
Jon Ezkurdia
- Clasificación: Asesino
- Características: Móvil no aclarado
- Número de víctimas: 1
- Fecha del crimen: 19 de noviembre de 2014
- Fecha de detención: Mismo día
- Fecha de nacimiento: 1951
- Perfil de la víctima: Koldo Losada Atutxa, de 54 años (su marido)
- Método del crimen: Golpes en la cabeza con una escultura
- Lugar: Bilbao, España
- Estado: Fue condenado a 19 años de prisión el 4 de marzo de 2016
Índice
- 1 Asesinado el actor Koldo Losada en Bilbao y detenido su marido
- 2 El presunto asesino de Koldo Losada, ante el tribunal: «No recuerdo nada»
- 3 «En mi fuero interno estoy convencido de que no he matado a Koldo»
- 4 El supuesto asesino de Koldo Losada: «Martini y pastillas, no me acuerdo»
- 5 El presunto asesino de Koldo Losada suplicó a una amiga que lo matara
- 6 El actor Koldo Losada se desangró en el sofá de su casa tras ser golpeado con una escultura de más de 11 kilos
- 7 Cinco intensos días en el juicio contra Jon Ezkurdia
- 8 El jurado considera a Jon Ezkurdia culpable del asesinato con alevosía de su marido, el actor Koldo Losada
- 9 El marido de Koldo Losada, condenado a 19 años de prisión por su asesinato
Asesinado el actor Koldo Losada en Bilbao y detenido su marido
Elpais.com
20 de noviembre de 2014
El cuerpo sin vida del actor vasco Koldo Losada, de 54 años, ha sido hallado en la noche del miércoles en su domicilio en Bilbao con un fuerte golpe en la cabeza. La Ertzaintza ha detenido horas después a su marido, Jon Ezkurdia, también 54 años, como principal sospechoso del crimen y con el que convivía en un domicilio del barrio de Abando.
La víctima había nacido en la localidad vizcaína de Getxo y como actor trabajó en series tan conocidas como Amar en tiempos revueltos, Cuéntame, Águila Roja, Los hombres de Paco, Aída o Gran Reserva.
El cuerpo fue hallado en la noche del miércoles de manera casual. Unas amigas de la pareja decidieron acudir al domicilio de la pareja, alertadas por el extraño comportamiento de Jon Ezkurdia mientras habían compartido horas antes unas consumiciones en bares de la zona centro de Bilbao.
A la altura del portal se toparon con el presunto asesino, que presentaba un fuerte estado de embriaguez y era antendido por una ambulancia. Alertadas, subieron rápidamente hasta el piso, donde se encontraron con el cuerpo sin vida de Koldo Losada, tendido en el suelo y con un fuerte golpe en la cabeza.
La Ertzaintza detuvo de inmediato al presunto asesino, que fue trasladado a las dependencias policiales del barrio bilbaíno de Deusto.
En un contenedor de basura próximo a la vivienda se localizó el cadáver del perro que tenía la pareja, así como diversos objetos presumiblemente relacionados con los hechos. Vecinos del fallecido han relatado que la pareja se estaba separando y el presunto autor del crimen estuvo este miércoles sacando cuadros de la vivienda.
El presunto autor de un delito de violencia doméstica que acabó con la muerte de Losada, también de 54 años, se encuentra en dependencias de la Ertzaintza a la espera de ser puesto a disposición judicial. Los agentes de Ertzaintza investigan el caso para determinar las circunstancias concretas del mismo.
El fallecido intervino en una larga lista de series, entre las que también se encuentran, Bea, Policías, El Secreto del Puente Viejo o la serie en euskera emitida por ETB-1 Goenkale.
El presunto asesino de Koldo Losada, ante el tribunal: «No recuerdo nada»
Elcorreo.com
15 de febrero de 2016
Jon Ezkurdia, juzgado por el asesinato de su marido, el actor Koldo Losada, ha declarado esta mañana en el juicio oral que no recuerda nada de lo sucedido porque sufre un «lapsus de memoria» de todo lo que hizo el día del crimen.
Durante la primera sesión del juicio, que se celebra en la Audiencia Provincial de Bizkaia, el acusado ha afirmado, a preguntas del fiscal, que el día de la muerte de su pareja empezó a beber alcohol nada más levantarse de la cama. El sospechoso ha asegurado que lo último que recuerda es ver a Koldo trabajando en el ordenador y lo siguiente «estar en una ambulancia y aparecer un coche de la Ertzaintza».
«No recuerdo si le golpeé con un objeto. No lo recuerdo y creo que yo no he hecho eso», ha manifestado. Ezkurdia ha terminado su declaración pidiendo perdón a los familiares de Losada, «pero sobre [todo] a Koldo».
Ezkurdia ha reconocido que había reanudado el tratamiento por problemas de alcohol, pero «bebía a escondidas» y mezclaba la bebida con «medicación para el insomnio». En todo caso, ha apuntado que él y su marido se llevaban «muy bien» y que estaban «planificando un cambio de vida». «Teníamos planes de futuro», ha afirmado, ya que tenían pensado irse juntos a Madrid.
El marido de Koldo Losada, que es juzgado por un jurado popular integrado por cinco hombres y cuatro mujeres, se enfrenta a una petición de pena de prisión de 20 años, por haber golpeado presuntamente en la cabeza al que fuera su esposo y causarle la muerte. Como consecuencia de los impactos, la víctima sufrió traumatismos craneoencefálicos que le causaron la muerte por hemorragia cerebral traumática. Además, la Fiscalía pide que se indemnice a los tres hermanos de la víctima con 42.000 euros.
La defensa de Jon Ezkurdia intenta demostrar ante el tribunal que, debido a su dependencia del alcohol, no fue consciente de nada de lo que hizo el día del crimen, por lo que pide su absolución. El fiscal considera al acusado autor de un delito de asesinato con alevosía y con el agravante de parentesco.
La abogada del acusado, Jone Goirizelaia, ha afirmado que su defendido «no realizó tales hechos porque él no se acuerda» y, en el caso de que los hubiera cometido, «estaba bajo los efectos de su enfermedad».
Tras su declaración, comparecerán a lo largo del juicio ocho testigos, algunos de los cuales testificarán con la protección de un biombo para evitar ser reconocidos. Entre ellos se encuentran las dos amigas del matrimonio que hallaron al actor muerto en el domicilio de la pareja.
