Sara Ege
  • Clasificación: Asesina
  • Características: Porque el niño no pudo memorizar los pasajes del Corán - Quemó el cuerpo de su hijo para destruir cualquier prueba
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 12 de julio de 2010
  • Fecha de nacimiento: 1979
  • Perfil de la víctima: Su hijo Ege Yaseen, de 7 años
  • Método del crimen: Golpes con diferentes objetos
  • Lugar: Cardiff, Gales, Gran Bretaña
  • Estado: Condenada a cadena perpetua (mínimo 17 años) el 7 de enero de 2013
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Sara Ege mata a golpes a su hijo Yaseen de 7 años porque él no avanzaba con sus estudios islámicos

Kerry McDermott – Yahel.wordpress.com

4 de noviembre de 2012

Una madre golpeó brutalmente a su hijo de siete años de edad hasta la muerte con un palo y luego quemó su cuerpo porque no conseguía aprenderse algunos del Corán de memoria.

Sara Ege, de 32 años, está acusada de haber golpeado Yaseen Ali «como a un perro» por no recitar pasajes del texto religioso, antes de quemar su cadáver en la casa familiar en Cardiff, Gales, Gran Bretaña, para tratar de ocultar lo que había hecho.

La muerte del joven fue inicialmente considerada un trágico accidente tras el incendio en la casa en Pontcanna, hasta que un examen post mortem reveló [que] Yaseen había muerto antes de que comenzara el fuego.

Ege también está acusada de abusar de su hijo en los meses previos a su muerte, ya que presuntamente lo golpeó con un martillo y lo encerró en un cobertizo por el atraso en sus estudios islámicos.

Durante el juicio en Cardiff Crown Court se pudo saber cómo la mujer graduada de la universidad y su marido habían inscrito a su hijo Yousuf Ege Yaseen en clases avanzadas en su mezquita local y esperaban que su hijo se convertiría en Hafiz -un término islámico para alguien que ha memorizado el Corán-.

En una grabación de vídeo de la entrevista con la policía Ege dijo a los oficiales que había establecido que su hijo de siete años de edad, tenía que memorizar 35 páginas del Corán en tres meses.

Sin embargo, el tribunal fue informado que Yaseen prefería jugar con sus amigos y se quedó atrás con su aprendizaje.

«Yo estaba cada vez más y más frustrada», dijo Ege en la entrevista.

-Si no lo recitaba correctamente yo me enojaba y lo golpeaba.

El tribunal fue informado de cómo Ege Yaseen golpeaba a su hijo con un martillo, un rodillo y una zapatilla, así como en varias ocasiones le dio puñetazos.

Ella también alega que llegó a encerrarlo en el cobertizo, atarlo a una puerta, y le obligaba a hacer flexiones.

La corte escuchó que en los meses después de la muerte de Ege Yaseen, Sara le dijo a un médico que había matado a su hijo por ser un Shaitan -un nombre islámico para el diablo- y que se sentía al 100 por ciento mejor después de su muerte.

La policía y los bomberos fueron llamados a la casa de la familia en Pontcanna, Cardiff, en julio de 2010 después de que se iniciara un incendio en la planta superior.


Cadena perpetua para la madre que mató a golpes a su hijo por no aprender el Corán

Carlos Fresneda – Elmundo.es

7 de enero de 2013

Sara Ege, de 33 años, ha sido condenada a cadena perpetua por haber asesinado a palos a su hijo Yaseen, de siete años, por no ser capaz de memorizar los versículos del Corán. Los hechos ocurrieron en los suburbios de Cardiff, la capital de Gales, sacudida en julio del 2010 por el cruel suceso.

El cuerpo sin vida del pequeño Yaseen fue encontrado quemado entre los restos calcinados de lo que en principio se pensó que pudo ser un fuego doméstico. El forense determinó sin embargo que su fallecimiento fue anterior al incendio y encontró indicios de malos tratos. El padre del niño, Yousuf Ege, se confesó en primera instancia como autor del asesinato, para luego culpar a su propia esposa.

En su declaración polical, Sara Ege -nacida en India y diplomada en Matemáticas- reconoció que había golpeado a su hijo «como un perro» y que había quemado su cadáver para ocultar las pruebas. La madre se desmayó en el momento de la sentencia, que podría verse reducida a 17 años de cárcel.

