
- Clasificación: Asesina
- Características: Secuestro - Tortura - Para cobrar el seguro de vida
- Número de víctimas: 1
- Fecha del crimen: 25 de agosto de 1998
- Fecha de nacimiento: 15 de mayo de 1954
- Perfil de la víctima: Louis «Buddy» Musso, de 59 años
- Método del crimen: Golpeado hasta la muerte con cinturones, bates de béisbol y botas con punteras de metal
- Lugar: Houston, Estados Unidos (Texas)
- Estado: Condenada a pena de muerte el 1 de septiembre de 1999. Ejecutada por inyección letal en Huntsville el 5 de febrero de 2014
Índice
Suzanne Basso, de 59 años, la decimocuarta mujer ejecutada en Estados Unidos
The Associated Press
6 de febrero de 2014
Suzanne Basso, de 59 años, 14 de ellos transcurridos en el corredor de la muerte, paralizada de las extremidades inferiores, fue declarada muerta por una inyección letal a las 18:26 minutos (hora local), de ayer miércoles, en Huntsville, al noreste de Houston (Texas), según indicó a la AFP una portavoz de las autoridades texanas.
La condenada sucumbió 18 minutos después del inicio del proceso, y 11 minutos después de que se le administrara la inyección letal, añadió la portavoz.
Suzanne Basso se convirtió en apenas la 14 mujer en ser ejecutada en Estados Unidos, de 1.366 ejecuciones, desde que en 1976 la Corte Suprema permitió reanudar la aplicación de la pena capital.
Su ejecución se produjo después de que la Corte Suprema de Estados Unidos, la más alta instancia jurídica del país, rechazara un indulto en el último minuto.
Esta mujer actualmente inválida, que pesaba unos 160 kg cuando fue arrestada en septiembre de 1999, fue condenada a muerte por el asesinato con violencia y tortura de su compañero, Louis «Buddy» Musso en 1998, para cobrar el seguro de vida.
Musso, de 59 años y que sufría retraso mental, fue quemado con cigarrillos y azotado hasta la muerte con cinturones, bates de béisbol y botas de hierro, en un acto en el que participaron cinco personas.
Su cuerpo casi irreconocible, que presentaba múltiples conmociones y fracturas, fue encontrado en una carretera cerca de Houston (Texas) en agosto de 1998, según documentos judiciales.
Pese a todas las apelaciones presentadas ante la Corte Suprema de Estados Unidos, la condena a muerte de Basso había sido confirmada en varias ocasiones.
Las mujeres tan sólo representan un 2,1 % de los presos que esperan en los corredores de la muerte en el país y un 1 % del total de ejecuciones, según datos del observatorio Death Penalty Information Center.
«Las mujeres que han cometido un crimen no suelen tener los agravantes de un asesino en serie o de cualquier condenado a pena de muerte», explicó hoy a Efe el director ejecutivo del observatorio, Richard Dieter.
Texas ejecutó hoy a la cuarta mujer en el Estado desde 1976, incluida la reciente ejecución de Kimberly McCarthy, en junio de 2013, que se convirtió en el preso ejecutado número 500 en el Estado sureño, el que más ejecuciones concentra del país.
Durante la jornada de ayer, el abogado de Basso, Winston Cochran, intentó recurrir ante el Supremo la sentencia al alegar problemas mentales, después de que una Corte de Apelaciones descartara los días anteriores sus peticiones.
El intento de intervención «in extremis» de la máxima instancia judicial buscaba repetir, como en el caso del mexicano Edgar Tamayo, ejecutado también en Texas hace tres semanas, una postergación de la pena.
Los abogados del mexicano alegaron el incumplimiento de sus derechos como extranjero y como persona con discapacidad mental, dos supuestos que pueden eximir de la pena capital, pero los presuntos desórdenes mentales, como en el caso de Basso, no fueron tenidos en cuenta para evitar la ejecución.
Karla Faye Tucker, fue la primera mujer en ser ejecutada en Estados Unidos desde la ejecución de Velma Barfield en 1984, y la primera en Texas desde la de Josefa «Chipita» Rodríguez en 1863. Nacida en Houston, Texas, el 18 de noviembre de 1959, fue condenada por asesinato en su estado natal en 1984 y ejecutada catorce años más tarde, el 3 de febrero de 1998, en el mismo presidio donde ayer lo fue Suzanne Basso.