Ellas fueron quienes alertaron a la Ertzaintza de que habían encontrado el cadáver de Losada después de una tarde de copas con Ezkurdia. Durante ese encuentro, el presunto autor de los hechos les había reconocido que había matado a su esposo. Al parecer, les comentó que les que había hecho «pin, pin» a Koldo y a Gaston (su perro), que se iba a hacer «pin pin» él también y se iba a «tirar a la basura». Ese día su marido y su perro aparecieron muertos.
En su declaración de este lunes, Jon Ezkurdia ha manifestado que tampoco recuerda haber salido tras el crimen esa tarde ni haber contado con detalles a sus amigas que ese mismo día había matado a su marido.
De 55 años recién cumplidos, Losada era muy conocido por sus trabajos como actor secundario en numerosas series de televisión de éxito, como Águila roja, Los Serrano, Amar en tiempos revueltos y Cuéntame.
Asesinato con alevosía
El juicio se prolongará hasta el miércoles de la semana que viene, en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Bizkaia. En principio, las pruebas periciales se verán los días 19 y 22, el 23 los informes y el 24 se prevé la entrega del objeto de veredicto. Los otros tres días se desarrollarán las pruebas testificales.
El cuerpo sin vida del actor Koldo Losada fue hallado el 19 de noviembre de 2014 en su domicilio de Bilbao con un fuerte golpe en la cabeza. Horas más tarde, la Ertzainza detuvo a su marido como principal sospechoso del crimen.
El que fuera el encargado del bar La gallina ciega publicó una inquietante foto en la que aparecía con la cara pintada de payaso en la página de Facebook de su negocio. En ella incluyó un mensaje de despedida.
El fiscal pide para Ezkurdia 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía. Según el relato de hechos que se incluye en las calificaciones provisionales, «aprovechando que se encontraba adormecido y sin oportunidad de huir o defenderse, le propinó diversos golpes en la cabeza con un objeto contundente» con el «ánimo de acabar con su vida».
El perro westy blanco de la pareja, Gastón, también apareció muerto en un contenedor ubicado en la calle. En un primer momento se barajó acusar a Ezkurdia de un delito de maltrato animal, aunque al final se ha descartado.
«En mi fuero interno estoy convencido de que no he matado a Koldo»
Pablo Pazos – ABC.es
15 de febrero de 2016
«Si se demuestra que yo he sido la persona que ha cometido ese acto, me arrepiento absolutamente y haré todo lo posible por clarificar el caso, pero yo no he hecho eso. En mi fuero interno estoy convencido de que no he matado a Gastón y a Koldo. Si se demuestra que he sido yo, pero ha sido inconscientemente, si económicamente hay que repararlo, he puesto un dinero por si acaso. Pero yo estoy convencido de que yo no he sido. Pido perdón a todo el mundo al que he podido hacer daño, a toda su familia, a todos nuestros amigos, y sobre todo le pido perdón a Koldo, porque… porque era Koldo».
Así, con voz entrecortada, ha cerrado su declaración Jon Ezkurdia, marido del actor vasco Koldo Losada, al que presuntamente asesinó en Bilbao el 19 de noviembre de 2014, en el juicio oral que ha arrancado esta mañana en la Audiencia Provincial de Vizcaya.
«Yo no me acuerdo de nada». «Tengo como una nube ahí». Ezkurdia se ha aferrado en todo momento, a preguntas de las acusaciones y la defensa, a que no guarda ningún recuerdo de los hechos por los que la fiscalía y la acusación particular solicitan para él 20 años de cárcel por un delito de asesinato con alevosía, agravado por una relación de parentesco. La defensa considera que no hubo tal delito y solicita la libre absolución de su cliente.
La última palabra la tendrá el jurado, compuesto por cinco hombres y cuatro mujeres. Losada era conocido entre el público por haber participado en series televisivas como Águila Roja, Cuéntame, Los Serrano o Aída.
El acusado ha declarado, a preguntas de la fiscal, que el día de los hechos ya había bebido antes de las 9 de la mañana, una ingesta que acompañó con la de pastillas. Después habló por teléfono y pasearon al perro. «Lo último que recuerdo es ver a Koldo trabajando con el ordenador», ha afirmado. A partir de ahí ha respondido machaconamente con un «no me acuerdo» a las reiteradas preguntas con las que la fiscal ha ido repasando la cronología de esa jornada.
¿Recuerda si fue él quien le propinó los golpes en la cabeza que le causaron la muerte? «No lo recuerdo y creo que no he hecho eso», ha replicado. «Mi primer recuerdo [ya por la noche] es una chica con coleta sonriéndome, que lleva un chaleco fosforito. Creía que era una ambulancia».
En medio, en todo el día, nada. Ningún recuerdo. Ni haber bajado a un supermercado a comprar bebidas alcohólicas, ni haber recibido a un transportista para que llevara una serie de objetos a una amiga, ni haber escrito a esa amiga varios whatsapps (donde habría indicado: «nos vamos los dos»), ni haber publicado en Facebook el célebre «selfie maquillado de payaso, ni haber acudido a un cajero automático conn varias tarjetas de crédito, ni limpiar sangre de la vivienda, ni cambiarse de ropa, ni quedar con amigas, con las que se vio en un bar, fue de compras y cenó.
«He hecho pin pin a Koldo y Gastón»
Negativa a negativa, ha rechazado recordar si pronunció a sus amigas una frase reveladora. Que había «hecho pin pin a Koldo y pin pin a Gastón [el perro de ambos, que apareció muerto en un contenedor]», expresión que significaría haberles dado muerte, y que después se iba a hacer «pin pin» a sí mismo.
También ha negado haber sido más gráfico al admitir haber matado «a Koldo de un golpe en la cabeza». «No digo que se lo inventen, no me acuerdo de haber dicho eso», ha comentado sobre sus amigas.
Lo siguiente que recuerda, ha declarado Ezkurdia, es verse en un coche. «Pensaba que era un taxi. Era de la Ertzaintza». De los hechos posteriores ha apuntado que solo se acuerda de momentos puntuales, como «aparecer en una celda con ropa que no era la mía» o «aparece una amiga mía, abogada».
En el calabozo, ha relatado, preguntaba «por qué estaba ahí» y nadie «le decía nada». La fiscal ha reflejado varias incongruencias entre la declaración del acusado en el juicio y durante la instrucción. Una, la hora en que empezó a beber el día de los hechos: si hoy ha apuntado a la primera hora del día, en aquella ocasión indicó que fue a la una.
También durante la instrucción afirmó haber visto a su marido consumir orfidales, extremo que este lunes ha dicho no recordar, así como padecer una enfermedad terminal, punto este último que ahora no sabe «de dónde ha salido».
