José Manuel Álvarez Fernández

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José Manuel Álvarez

El triple crimen de Degaña

  • Clasificación: Asesino
  • Características: Despecho - Venganza
  • Número de víctimas: 3
  • Fecha del crimen: 23 de mayo de 2011
  • Fecha de detención: Mismo día
  • Fecha de nacimiento: 1969
  • Perfil de la víctima: Jorge Marqués, de 36 años, Roberto Brugos, de 33, y Manuel Ángel Brugos, de 61 (el novio, el hermano y el padre de su exmujer)
  • Método del crimen: Apuñalamiento
  • Lugar: Degaña, Asturias, España
  • Estado: Condenado a 89 años y dos meses de prisión el 20 de febrero de 2014
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José Manuel Álvarez – Un hombre mata al padre, al hermano y al novio de su expareja en Asturias

Elpais.com

23 de mayo de 2011

José Manuel Álvarez Fernández, un minero leonés de 42 años, ha matado esta madrugada con un machete de grandes dimensiones a tres familiares de su expareja, además de herir a esta y a su madre, en la localidad asturiana de Degaña.

Los tres fallecidos son el padre, el hermano y el novio de la excompañera sentimental del presunto homicida, que sorprendió a las víctimas mientras dormían en el domicilio de la expareja tras destrozar la puerta con una maza. En la vivienda se encontraban los hijos que tuvo con la mujer, de 6 y 11 años, que no fueron agredidos ni presenciaron los hechos.

Los datos han sido aportados este mediodía por el delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, en una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por el coronel jefe de la Guardia Civil de Asturias, José María Feliz, y el teniente coronel de la Comandancia de Oviedo, Eduardo Martínez.

Las víctimas mortales son el novio de la excompañera del agresor, de 36 años; el padre de esta, de 61 años, y su hermano, de 33 años. Las dos personas heridas son la expareja, que ayer fue elegida concejal socialista del Ayuntamiento de Degaña, y su madre.

Esta ha sido ingresada en el Hospital de Cangas del Narcea (Asturias) con heridas que no revisten gravedad, mientras que su hija ha sido trasladada al Hospital Universitario de Oviedo, donde ha quedado internada con una herida por arma blanca que le afecta a un pulmón, aunque su vida no corre peligro.

Los tres fallecidos presentaban «múltiples heridas profundas de arma blanca», lo que revela que intentaron defenderse del presunto homicida, que les habría sorprendido mientras dormían, según el relato de la Guardia Civil.

Fue la expareja la que, en torno a las 5.45 horas de esta madrugada, encontrándose ya herida, pidió auxilio al Instituto Armado. Una vez en la vivienda, situada en el barrio de Otero de Degaña, un concejo minero limítrofe con León que cuenta con poco más de 1.200 habitantes, los agentes sorprendieron a un vehículo que emprendió la huida a gran velocidad, llegando a colisionar con el coche patrulla.

Unas horas después, el presunto autor del triple crimen, vecino de la localidad leonesa de Villablino, fue detenido en un control de la Guardia Civil en el pueblo cercano de Toreno. El arrestado trabajaba como minero en Coto Minero Cantábrico, empresa del Grupo Vitorino Alonso, según fuentes del Ayuntamiento de Villablino.

Aunque se desconocen las causas concretas que desencadenaron la tragedia, la Guardia Civil da por seguro que se trata de un nuevo caso de violencia machista pese a que el agresor no contaba con antecedentes policiales ni su expareja había interpuesto denuncia alguna contra él por malos tratos.

Durante la rueda de prensa, el coronel jefe de la Guardia Civil de Asturias ha hecho un llamamiento a las mujeres víctimas potenciales de la violencia machista para que acudan a los cuarteles «sin vergüenza, pudor, ni duda» porque, ante la duda, «siempre hay que pasarse por exceso».

Unas 200 personas se han concentrado este mediodía frente al Ayuntamiento de Toreno para mostrar su repulsa por el triple crimen cometido en Degaña, puesto que uno de los fallecidos era profesor en Matarrosa del Sil, una pedanía de ese municipio leonés.


Un minero leonés mata a machetazos al padre, al hermano y al novio de su exmujer en Degaña

P. Rodríguez / L. Á. Vega / R. L. Murias – La Nueva España

24 de mayo de 2011

José Manuel Álvarez, de 42 años y que llevaba dos separado, también hirió a su exesposa, Silvia Brugos, concejala electa del PSOE en el concejo, y a su exsuegra, ante los hijos de ambos, de 10 y 6 años.

Un minero leonés de 42 años perpetró en torno a las cinco y media de la madrugada de ayer una auténtica masacre en Degaña al asesinar, supuestamente, a machetazos al padre, al hermano y al novio de su exmujer, Silvia Brugos Rodríguez, concejala electa del PSOE en el citado concejo.