Texas, el estado de EE.UU. con más ejecuciones, incluidas cuatro mujeres, tiene en la sección femenina del corredor de la muerte a ocho condenadas a la espera de la aplicación de su pena.
Texas ejecuta a Suzanne Basso, condenada por asesinato en 1998
Diarioinformacion.com
6 de febrero de 2014
El estado de Texas ejecutó hoy a Suzanne Basso, condenada por asesinato en 1998 y la decimocuarta mujer a quien se le aplica la pena de muerte en EE.UU. desde la reinstauración de esta práctica en 1976.
A Blasso, de 59 años, la declararon muerta a las 18.26 hora local (00.26 GMT) tras ser ejecutada con una inyección letal en Huntsville (Texas), según confirmó a Efe una portavoz del Departamento de Justicia Penal del Estado.
Las mujeres tan sólo representan un 2,1 % de los presos que esperan en los corredores de la muerte en el país y un 1 % del total de ejecuciones, según datos del observatorio Death Penalty Information Center.
«Las mujeres que han cometido un crimen no suelen tener los agravantes de un asesino en serie o de cualquier condenado a pena de muerte», explicó hoy a Efe el director ejecutivo del observatorio, Richard Dieter.
La pena de muerte, recordó este abogado, se aplica a «los peores de los peores crímenes y eso implica que el condenado haya cometido un asesinato con agravantes como una violación, secuestro, atraco o tortura».
«La mujer suele cometer crímenes contra alguien que conoce: un miembro de su familia, un niño o un conocido», añadió.
En el caso de Suzanne Basso, ejecutada hoy con inyección letal, existían agravantes: en 1998 torturó y mató a Louis «Buddy» Musso, de 59 años, un hombre de Nueva Jersey con discapacidad intelectual que viajó a Texas persuadido por la propia Basso, quien le había prometido matrimonio.
El cuerpo de Musso fue hallado a las afueras de Houston (Texas) con signos de maltrato, restos de lejía en su piel y heridas hechas con un alambre.
Basso, que no actuó sola, también se aprovechó de las pólizas de seguro y de los beneficios de la Seguridad Social del asesinado.
Más de 1.300 ejecuciones
Con la ejecución de esta tejana, 14 mujeres han muerto en aplicación de la pena capital, sobre un total de 1.366 ejecuciones, desde que en 1976 una sentencia del Tribunal Supremo restableció las condenas a muerte en EE.UU.
Las cifras mínimas de mujeres condenadas a muerte las convierten en casos excepcionales en muchos estados y que muchas presas sean las únicas que esperan la pena capital en su región.
«Muchas de ellas son las únicas en el corredor de la muerte y, de hecho, el concepto de pasillo de la muerte deja así de existir», subraya el director ejecutivo de Death Penalty Information Center.
Texas ejecutó hoy a la cuarta mujer en el Estado desde 1976, incluida la reciente ejecución de Kimberly McCarthy, en junio de 2013, que se convirtió en el preso ejecutado número 500 en el Estado sureño, el que más ejecuciones concentra del país.
Durante la jornada de hoy, el abogado de Basso, Winston Cochran, intentó recurrir ante el Supremo la sentencia al alegar problemas mentales, después de que una Corte de Apelaciones descartara la víspera sus peticiones.
El intento de intervención «in extremis» de la máxima instancia judicial buscaba repetir el esfuerzo de última hora en el caso del mexicano Edgar Tamayo, ejecutado también en Texas hace tres semanas.
Los abogados del mexicano alegaron el incumplimiento de sus derechos como extranjero y como persona con discapacidad mental, dos supuestos que pueden eximir de la pena capital, pero los presuntos desórdenes mentales, como en el caso de Basso, no se contemplan para evitar una ejecución.
Texas, el estado de EE.UU. con más ejecuciones, incluidas cuatro mujeres, tiene en la sección femenina del corredor de la muerte a ocho condenadas a la espera de la aplicación de su pena.
Pese a ello, en las últimas semanas, los expertos en pena de muerte también miran a Arizona, dos estados más al oeste de Texas: allí desde 1930 ninguna mujer ha sido ejecutada, pero hay cinco casos esperando.
En ese Estado, dos mujeres se encuentran ya en el corredor de la muerte y tres más se enfrentan a penas capitales en procesos judiciales en curso.