Ezkurdia, ya a preguntas de la fiscal, ha declarado que su alcoholismo le provoca, según le ha explicado su psiquiatra, que le trata desde 2007, «blackouts» o «agujeros negros». «Llevo bebiendo desde los 14 años», ha explicado. En ese 2007 comenzó un tratamiento que dejó pronto y no retomó hasta 2013, cuando Losada le advirtió que «era o el alcohol o él». Sin embargo, ha asegurado, «engañaba» a su psiquiatra y sus amistades, pues seguía bebiendo. Guardaba botellas escondidas en casa.
También a preguntas de la fiscal, ha asegurado que la relación con su marido «esta última temporada estaba siendo muy buena». ¿Quería a Koldo? «Muchísimo». ¿Se planteba [planteaba] su vida sin Koldo? «No». Estaban juntos desde hacía 24 años y se habían casado dos años y medio atrás.
Recientemente habían regresado de un viaje a San Petersburgo. Habían tenido un desencuentro por unos regalos (consideraba que el suyo, un abono para la Sinfónica frente a una manta, era mucho más sentimental) pero ha negado que esto diera pie a una fuerte discusión.
«Le admiraba como actor porque era muy buen actor», ha asegurado Ezkurdia, quien a su vez dejó la carrera interpretativa y se dedicó a un negocio, un bar, que en el momento de los hechos estaba cerrado pero tenía pensado restaurar ante un futuro traspaso. «Estábamos planificando un cambio de vida. Koldo vendería su casa de San Sebastián, iríamos a Madrid, donde tenía un abanico más amplio [para su trabajo] que en Euskadi. Teníamos planes de futuro». Sobre las deudas que le había generado su negocio, ha indicado que eran las «lógicas, normales».
Sustancias sedantes
La acusación tratará de demostrar que Ezkurdia asesinó a Losada con varios golpes en la cabeza, empleando un objeto contundente, y que se aprovechó de que sabía que estaba adormecido y sedado en un sofá -se encontraron cuatro medicamentos en su organismo-, por sustancias que el propio acusado, supuestamente, le habría administrado. Consideran fiscalía y acusación particular que se encontraba en plena posesión de sus facultades.
En el extremo opuesto, la defensa, que ha argumentado: «Jon Ezkurdia no hizo los hechos. Porque él no se acuerda. En el caso de que los hiciera, estaba bajo los efectos de su enfermedad. Una persona que padece esta enfermedad, aún haciendo estos actos, los puede hacer de forma automática», ha esgrimido, tras quejarse de que su cliente ya ha sido «sometido a otro juicio, un juicio público, en los medios de comunicación».
«No parecía borracho»
Tras un breve receso han declarado los primeros testigos, que han aportado testimonios que contradicen algunas de las afirmaciones del acusado o rellenan sus supuestas lagunas. Garbiñe, hermana de Koldo Losada, ha asegurado que, cuando habla con éste el día de los hechos, en torno a las 13.00 horas, su hermano pone fin a la conversación como sigue: «Te dejo, que éste se está pintando de payaso».
Se refería a la célebre foto que el presunto asesino publicó en una red social, donde anunciaba el cierre de su negocio de hostelería. Esto contradice su afirmación de que se había fotografiado «el día antes».
Una vecina, que se encontró a Ezkurdia la tarde del 19 tras salir del ascensor, y que ha cerrado las declaraciones de la mañana, ha relatado que se llevó un «susto» cuando le vio de pronto el rostro con lo que parecían restos de maquillaje, consecuentes con su aspecto en la citada imagen.
La hermana, además, ha descrito la relación entre ambos como «complicada» y «siempre teñida por los celos de Jon», a quien ha retratado como «una persona muy frustrada» por su fracaso como actor y en otros empeños laborales.
También ha detallado su preocupación, tanto ese día como los anteriores, por la supuesta enfermedad que padecía el acusado, y que acabaría describiendo como terminal a una amiga. «Y le daban un mes de vida», ha precisado. Asimismo, se ha extendido en la preocupación que sentía Losada por el trato que recibía de su marido: «No sé qué le pasa a Jon, me odia». Atribuía su enfado al maletendido por el regalo de la manta.
Isabella C., la amiga del acusado al que éste envió un cargamento de objetos, ha declarado -protegida por un biombo- que se preocupó al ver el volumen de artículos que recibía y trató hasta en tres ocasiones de localizarle en su vivienda.
Finalmente se encontró con una ambulancia, pedida por dos amigas tras una supuesta caída de Ezkurdia como colofón a una jornada de copas y compras. Al quedarse solos, porque las amigas suben a la vivienda -allí descubren el cadáver-, ha declarado que le dijo: «He matado a Koldo de un golpe en la cabeza».
En cuanto al transportista que se encargó del mencionado porte, ha asegurado, por una parte, que no le pareció que el acusado estuviera bajo los efectos del alcohol, tal y como sostiene este; y que no escuchó ladrar al perro de la pareja, a pesar de que el propio Ezkurdia ha admitido que ladraba cuando escuchaba ruidos o, incluso, llamaban al timbre. Por otra parte, ha explicado que al recibir uno de los objetos, una escultura de un pie, Losada le advirtió que se había roto un dedo. El pegamento, ha afirmado, estaba fresco.
«Se lo ha cargado»
En la sesión vespertina han prestado declaración A. I. B. y su hija Noemí, quienes acompañaron al acusado en la tarde del día 19. La primera ha relatado que «le olía el aliento a alcohol» aunque «venía como recién duchado», ya sin rastro del maquillaje de payaso.
Tras describir detalladamente los pasos de aquella jornada -quedan en un bar, van de compras, cenan y se dirigen a la vivienda del matrionio [matrimonio]-, ha desvelado la frase que Ezkurdia dice -como el resto- no recordar: «Nos dijo: «He hecho pun pun o pin pin a Koldo y Gastón y les he metido en un contenedor»».
En ese momento no le dio credibilidad. Finalmente, tras llegar otras amigas, acceden a la vivienda. «Esperaba encontrarme a Gastón. Había un silencio extraño. Vi unas toallas y un reguero de manchas de sangre. Y dije: «Hostia, se lo ha cargado»». También ha relatado que, una vez personada la Ertzaintza, y con Ezkurdia en el coche patrulla, preguntó: «¿Por qué hay tanta gente aquí?». A lo que ella respondió: «Porque la has liado muy gorda. Lo sabes de sobra».
