Luis Gustavo González Siso

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Lucho - El Decapitador de Los Lagos

  • Clasificación: Homicida
  • Características: Esquizofrenia - Drogas - Afirmaba que unos seres demoníacos lo obligaban a cometer los crímenes
  • Número de víctimas: 2
  • Fecha del crimen: 1991 / 17 de junio de 2007
  • Fecha de detención: 1991 / 18 de junio de 2007
  • Perfil de la víctima: Christine Cora Spamer Boces; José de la Caridad González Caso, de 83 años
  • Método del crimen: Apuñalamiento - Decapitación
  • Lugar: Caracas / Miranda, Venezuela
  • Estado: Internado en varios centros psiquiátricos - Murió por envenenamiento tras ser tratado en el Hospital Universitario de Maturín en enero de 2010
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El Decapitador

Gladisdark.blogspot.com.es

24 de diciembre de 2013

La noche del 18 de junio de 2007, en la Urbanización Los lagos de Los Teques Luis Gustavo Gonzales [González] Siso, dio muerte a Luis González Caso quien era su padre de crianza; lo decapitó, llevándose su cabeza dentro de un morral.

El Decapitador era un esquizofrénico de alta peligrosidad, quien decía ser perseguido y acorralado por unos seres, demonios, que lo incitaban a cometer crueles actos. Los demonios le gritaban, reían y le daban órdenes, por lo cual atacó a su padrastro, de 83 años de edad, cuando éste estaba dormido y le ordenó tomarse una medicina y para tragarla lo obligó a tomar un vaso de orine. Inmediatamente procedió a propinarle puñaladas y después de decapitarlo para «acabar con aquel demonio» que lo perseguía.

Antes de cometer el horrible crimen, Lucho (así le decían) había acabado con la vida de su novia en 1991, y había atentado contra la vida de la familia de su maestro de karate, este hombre se fugó en varias oportunidades de los calabozos de la policía y también de instituciones de reclusión para enfermos mentales en el país. Fue rechazado en varias de instituciones de salud mental por el peligro que representaba ya que en repetidas oportunidades logró someter a los celadores, vigilantes y custodios, porque poseía una fuerza física sobrehumana.

El asesino se encontraba recluido en el hospital psiquiátrico de Maturín desde diciembre del año 2007, remitido por los tribunales penales de Los Teques, el paciente logró burlar la seguridad y salir de las instalaciones, se enfrentó con un grupo de campesinos que lograron someterlo y hacerle tragar una sustancia que lo fue deteriorando gradualmente, lo que puso fin a la vida de Luis Gustavo González Siso (41), conocido en Los Teques como el «decapitador de Los Lagos».


Fuertes rumores sobre la evasión de parricida

Procedimientospolicialesvenezuela.blogspot.com.es

29 de enero de 2009

Los vecinos de esta comunidad del sector Los Lagos, en Los Teques, esperan que las autoridades aclaren la versión que da cuenta de la presunta fuga de un hospital psiquiátrico, del asesino Luis Gustavo González Siso, quien es conocido como el hombre que decapitó a su padre de crianza el pasado 17 de junio del 2007 LOS TEQUES.

Luego de que un medio local asegurara recientemente que Luis Gustavo González Siso, alias «El Decapitador de Los Lagos», presuntamente se había fugado del hospital psiquiátrico «Luis Daniel Beauperthuy», ubicado en Maturín, estado Monagas, durante los primeros días de enero, la angustia se ha apoderado de los vecinos de La Pradera, donde aseguran que el hombre se refugia.

El temor ha llegado al extremo de que los moradores de Los Lagos y La Pradera, en la capital mirandina, llamaron a efectivos de la policía regional, quienes durante horas de la tarde de este miércoles dispusieron de una comisión del Grupo de Intervención Táctico (GIT), así como patrullaje, para desplegar un operativo por las zonas boscosas de ambas comunidades, donde después de al menos dos horas de búsqueda, no dieron con el paradero de nadie.