El supuesto agresor, José Manuel Álvarez Fernández, separado desde hace dos años de Silvia, también hirió a su expareja y a su exsuegra, a la primera de gravedad. El triple crimen se cometió en presencia de los hijos del presunto homicida y de su exmujer, de diez y seis años, que escucharon todo lo ocurrido y contemplaron incluso cómo su padre agredía a su abuela en la habitación donde los niños dormían.

Tras cometer el crimen, el hombre emprendió la huida, colisionando con un coche patrulla de la Guardia Civil que llegaba al lugar del crimen en ese momento, alertado por Silvia Brugos. Fue detenido poco después en la localidad de Matarosa [Matarrosa] del Sil (León), donde uno de los asesinados, el novio de Silvia Brugos, ejercía como maestro.

La familia de Silvia Brugos temía que el minero, un hombre de «mal carácter» y que tuvo problemas con las drogas, agrediese a su exmujer, a la que llamaba de madrugada para amenazarla. Sin embargo, ayer aseguraron que jamás imaginaron que llegaría a cometer la orgía de sangre que perpetró y que ha dejado al concejo de Degaña completamente conmocionado.

La película de la matanza se inicia en la tarde del domingo, 22-M. José Manuel Álvarez tenía la custodia de los pequeños durante el fin de semana. Los vecinos de Caboalles les vieron jugando con su abuela en su casa y también paseando por las sendas del pueblo leonés.

En torno a las ocho y media de la tarde, José Manuel Álvarez llevó a sus dos hijos a casa de su exmujer en el barrio de Otero de Degaña, una vivienda unifamiliar de dos plantas. Allí se encontró con que en la casa estaba el novio de su exesposa, Jorge Marqués Vado, un maestro de 38 años natural de Ponferrada, y que ejercía en el Colegio Santa Bárbara de la localidad leonesa de Matarosa [Matarrosa] de [del] Sil.

En la noche del domingo se confirmó que Silvia Brugos, que ocupaba el número cuatro de la lista del PSOE por Degaña, había sido elegida concejal. Acudió con sus compañeros a la fiesta del PSOE en el bar El Forno, de Cerredo (Degaña). Iba acompañada de su hermano, puesto que, desde la separación con las amenazas que sufría, aunque no las denunciaba por no perjudicar a sus hijos, sus familiares nunca la dejaban sola.

Hacia las dos de la madrugada recibió una llamada de su exmarido. «Ya eres concejala, seguro que estás muy contenta, pero lo vas a pagar», aseguran testigos que dijo el hombre.

Entre las cinco y las cinco y media de la madrugada del lunes el minero José Manuel Álvarez llegó a la vivienda de su exmujer. Dormían en la casa Silvia Brugos; su padre, Manuel Ángel Brugos Álvarez, un minero retirado de 61 años; su madre, Isabel Rodríguez García; su hermano Roberto, de 33 años; su novio Jorge y su dos hijos.

En ese momento, el minero la emprendió a golpes con los coches de Silvia y Jorge, destrozando las lunas y pinchando las ruedas. A continuación, la masacre. Álvarez agarró una maza y destrozó la puerta de entrada. Subió las escaleras y rompió la puerta de entrada a la planta superior, de cristal. Estaba a punto de producirse un atroz crimen.

Asustados, los miembros de la familia salieron al pasillo con lo puesto, para encontrarse con José Manuel Álvarez, que no tuvo piedad. Hubo un forcejeo, puesto que el minero también sufrió lesiones en la cabeza, las manos y la cara.

Cuando la Guardia Civil llegó a la vivienda encontró el cadáver del cabeza de familia, Manuel Ángel Brugos, en la habitación de su hijo Roberto, como si hubiese querido defenderlo. Roberto Brugos agonizaba en el pasillo. A Jorge Márquez también se le escapaba la vida en la habitación que compartía con Silvia, que también sufrió una herida en la parte dorsal que le afectó al pulmón.

Ni la exsuegra se libró. José Manuel Álvarez la atacó en la habitación de los niños, que habían estado escuchando hasta ese momento los gritos de la masacre. Cuando vio cómo agredía a su abuela, el hijo pequeño, de seis años preguntó lleno de pavor: «Papá, ¿qué haces?». Quizá esta inocente pregunta enfrió la violencia de su progenitor, que decidió marcharse dejando tras de sí una escena dantesca.

Fue la propia Silvia Brugos la que avisó a la Guardia Civil, en torno a las seis menos cuarto de la mañana. A continuación llamó a su tío, «Pepe el de ALSA» y a la esposa de éste, Inés Rodríguez, hermana de su madre.

Cuando la patrulla de la Guardia Civil llegó a Degaña se encontró con que el presunto homicida aún no había abandonado la zona. Le cerraron el paso, pero él emprendió la huida tras chocar contra los agentes. De inmediato se estableció un dispositivo para localizar al presunto homicida.