Su hija fue quien vio quien la famosa foto disfrazado de payaso en una red social y alertó a su madre. Ha explicado que, cuando le vieron, «le patinaba un poco la lengua». En ese momento le «pareció que estaba borracho», aunque posteriormente, al reflexionar, le entró la duda de si estaba fingiendo.
Ha apuntado que, en el transcurso de las varias horas que pasaron juntos, le llegó a decir: «Esta va a ser la última noche que me vas a ver». Y ha repetido la frase citada por su madre, con una ligera variación: «Que había hecho pun pun pun a Gastón, y pun pun pun a Koldo, y se lo iba a hacer a él».
Fue a ella, ha relatado, a quien el presunto asesino, ya en el coche policial, preguntó dónde estaba Koldo. «Mi opinión es que él lo sabía. No le quise decir nada», ha puntualizado. La vista se reanuda mañana con la declaración de nuevos testigos, comenzando por los otros dos hermanos de la víctima.
El supuesto asesino de Koldo Losada: «Martini y pastillas, no me acuerdo»
Pedro Gorospe – Elpais.com
16 de febrero de 2016
Jon Ezkurdia no se acuerda de si mató a su marido, el actor Koldo Losada, famoso tras aparecer en series como Águila roja, Los Serrano, Amar en tiempos revueltos y Cuéntame. El acusado de su asesinato el 19 de noviembre de 2014, ha dicho, en la primera jornada del juicio que «había bebido Martini blanco y tomado pastillas», ansiolíticos, hasta el punto de no recordar absolutamente nada. «El último recuerdo que tengo de él es trabajando en el ordenador y yo haciendo la colada», ha relatado.
Jone Goirizelaia, la abogada que habitualmente defiende a miembros de la izquierda abertzale, le representa. Ha asegurado en su defensa que es alcohólico y tiene dolencias mentales que le provocan vacíos en la memoria. Va a ser su línea de defensa. La acusación y la fiscalía creen que no hay ninguna duda: «Se trata de un asesinato con alevosía» coinciden y piden 20 años.
Según el relato de Ezkurdia, «para las nueve de la mañana -del día del asesinato- ya había bebido Martini blanco y tomado pastillas». «Recuerdo que por la mañana hablé con una amiga y con el transportista, sacamos a pasear a Gaston -el perro de ambos que fue encontrado muerto- y lo último que recuerdo es ver a Koldo trabajando en el ordenador. Después me desperté en una ambulancia».
Koldo Losada falleció el día 19 entre las dos y las seis de la tarde en el sofá de su casa. Recibió varios golpes en la cabeza. La última persona que habló por teléfono con Koldo fue su hermana, unas horas antes de fallecer: «Me dijo, te dejo, Koldo, que este se está pintando la cara de payaso», ha declarado en la primera jornada del juicio. Eran las 13.31 de la tarde. Ezkurdia pasó poco después a las redes sociales una foto pintado como el Joker. Entre las 15,30 y las 16 de ese día, un transportista entró a la vivienda de ambos, para llevar varias obras de arte y alguna mesa a una amiga del presunto asesino, con la que se había estado comunicándose por WhatsApp.
El transportista no escuchó al perro, ni vio nada. Pero no llegó hasta el salón, donde seguramente yacía ya muerto Losada. A eso de las seis, esta amiga, alarmada por el volumen de objetos que le había mandado Ezkurdia a través del transportista, por el hecho de que Ezkurdia no le cogiera el teléfono, y al ver la fotografía que había colgado en Facebook, le llamó para quedar, y concretaron una cita.
A eso de las seis del día 19 se vieron en un bar Jon Ezkurdia, su amiga y la hija de esta. Las dos han declarado en el juicio. A ellas dos confesó, después de una tarde de compras, que había puesto fin a la vida de Koldo y del perro de ambos, Gastón, al que ahorcó con un fular, y arrojó a un contenedor, en una bolsa de basura. «Le he hecho pin pin a Koldo, pin pin a Gastón y luego yo también voy a hacerme pum pum», han declarado ambas que les dijo.
Cuando poco después de las 22 horas, ya borracho, ambas le llevaban a su casa, Ezkurdia intentó escapar, pero se cayó varias veces. «Quería evitar ir al piso, que fuéramos a su casa», han coincidido ambas. Ayudadas de una tercera amiga que apareció en las inmediaciones del domicilio conyugal, también preocupada porque ni Jon ni Koldo respondían a sus llamadas, le metieron en una ambulancia y allí le confesó: «He matado a Koldo». Ninguna de las tres se lo creyó hasta que subieron al piso y se encontraron el cadáver.
El acusado ha dicho a preguntas de su abogada que los fallos de su memoria son habituales. Episodios que su psiquiatra denomina «Black hole», agujero negro, y que según ha dicho le han llevado varias veces al hospital porque olvida temporalmente todo lo que sucede. Ezkurdia estaba en tratamiento psiquiátrico por alcoholismo y dependencia. Empezó su proceso de desintoxicación en 2007 en un centro de Osakidetza y recayó en 2013. Siempre le trató la misma psiquiatra. Esta mañana ha explicado que tras recaer había mentido a la psiquiatra y no había comentado a nadie que seguía bebiendo, pese a charlar con ella para pedirle pastillas, incluso unos días antes. Los testigos han coincidido hoy que no le habían visto beber en el último año.
Pese a sus fallos de memoria sí recuerda que unos días antes hablaron de unos regalos que se habían hecho. «No fue una discusión, solo lo comentamos. Él me compró una manta Lexinton y yo le hice socio de la Sinfónica de Bilbao. Le dije que era un regalo poco sentimental», ha asegurado, pero ha negado a preguntas de la fiscal que le insultara o le dijera a gritos ni de malos modos: «Métete la manta por el culo».
Ezkurdia ha terminado su declaración pidiendo perdón. «En mi fuero interno yo no he matado ni a Gastón ni a Jon, pero si se demuestra que lo he hecho pido perdón a todo el mundo a quienes he podido hacer daño y sobre todo le pido perdón a Koldo porque era Koldo», ha dicho tras asegurar que está dispuesto a compensar económicamente a la familia. No ha derramado ni una sola lágrima.
El presunto asesino de Koldo Losada suplicó a una amiga que lo matara
Pedro Gorospe – Elpais.com
16 de febrero de 2016
Los testigos no se creen el apagón de Jon Ezkurdia, el marido y acusado del asesinato del actor Koldo Losada, famoso por aparecer en series como Águila Roja y Cuéntame. Los amigos más próximos y la familia de Losada creen que la ausencia de recuerdos que alega Ezkurdia, debido a su alcoholismo, es un montaje, el último de una obra de teatro dramáticamente real en la que, disfrazado de Joker, asesinó a su compañero y al perro, el 19 de noviembre de 2014, en Bilbao, acosado por las deudas y un terrible ataque de celos.