Esta situación era de esperarse, pues al contactar vía telefónica a la directiva del referido psiquiátrico, aseguraron que «es totalmente falsa la información de la fuga, pues el paciente sigue recluido aquí desde su ingreso el pasado mes de diciembre del año 2007», sin detallar las condiciones de su estado de salud, por ser información «confidencial».

Paranoia colectiva

Esta no es la primera alarma de fuga de «Lucho», como también es conocido el hombre que el pasado 17 de junio del 2007 decapitó a su padre de crianza, un octogenario de nacionalidad cubana, con quien compartía residencia en el edificio Los Lagos, ubicado en la urbanización que le da nombre en Los Teques; pues el pasado miércoles 23 de enero del 2008, los vecinos entraron en pánico al ver que la cortina del apartamento donde residía «se movía».

En aquella oportunidad efectivos de la policía del estado Miranda se trasladaron a la vivienda del homicida, que desde el momento del hecho permanece deshabitada e ingresaron, verificando que el movimiento descrito por los residentes era producto del viento y el miedo de los vecinos, el cual no es del todo injustificado, pues en reiteradas ocasiones «Lucho», quien en su última declaración señaló que le quedan «tres demonios por exterminar», ha escapado de diferentes centros psiquiátricos, como fue el caso de Bárbula, ubicado en Valencia, de donde se evadió para volver a su hogar: Los Lagos.

Invenciones

Varias fueron las personas que aseguraron ver «con mis propios ojos» a «El Decapitador de Los Lagos», sin embargo, al interrogarle sobre las características físicas del hombre, ninguno supo dar detalle, «porque siempre está oscuro», refirió una moradora de apellido Rodríguez, quien agregó que «no le he visto la cara, pero estoy segura que es él, y me da miedo porque puede atacar en cualquier momento».

-Segurito las autoridades no quieren hacer pública la noticia para no crear el caos, pero nosotros sabemos que ese tipo nos está rondando y puede actuar en cualquier momento.

En Los Lagos se mantienen atentos ante cualquier novedad. «Mi vecina cuando leyó la notica de que supuestamente se había escapado, se desmayó; deberían verificar la información antes de lanzar algo así, porque lo que hacen es angustiarnos sin necesidad», sentenció Carmen Toro, habitante de la referida comunidad.


Murió esquizofrénico de alta peligrosidad en Monagas

Noticias24.com

21 de enero de 2010

Luis Gustavo González Siso de 40 años, también conocido como «El Monstruo de Los Lagos», murió en el Hospital Siquiátrico Luis Daniel Beauperthuy de Maturín.

El diagnóstico médico reveló que la muerte se debió a la complicación de una infección ocasionada con una sustancia desconocida.

La directora del siquiátrico, Florimar Pinto, informó que el paciente fue deteriorándose y por ello tenía una sonda en el abdomen que lo alimentaba.

También dijo que tenía un traqueótomo por el cual respiraba y el deceso ocurrió la noche del pasado martes.

Pinto explicó que la sustancia que supuestamente ingirió, cuando se escapó del siquiátrico el año pasado, le causó una fuerte afección en la garganta.

Debido a ello, «Lucho» no toleraba las comidas y era alimentado a través de la sonda, mencionó.

Pinto refirió que a consecuencia del cuadro clínico, se solicitó a una juez nacional su traslado hacia un centro asistencial más cercano a sus familiares, pero nunca recibieron respuestas.

González Siso se fugó del siquiátrico en octubre del 2009 y apareció cinco días después, en el sur del estado Monagas.

Cuando lo encontraron, tenía quemaduras en la boca y además signos de haber tenido una soga en el cuello.

«Lucho» tenía dos años y medio recluido en el siquiátrico local y debido a su alta peligrosidad, permanecía en una celda especial.

Pinto refirió que González Siso padecía de esquizofrenia paranoide, la cual estaba controlada.

«El Monstruo de Los Lagos» decapitó a su padrastro en el 2007 y en 1991, mató a su novia Christine Spamer Boces.


