
La Matrona Asesina
- Clasificación: Homicida
- Características: Directora de la Maternidad del hospital Kotobuki
- Número de víctimas: 103 - 169
- Fecha del crimen: 1944 - 1948
- Fecha de detención: 15 de enero de 1948
- Fecha de nacimiento: 1897
- Perfil de la víctima: Recién nacidos
- Método del crimen: Negaba el cuidado a los recién nacidos hasta que estos morían de hambre y sed o agotados por los continuos llantos que les debilitaban y acababan muriendo sofocados
- Lugar: Tokio, Japón
- Estado: Condenada a 8 años de prisión. Sentencia rebajada en apelación a 4 años en prisión en 1952
Miyuki Ishikawa
Wikipedia
Miyuki Ishikawa (石川 ミユキ Ishikawa Miyuki) (nacida en 1897, fecha de fallecimiento desconocida) fue una matrona japonesa y asesina en serie que se cree que asesinó a varios niños con la ayuda de varios cómplices a lo largo de 1940.
Se estima que sus víctimas fueron entre 85 y 169, sin embargo, la estimación general es de 103. Cuando finalmente fue detenida, la sentencia de cuatro años del Tribunal Superior de Tokio que recibió fue demasiado ligera considerando las acciones de Miyuki las cuales tuvieron como resultado una cifra de muertos tan alta que Ishikawa sigue sin rivalizar con ningún otro asesino serial en Japón. De acuerdo a un informe de Children’s Rainbow Center, el escritor Kenji Yamamoto se refirió al incidente como «increíble e insoportable.»
Primeros años
Ishikawa nació en Kunitomi, Prefectura de Miyazaki y se graduó de la Universidad de Tokio. Luego se casó con Takeshi Ishikawa. La relación no produjo ningún hijo.
Trabajó como directora de hospital en el Hospital de Maternidad Kotobuki. Luego fue considerada partera, aunque no existía una licencia de partería en ese momento en Japón.
Infanticidio de al menos 103 recién nacidos
En 1940, había muchos niños en su hospital de maternidad, y Miyuki Ishikawa se encontró enfrentando lo que ella percibió como una especie de dilema. Los padres de muchos de estos bebés eran pobres e incapaces de criar a sus hijos de forma apropiada sin problemas financieros, y ella misma era incapaz de ayudar a los bebés debido a la falta de servicios sociales y de beneficiencia.
Para solucionar este dilema, Ishikawa eligió a los niños abandonados, muchos de los cuales murieron como resultados directo de este abuso. El número exacto de las víctimas es desconocido, pero se estima que asesinó al menos 103 recién nacidos. Casi todas las parteras del hospital de maternidad Kotobuki estaban disgustadas por esta práctica y renunciaron sus posiciones.
Luego, intentó reunir el pago de estos asesinatos. Ella y su esposo Takeshi solicitaron grandes sumas de dinero de los padres, afirmando que sería menos que el gasto real de criar a estos niños no deseados. Un doctor, Shiro Nakayama, era cómplice de este sistema y ayudaba a la pareja a falsificar certificados de defunción.
Antes de los incidentes
Casos similares habían ocurrido en Japón antes de este incidente. Las personas de Itabashi fueron acusadas en 1930 por asesinar a 41 niños de crianza temporal. Hatsutarō Kawamata fue arrestado en 1933 por asesinar al menos 25 niños. El gobierno japonés era consciente de esta crisis, pero no hizo nada.
La tradición japonesa también disputó los derechos de los niños. Los casos de infanticidio por el padre había sido considerado como lesión corporal con resultado de muerte bajo el Código Penal de Japón hasta 1907.
Arresto y juicio
Dos oficiales de policía de la estación de policía Waseda accidentalmente encontraron los restos de cinco víctimas de Ishikawa el 12 de enero de 1948. Las autopsias confirmaron que los cuerpos de los cinco bebés no habían muerto de causas naturales. Ella y Takeshi fueron arrestados el 15 de enero de 1948.
Las víctimas eran niños abandonados, por lo que ella insistió que los padres eran responsables de sus muertes. El público apoyó la afirmación, pero Yuriko Miyamoto los criticó, diciendo que era un ejemplo de discriminación.