Ese es el perfil que han dibujado este martes, en la segunda jornada del juicio, varios de los testigos. Itziar, una amiga de la pareja, ha declarado esta mañana que Ezkurdia le reconoció en todo momento, llamándole por su nombre, hasta pedirle que le matara tras descubrirse el crimen y cuando ya estaba detenido, dentro del coche patrulla de la Ertzaintza.
Itziar ha coincidido con los hermanos del actor en que Ezkurdia era muy celoso y que la relación de la pareja era «rara». «No me parecía una relación sana» y el perjudicado era Koldo Losada, ha indicado tras recordar que en alguna ocasión le animó a separarse de su marido, pero el actor le respondía que no lo haría «nunca» porque era su familia.
En su declaración ha descrito que la tarde del 19 de noviembre de 2014, preocupada por el paradero de Koldo Losada, y al ser informada de que Ezkurdia tenía una enfermedad terminal, viajó desde San Sebastián hasta el domicilio de la pareja en Bilbao.
Cuando llegó a Bilbao se encontró con que todo era mentira. El acusado, que había salido de copas con unas amigas comunes, había mentido con lo de la enfermedad terminal, era un montaje, como también lo era el traslado que, según había dicho, iban a hacer ambos a Madrid.
También era mentira el viaje que presuntamente Koldo Losada había hecho a San Sebastián ese día. Todo era mentira. La realidad era que había matado a su marido, según ha declarado. Itziar se encontró con ese hecho de bruces. Esas dos amigas que habían pasado la tarde con él le dijeron nada más aparcar que habían encontrado el cadáver de Koldo Losada.
Desesperada subió hasta el piso de la pareja y vio a su amigo ensangrentado y con la cabeza tapada. Rápidamente bajó otra vez a la calle y vio a Ezkurdia sentado ya en un coche patrulla de la Policía vasca, detenido. «Me senté junto a él y le pregunté: ¿Qué has hecho?». «Mátame, por favor. Mátame», ha relatado que le pidió el acusado.
Para los amigos de Ezkurdia, la coartada del olvido total a causa del consumo de alcohol y de pastillas no se sostiene. «Estaba muy orgulloso de haber dejado de beber», después de años con problemas con el alcohol, han coincidido varios testigos.
El actor César Peraita, que había hecho con Koldo Losada la gira de la obra de teatro El nombre de la rosa, ha explicado que su compañero de reparto estaba muy preocupado por su marido y «se sentía culpable» por no poder estar con él en esas consultas médicas, que creía ciertas y que al parecer sólo perseguían reclamar su atención y controlarle durante el tiempo en que Losada, por su trabajo, estaba fuera.
Varios testigos han explicado que, dos días antes de morir, Koldo Losada les dijo que se sentía enfermo. «Me duermo por las esquinas y me encuentro muy débil», confesó a Itziar, pero lo achacó a una comida, pechugas en salsa, que, según le había explicado el acusado, podrían estar en mal estado.
La acusación sostiene, sin embargo, que el acusado estaba preparando el camino. Cree que había ido, poco a poco, administrando ansiolíticos a la víctima con el objetivo de que no pudiera oponer resistencia el día en que decidiera matarle, lo que describe un crimen con premeditación, posiblemente motivado por los celos y las deudas. Jon Ezkurdia regentaba el bar La Gallina Ciega en Bilbao.
El dueño del local ha asegurado este martes que el presunto asesino le debía el alquiler de unos seis meses y que también había dejado de pagar el agua y la luz del establecimiento. El acusado ha mantenido la versión de que el negocio iba bien y que tenía «las deudas normales». A sus amigos les había dicho que el bar estaba cerrado por una denuncia del Ayuntamiento de Bilbao.
El actor Koldo Losada se desangró en el sofá de su casa tras ser golpeado con una escultura de más de 11 kilos
EFE / Europa Press / Lavozdegalicia.es
17 de febrero de 2016
El actor vasco Koldo Losada se desangró en el sofá del salón de su casa tras ser golpeado por una escultura en forma de pie humano de más de 11 kilos de peso, y, luego, fue arrastrado por el pasillo de la vivienda hasta la habitación donde se encontró el cuerpo, dejando un reguero de sangre oculto bajo toallas, sábanas y cojines, según mantiene la agente de la Ertzaintza encargado de la investigación del crimen, del que está acusado el marido de la víctima, Jon Ezkurdia.
En el tercer día de juicio con jurado que se celebra contra Ezkurdia en la Audiencia Provincial de Bizkaia, han declarado los agentes de las patrullas de Seguridad Ciudadana que acudieron a la vivienda y procedieron a la detención del acusado, así como los de la policía científica que realizaron la inspección ocular en el domicilio conyugal donde apareció el cuerpo si vida de Losada, además del primer letrado que tuvo el acusado tras ser detenido, y su asesora fiscal.
La ertzaina que coordinó la investigación considera que Losada pudo recibir uno o más golpes con una obra de arte con forma de pie humano que se encontró entre los objetos y cuadros que Jon Ezkurdia regaló a una amiga el mismo día del crimen.
Los agentes de la Policía científica no hallaron en la inspección ocular en la vivienda ningún objeto «romo y contundente» que, según los forenses, pudo ser usado como arma homicida, pero sí recogieron como prueba en casa de la amiga de Ezkurdia una escultura de oso y otra con forma de pie humano, que presentaba rastros de sangre, objetos compatibles con las lesiones que presentaba el cadáver de Losada.
Por su parte, los agentes de la Policía científica han declarado que se encontraron, al entrar en la vivienda, con un reguero de sangre, causado por el «arrastramiento de un cuerpo» desde el salón hasta la habitación donde estaba el cadáver de Losada, que tenía la cabeza tapada «con una manta verde» y las manos «ensangrentadas».
El rastro de sangre discurría en «zig-zag» y estaba oculto por toallas, sábanas y cojines tirados por todo el pasillo, por lo que su hipótesis es que fue atacado por un objeto «romo y contundente» estando en el sofá del salón, donde su cuerpo «estuvo desangrándose», y más tarde, fue «arrastrado» hasta la habitación.