Hoy se cumplen 5 años de la actuación de «El Decapitador de Los Lagos»

Johana Rodríguez – Asilorelatoyo.blogspot.com.es

18 de junio de 2012

«Con tan sólo pensar en ese día se me pone la piel de gallina», comentaron varias personas al recordar que hoy se cumplen cinco años de la actuación de «El Decapitador de Los Lagos», quien valiéndose de un par de cuchillos de cocina y tijeras oxidadas le cortó la cabeza a su padre de crianza, un octogenario de nacionalidad cubana.

Todo comenzó la mañana del 18 de junio de 2007 cuando una habitante de la residencia Los Lagos del municipio Guaicaipuro, ubicada frente al parque Cecilio Acosta de la capital mirandina, notó que en la zona boscosa cercana a la entrada de la urbanización estaba el cuerpo sin vida de una persona mayor en una silla de ruedas.

En principio no reconocieron de quien se trataba, pues estaba cubierto con una sábana y clavado de cabeza, como si hubiera caído por la pronunciada bajada de asfalto, pero se notaba una mano inerte con características de un adulto de la tercera edad. A medida que pasaban los minutos, más personas se iban aglomerando en la zona para lamentar lo que parecía una muerte accidental; no obstante, comenzaron a surgir rumores de que podía tratarse del vecino del piso 1, apartamento 1B, que según trascendió, era golpeado constantemente por su hijo, quien tenía problemas de drogadicción; de hecho, la noche anterior los vecinos escucharon «otra golpiza», por lo que decidieron notificarlo a los efectivos policiales presentes, quienes custodiaban el área mientras llegaba la comisión de medicatura forense a practicar el levantamiento del cadáver.

Consternación

La consternación se reflejó en los rostros de los encargados del procedimiento, quienes al mover el cadáver se dieron cuenta que el mismo aparte de estar semi desnudo no tenía cabeza, tras lo cual procedieron a retirar a todos los curiosos que se encontraban en las inmediaciones, muchos de los cuales debieron contener las ganas de vomitar al ver el dantesco cuadro.

Una vez afuera, alguien lo reconoció. Efectivamente se trataba del vecino del piso 1, identificado como Luis de la Caridad González Caso, de 83 años de edad, a quien habían atado las piernas a la silla de ruedas con las sábanas ensangrentadas, y según el diagnóstico del médico forense a cargo del procedimiento, lo decapitaron estando con vida.

Pasada la impresión, se dieron cuenta que la cabeza no aparecía por ningún lado, tras lo cual un grupo de efectivos emprendió el rastreo por toda la zona boscosa mientras que otros, a través de la ventana del baño, ingresaron al apartamento de la víctima (quien lo compartía con su esposa, cuñada e hijo), el cual se encontraba vacío y desordenado.

La región craneoencefálica no apareció sino horas después, cuando el homicida, identificado como Luis Gustavo González Siso, alias «Lucho», de entonces 37 años de edad, regresó a su hogar con la cabeza dentro de un bolso, el cual lanzó al notar la presencia de los efectivos policiales, quienes de inmediato iniciaron la persecución y le dieron alcance esposándolo y trasladándolo a los calabozos de la subdelegación local del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

Recorrido

Esta no fue la primera actuación del homicida, pues en el año 1991 asesinó a su novia, Christine Cora Spamer Boces, tras lo cual fue recluido en el hospital de Lídice, donde permaneció 2 años para posteriormente fugarse y de manera clandestina ser enviado por allegados a Cuba, donde estuvo bajo tratamiento psiquiátrico por un lapso aproximado de 10 años.

A su regreso, «Lucho» atacó a un karateca y su familia residenciados en Caracas, tras lo cual, debido a su condición de esquizofrenia activa y el consumo de sustancias estupefacientes, fue llevado a un centro de rehabilitación en Sebucán, Caracas, de donde tras casi un año de estadía fue dado de alto por supuesta mejoría sin sospechar que meses después asesinaría a su padre.