En ulteriores investigaciones, la policía encontró cerca de 40 cuerpos en la casa de un empresario de pompas fúnebres. 30 cadáveres fueron luego descubiertos en un templo. El gran número de cadáveres recuperados y la duración de tiempo en que los asesinatos tuvieron lugar hicieron difícil para las autoridades en determinar el número exacto de víctimas.
Las autoridades vieron el homicidio como un crimen de omisión. En el Tribunal de Distrito de Tokio, Ishikawa fue sentenciada a ocho años de prisión. Takeshi y el Dr. Shiro Nakayama fueron sentenciados a cuatro años de prisión. La pareja apeló su sentencia y en 1952 la Corte de Tokio revocó la sentencia original y sentenció a Ishikawa por cuatro años en prisión y Takeshi por dos.
El después
Este incidente es considerado como la principal razón que el Gobierno Japonés comenzara a considerar la legalización del aborto en Japón. Una de las razones por las que se cree que sucedió este incidente fue como resultado del aumento en el número de niños no deseados nacidos en Japón. El 13 de julio de 1948 se instauraron la Eugenic Protection Law y un sistema de examen nacional para parteras. El 24 de junio de 1949 se legalizó en Japón el aborto por razones económicas bajo la Eugenic Protection Law.
Miyuki Ishikawa – La Matrona Asesina
Arturo Varas
En la década de los 40, Miyuki Ishikawa trabajaba como directora de la Maternidad del hospital Kotobuki en Tokyo, Japón. El número de bebés aumentaba en el hospital, y la ausencia de servicios sociales y la escasez de ingresos de los padres de los bebes, forzó a la partera a hacer lo inimaginable. La demencial presión que Miyuki sentía la llevó a dejar morir centenares de infantes recién nacidos, creyendo que así les evitaría una vida de angustia.
Nace una asesina
Miyuki nació en 1897, en el pueblo de Kunitmi, dentro del distrito de Miyazaki. Realizó sus estudios superiores en la Universidad de Tokyo y tras graduarse entabló una relación con Takeshi Ishikawa, posteriormente contrajeron nupcias, pero su matrimonio no produjo hijos.
Para ayudar en su hogar, Miyuki consiguió un empleo como directora en el ala de maternidad del hospital Kotobuki, lugar donde trabajaba asistiendo partos. En aquel tiempo Japón no reconocía licenciatura sobre esta práctica.
Durante su trabajo Miyuki también revisaba los reportes hechos sobre los padres y sus antecedentes, así descubrió que muchos de ellos eran pobres y no tenían los ingresos suficientes para mantener una familia sin sufrir necesidades económicas. Ante esta situación la partera Ishikawa, buscó la ayuda de organizaciones de caridad y servicios sociales, pero al no recibir respuesta positiva, se encontraba en un serio dilema moral, su desesperación aumentaba en la medida que la lista de futuras madres crecía. Frente a este percance la comadrona Miyuki Ishikawa halló una solución escalofriante, y pronto los bebés comenzaron a nacer muertos.
La Matrona infanticida
El número exacto de víctimas es desconocido, pero los casos confirmados indican que Miyuki asesinó por lo menos 103 recién nacidos. Su modus operandi era negar el cuidado a los recién nacidos hasta que estos morían de hambre y sed o agotados por los continuos llantos que les debilitaban y acababan muriendo sofocados.
Esta repugnante práctica hizo que todas las matronas de la maternidad del hospital Kotobuki presentaran su renuncia de inmediato. Mientras Ishikawa comenzó con su ola de infanticidios; una vez que el bebé nacía ella los abandonaba y por ende perecían ante la falta de cuidados.
Sin embargo Miyuki no se detuvo y pronto comenzó un negocio de muerte con su esposo Takeshi, convenciendo a los padres de pagar alrededor de 4000 yenes, cantidad que no se comparaba a los gastos que representaría mantener a estos niños “no deseados”. A cambio ella les libraría de la carga de forma permanente.
Para el correcto funcionamiento de su macabro plan tenían de cómplice al doctor Shiro Nakayama, cuya labor era falsificar los certificados de defunción con ayuda de su asistente Kishi Masako de 25 años. Para cubrir sus acciones los criminales dieron sobornos en las oficinas del barrio de Shinjuku.