En un sofá de color «oscuro» del salón, hallaron «una gran cantidad de sangre, los asientos empapados» y también un «goteo de sangre en una mesa provocado por haber apoyado algún objeto ensangrentado». A los pies del sofá, había una gran mancha de sangre, con ADN de la víctima, con la impresión de una huella de calzado deportivo, que se correspondía con unas playeras blancas del acusado.
Tras ser trasladado a comisaría en calidad de detenido, los agentes recogieron muestras de sangre que presentaba el acusado en manos y pies, y también en el pantalón que vestía. Después, a petición de Ezkurdia, se le trasladó a un centro de salud donde se le recetaron tranquilizantes y volvió al calabozo.
Además, tras haber sido informados por parte de las amigas que pasaron la tarde con el acusado de que éste les había contado que sufría un cáncer terminal y le quedaba un mes de vida, se solicitó a Osakidetza su historial clínico y se constató que no tenía ninguna enfermedad grave.
Asimismo, entre los objetos que portaba Ezkurdia, se encontraron tres tarjetas de crédito de titularidad de Koldo Losada, con las que, según se comprobó, el acusado consiguió sacar 1.800 euros en un cajero cercano al domicilio, sobre las seis y media de la tarde del día de autos, cuando, supuestamente, Losada ya estaba muerto.
Con anterioridad, en las cámaras de grabación del portal de su vivienda, Jon Ezkurdia aparece saliendo a las tres de la tarde con una bolsa de basura negra, que fue localizada en un contenedor con el cadáver del perro que tenía la pareja y dos cojines manchados de sangre, y luego, se le ve volviendo con una bolsa más pequeña, en la que llevaba dos botellas de martini blanco que había comprado en un supermercado cercano, tal como quedó también registrado en las grabaciones del establecimiento.
En las grabaciones, el acusado actúa «con normalidad» y «anda perfectamente», según las declaraciones de los agentes, que también han confirmado que a las 18.30 horas, cuando salió de casa por última vez, se había cambiado de ropa y también se había quitado las playeras blancas con las que aparecía en las primeras grabaciones, y se había puesto unas negras, que llevaba en el momento de su detención.
También se requisó como prueba el Iphone de Ezkurdia, pudiéndose comprobar que la foto que el acusado colgó en Facebook, pintado de payaso el día de los hechos se hizo un día antes, y que las fotos de los destrozos registrados en el bar La Gallina Ciega fueron sacadas el 8 de noviembre del 2014.
Por su parte, el que fue su abogado en un primer momento tras su detención, Ibon G., ha declarado que habló con el acusado en comisaría al día siguiente de los hechos, antes de la declaración judicial, que finalmente no se produjo. Según ha manifestado, encontró a Ezkurdia «absolutamente angustiado y perdido». «No era consciente de lo que estaba haciendo en la comisaría, estaba desconectado de la realidad y muy ajeno a las circunstancias», ha asegurado, para añadir que el acusado «no era consciente de la gravedad de los hechos», aunque sí del fallecimiento de Koldo porque «se lo habían dicho».
A su primer abogado, Ezkurdia le manifestó «en todo momento» que no se acordaba de nada. «Me dicen que ha fallecido Koldo, dicen que he sido yo y no me acuerdo de nada», aseguró Jon Ezkurdia a su letrado, quien ha dado credibilidad al lapsus de memoria que mostraba el acusado, que «se angustiaba por el hecho de que no recordaba».
Ibon G. ha considerado «creíble», en base a su «experiencia profesional», que la falta de memoria de Ezkurdia estuviera motivada por la ingesta de «lorazepan y alcohol mezclados», ya que el acusado le contó que el día de los hechos había bebido «una botella de martini y consumido muchas pastillas».
Ante el estado de su cliente, Ibon G. le aconsejó que «lo mejor era que no declarase hasta tener las ideas más claras» y tener «más datos» de lo ocurrido, ya que «no me podía responder a las preguntas que le hacía porque no recuerda».
Por su parte, S.D., asesora fiscal encargada de llevar desde su apertura la contabilidad del bar La Gallina Ciega que regentaba Ezkurdia, ha asegurado que el acusado «no tenía deudas especialmente importantes». Tras reconocer la existencia de «una o dos mensualidades» del alquiler sin pagar «con anterioridad a lo ocurrido», ha indicado que, después de la muerte de Koldo Losada, «se han podido acumular» impagos de renta del local hasta la extinción del contrato.
También ha testificado el perito tasador que valoró los daños en el interior de La Gallina Ciega denunciados ante la Ertzaintza por el propietario del local el 4 de diciembre del 2014, que fueron cuantificados en 7.559 euros.
Durante la primera sesión del juicio celebrado este lunes, el acusado declaró que la mañana que se produjo el crimen comenzó a beber sobre las nueve de la mañana y no tiene «ningún recuerdo» de lo ocurrido. Además, cree que él no golpeó en la cabeza a Losada, causándole la muerte, y mantiene haber sufrido un «agujero negro» en sus recuerdos de ese día.
Una de las testigos aseguró este martes que Jon Ezkurdia le dijo, cuando se encontraba dentro del coche de la Ertzaintza y coincidiendo con el momento en que se encontró el cuerpo sin vida de Koldo Losada, que estaba «muy mal» y le pidió «por favor» que le matara.
Mantuvo que en todo momento el acusado «sabía perfectamente dónde estaba y quién era ella». «Me agarró del foulard y me dijo: «mátame, por favor mátame», y cuando le preguntaba qué había hecho, no me contestaba», le contó al jurado, para reconocer que, cuando el acusado bebía «se ponía bastante faltón y agresivo con la gente». «Te hacía pasar vergüenza ajena, pero jamás se desorientaba ni perdía la memoria, sabía perfectamente donde estaba», afirmó, para indicar que, desde febrero del 2013, no le había visto volver a beber alcohol.
La Fiscalía y acusación particular solicitan 20 años de prisión para Juan Antonio Ezkurdia Iturbe, de 65 años de edad, al que acusan de asesinar con alevosía a su marido propinándole diversos golpes en la cabeza con un objeto contundente el 19 de noviembre de 2014 en el domicilio conyugal.
Cinco intensos días en el juicio contra Jon Ezkurdia
Eunate F. Domínguez – Deia.com
21 de febrero de 2016
Dolor, nerviosismo y ganas de que se haga justicia. Así arrancaba el pasado lunes el juicio que se celebra en la Audiencia de Bizkaia contra Jon Ezkurdia, acusado de matar a su marido Koldo Losada el 19 de noviembre de 2014.