Posterior a su actuación en Los Teques que le valió el título de «El decapitador de Los Lagos», estuvo recluido aproximadamente 5 meses en los calabozs [calabozos] de la comandancia de Poli-Miranda donde intentó ahorcar a un reo, lesionó a uno de los efectivos y casi escapó debido a que las instalaciones y el personal del cuerpo de seguridad regional no estaban capacitados para atender a una persona en estas condiciones, por lo cual constantemente el entonces director, comisario Willmer Flores Trosel, de la mano con representantes de la fiscalía competente procuraba el traslado del peligroso sujeto a un centro especializado.

De donde sí logró evadirse fue del Psiquiátrico de Bárbula en Valencia, estado Carabobo, a donde fue enviado por vez primera tras su detención, siendo atrapado en las inmediaciones de Los Lagos en la capital mirandina, en donde residía y consumó el homicidio de Luis de la Caridad. Luego fue trasladado al Hospital Psiquiátrico de San Francisco de Macaira, estado Guárico, donde fue rechazado por la directiva que argumentó no contar con personal capacitado para una persona como «Lucho», quien sufría de esquizofrenia activa F-20 CIEM; la situación se repitió el 28 de junio cuando fue enviado al anexo psiquiátrico de la Penitenciaría General de Venezuela, en San Juan de los Morros, estado Guárico, donde literalmente le cerraron la puerta en la cara, pues según los encargados ese espacio llevaba años sin funcionar, por lo cual siempre debía regresar a la comandancia de la policía estadal, ubicada en la avenida Bicentenario de la capital mirandina.

En vista de esta situación, la juez a cargo del caso, Nélida Contreras, insistió, y solicitó el traslado al psiquiátrico de Sebucán, en Caracas, el 18 de julio de 2007, de donde fue devuelto a las pocas horas debido a que su director señaló no contar con espacio suficiente ni la estructura adecuada, pese a que allí había estado recluido el personaje.

Finalmente, y tras una serie de intentos fallidos y muchos sustos, pues el hombre aseguraba que le quedaban «3 demonios» por exterminar, «Lucho» fue trasladado bajo fuerte custodia policial y el efecto de fuertes sedantes al Hospital Psiquiátrico «Luis Daniel Beauperthuy» ubicado en la ciudad de Maturín, estado Monagas, en donde tras escaparse y ser ubicado falleció el 19 de enero de 2010.


Decapitó a su padre de crianza y paseó la cabeza en un morral

Robinson D. Lizano Briceño – Primicia.com.ve

26 de junio de 2016

El 18 de junio de 2007 Venezuela supo de uno de los más terribles sicópatas de la historia reciente: Luis Gustavo González Siso, el Decapitador de Los Lagos.

A tempranas horas de ese lunes los vecinos de las Residencias Los Lagos en Los Teques, estado Miranda, descubrieron un cadáver en una zona enmontada ubicada a la entrada de la urbanización.

Rápidamente los curiosos peinaron el sitio y se acercaron al cuerpo.

Se trataba de un hombre atado a una silla de ruedas y cubierto por una sábana. Lo único claramente visible era un brazo que sobresalía de la ensangrentada tela, lo que les permitió concluir que se trataba de un anciano, pero no había más certezas, pues el occiso estaba en una posición muy extraña: como si lo hubiesen lanzado de la zona alta en la que está la urbanización y hubiese quedado clavado de cabeza.

-Por la silla de ruedas parece el viejito del 1B.

-Sí, debe ser ese pobre viejo, el hijo lo trataba mal y anoche estuvieron peleando hasta tarde.

-Pobre viejo, el drogadicto ese mete miedo.

-Y que es karateca dicen.

Los vecinos hablaban y sacaban sus conclusiones mientras esperaban a la policía para confirmar sus sospechas, pero debieron aguardar un poco más, pues los primeros funcionarios se limitaron a acordonar el sitio mientras llegaban los peritos forenses.