Otros casos de Infanticidas
Casos similares a este azotaron la región de Japón desde 1930, cuando se acusó a los pobladores de Itabashi por asesinar a 41 niños. Mientras que en 1933 Hatsutaro Kawamata fue arrestado bajo cargos de homicidio de 25 niños.
El gobierno japonés tenía conocimiento de esta crisis, pero no hacía nada al respecto debido a que los recién nacidos no tenían derechos. Es así que los casos de infanticidio sólo eran vistos como una situación donde el bebé recibió una herida que lo mataba, esto es de acuerdo al código criminal de Japón desde 1907.
Detención y encarcelamiento
La carrera criminal de la matrona asesina terminó el 12 de enero de 1948, cuando 2 oficiales del departamento de policía de Waseda investigaron la casa de Nagasaki Ryutaro, persona que trabajaba para una funeraria. Cerca de la vivienda de Ryutaro se encontraron 5 sospechosas cajas de madera, tras interrogar al hombre de 54 años sobre las cajas, este reveló que provenían de la maternidad del hospital Kotobuki y su trabajo era llevarlas al crematorio. Los oficiales arrestaron Ryutaro, una vez en la estación de policía el hombre confesó que había hecho lo mismo con 30 cajas y por cada bebé recibía la suma de 500 yenes.
Tras realizar las autopsias en los infantes descubrieron que no habían fallecido por causas naturales. Los bebés no tenían comida en sus estómagos, también sus pulmones mostraban síntomas de neumonía y sus cuerpos estaban desnutridos. Los investigadores concluyeron que la muerte de los infantes había sido intencional.
Los oficiales arrestaron a la pareja el 15 de enero de 1948. Durante el interrogatorio se descubrió que Miyuki no les daba de beber leche, lo cual irritaba a los infantes y por su llanto constante morían sofocados o por hambruna.
En el juicio Miyuki defendió sus acciones diciendo que los culpables eran los padres por irresponsables. Sorprendentemente la opinión pública estaba de acuerdo con la declaración de la matrona asesina, aunque fue criticada duramente por la novelista Yuriko Miyamoto, quien sostenía que tales actos son un tipo de discriminación.
Cuna de muertos
Después de que Miyuki y sus cómplices fueron ajusticiados, la policía continuó investigando y pronto descubrieron 40 cuerpos esparcidos en el barrio de Shinjuku. También encontraron 30 cuerpos más en un templo, el estado de descomposición y la cantidad de restos que había, dificultaron la determinación del total de víctimas. Hasta el día de hoy se desconoce el número de muertos a manos de la partera infanticida. Las autoridades clasificaron sus actos como crímenes de omisión, ley que justificaba las acciones de Miyuki.
Por esta razón ella fue sentenciada a sólo 8 años de prisión, mientras que Takeshi, el doctor Nakayama y su asistente Kishi Masako recibieron 4 años de encarcelamiento por ayudar en los asesinatos. En 1952 la pareja apeló a sus sentencias y la corte superior de Tokyo revocó su tiempo en prisión por la mitad de la sentencia oficial.
Este incidente permitió que el gobierno japonés considere legalizar el aborto, debido al número de infantes no deseados que nacían en Japón. El 13 de julio de 1948 se creó la “Ley de protección contra del cuerpo de la madre”, norma que estableció en primera instancia el “Sistema Nacional de exámenes para matronas”.
Un año más tarde, el 24 de junio de 1949, la ley de abortos por razones económicas fue legalizada bajo la supervisión de la “Ley de protección contra el cuerpo de la madre”. Queda claro que las atrocidades cometidas por la matrona asesina trajeron un balance en el sistema de leyes y regulaciones japonesas.
La sentencia de ocho años de cárcel reducida a cuatro fue ridícula, se estima que Miyuki dejó morir a entre 85 y 169 recién nacidos, aunque la cifra oficial es de 103, esto la convierte en la asesina en serie con mayor número de víctimas de Japón. Miyuki prácticamente quedó sin castigo gracias al vacío legal que existía en Japón, que no consideraba el abandono de un recién nacido como asesinato, únicamente la muerte directa estaba penada.