El padre de Yaseen, taxista, acogió la decisión judicial entre lágrimas y pidió permiso para leer unas palabras en homenaje a su hijo: «Los recuerdos que tengo de él son los de un pequeño y precioso niño, un chaval muy feliz que siempre se comportó de un modo decente y cortés. Es muy difícil para mí describir el amor que sentía por él. Todo el mundo le quería y apreciaba su naturaleza amable y su alto rendimiento académico».

Durante el juicio afloraron sin embargo los antecedentes de violencia doméstica en el hogar de los Ege. La madre alegó que su comportamiento violento con su hijo fue en respuesta a lo que ella misma había padecido. Sara Ege, que de pequeña ganó varias competiciones de memorización del Corán, reconoció sin embargo que su indignación había crecido con la incapacidad creciente de su hijo para aprender los versículos.

La mujer declaró a la policía que empezó a maltratar a su hijo tres meses antes de su muerte. «Me enfadaba con frecuencia, le gritaba y le golpeaba en la espalda como si fuera un perro», llegó a confesar. Sara Ege reconoció que hizo varias veces propósito de enmienda, pero que se sentía «poseída por los malos espíritus» y fue incapaz de parar.

Varios profesores del colegio de Yaseen se había percibido ya de los malos tratos: el niño empezó a escribir con la izquierda por las heridas infligidas en su mano derecha. Un día llamaron a casa de la escuela alegando que el niño no se podía sentar por los dolores causados por una paliza. Su respuesta fue cambiarle de colegio.

La mujer admitió que el niño intentó complacerla memorizando el Corán, y que precisamente estaba recitando varios versículos cuando le dejó «respirando y medio dormido, murmurando las mismas palabras una y otra vez». «Pensé que estaba cansado», dijo. Cuando volvió a verle estaba ya muerto.

En su sentencia el juez Wyn Williams determinó que el pequeño Yaseen había sido víctima de «crueldad prolongada» antes de su muerte violenta. Ni la violencia doméstica sufrida por la madre, ni sus síntomas de depresión cuando ocurrieron los hechos sirvieron de atenuante. Pese a su confesión policial, Ege acusó a su marido de golpearla sistemáticamente y de haber sido «el asesino real» de su hijo. Yousuf Ege sin embargo fue exculpado por el tribunal.


Madre mata a golpes a su hijo de 7 años por no memorizar el Corán

8 de enero de 2013

Sara Ege, de 33 años, era licenciada en matemáticas en la India y según la investigación del caso, sometía a palizas periódicas a su hijo de siete años.

Sara Ege, -de origen indio- fue condenada a cadena perpetua por un juez de Cardiff quien la encontró culpable de asesinar a golpes a su hijo de siete años porque el niño no pudo memorizar los pasajes del Corán.

El marido de Ege y padre del niño fue absuelto de los cargos que enfrentaba de no protegerlo y permitir la muerte del menor.

Sara Ege, mató a su hijo Ege Yaseen, de una brutal paliza y después quemó el cuerpo, según publicó el portal de la BBC quien reveló que la asesina cumplirá un mínimo de 17 años de cárcel por el asesinato cometido en julio de 2010, en Gales, Reino Unido.

La señora Ege, en el transcurso del juicio que ha durado cuatro semanas, se declaró no culpable y acusó a su marido de la muerte del niño.

A los cargos de homicidio se le añadió otro por obstrucción a la justicia del que también fue declarada culpable.

«El día de la muerte de Yaseen, se había quedado en casa para que pudiera dedicarse al estudio del Corán. Estaba memorizando pasajes, pero ese día debe haber fallado en algo y esto fue un detonante de la paliza», leyó el juez.

Sara Ege, de 33 años, era licenciada en matemáticas en la India y según la investigación del caso, sometía a palizas periódicas a su hijo de siete años. Tres meses antes de la muerte de Ege Yaseen, ya había sido golpeado con un mortero de madera provocando «una cantidad significativa de dolor».

«Esta crueldad prolongada culminó en el día de su muerte, en lo que fue un ataque salvaje. Luego prendió fuego a su cuerpo en un intento de evadir la responsabilidad por lo que había hecho.»

Al comienzo de la investigación policial se pensaba que el pequeño había fallecido a consecuencia de un incendio, pero las pruebas revelaron que había muerto horas antes del fuego.

Ege Yaseen, había sido inscrito en la mezquita local para convertirse en un experto del islam que memoriza el Corán y la madre lo castigaba para obligarlo a satisfacer sus expectativas.

Sara Ege, fue detenida en las semanas que siguieron a la muerte de su hijo, y ha pasado los dos últimos años y medio internada en un hospital psiquiátrico.

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