Richard Ramírez

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Richard Ramírez

The Night Stalker

  • Clasificación: Asesino en serie
  • Características: Violador
  • Número de víctimas: 16 +
  • Fecha del crimen: 1984 - 1985
  • Fecha de detención: 25 de agosto de 1985
  • Fecha de nacimiento: 28 de febrero de 1960
  • Perfil de la víctima: Hombres, mujeres y niños
  • Método del crimen: Arma de fuego - Arma blanca
  • Lugar: Los Ángeles, Estados Unidos (California)
  • Estado: Condenado a pena de muerte el 7 de noviembre de 1989. Murió de insuficiencia hepática en el Hospital General de Marin en Greenbrae, California, el 7 de junio de 2013
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Richard Ramírez: un «serial killer» satánico

Pilar Abeijón

«Todos los asesinos en serie hacen cosas horribles, pero Ramírez es diferente a cualquier asesino en serie. No lo podría clasificar dentro de los demás casos clásicos.»

De esta manera no menos que inquietante definirían algunos psicólogos el perfil del «Night Stalker», el «merodeador nocturno» que había aterrado la ciudad de Los Ángeles entre 1984 y 1985, asesinando un total de 14 personas.

Su vida delictiva empieza cuando tan sólo tenía nueve años. Cómo la gran mayoría de los asesinos en serie, fue un adolescente muy problemático, empezando a robar y posteriormente a consumir drogas. De Texas, su país natal, se va a los Ángeles en dónde empezaría su etapa en tanto que criminal.

Tanto los médicos como los agentes del FBI encargados de perseguir y estudiar su persona, coinciden al afirmar que una de las cosas que lo diferencia de los demás asesinos, es que los crímenes de Richard Ramírez no siguen ninguna pauta concreta. Él no seleccionaba a sus víctimas, no le importaban ni el sexo ni la edad de éstas. Mató indistintamente a hombres y mujeres de edades comprendidas entre los dieciséis y los ochenta y cuatro años en tan sólo unos pocos meses.

Tampoco lo caracteriza su forma de asesinar. Unas veces disparaba sobre sus víctimas, otras las apuñalaba, y en algún caso ha llegado a golpear con un bate de beisbol hasta causarles la muerte.

Por otro lado, su manera de actuar reflejaba un cierto desorden mental. Tanto se podía comportar como un asesino organizado planeando el crimen de forma consciente y sin dejar ningún indicio que pudiese identificarle, como lo hacía de forma desorganizada: sin motivos, inconscientemente, guiándose por sus impulsos y creyéndose protegido por su dios, Satán. Entonces, no le importaba dejarse el arma en el lugar del crimen o pararse después de haber cometido el asesinato para pintar símbolos satánicos en las paredes. En algunas ocasiones robaba algo de dinero en la casa de la víctima o bien se paraba tranquilamente a comer lo que ésta guardaba en su frigorífico.

Según las propias declaraciones del asesino, su juego favorito al salir de «caza», era buscar a la presa. Lo hacía paseándose entre las casas del vecindario, escuchando en un walkman música de AC/DC. Una vez que elegía a la futura víctima, entraba en la casa tranquilamente y con una frialdad inhumana procedía a violar, golpear y matar.

Sus crímenes no siguen ningún móvil aparente. Son totalmente imprevisibles, puesto que el asesino no sigue ni el mismo ritmo ni el mismo patrón en su manera de actuar. Una cosa que sí se podría resaltar, es que al principio, Ramírez solía golpear y violar a sus víctimas, dejando incluso a veces que se fuesen con vida. Pero a medida que pasa el tiempo, se va haciendo más y más cruel hasta el punto que incluso remata sus crímenes mutilando los cuerpos, como en una ocasión, que no estando satisfecho de haber violado una joven, le saca los ojos con una cuchara antes de apuñalarla y los envía al lugar del crimen el día siguiente. Cuando comenta la anécdota en el juicio, declara sin dejar de sonreir: «Sí, ella aún estaba viva mientras se los arrancaba…»

Aunque siempre confió en que el poder de Satán lo protegía y que nada podría detenerlo jamás, lo cierto es, que en Agosto de 1985 es detenido por la Policía de Los Ángeles.

El hecho de que Ramírez no siempre acabase con las vidas de sus víctimas hizo posible que algunas de entre ellas fuesen capaces de describir al asesino. Inmediatamente las fuerzas de seguridad de todo el país se encargaron de publicar un retrato robot en todos los medios de comunicación, hasta que el 25 de Agosto, mientras caminaba por la calle, una mujer lo reconoce y da la alarma gritando: «Este es el asesino».

El Night Stalker trata entonces de huir perseguido por un grupo de gente que furiosamente aclamaba: «¡Matadlo!», pero es finalmente capturado mientras intentaba robar un vehículo.

Por suerte para Ramírez, una patrulla de la Policía interviene antes de ser linchado por la multitud.

