
El estrangulador de Fénix
- Clasificación: Asesino en serie
- Características: Violador - Prometía a sus víctimas que les conseguiría trabajo como camareras de hotel
- Número de víctimas: 16 +
- Fecha del crimen: 1996 - 1997
- Fecha de detención: 14 de agosto de 1997
- Fecha de nacimiento: 1968
- Perfil de la víctima: Mujeres de edades comprendidas entre 20 y 30 años
- Método del crimen: Estrangulación
- Lugar: Phoenix, KwaZulu-Natal, Sudáfrica
- Estado: Condenado a 506 años de prisión el 29 de marzo de 1999
Sipho Thwala
Wikipedia
Sipho Mandla Agmatir Thwala (KwaMashu, 1968) es un secuestrador y un asesino en serie sudafricano, que fue condenado en 1999 a 506 años de prisión por las muertes de 16 mujeres y el rapto de otras 10.1 Thwala fue conocido por el sobrenombre de «El Estrangulador de Phoenix».
Thwala, nació y creció en KwaMashu y comenzó su larga vida de raptos y su espiral de asesinatos en 1996. Su modus operandi era el de llevar a la mujer hasta los campos de azúcar de Monte Edgecombe cerca de la ciudad de Phoenix, con la promesa de un trabajo como personal de limpieza en un hotel. Una vez que la pareja estaba en lo profunda de la plantación, Thwala estrangulaba con su propia ropa interior. Acto seguido, incendiaba el cañaveral con al esperanza de destruir las pruebas de sus fechorías.
Sipho Thwala fue arrestado en 1997 después de que la policía encontrara restos de ADN. El 31 de marzo de 1999, el Tribunal Supremo de Durban declaró a Sipho Thwala culpable de 16 asesinatos y diez secuestros y condenado a 506 años de prisión.
Sipho Thwala
Última actualización: 29 de abril de 2015
Sipho Agmatir Thwala, el supuesto «Estrangulador de Fénix » de Sudáfrica, es sospechoso de raptar y estrangular con su ropa interior a 19 víctimas, antes de enterrarlas superficialmente bajo piedras.
El 31 de Marzo de 1999, la Corte Superior de Durban encontró a Thwala culpable de solo 16 asesinatos y 10 secuestros, y fue sentenciado a 506 años en prisión.
Thwala, de 31 años, de KwaMashu, llegó a ser el hombre más buscado en la provincia de KwaZulo-Natal, situada al este de Sudáfrica, entre el Océano Índico, durante el año de duración de su reinado del terror. Entre 1996 y 1997 las comunidades de Fénix y de KwaMashu vivieron aterrorizadas, sin saber quien iba a ser la siguiente víctima o cuando atacaría de nuevo el asesino.
Thwala, que fue absuelto de los cargos de violación y asesinato en 1994, fue arrestado por los crímenes en serie cometidos en la casa de campo que ocupaba en Besters en una redada hecha por la policía antes del amanecer en Agosto de 1997.
Su arresto se produjo días después de que las muestras de ADN tomadas del sospechoso coincidieran con aquellas que había en muchos escenarios de crímenes.
El asesino engañaba a sus víctimas ofreciendoles trabajo y los llevaba a los campos de caña de azúcar en Mount Edegecombe, cerca de Fénix.
Thwala coincidía con el perfil descrito por el forense de la policía, el psicólogo Micky Pistorius, que le describió como «inteligente y agradable para las mujeres, pero extremadamente peligroso». Thwala habla inglés, africano y zulú y creció como trabajador de los campos donde vendía cañas a los ciudadanos.
Su madre, Khathazile Ntanzi, le describió como un hombre inteligente que podía hablar y escribir a pesar de que nunca recibió educación más allá del Primer Grado. «Era un chico normal, muy educado y colaborador en la casa. Solía comprarnos alimentos cuando tenía dinero. Estamos muy aliviados de que lo hayan enviado a la cárcel. ¿Quién sabe? Se podía haber vuelto contra nosotros algún día», dijo su hermana Zibekile.
El 31 de Marzo de 1999, un juzgado de Dunbar sentenció a Twala a 506 años de prisión después de encontrarle culpable de 16 muertes y otros cargos. Thwala, de 31 años, no mostró ningún remordimiento por los crímenes. También fue hallado culpable de un cargo de intento de asesinato, 7 atentados contra el pudor y 3 de violación.
Un poco antes de su sentencia, el rumor de que había sido visto en casa de su familia se extendió por Inanda. Una multitud enojada convergió en la casa, quemándola después de buscar a su madre, Khathazile, de 65 años, y a su hermana Zibekile, de 41, que estaban preparadas para ir a la iglesia. Un vecino se acercó a rescatarlas, arrastrándolas fuera de la vivienda en llamas. Temiendo por sus vidas, la familia huyó hacia la comisaría con el hijo y las hijas de Zibekile. Tanto su madre como su hermana dijeron que creían que «sabía lo que se le venía encima» cuando el Juez Vivienne Niles-Duner le impuso la sentencia de 506 años.
Mientras duró su reino del terror ni la madre de Thwala y su hermana sospecharon que era un asesino. «Nunca cambió su comportamiento. Incluso ocasionalmente condenaba los asesinatos y decía que esperaba que el asesino fuera capturado pronto», dijo su madre.