Efectivamente se trataba del viejito del apartamento 1B, José de la Caridad González Caso de 83 años, pero la sorpresa mayúscula llegó cuando los forenses movieron el cadáver y se descubrió que el anciano había sido decapitado y su cabeza no aparecía por ninguna parte.

De inmediato se activaron todas las alarmas policiales y se empezó a buscar al principal sospechoso del crimen: Luís Gustavo González Siso, al que el anciano había criado como un hijo y hasta su apellido le había dado.

González Siso -Lucho como lo llamaban sus familiares- fue detenido esa misma tarde, en el apartamento de ambos cuando regresó de visitar a su abuela que estaba hospitalizada en Caracas. No fue necesario interrogarlo mucho, al revisarlo los funcionarios policiales quedaron estupefactos, en el morral que cargaba al hombro tenía la cabeza del anciano.

Días después, cuando la periodista Andreína Gómez lo entrevistó y le preguntó por qué había decapitado al hombre que lo había criado como un hijo le respondió: «El Salmo 91 del Apocalipsis decía que tenía que quitarle la cabeza para purificar su alma y salvar al mundo de su maldad. Él me daba la droga, él me compraba la piedra, y si me hubiera querido, porque me crió desde los dos meses de nacido, no me hubiera hecho eso.»

Los interrogatorios policiales determinaron que la noche del asesinato Lucho atacó a su padrastro mientras dormía, lo despertó y lo obligó a tomarse su medicina con un vaso de orine. Dejó al desvalido anciano en su camada y fue a la cocina por un par de cuchillos y unas tijeras oxidadas.

De vuelta lo apuñaló varias veces y luego lo decapitó.

Lucho le dijo a los investigadores que desde hacía mucho tiempo lo perseguían, lo acorralaban «unos seres, demonios» que lo obligaban a terribles actos. Sus demonios le insultaban, se burlaban y estaba a su merced por lo que esa noche aprovechó para tratar de callarlos asesinando a su padre de crianza con tanta saña e ira. No quería oír más esas voces en su cabeza.

Como en la peor novela

Racionalmente nada justifica un crimen tan horrendo como este, pero las circunstancias de la vida de Luís Gustavo González Siso permiten por lo menos entender porque su personalidad se torció tanto.

Creció creyendo que era hijo de su abuela, Beatriz Siso y del segundo esposo de esta -José de la Caridad- y no fue sino hasta cuando llegó a la adultez que supo que aquel médico famoso que creía su hermano mayor era su verdadero padre, pero se había desentendido de él justo después de dejar embarazada a su madre, la modesta doméstica que trabajaba para la familia.

De niño fue muy problemático y fue expulsado de varios colegios.

Vivió un tiempo en Estados Unidos, donde se casó y tuvo una hija, pero protagonizó varios episodios de violencia doméstica que le costaron no solo el abandono de su mujer, sino ser expulsado de ese país.

En 1991, a la edad de 21 años, ya en Caracas asesinó a su novia, la estadounidense, Christine Cora Spamer Boces, con quien vivía en Prados del Este.

Fue recluido en el hospital de Lídice, donde le diagnosticaron esquizofrenia y advertían que era poseedor de «una incontrolable fuerza física cuando se encontraba bajo los efectos de sustancias estimulantes o estupefacientes».

Permaneció recluido por espacio de casi dos años hasta que se fugó -la primera de muchas evasiones de centros de salud mental- y fue enviado clandestinamente por la familia a Cuba a cumplir un tratamiento «para curarse».

Experto en artes marciales

En la isla estuvo un largo período, hasta que volvió a Caracas y empezó a perfeccionarse en artes marciales, y llegó a convertirse en experto en Kajukenbo, un híbrido mezcla de karate coreano tradicional con judo, jujitsu, kenpo y boxeo chino.

Fue expulsado de la Academia de Kajukenbo porque le descubrieron en su poder un arma de fuego. Su reacción fue la típica de una mente enferma: empezó a acosar a la familia de su sensei y amenazó de muerte a la esposa y pequeña hija de este, por lo que fue detenido y enviado a un centro de rehabilitación en «Sebucán», Caracas, donde estuvo durante casi un año hasta que fue dado de alta pues «se había mejorado». Poco después decapitaría a su padre de crianza.