El día del juicio, el 4 de Octubre de 1989, se muestra más provocador que nunca, apareciendo con un pentagrama tatuado en la palma de la mano y haciendo declaraciones como las siguientes:

«…Yo no creo ni en la hipocresía ni en los dogmas morales de la llamada sociedad civilizada. Sólo me basta con mirar dentro de esta habitación, para conoceros tal y cómo sois: mentirosos, cobardes, asesinos, ladrones… y cada uno con su propia profesión legal. Sois unos gusanos hipócritas, me ponéis enfermo…»

«…No necesito oir todas los raciocinios de vuestra sociedad. Ya los he oído antes y los argumentos siempre son los mismos…»

«… No me entendéis. Tal y cómo suponía, no sois capaces de hacerlo. Yo estoy más allá de vuestra experiencia. Estoy más allá del bien y del mal…»

Finalmente es acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales 3 han sido a menores), 2 secuestros, 4 actos de sodomia, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada.

En 1989 es condenado a pena de muerte en la cámara de gas. Desde la celda, espera el día de su ejecución sin perder la fe en el poder de Satanás:

«… ¡Legiones de la noche!, ¡Razas de la noche!, no repitáis los errores del Night Stalker y no concedáis clemencia alguna… Yo seré vengado. Lucifer está con nosotros…»


Richard Ramirez, «The Night Stalker»

Última actualización: 16 de marzo de 2015

Algunos psicólogos calificaron a Ramirez como un asesino fuera del grupo de los asesinos. El «merodeador nocturno» mató a 14 personas en Los Angeles entre 1984 y 1985.

Como la mayoría de los asesinos en serie, Ramirez fue en su adolescencia un chico problemático: a los 9 años ya comenzo a robar y mas tarde a consumir drogas en Texas, su estado natal.

Una vez en Los Angeles, comienza su carrera como asesino, sin unas pautas concretas lo cual hacía mas dificil su detención: mataba a personas dandole igual sexo, raza, edad o condición. Las armas utilizadas iban desde un bate de beisbol a un puñal, pasando por varios tipos de pistolas.

Su modus operandi también oscilaba, ya que podía asesinar de una manera organizada sin dejar pista o matar sin ningun cuidado creyendose amparado por su dios Satan, dibujando signos satánicos en las paredes , comiendo en casa de sus víctimas, robandoles el dinero que llevaban encima o dejando las armas homicidas en el lugar del crimen

Su juego preferido era salir de caza, acompañado por un walkman, oyendo AC/DC, encontraba a su víctima y entraba en su casa preparado para violar y matar.

Al principio, solo golpeaba y violaba, dejando incluso a la mayoria de sus víctimas con vida, pero después se hace mas sádico, como por ejemplo, en el asesinato de una joven, que violó y la sacó los ojos con una cuchara, matando a la chica después y enviandolos a su casa al día siguiente.

Como muchas de sus víctimas sobrevivían, una mujer le reconocio en Agosto del 85 por la calle, después de numerosos retratos robot enviados por la policía, y un grupo de gente a la voz de «matadlo» le persiguió y capturó mientras intentaba robar un coche, salvandose de ser linchado por una patrulla de policía

El 4 de Octubre del 89, reliza las siguientes declaraciones: «…Yo no creo ni en la hipocresía ni en los dogmas morales de la llamada sociedad civilizada. Solo me basta con mirar dentro de esta habitación, para conoceros tal y como sois: mentirosos, cobardes, asesinos, ladrones… y cada uno con su propia profesión legal. Sois unos gusanos hipócritas, me poneis enfermo…»

«…No necesito oir todos los raciocinios de vuestra sociedad. Ya los he oido antes y los argumentos siempre son los mismos…»

«… No me entendeis. Tal y como suponía, no sois capaces de hacerlo. Yo estoy mas alla de vuestra experiencia. Estoy mas alla del bien y del mal…»

Finalmente es acusado de 14 asesinatos, 5 intentos de asesinato, 9 violaciones (entre las cuales 3 fueron a menores), 2 secuestros (solía secuestrar niños para abandonarlos a cientos de kilometros de su casa solo por el placer de hacerlos sufrir), 4 actos de sodomía, 2 felaciones forzadas, 5 robos y 14 allanamientos de morada. A pesar de estos datos, se estima que actuó en muchas más ocasiones ya que su modus operandi no era facilmente identificable y él nunca colaboró con la policía dando datos de sus crímenes.

En 1989 es condenado a la camara de gas, y Ramirez no perdio su fe: «… !Legiones de la noche!, !Razas de la noche!, no repitais los errores del Night Stalker y no concedais clemencia alguna… Yo sere vengado. Lucifer esta con nosotros…»


Historia de Richard Ramirez, «The Night Stalker»

AsesinatoSerial.net

Nació en el año de 1960 bautizado bajo el nombre de Ricardo Leyva, en la ciudad de El Paso en Texas. Su niñez es descrita por vecinos y familiares cercanos como la de un buen chico. Nadie imaginó nunca que aquel chico méxico americano algún día se convertiría en un terrible monstruo y segaría la vida de numerosas personas.

