos ha perseguido durante años», dijo el señor Call. «Siempre pensamos que era alguien del Cabo. Pero finalmente podemos terminar con las dudas. Sentimos alivio. Todas esas incógnitas se han resuelto.»

Swingle dijo que iniciaría el proceso de extradición tan pronto como fuera posible.

«No puedo enfatizar demasiado lo traumático que fueron estos crímenes para la comunidad», dijo el comisario Kinnison. «Los casos archivados están justo encima de la fotocopiadora en nuestro cuarto de fotocopias. Así que cada vez que hacemos una fotocopia, nos acordamos de esos casos. No los puedes olvidar.»

Asesino múltiple de Misuri estudio criminalística en universidad

Web.Iespana.es

13 de diciembre 2007

Con poco más de 30 años de edad, recién liberado de prisión por cargos de violación, Timothy Krajcir se inscribió en la Universidad para estudiar psicología y el sistema de justicia criminal.

Como otros estudiantes, Krajcir estaba buscando su crecimiento espiritual e intelectual, dijo un detective. Pero en los siguientes seis años, Krajcir asesinó al menos a seis mujeres en dos Estados, cubriendo sus crímenes en parte a través de la utilización de lo que aprendió en la Universidad del Sur de Illinois, dijeron las autoridades.

«Él dijo inicialmente que estaba tratando de comprenderse. Pero fracasó, obviamente», comentó James Smith, un detective de la policía de Cape Girardeau que ayudó a vincular a Krajcir a cinco homicidios de hace 30 años.

Krajcir, ahora de 63 años, confesó a principios del mes nueve asesinatos, señaló Morley Swingle, fiscal del condado de Cape Girardeau. Él se declaró culpable el lunes en Illinois del asesinato en 1982 de su compañera de clases Deborah Sheppard, y fue acusado más tarde ese mismo día de cinco cargos de homicidio y tres de violación sexual en Cape Girardeau.

Los fiscales están construyendo casos en otros tres homicidios que confesó Krajcir, los cuales ocurrieron en otros Estados, apuntó Swingle. La policía no ha dado detalles sobre esos crímenes.

La defensora pública Patricia Gross representó a Krajcir en el caso de la muerte de Sheppard, pero no haría comentarios al respecto, dijo el martes su asistente. Krajcir no tiene un abogado en Missouri, según documentos de la corte.

Las autoridades dicen que Krajcir es un espécimen raro: suficientemente inteligente para eludir a la policía durante su fiebre de crímenes, y aparentemente lo suficientemente reservado para mantener sus acciones en secreto en los años posteriores. Él se graduó de la Universidad del Sur de Illinois con un título en implementación de la ley.

«Si él estaba estudiando criminología e implementación de la ley, definitivamente sabría qué estaría buscando la policía y cómo evitar la detección», agregó Smith.

Durante décadas, Krajcir estuvo en una prisión estatal por un cargo de violación sexual, sin mencionar a nadie nada sobre los asesinatos, mientras detectives en diferentes Estados se esforzaban por cerrar los casos, dijo Smith.

Tendrás un juicio justo… o negociamos

Gabriela Esquivada

21 de marzo de 2008

Qué te puedo cobrar por nueve asesinatos

Timothy Krajcir se declaró culpable de haber cometido nueve asesinatos de mujeres en cuatro Estados durante el tiempo que estuvo fuera de prisión en las décadas de 1970 y 1980. Con la anuencia de los familiares de las víctimas, la fiscalía de Cape Girardeau, Missouri, se ofreció a renunciar a la pena de muerte si él confesaba los cinco homicidios en esa jurisdicción.

Krajcir aceptó: no tenía nada que perder -ya estaba preso- pero no quería morir. Admitió ser un poco retorcido; esperaba que tarde o temprano un estudio de ADN lo implicara en los casos. Dijo comprender ambas cosas porque estudió justicia administrativa y psicología en la Southern Illinois University en un período de libertad condicional.

En agosto pasado, cuando una prueba de ADN lo responsabilizó de haber violado y estrangulado a Deborah Sheppard, una estudiante de veintitrés años, Krajcir estaba preso por haber transgredido los límites de su libertad condicional en una serie de cargos de violación.

En 1982 conducía una ambulancia en Carbondale, donde vivía Sheppard, una localidad cercana a la frontera entre Illinois, Kentucky y Missouri, donde sucedió el resto de los casos. Cinco veces Krajcir dejó la ambulancia y cruzó hasta Cape Girardeau. Había estudiado a sus víctimas y en cada caso procedió igual: entró en sus casas de noche, las esperó, violó y asesinó, de preferencia con arma de fuego pero también por estrangulamiento.

En 1977 sus víctimas fueron tres: Mary Parsh, de 58 años, su hija Brenda, de 27, y Sheila Cole, de 21 años; en 1982 Margie Call, de 57 años, y Mildred Wallace, de 65 años. También de Missouri es una sexta víctima, una mujer cuya identidad todavía se ignora.

Por el primer caso en el que fue sentenciado luego de haber negociado su vida, los crímenes contra Virginia Lee Witte en Marion, Illinois, en 1978, le correspondieron cuarenta años.

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