
- Clasificación: Asesino
- Características: Robo - Relación homosexual
- Número de víctimas: 1
- Fecha del crimen: 19 de diciembre de 1970
- Fecha de detención: 28 de junio de 1972
- Fecha de nacimiento: 1955
- Perfil de la víctima: Julian Sesse, de 64 años (mayordomo)
- Método del crimen: Golpes y puñaladas con cuchillo
- Lugar: Londres, Inglaterra, Gran Bretaña
- Estado: Fue condenado a cadena perpetua en febrero de 1973
Mustapha Bassaine
Norman Lucas – Los asesinos sexuales
El asesinato, producido por medio de puñaladas y golpes, de un mayordomo de una elegante casa de tres pisos en la exclusiva área de Belgian, en Londres, pareció ser en principio un caso claro de asesinato en el curso de un robo.
La víctima era Julian Sesse, un belga alto y distinguido de 64 años, siempre correctamente vestido con pantalones de rayas delgadas y sacos negros. Los vecinos de Wilton Crescent lo consideraban como el sirviente perfecto. Para el señor Georffrey, dueño de la cercana taberna Grenadier, era un cliente tranquilo y respetable.
Durante el fin de semana del 18 al 20 de diciembre de 1970 el señor Sesee estuvo solo en la casa. Su patrón, lord Bernstein, director de la televisión Granada, estaba de vacaciones en las Barbados. Otros miembros del personal de la casa habían recibido un permiso de varios días. Los sirvientes que regresaron el lunes 21 de diciembre a la casa encontraron muebles abiertos, cajones registrados y otros signos evidentes de perturbación. La puerta del baño del departamento del mayordomo, en el sótano de la casa, estaba cerrada con llave. La policía, llamada por la secretaria de lord Bernstein, la señorita Muriel Haselwood, forzó la puerta y descubrió a Julian Sesse sobre el suelo, muerto. Tenía numerosas heridas en la cabeza; su cuello y abdomen habían sido acuchillados. Había sido posteriormente envuelto en toallas. En el lavamanos estaba un cuchillo para cortar carne y un cuchillo de cocina.
Aunque parecía que el mayordomo había sorprendido a unos intrusos en ausencia de lord Bernstein y su esposa, era imposible determinar si algo había sido robado. Cuando la familia regresó de sus vacaciones de navidad en las Indias Occidentales – a tiempo para asistir al servicio funerario del señor Sesse en la St Mary’s Catholic Church, de Chelsea – descubrieron que faltaban dos mil cuatrocientos pesos de un cajón de la recámara de la señora Bernstein.
Para este momento, sin embargo, los detectives habían dejado en claro que no se trataba de un asesinato por lucro. Al buscar en el departamento de Sesee la policía encontró nombres y detalles personales de varios jóvenes, lo mismo que cartas que dejaban en evidencia que el mayordomo tenía una cierta cantidad de relaciones homosexuales. La desaparición de mil quinientos pesos en efectivo lo mismo que algunos artículos de propiedad personal hizo pensar en que este hombre estaba siendo chantajeado.
El proceso judicial fue formalmente abierto y pospuesto no menos de ocho veces porque, de acuerdo al encargado de la investigación de crímenes de Westminster, el señor Gavin llurston, «las investigaciones todavía no terminaban».
De hecho, el equipo de Scotland Yard dirigido por el detective superintendente en jefe John Hensley, uno de los detectives más brillantes y populares de la Yard, estaba completamente seguro de la identidad del asesino. Sabían, también, dónde estaba viviendo. La orden de arresto fue expedida diez días después del asesinato, en un momento en que no era posible ya hacerla efectiva porque el asesino había volado a Marruecos, un país que no tenía tratados de extradición con Gran Bretaña.
Se trataba de Mustapha Bassaine, un hijo de 27 años de un funcionario gubernamental de Marruecos. En el juicio, el jurado de ocho miembros determinó el 1 de octubre de 1971 que Sesee había sido asesinado por Mustapha Bassaine.
El superintendente en jefe, Hensley, fue puesto sobre la pista del marroquí por una chica con quien Mustapha Bassaine había estado viviendo en un departamento en Anson Road, Tufnell Park. Jean Fitzgerald, una irlandesa de nacimiento de 23 años que trabajaba como camarera de un centro nocturno, dijo que Bassaine había trabajado como empleado de una tienda de una compañía de seguros y que en ocasiones había estado sin empleo.
– Pagábamos la renta del departamento entre los dos – dijo a los detectives -. Conseguía dinero de otra manera cuando estaba desempleado. A veces me daba dinero pero yo no sé de dónde lo obtenía. Dijo algo acerca de salir con «maricas», tomar copas con ellos y sacarles dinero. Me enseñó una foto del señor Sesee y me dijo que el mayordomo le daba dinero con frecuencia.