Haciendo un ejercicio de historia y conjeturas psicológicas, los conocedores del caso Richard Ramirez establecen que el punto de quiebre en la vida del joven Ricardo se dio al relacionarse con su primo Mike, excombatiente de Vietnam quien significó una influencia mayúscula en un momento particularmente sensible.

Pero no fue una buena influencia, sino todo lo contrario, aquel sujeto gustaba de presumir sus bárbaros y crueles actos de guerra, probando sus dichos con fotos polaroid tomadas a las mujeres a las que supuestamente había violado y golpeado antes de matarlas. Aquellas imágenes mostraban personas en diferentes grados de mutilación y aún en posturas rituales de tinte sexual. Según Mike tomar la vida de aquellos desdichados era como ser Dios, tener el poder máximo en mano propia.

Inicialmente Richard pudo haberse sorprendo ante la exposición de estos materiales, pero dada la identificación que deseaba alcanzar con su primo, se acostumbró a disfrutar de estas cosas. De hecho ambos pasaban mucho tiempo juntos, fumando marihuana y aún practicando misiones de asalto en los lindes del desierto. Por las noches ‘asaltaban’ animales de granja. Se dice que mataron a uno que otro.

A pesar de que la familia de Richard Ramirez era considerada normal, se reporta que el padre era estricto y no dudaba en golpear a sus hijos cuando así consideraba imponer la disciplina entre ellos. Siendo el menor, tal vez pudo haber identificado un rol equivocado en su padre. También se dice que en la escuela le tocó un maestro abusivo que también pudo añadir leña al fuego.

En este caso hay que recordar que los «ingredientes» cuya conjunción dan por resultado la aparición de un asesino serial, siempre son muchos. No es una sola causa o evento el que desencadena el furor asesino de una persona, sino la suma prolongada de factores, de momentos clave e inclusive algún tipo de predisposición existente desde el nacimiento.

Un día mientras perdían el tiempo haciendo nada, la esposa de Mike le reclama airadamente a este su falta de acción y que no consiga trabajo, este para callarla toma un arma y le dispara directo a la cara matándola en el acto. Parte de la sangre cae salpicada al rostro del joven Ramirez.

Por este terrible asesinato el exsoldado es llevado a juicio sin embargo la defensa argumenta que el estrés postraumático de la guerra afecto gravemente la conducta del acusado. El juez determina guardarlo en una institución mental. Richard Ramirez para empezar, no le cuenta a nadie del suceso, que el estuvo presente en el crimen. Los estudiosos de Richard Ramirez insisten que esta experiencia fue determinante.

En este tiempo iba en el noveno grado de educación, se sale y comienza una vida carente de sentido, constantemente drogándose con marihuana y otras sustancias, efectuando robos menores y ofensas escalando poco a poco hasta llegar al asalto, el allanamiento y el robo de automóviles. Todo con el objetivo de financiar su vicio por las drogas.

En este momento Richard Ramirez experimenta ya las típicas fantasías del asesino serial que son abstracciones salpicadas de muerte, sangre y violencia que le producen gratificación erótica y sexual. El contexto vital de Ramirez es una década impregnada del miedo y a la vez culto al satanismo. En el subconsciente colectivo permea este miedo a Satanás y sus vicarios de la tierra. Psicólogos, investigadores de lo paranormal y demás personajes avalan la existencia de cofradías y ritos secretos de satanistas donde se sacrifican humanos y se glorifica al maligno. En el ambiente musical proliferan bandas irreverentes como AC/DC que cantan apologías del Diablo y del infierno.

Obvio que Richard Ramirez es fanático de estos fulanos y es Satánico de hueso colorado. Toda su apariencia y actitud están enfocadas en esa dirección. Como pasa los días alimentándose con comida chatarra y dulces ya tiene los dientes podridos y ha perdido varias piezas. Su aliento es verdaderamente diabólico. Esto es un punto en favor al objetivo de ser cada vez mas como el diablo.

Así va pasando su vida, hasta que las fantasías, las drogas y su insana vida ya no dan para mas. Las emociones y la gratificación sexual que busca tienen que encontrar satisfacción con acciones mas concretas, como golpear, violar y asesinar. Entonces el vehículo perfecto para justificar y dar cause a sus impulsos es nada mas y nada menos que el satanismo.

Pero regresemos un poco a la infancia de Ramirez para escarbar un poco en los antecedentes. Ahora se sabe que ha padecido de moderados episodios epilépticos lo cual lo aísla de las actividades que los demás chicos realizan para esparcimiento e integrarse a los de su edad. En la escuela es tímido, retraído y de aspecto delgado y afeminado. A la par de sentirse rechazado por los demás, alberga grandes ambiciones, anhela ser reconocido por lo que es, y generalmente este tipo de personas se siente superior e incomprendida.

Es este el típico cóctel de personalidad que fermenta criminales, extorsionistas, violadores y asesinos seriales. Sujetos como el ‘Mad Bomber’ y el ‘Unabomber’ caben perfectos en esta descripción. En su momento siendo escolares nadie los vio hablar, reir ni relacionarse con mujeres de una manera plena y normal. Pasaron como se dice ‘de noche y en patines’ sin que nadie pudiera recordarlos con precisión.