Tras más de un año y medio de investigación, el lunes los familiares de la víctima por fin veían a Jon Ezkurdia sentarse en el banquillo de los acusados para enfrentarse a una petición de pena de hasta 20 años de prisión por asesinato con alevosía. Sin embargo, la vista oral está siendo más dura de lo que se esperaba, con momentos tensos que llevan a los familiares al borde del llanto. «Era mi amigo, mi socio… Mi hermano», declaró emocionada Garbiñe, una de las hermanas de la víctima.
Al lado del acusado, su abogada Jone Goirizelaia intenta demostrar que Ezkurdia se encontraba bajo los efectos del alcohol, debido a su alcoholismo, el día en el que presuntamente mató a su marido. Pide la absolución del acusado pero, en caso de no lograrlo, solicita que sea acusado de homicidio y no de asesinato con alevosía, lo que rebajaría considerablemente su pena de prisión.
Cara a cara con los letrados, con el acusado, se encuentran las nueve personas que conforman el jurado popular. Por sus manos pasan todas las pruebas, detalles y declaraciones de los testigos para lograr esclarecer si Ezkurdia es culpable de asesinato.
El primer día el jurado tomó nota de las declaraciones del propio acusado y de los familiares. Sin embargo, su actitud cambió en las jornadas posteriores hasta convertirse en una parte activa en el juicio. Intentan reconstruir de la mejor manera posible los hechos y, aunque para ellos no es fácil porque no pertenecen al mundo del derecho, en cada sesión han realizado varias preguntas a los testigos, mediante unos folios que le entregan al juez para que las formule en voz alta.
El lunes fue, sin duda, el día más tenso para los familiares de la víctima. Ciertas declaraciones están siendo un varapalo para ellos. «Tiene usted derecho a no declarar o a mentir», recordaba el juez al acusado antes de que contara lo que pasó aquel día.
Sólo él puede desvelar todas las incógnitas de este crimen. Sin embargo, Ezkurdia prefirió no hacerlo. No respondió con claridad a las preguntas formuladas por las letradas. O quizá, según él mismo declaró, no lo recordaba. «Si se demuestra que he cometido ese acto, por supuesto que me arrepiento absolutamente; pero yo no he hecho eso, yo no he matado ni a Koldo ni a Gastón. Pero si se demuestra que lo he hecho inconscientemente, pido perdón a todo el mundo que he podido hacer daño; a su familia, a sus amigos. Pero, sobre todo, le pido perdón a él, a Koldo».
El acusado se escudó en sus problemas de alcoholismo y aseguró que sufría lagunas de memoria. En definitiva, que no recordaba nada, más allá de vagos detalles que no esclarecen si lo mató o no. Sí recordó, no obstante, que el día de los hechos salió a pasear con Koldo y Gastón, que había quedado con un transportista para que le llevase unos objetos de regalo a una amiga -entre ellos, la presunta arma homicida- y que, ya por la tarde, había quedado con otras amigas para pasar la tarde.
Incluso logró recordar que el día anterior al crimen se sacó una foto pintado de Joker. Pero nada de si mató o no a Koldo. «Lo último que recuerdo es que Koldo estaba en el ordenador y yo me fui a hacer la colada a la cocina. Ahí seguí bebiendo. Después, ya estaba en una ambulancia». Entre una escena y la otra podrían haber pasado más de siete horas ya que, según detallaron los forenses, Koldo pudo haber sido asesinato sobre las tres o las cuatro de la tarde, aunque asegurarlo al 100%, explicaron, «es imposible».
Hermanos de la víctima
El juicio está siendo especialmente duro para los hermanos de la víctima. En alguna ocasión, Garbiñe Losada ha llegado incluso a interrumpir a los testigos. Por citar un ejemplo, durante el juicio se detalló que un familiar de la víctima denunció que se había extraído dinero -hasta 1.800 euros- de tres tarjetas de Losada, extracción que se hizo post mortem. El testigo no pudo responder, a preguntas de la defensa, si ese hecho había sido denunciado ante el juzgado y no solo verbalmente. Por ello, con muestras de dolor entremezclado con indignación, la hermana de la víctima no se lo pensó y contestó en voz alta con un amplio «sí», detalle que, a priori, no pareció gustar mucho a Goirizelaia quien la miró y devolvió la mirada, después, al juez.
La semana ha sido intensa en declaraciones: más de 26 ertzainas, familiares, amigos, testigos, forenses… Todos para intentar arrojar luz sobre lo qué ocurrió aquel 19 de noviembre de 2014. Quedan muchas preguntas todavía sin respuesta.
Lo poco que está más o menos claro es que aquel día Jon Ezkurdia y Koldo Losada salieron, en compañía de su perro Gastón, a dar un paseo por la ciudad. Después, las cámaras de videovigilancia recogen el momento en el que ambos regresan a casa. Sería la última vez que Koldo Losada saliera a la calle.
Después de este paseo, el presunto asesino volvió a salir a la calle, tiró una bolsa de basura de características similares a las que después la Ertzaintza halló en la basura con el perro muerto y fue a comprar dos botellas de Martini blanco. Con la compra en la mano, regresó a casa.
Sobre las 15.30 horas llegó un transportista y se llevó parte de la decoración de la casa de la pareja: una mesa, cuadros y hasta la escultura de pie humano con la que podría haber sido asesinado Koldo Losada, ya que las heridas que sufría en la cabeza fueron producidas por un objeto contundente.
Ya a media tarde, Jon Ezkurdia salió a la calle, en esta ocasión con unas zapatillas diferentes de color negro, y se fue con unas amigas. Según él mismo declaró, todo esto lo hizo bajo los efectos del alcohol. «Llevaba bebiendo desde las nueve menos cuarto de la mañana», precisó.
Todavía quedan tres días de juicio; 72 horas, a partir de mañana lunes, para que el jurado popular emita su veredicto: culpable o inocente. Koldo siempre será un actor de 55 años; una persona «a la que le encantaba vivir», según destacó su propia hermana. Pero poco a poco se acerca el día en el que su familia haga justicia.
El jurado considera a Jon Ezkurdia culpable del asesinato con alevosía de su marido, el actor Koldo Losada
Belén Ferreras – Elmundo.es
25 de febrero de 2016
Por unanimidad. El jurado popular no ha tenido dudas al considerar a Jon Ezkurdia culpable del asesinato con alevosía de su marido, el actor vasco Koldo Losada. En la sentencia, hecha pública esta tarde, los cinco hombres y cuatro mujeres del jurado han tenido en cuenta el agravante de parentesco y han rechazado la eximente de alcoholismo planteado por la defensa, ya que Ezkurdia aseguró durante el juicio que no recordaba nada de lo ocurrido durante el día del crimen.