Fugas, rechazo y miedo

Luego de ser detenido por los hechos de las residencias Los Lagos fue enviado al hospital Psiquiátrico de Bárbula, en Carabobo, de donde se fugó y fue apresado días después, merodeando cerca de su casa en Los Teques.

Las autoridades trataron de recluirlo en el Hospital Psiquiátrico de San Francisco de Macaira, en Guárico, pero no lo aceptaron alegando que no tenían personal para tratar a alguien como él. También lo rechazaron en el anexo psiquiátrico de la Penitenciaria General de Venezuela, en San Juan de los Morros, estado Guárico.

El 18 de julio de 2007 lo regresaron al psiquiátrico de Sebucán, pero a las pocas horas lo devolvieron a la Policía de Miranda, luego de que agrediera a unos enfermeros.

A partir de ese momento y por poco más de cinco meses estuvo preso en los calabozos de la Policía de Miranda de donde intentó escapar y lesionó a varios efectivos policiales.

Lucho aseguraba que su misión era asesinar a tres demonios para «salvar a la humanidad» y durante su reclusión en estos calabozos intentó cumplirla: en un descuido de los guardias, sin ningún tipo de provocación, atacó salvajemente a otro recluso, identificado como Samir Antonio Barrios, de 47 años de edad, al que le gritaba «tercer demonio», mientras lo golpeaba e intentaba ahorcarlo. Barrios sufrió daño cerebral severo.

Fin de sus días en Maturín

Un tribunal ordenó su traslado al hospital psiquiátrico Dr. Luis Daniel Beaperthuy en Maturín, donde estuvo por espacio de 21 meses, hasta que se escapó en septiembre de 2009.

A los pocos días fue apresado, muy maltrecho, mientras se bañaba en un río y jugaba con varios niños.

El diario Región narra así el cuadro que presentaba el Decapitador de Los Lagos cuando fue localizado por efectivos policiales: «Parecía que había sido torturado, presentaba quemaduras en la boca, excoriaciones en varias partes del cuerpo y marcas en el cuello como si alguien trató de ahorcarlo con un mecate».

Al parecer fue atacado por un grupo de campesinos que le propinaron una salvaje golpiza, lo amarraron del cuello y lo obligaron a tomar un potente herbicida que se presume fuese Gramozón.

Fue trasladado al hospital universitario de Luis Daniel Beauperthuy de Maturín, para tratarle el cuadro por envenenamiento y estuvo allí por varias semanas, sufriendo una dolorosa agonía.

Los médicos tuvieron que colocarle una sonda en el abdomen para poderle alimentar y ademas tenía un traqueótomo por el cual respiraba.

Ante lo grave de su cuadro clínico y el desenlace previsto las autoridades del hospital solicitaron a la justicia su traslado hacia un centro asistencial más cercano a sus familiares, pero jamás recibieron respuesta.

Luego de semanas de terrible agonía Luis Gustavo González Siso, el Decapitador de Los Lagos falleció en el hospital universitario de Maturín en enero de 2010.

Quién sabe si sus demonios se fueron con él o se quedaron buscando nuevas almas que atormentar, de esas que abundan.

 

Luis Gustavo González Siso. Hallazgo del cadáver de José de la Caridad González Caso. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

Hallazgo del cadáver de José de la Caridad González Caso. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

 

La detención de Luis Gustavo González Siso (2007). Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

La detención de Luis Gustavo González Siso (2007). Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

 

Luis Gustavo González Siso. Christine Cora Spamer Boces, la primera víctima. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

Christine Cora Spamer Boces, la primera víctima. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

 

Luis Gustavo González Siso. José de la Caridad González Caso, la segunda y última víctima mortal. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

José de la Caridad González Caso, la segunda y última víctima mortal. Foto: Asilorelatoyo.blogspot.com.es

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