Este tipo de aislamiento produce resentimientos que acompañarán toda la vida al criminal, provocando en buena medida sus actos de venganza y reivindicación ante la sociedad. Luego toma como modelo a seguir a su torcido primo y descubre la existencia de un movimiento satánico en el que sus desviaciones y temperamento parecen hallar una vía de entendimiento y doctrina. Podemos decir que el escenario de la tragedia esta puesto con todo en su lugar.

El 28 de Junio de 1984 el diablo hizo su aparición: Jeannie Vincow de 79 años fue atacada en su pequeño departamento de la calle Glassel Park en Los Angeles, el hijo de la pobre mujer descubrió el cadáver a la mañana siguiente. La policía descubrió que el asesino había entrado por una ventana que había sido dejada abierta y la mujer había sido violada y apuñalada varias veces, las heridas inflingidas en el cuello eran tan profundas que casi se le desprende la cabeza. En ese momento los oficiales no pudieron hacer nada al respecto.

Casi un año después, el 17 de Marzo de 1985 casi a la medianoche, la señorita Maria Hernandez llegaba de su trabajo exhausta y estaciono su auto frente a la puerta de la cochera de su condominio y al abrir la portezuela se encontró con Richard Ramirez quien apuntó su arma directo a la cara, a pesar de las suplicas de la mujer este le dio un tiro.

Afortunadamente para ella el reflejo de protegerse con la mano hizo que la bala rebotara en las llaves del carro. Ella cayó herida pero haciéndose la muerta, Ramirez subió al departamento y asesinó a sangre fría a la roomate de Hernandez, Dayle Okazaki de 33 años que fue hallada por María tendida en un charco de su propia sangre. El balazo al cráneo había sido fulminante. Ramirez se esfumó del lugar, para continuar su racha homicida.

Casi a la hora, Tsai-Lian Yu halló su destino a manos de Ramirez quien en la calle, paro su auto, abordó a la pequeña mujer forzándola a abrir la puerta y la acribilló a plomazos. Rápido y sin mediar ninguna explicación, la mujer nacida en Hong Kong solo resistió algunos minutos, el oficial que la asistió llamó una ambulancia pero murió en su Chevrolet color amarillo a los pocos minutos. De este cruento episodio la policía se dio cuenta que tenían un grave problema entre manos. Hernandez aportó los primeros detalles del sospechoso: alto, oscuro, de aspecto intimidante y de origen hispano.

Días después del doble asesinato, Richard Ramirez atacó de nuevo. El matrimonio Zazzara fue el blanco esta vez. El modus operandi comenzaba a tomar una forma definida. Al señor Vincent Zazzara lo liquidó instantáneamente de un tiro en la cabeza, pero Maxine Zazzara sufrió la furia diabólica del asesino en toda su maldad. Se dice que los primeros oficiales en ver la escena quedaron impactados por la violencia con que fue asesinada la pobre mujer: el cadáver presentaba los ojos sacados de sus orbitas, varias heridas profundas en cuello, abdomen y área perineal, así como una gran herida en el pecho izquierdo en forma de T.

Esta vez se encontraron algunas huellas, la impresión de un zapato tenis y la certeza de que el intruso había sido el mismo responsable de las muertes de la señora Vincow y las señoritas Okazaki y Yu. Se dieron cuenta que la sed de sangre del sospechoso iba en aumento y que su atrevimiento iba in crescendo por lo que temían que atacaría de nuevo muy pronto.

La espera no duró gran cosa y el 24 de Mayo de ese año, Ramirez hacía de las suyas en la residencia de los señores Wu. La señora Jean Wu despertó violentamente ante el plomazo que Richard Ramirez propinó a su esposo en la cabeza. Procedió a golpearla sin misericordia para luego amarrarla y se puso a revisar los cajones y las pertenencias de los viejos. Al no encontrar nada de valor y siempre diciendo maldiciones tomó a la señora de 63 años y la violó para abandonar el lugar. Al recuperarse la señora informó a la policía que el atacante había sido un sujeto alto, oscuro y de origen hispano. Información que ya esperaban escuchar los detectives angelinos.

Pocos días después el 30 de Mayo atacó de nuevo. Ahora introduciéndose a la casa de la señora Ruth Wilson, atractiva mujer de 41 años que vivía con su pequeño hijo de 12 años. La mujer despertó en medio de la noche con Ramirez apuntando una luz y un arma directamente a ella. El sujeto demandó dinero y antes que ella pudiera reaccionar la sacó violentamente de la cama para llevarla al cuarto del niño. Ramirez tomó a este como rehén y le ordenó darle el dinero lo mas rápido posible. La mujer le dijo donde hallar una joya de mucho valor y lo condujo a un armario, y pensó que aquello aplacaría al intruso pero estaba equivocada.