El jurado ha considerado probado que Ezkurdia aprovechó que la víctima estaba adormilada por los sedantes que le había administrado y le golpeó en la cabeza hasta causarle la muerte.
A la espera de que el magistrado presidente del tribunal, Juan Mateo Ayala, emita su sentencia, Ezkurdia se enfrenta a una pena de cárcel de 20 años, que era la petición de la fiscalía por el asesinato con alevosía con el agravante de parentesco.
La defensa, que lleva la abogada Jone Goirizelaia, quería que se consideran los hechos como un homicidio y pedía la libre absolución por entender que su defendido estaba exento de responsabilidad por su enfermedad psiquiátrica derivada de la dependencia del alcohol, o, al menos, que esa circunstancia se entendiera como atenuante y se le aplicara la pena menor para ese delito, de 2 a 5 años.
Tras conocerse la sentencia, la abogada ha mostrado su disconformidad con el fallo de culpabilidad, ha renunciado a plantear en este momento una calificación de los hechos y petición de condena alternativa a las propuestas y ha anunciado que recurrirá la sentencia condenatoria cuando el magistrado presidente de la sala la emita, informa Efe.
Las hermanas y familiares del actor Koldo Losada presentes en la sala han acogido con alivio y emoción el veredicto del jurado, fundiéndose en apretados abrazos, aliviando la tensión contenida durante la semana que ha durado la vista del asesinato de su hermano y familiar.
Durante el juicio, Jon Ezkurdia mantuvo que no recordaba nada del día del crimen porque había bebido durante todo el día y que suele tener «agujeros negros» que no le permiten recordar muchas de sus actuaciones.
Además, reiteró que no tenía motivos para matar a Koldo: «Yo le amaba como me amaba él a mí», afirmó en una de sus declaraciones ante el jurado.
Sin embargo, el jurado, tras el visionado de la cámara del portal de la vivienda del domicilio de la pareja, considera que que Ezkurdia no tenía ninguna intoxicación etílica plena que le eximiese de responsabilidad.
La muerte del actor se fija en torno a las 13.50 horas del 19 de noviembre de 2014, tras recibir varios impactos contundentes en la cabeza con un objeto pesado cuando se encontraba adormilado en un sillón.
Poco después Ezkurdia subió a la red una foto a la red con la cara pintada de Joker con un mensaje de despedida, sacó gran cantidad de dinero con tarjetas de Losada, envió cuadros y otros objetos a una amiga mediante una empresa de transportes y quedó a cenar con otras amigas a las que confesó que había hecho «pum pum» a su marido. Ellas fueran las que se dirieron [dirigieron] al domicilio del actor y lo encontraron muerto.
De 55 años recién cumplidos, Losada era muy conocido por sus trabajos como actor secundario en numerosas series de televisión de éxito, como Águila roja, Los Serrano, Amar en tiempos revueltos y Cuéntame.
El marido de Koldo Losada, condenado a 19 años de prisión por su asesinato
Pablo Pazos – ABC.es
4 de marzo de 2016
Jon Ezkurdia, marido del actor vasco Koldo Losada, ha sido condenado por la Audiencia Provincial de Vizcaya a 19 años de prisión por su asesinato, cometido el 19 de noviembre de 2014 en Bilbao, según recoge la sentencia divulgada este viernes. Además, el magistrado Juan Mateo Ayala le impone la accesoria de inhabilitación absoluta durante el tiempo de la condena y le condena asimismo a la pena accesoria de aproximarse durante 29 años a los hermanos y madre de la víctima a una distancia inferior a 800 metros. Deberá, además, indemnizar con 25.000 euros a cada uno de ellos.
Contra esta resolución cabe interponer recurso ante la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco. La abogada de Ezkurdia ya manifestó la semana pasada su intención de recurrir. La doble acusación, tanto la ejercida por el Ministerio Fiscal como la particular, reclamaban una pena de 20 años de cárcel para el acusado.
La condena se produce después de que el pasado 25 de febrero los nueve miembros del jurado popular encargados de juzgar el crimen declararan a Ezkurdia, por unanimidad, culpable del asesinato de Losada con alevosía y agravante de parentesco. Un veredicto que se produjo con rapidez, apenas 24 horas después de que el jurado se retirase a deliberar después de siete jornadas de juicio oral, que arrancaron con la declaración del propio Ezkurdia y continuaron con los testimonios de familiares de Losada, amigos de ambos y distintos peritos.
Para alcanzar su veredicto, los miembros del jurado rechazaron el argumento de Ezkurdia y su defensa, según el cual una supuesta ingesta de alcohol y pastillas el día de los hechos le impedía recordar nada de lo sucedido y le eximía de sus actos, lo que definía como agujeros negros o blackout en su memoria.
Golpes en la cabeza
El jurado consideró probado que Ezkurdia se encontraba en la escena del crimen y que era la única persona en la vivienda además de Losada cuando se produjeron los hechos. Que aprovechó que la víctima se encontraba adormecida, a causa de las cuatro sustancias sedantes que aparecieron en su organismo, para golpearle reiteradamente en la cabeza con un objeto contundente y con aristas, sin que pudiera defenderse, con lo que le causó la muerte.
Por las imágenes de la cámara de videovigilancia ubicada en el portal del inmueble, que recogieron sus distintos movimientos aquel día, así como por declaraciones de testigos, los integrantes del jurado llegaron a la conclusión de que Ezkurdia, a pesar de lo que sostenía la defensa, no tenía sus capacidades físicas y mentales mermadas. Al contrario, sabía lo que hacía.

Juan Antonio Ezkurdia, a la izquierda, y su marido Koldo Losada, a la derecha. (Foto: Elcorreo.com)

El día del crimen, Juan Antonio Ezkurdia se pintó la cara de payaso y publicó esta fotografía en Facebook. La imagen estaba acompañada de un inquietante mensaje: «La gallina ciega comenzó sin ruido y así se va. Gracias por todo lo que nos habéis regalado.»

Juicio contra Juan Antonio Ezkurdia en la Audiencia Provincial de Bizkaia. (Foto: Eitb.eus)

Ezkurdia fue condenado a 19 años de prisión por la muerte de su marido, el 4 de marzo de 2016. (Foto: Eitb.eus)

Koldo Losada Atutxa. (Foto: AnaLopezActores.com)