La noche del 19 de diciembre, Mustapha Bassaine dijo que iba a ver a un amigo. No regresó a Anson Road esa noche y la tarde del día siguiente telefoneó a la señorita Fitzgerald para pedirle que fuera al departamento de Sesee en Wilton Crescent.
– Me pareció muy extraño que quisiera que yo fuera allí – dijo Jean -. Quería que fuera a tomar una copa y se enojó cuando le dije que no. Sentí miedo de Mustapha Bassaine porque en ocasiones era muy depravado y yo tuve miedo de que me golpeara como lo había ya hecho antes.
Más tarde, esa noche. Mustapha Bassaine regresó a casa. Parecía estar borracho y lloraba. Le dijo que había discutido con su amigo. La señorita Fitzgerald observó que Bassaine llevaba un suéter y unos pantalones demasiados grandes para él – no las ropas que usaba antes – y dio por hecho que pertenecían a Sesse. Sus zapatos estaban manchados de sangre y tenía rasguños en las manos.
– Llegó con una bolsa llena de bebidas y frutas y me mostró un reloj, una cámara fotográfica y un anillo que me dijo eran regalos de navidad que Julian le había dado. El 22 de diciembre tiró algunas ropas y algunos papeles a la basura y me dijo que tenía que irse a Marruecos de inmediato porque su madre estaba enferma. Compró un billete aéreo y se fue en avión. No tuvo ninguna dificultad para pagar el billete en efectivo a pesar de que cuando fue a casa de Julian durante el fin de semana no tenía dinero.
Antes, al ver los reportajes de los periódicos que hablaban del asesinato, Mustapha Bassaine había comentado que no podía entender cómo alguien podía haber hecho tal cosa con un hombre tan agradable como Julian. Le pidió a Jean Fitzgerald que le mandara recortes de todo reportaje sobre el caso y le dio una dirección en Marruecos. Después de días y noches de preguntarse sobre la posible implicación de Mustapha Bassaine en el asesinato, la señorita Fitzgerald fue a la policía y contó la historia.
Las huellas digitales encontradas en el departamento de Sesse coincidieron con huellas digitales del departamento de Anson Road. En la lavadora de Wilton Crescent habían quedado los pantalones de Mustapha Bassaine. En el departamento que compartía con la chica se encontró ropa ensangrentada.
La evidencia substancial llegó demasiado tarde como para que la policía pudiera arrestar al sospechoso. Mustapha Bassaine – un hombre culto y educado, hijo de una buena familia – estaba a salvo en Marruecos antes de que se determinara su identidad. Conociendo las leyes de extradición de su país posiblemente se sintió seguro y pensó que podría escapar de la justicia siempre y cuando se mantuviera fuera de Gran Bretaña.
Mustapha Bassaine, sin embargo, no contó con la determinación de la policía británica. A unos días de su partida, Scotland Yard pidió, a través de la Interpol, a las policías de todos los países europeos que estuvieran preparadas para el caso de que apareciera. El superintendente Hensley y el detective sargento Bernard Davis continuaron siguiendo con interés los movimientos de Mustapha Bassaine. Después de dieciocho meses de paciente espera supieron que el marroquí planeaba un viaje a Alemania y a Holanda.
Se pusieron en comunicación con las policías de las principales ciudades de estos países y el 28 de junio de 1972 Mustapha Bassaine fue detenido por la policía holandesa al bajar de un avión en Rotterdam. El 10 de julio, una vez completados los trámites de extradición, fue puesto en un avión a Londres custodiado por Hensley y Davis.
En febrero de 1973, más de dos años después del asesinato de Julian Sesse, Mustapha Bassaine respondió «no culpable» a los cargos de asesinato y robo de dos mil cuatrocientos pesos de la casa de Bernstein.
En este juicio, celebrado en el Old Bailey, Mustapha Bassaine trató de culpar a Jean Fitzgerald diciendo que ella estaba celosa de Sesee y que había amenazado con herir «al viejo bastardo». Dijo al jurado que cuando salió de la casa de Sesse después de pasar la noche ahí, el mayordomo estaba vivo y sano. El mismo día Jean Fitzgerald había salido y él no la había visto sino hasta la tarde. Ella temblaba y le había dicho que estaba enferma.
El jurado no le creyó y lo encontró culpable de asesinato y robo. El juez Forbes los sentenció a prisión perpetua.
– Este fue un asesinato brutal. La sentencia ha sido producto de una evidencia en la que no hay una duda. El intento que usted ha hecho por poner parte de la culpa en la señorita Fitzgerald ha recibido el tratamiento que merece.