Después de analizar el objeto, Richard Ramirez agarró al niño y lo encerró en un closet de su cuarto, regresó con la mujer, le arranco el negligé y le amarró las manos con unas pantimedias y a pesar de las protestas la tumbó en la cama para violarla y sodomizarla. Sumado a la humillación y el doloroso abuso estaban el espantoso aroma corporal y el aliento putrefacto de Ramirez que por si solos casi hacen desfallecer la mujer.

Esa noche la mujer le dijo a Ramirez que debía haber tenido una vida muy triste para haberle hecho lo que le hizo a lo que el respondió que ella se veía muy bien para su edad y que le perdonaba la vida, a pesar de que había asesinado a muchas otras personas en similares situaciones. Cuando la policía entrevisto a la señora Wilson la descripción del ofensor nuevamente concordó con la ya conocida.

Como el resto de los criminales seriales, Richard Ramirez se regodeaba del recuerdo de sus primeras victimas, imágenes que traía a su mente una y otra vez probablemente reforzando aquellas memorias con algún souvenir tomado en el acto criminal, es decir alguna fotografía, trozo de tela o mechón de cabellos.

Sin embargo estas evocaciones van perdiendo fuerza hasta que el recuerdo deja de brindar satisfacción. Es entonces que hay que revivir el recuerdo retomando de nuevo la fantasía, o sea, violando y matando otra vez. Este ciclo tiene una evolución de modo que el criminal siente la necesidad cada vez más urgente e incontrolable de seguir actuando y alimentando la fantasía.

El primer paso es vivir sus fantasías, atacando por primera vez, pasa un tiempo y vuelve a atacar hasta que tiene que hacerlo compulsivamente y fuera de control. Cuando un asesino serial para, los investigadores creen que es por dos razones: porque murió o porque fue detenido. Tal vez por alguna otra ofensa no relacionada con sus crímenes, pero queda fuera de circulación.

Richard Ramirez estaba en esta escalada y para el verano de 1985 llegaba a su máximo. Era tal la furia e intensidad y sobre todo el horror de sus ataques que la prensa comparaba a este asesino con Jack el destripador y con Drácula por aquello de sus hábitos nocturnos. La prensa lo califico con varios apelativos entre ellos «The Valley Intruder» para finalmente quedar en «Night Stalker».

El 29 de Mayo de 1985, las hermanas Malvia Keller y Blanche Wolf de 83 y 80 años respectivamente fueron atacadas en su departamento con un martillo en forma tan salvaje que hasta el mango del mismo estaba roto cuando lo encontró la policía en la escena del crimen. Fueron halladas dos días después del ataque, pintarrajeadas de lápiz labial con pentagramas invertidos en el cuerpo y en el muslo de una de ellas. Malvia sucumbió poco después a sus heridas.

El 27 de Junio el Night Stalker violó a una niña de 6 años en la zona de Arcadia. En el mismo sitio y un día después segó la vida de Patty Elaine Higgins que fue encontrada degollada. Luego el 2 de Julio una mujer de 75 años llamada Mary Louise Cannon también fue encontrada con el cuello rebanado y su casa saqueada.

El 5 de Julio Ramirez regresó a Arcadia para atacar a Deidre Palmer pero la muchacha de 16 años sobrevivió al ataque. Dos días después fue hallado el cuerpo de Joyce Lucille Nelson mujer de 61 años abatida en su departamento de Monterrey Park.

Esa misma noche y por el mismo rumbo una mujer de 63 años de edad llamada Linda Fortuna fue despertada en su cama por un sujeto cuya descripción concordó al 100% con la del Night Stalker quien le apuntaba con un arma directo al rostro. Aquel maldito le ordenó callar y la encerró en el baño para proceder a saquear su domicilio. Después regresó y le ordenó tumbarse en la cama. La iba a violar como de costumbre con todas sus víctimas, pero Ramirez no pudo mantener la erección y estalló en ira. La mujer pensó que ahí se terminaba su vida, viéndolo humillado y furioso ya nada mas esperaba el plomazo final sin embargo Richard Ramirez tomó el botín y se esfumó.

El 20 de Julio Ramirez retomó su racha de violencia: Maxson y Lela Kneiling, adultos de 66 años fueron asesinados con la habitual furia del Night Stalker, los cuerpos aparecieron horriblemente mutilados con una navaja y cada uno con sus respectivos balazos. El crimen aparecía tan violento que los investigadores tuvieron mucha dificultad en determinar el modus operandi.

No se sabía si los había matado rápidamente o como acostumbraba, había liquidado primero al esposo para hacer su fantasía con la mujer, a quien primero golpeaba furiosamente, violaba y terminaba por matar. Aunque se sospecha que esta vez tampoco se le paró la pistola y no pudo violar a la señora Kneiling.

Y por eso esa misma noche volvió a golpear, esta vez a un matrimonio joven de origen asiático. Ahora en el barrio de Sun Valley el señor Chitat Assawahem de 32 años fue asesinado mientras dormía y su esposa Sakima sometida a las peores perversiones del Night Stalker; la mujer fue violada y forzada a darle sexo oral a Ramirez, al hijo de ambos de 8 años Richard Ramirez lo violó también. Ambos fueron dejados vivos, claro no sin antes irse del lugar con varios miles de dólares de botín.

Luego el 6 de Agosto siguiendo la misma secuencia entró por la noche al domicilio del matrimonio Petersen. Disparó contra ambos, pero el señor Christopher Petersen era un hombre extremadamente fornido y a pesar de traer una bala en el cráneo se levantó de la cama para perseguir al intruso hasta la calle. Ambos sobrevivieron a sus heridas.

Después de este fallido ataque un par de días mas tarde, atacó al matrimonio Zia, bajo la misma modalidad de quitar del camino al esposo y disponiendo de la esposa para efectuar sus torcidas fantasías y rituales de violencia y sangre. Aquello ya era un despliegue muy vulgar de ira y furia criminal. El departamento de la policía estaba sumamente preocupado, los intervalos entre cada ataque eran cada vez mas cortos y el salvajismo del asesino aumentaba alarmantemente.

Y así continuó la escalada de violencia del Night Stalker moviendo su base de operaciones a San Francisco donde la policía de repente se dio cuenta y conjeturó que también ahí había actuado numerosas ocasiones el asesino.

Pero como reza el dicho ‘No hay mal que 100 años dure…’ y el 20 de Agosto en el poblado de Mission Viejo al sur de Los Angeles una pareja de jóvenes adultos fue despertada por el par de balazos que Ramirez había soltado en su cuarto. El novio había sido herido gravemente. La chica antes de poder entender que sucedía fue jalada de los cabellos y conducida por el asesino a otra habitación. Así el sujeto procedió a saquear el sitio y al no encontrar nada de valor regreso con la muchacha para violarla y demandar le diera algo de valor.

La muchacha le informó de un dinero guardado que su novio tenía escondido. Richard Ramirez la hizo jurar por Satanás y la mujer juró todo lo que el pedía. Conforme con el dinero, la dejó viva… error que fue el principio del fin de la carrera criminal del Night Stalker. La chica como pudo se liberó de sus ataduras y por la ventana alcanzó a ver a Ramirez abordar una vagoneta Toyota color naranja y llamó inmediatamente al 911.

Esa misma noche un jovencillo había visto merodear por su fraccionamiento la camionetilla naranja así que a la mañana siguiente decidió llamar a la policía y les dio el número de placa del vehículo. Con tales señas la policía pudo establecer el origen del auto que estaba reportado como robado en el barrio chino, al dueño se lo robaron mientras estaba comiendo en uno de los numerosos tenderetes del lugar.

Finalmente el auto fue ubicado en un estacionamiento del McDonalds, se estableció un cerco de vigilancia las siguientes 24 horas con la esperanza de que el asesino apareciera de nuevo pero no fue así, de modo que un equipo de criminólogos fue enviado a tomar muestras y analizar todo aquello encontrado en el vehículo.

En el carro se halló una huella bastante clara, se envió a la base de datos en Sacramento y a las pocas horas apareció un resultado prometedor: la huella pertenecía a Ricardo «Richard» Leyva Ramirez.

La policía ya sabía a quien buscaba, ahora era cosa de hallarlo antes de que atacara de nuevo.

Siete días después del ataque a la pareja de Mission Viejo, Richard Ramirez intentó hacerse de un automóvil nuevo, andaba en una zona de Los Angeles habitada por hispanos, pensando que entre ellos pasaría desapercibido eligió un carro Mustang propiedad de un tal Faustino Piñon. No se dio cuenta que el señor Piñon reparaba el auto debajo del mismo y al encenderse el carro salió disparado a castigar a quien osaba meterse con su preciado vehículo. Por la ventana del conductor se asió de Ramirez, este le dijo ‘traigo un arma’ pero Piñon por ningún motivo lo soltaba, puso el auto en marcha y por el forcejeo entre ambos hombres fueron a chocar a una barda y a un garaje. Piñon sacó del carro a Ramirez y lo aventó al suelo.

Este inmediatamente emprendió la huida. Casi de inmediato al cruzar la calle Ramirez divisó a Angelina de la Torre quien en esos momentos abordaba su Ford Granada y la amenazó con el arma para exigirle las llaves. Aquella mujer gritó por ayuda y el esposo, Manuel de la Torre corrió desde el jardín armado de una viga metálica.

Entretanto Jose Burgoin al escuchar el bochinche armado por Piñon y su Mustang había telefoneado a la policía y al salir de su casa vio a la señora de la Torre en problemas, rápidamente llamó a sus hijos de nombre Jaime y Julio quienes al ver al extraño asaltante encaramado en el carro de Angelina lo reconocieron inmediatamente como el asesino. Según se dice, los hermanos Burgoin y de la Torre se avalanzaron contra Ramirez a quien no quedó mas que correr por su vida.

Fácilmente lo alcanzaron, Manuel lo golpeó con el tubo metálico haciéndolo caer, pero volvió a emprender la huida, súbitamente Ramirez se paró en seco e hizo algunos gestos de loco, pero de nada le sirvió la persecución fue reanudada hasta que otro golpe colapsó al Night Stalker. Los hermanos Burgoin lo sujetaron hasta que la policía llegó a aprehender al criminal. Apenas un día después de publicar la identidad del asesino, Richard Ramirez era puesto en custodia por la policía de Los Angeles California.

Y como normalmente ocurre en el sistema legal norteamericano, armar y desarrollar el juicio de un asesino serial del calibre de Ramirez con todos los crímenes y felonías que se le adjudicaban tomo hasta tres años o más para dictarse sentencia y todo.

Al principio los defensores públicos que le fueron asignados al asesino no fueron de su agrado y un abogado le propuso a la familia a Daniel y Arturo Hernandez hombres con experiencia en juicios por asesinato, mas no casos de pena de muerte. El abogado Halpin fue el líder del equipo acusador.

Los defensores tuvieron que luchar no solamente contra la parte acusadora sino contra su mismo defendido, quien en las audiencias preliminares se puso a gritar en la corte ‘Viva Satanás!…’ como preámbulo de lo que sería su extraño y desafiante comportamiento durante todo el proceso en su contra.

El juicio estuvo plagado de extraños sucesos como que de repente se cayera alguna parte de la decoración, que el abogado Hernandez comenzara a transpirar profusamente, también pasaba que la evidencia era presentada erróneamente como si alguna fuerza misteriosa también estuviera presente en la sala de la corte.

Desde luego no tardaron en aparecer numerosas fanáticas que asistían a las audiencias por el mero hecho de ver y admirar al Night Stalker porque lo veían sexy y bueno hay quien llama a estas mujeres las Serial Killer Groupies, Ted Bundy igual tuvo su corte de admiradoras e incluso se caso con una de ellas como Richard Ramirez también hizo en 1996.

La tensión era muy elevada en las audiencias, un día que se fue la luz los oficiales hasta desenfundaron sus armas y ordenaron a todo el mundo tirarse pecho tierra y Ramirez fue conducido afuera de la sala como medida precautoria. Una vez se esparció el rumor de que Ramirez iba a matar al fiscal con un arma que alguien le iba a facilitar dentro de la sala. Se colocó un detector de metales a la puerta de la sala ante la extrañeza de Ramirez aunque jamás se pudo encontrar arma alguna.

La formación del jurado tomó más tiempo del acostumbrado y se tuvieron que entrevistar hasta 1600 personas para hacer la selección final. A este respecto la defensa argumentó que la selección podría presentar problemas puesto que la mayoría estaría prejuiciado contra Ramirez, y como argucia legal pedían el traslado del juicio a otra demarcación persiguiendo un juicio imparcial. Pero la corte no admitió la moción.

También sucedió que durante el juicio una miembro del jurado no se presentó un día y se supo que había sido asesinada de un tiro. Esto provocó la histeria en la mayoría del jurado, hasta ese grado se temía a Ramirez de quien se pensó podría haber mandado a asesinar a la mujer, la sustituta de la jurado ni siquiera pudo entrar muerta del miedo. Tanta era la influencia del satánico Richard Ramirez.

Después se supo que la mujer había sido asesinada por su novio precisamente tras una discusión sobre el juicio en progreso. Todo estaba escrito en la nota suicida del sujeto. Esta circunstancia quiso ser aprovechada por la defensa para anular el juicio por considerar de nuevo que el jurado quedaría invariablemente prejuiciado contra el defendido, sin embargo la moción fue desechada nuevamente porque ya era demasiado tarde como para echar por tierra todo el camino andado en el juicio. El vocero del jurado afirmó en la corte que estaban listos y que no había ningún problema para continuar.

Lo más notable en la conducta de la defensa de Richard Ramirez fue la constante de aplazar y aplazar los procedimientos judiciales casi por cualquier motivo. Al parecer jamás los defensores establecieron que su defendido fuera inocente de los cargos imputados, mas bien la estrategia consistió en determinar que el caso de la parte acusadora estaba mal planteado o que era erróneo, pero no mas.

Cuando el jurado emitió el veredicto de culpabilidad contra Ramirez y este en acuerdo con sus abogados no quiso apelar la sentencia movió inclusive a la misericordia al mismo abogado acusador, el señor Halpin, quien declaró que por lo menos había de tener algo de ‘simpatía por el diablo…’ Hay que hacer notar que como en la teatralidad mostrada por Hollywood en los juicios de las películas, también aquí sucedió una batalla personal entre acusadores y defensores al punto de que el juez tuvo que reconvenirlos dados los insultos que se propinaron unos a otros al inicio del juicio.

Finalmente el 3 de Octubre de 1989 tras cuatro días de deliberaciones el jurado votó por la pena de muerte para Richard Ramirez y el 4 de Noviembre fue ratificada la sentencia de 19 penas de muerte ante lo cual se aventó un speech casi inentendible ante la corte diciendo que estaba mas allá del bien y del mal, que nadie tenía la experiencia para comprenderlo y que el diablo moraba entre todos nosotros. En resumen sus payasadas satánicas que ni al caso venían. No le quedó mas que quejarse de todos en la corte acusándolos de ser parásitos, mentirosos y prejuiciosos pero ya nada impedía que formara parte de la población de centenas de condenados a muerte en la prisión de San Quintín.

Falta comentar que Richard Ramirez contrajo nupcias en el año de 1996, hace 10 años ya con Doreen Lioy, serial groupie con quien se conoció durante el juicio durante 1989 y en prisión. La chica era una de tantas que iban a visitar al sanguinario asesino, vivía de ser editora freelance y tuvo que luchar contra las demás que pretendían al Night Stalker. Declaró ser virgen y tal vez esto atrajo a Ramirez a ella, y de acuerdo a esto, virgen permanecería puesto que las visitas conyugales están prohibidas para los que esperan la ejecución. Ella nació bajo el seno de una familia católica, sin embargo al momento del matrimonio se consideraba agnóstica por lo que los alegatos de Ramirez sobre su supuesto culto satánico no le causaban mayor problema. De hecho la argolla de Ramirez tuvo que ser de platino, porque los satánicos no pueden portar oro en sus cuerpos. El día de la boda, la muchacha rebosaba de felicidad ante la perspectiva de convertirse en la señora de Ramirez, y el estuvo nervioso. La ceremonia fue observada por otros internos y sus familias que iban a visitarlos. El aspecto del novio ya no era terrorífico como antaño y hasta lucía incomodo.

Al día de hoy Richard Ramirez continúa siendo uno de los más atípicos y terribles asesinos seriales de la historia moderna, su modus operandi podría ser argumento de cualquier película de terror. Segó la vida de tantos inocentes en forma tan cruel y espectacular que no cabe duda de que difícilmente será olvidado por las generaciones venideras.

Bibliografía:

  • The Night Stalker: The Life and Crimes Of Richard Ramirez, Philip Carlo
  • The Night Stalker: The True Story of America’s Most Feared Serial Killer, Philip Carlo, Carlo Philip
  • Life Without Hope: Into the Mind of Richard L. Ramirez, Kay Dee

Víctimas

Última actualización: 16 de marzo de 2015

  • 28/6/84 – Jennie Vincow, 79 – Robo, violación y asesinato – degollada – Glassell Park
  • 17/3/85 – Maria Hernandez, 20 – Intento de asesinato – Disparo – Rosemead, Los Angeles
  • 17/3/85 – Dayle Okasaki, 34 – Asesinato – Disparo – Rosemead, Los Angeles
  • 17/3/85 – Tsai Lian Yu, 30 – Asesinato – Disparo – Monterey Park, LA
  • 27/3/85 – Vincent Zazzara, 64 – Asesinato – Disparo – Near the San Gabriel freeway
  • 27/3/85 – Maxine Zazzara, 44 – Asesinato – Disparo, cuchilladas y le sacó los ojos – Near the San Gabriel freeway
  • 14/4/85 – William Doi, 66 – Asesinato – Disparo en la cabeza – Monterey Park, LA
  • 14/4/85 – Lillie Doi – Intento de asesinato – Brutalmente golpeada – Monterey Park, LA
  • 30/5/85 – Carol Kyle, 41 – Robo y violación – Burbank, LA
  • 1/6/85 – Mable Bell, 83 – Asesinato – Monrovia
  • 1/6/85 – Florence Lang, 80 – Intento de asesinato – Monrovia
  • 27/6/85 – Patty Elaine Higgins – Asesinato – Degollada – Arcadia, LA
  • 2/7/85 – Mary Louise Cannon, 75 – Asesinato – Golpeada y degollada – Arcadia, LA
  • 5/7/85 – Whitney Bennet, 16 – Intento de asesinato – Golpeada – Arcadia, LA
  • 7/7/85 – Joyce Lucille Nelson, 61 – Asesinato – Golpeada hasta la muerte y estrangulada – Monterey Park, LA
  • 7/7/85 – Sophie Dickman, 63 – Violación y robo – Monterey Park, LA
  • 20/7/85 – Max & Lela Kneiding, 68 y 66 – Asesinato – Disparo. Lela fue también acuchillada reiteradamente – Glendale, LA
  • 20/7/85 – Chainarong Khovananth, 32 – Asesinato – Disparo. Su hijo y su mujer fueron sodomizados – Sun Valley, LA
  • 20/7/85 – Somkid Khovananth – Violación – Sun Valley, LA
  • 5/8/85 – Christopher & Virginia Peterson – Intento de asesinato
  • 9/8/85 – Elyas Abowath, 35 – Asesinato – Disparo mientras dormía – San Gabriel Valley
  • 9/8/85 – Sakina Abowath – Violación – San Gabriel Valley
  • 17/8/85 – Barbara & Peter Pan – Asesinato – Disparo en la cabeza – Lake Merced
  • 24/8/85 – William Carns – Intento de asesinato – 3 disparos en la cabeza – Mission Viego
  • 24/8/85 – Inez Erickson – Violación – Mission Viego

 


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