En su huida había tomado la carretera de León, por lo que se avisó al cuartel de Villablino para establecer una trampa para atraparle. Fue localizado en la localidad de Matarrosa del Sil, a unos 50 kilómetros de Degaña, sobre las ocho de la mañana, dos horas largas después del triple crimen. Cuando fue detenido aseguró que había ido a recoger a su hijos y que en ese momento había sido agredido.

Álvarez Fernández presentaba diversas erosiones, al parecer fruto del forcejeo con sus víctimas. Fue trasladado al Hospital de Ponferrada para recibir asistencia de sus lesiones leves, y posteriormente fue conducido al cuartel de la Guardia Civil en Cangas de [del] Narcea, cuyo equipo de Policía Judicial se encarga de la investigación del caso. El hombre pasará a disposición judicial en la mañana de hoy martes o pasado mañana miércoles.

Los equipos médicos de emergencia intentaron reanimar a Roberto Brugos y a Jorge Márquez, sin éxito. Los dos murieron instantes después de la llegada de las emergencias. Silvia Brugos y su madre fueron conducidas al Hospital Carmen y Severo Ochoa de Cangas del Narcea.

La madre presentaba un fuerte golpe en la cabeza y una lesión en el pecho. Sus heridas eran de carácter leve, y aunque se especuló con que fuese dada de alta a lo largo del día de ayer, se prefirió dejarla ingresada, toda vez que padece una cardiopatía.

Su hija fue trasladada al Hospital Central de Oviedo, con el fin de ser intervenida. Aunque la lesión que sufre en la parte dorsal es seria, no se teme por su vida, según fuentes hospitalarias y de la Delegación de Gobierno.

José Manuel Álvarez Fernández era una persona retraída y poco social, según se dice en Caboalles. No tenía excesivos amigos allí. Era más popular en la mina de Cerredo, Coto Minero Cantábrico, donde trabajaba desde hacía unos 20 años. Estaba muy cerca de conseguir la prejubilación.

El mote por el que le conocían sus compañeros era «El Positivo», aunque hay quien dice que también le llamaban «El Renegado».

No tiene antecedentes penales, pero sí que ha sufrido diversos problemas debidos al uso de drogas. Vivía con su madre, que tampoco tenía buena relación con Silvia ni su familia, en una gran vivienda rodeada de seto y valla.


El acusado no tenía denuncias por maltrato

La Nueva España

24 de mayo de 2011

José Manuel Álvarez Fernández, el minero leonés acusado de matar con un machete al padre, al hermano y al novio de su exmujer, Silvia Brugos, en la localidad asturiana de Degaña, no había recibido ninguna denuncia por malos tratos o amenazas.

El delegado del Gobierno en Asturias, Antonio Trevín, ha señalado hoy a los medios de comunicación que, pese a que un acontecimiento tan trágico como este suele provocar muchos rumores, lo cierto es que la Guardia Civil no tiene constancia de que la mujer hubiera recibido amenazas de su expareja.

Ante algunos testimonios reflejados hoy en distintos medios de comunicación de que Silvia Brugos recibió una llamada amenazadora de su exmarido unas horas antes de producirse los crímenes, Trevín ha precisado que no hay ninguna constancia de que fuera así y que le extrañaría.

El delegado del Gobierno ha dicho que, aunque no puede negarlo con rotundidad, basa su opinión en la investigación «pormenorizada» que está llevando a cabo la Guardia Civil y en que la exmujer había sido elegida esa misma noche concejala de Degaña por el PSOE, formación en la que también milita el Delegado del Gobierno.

No obstante, ha reconocido que la mujer «quizás estuviera intranquila» como ocurre siempre que hay una separación, y más cuando además no es amistosa, pero que nunca llegó a presentar ninguna denuncia ante la Guardia Civil o en el ámbito sanitario o de apoyo a mujeres maltratadas.

El coronel jefe de la Guardia Civil de Asturias, José María Feliz, ha confirmado que ellos no tenían ninguna noticia, comunicado, antecedente o sospecha «de que se podría llegar a este desenlace».

Ha añadido que «la investigación sigue su curso y no hay ninguna novedad reseñable», salvo que hoy se tomará declaración al detenido y que mañana pasará a disposición judicial.


«No era la primera amenaza, pero Silvia no se esperaba esto»

Carmen Morán – Elpais.com

24 de mayo de 2011

A las 5.44 de la madrugada de ayer sonó el teléfono de Vicky Fernández y al otro lado la voz de su amiga Silvia Brugos: «Ven a por mis niños, que este desgraciado ha entrado y nos ha acuchillado a todos».

-¿Pero estáis bien, qué pasa?

-No, ven a por los niños.

Vicky dijo que salía inmediatamente pero no pudo. Ya la Guardia Civil estaba dando instrucciones para que no saliera nadie de las casas. El asesino podía estar escondido por allí. Unos minutos antes, José Manuel Álvarez Fernández, minero de 42 años, separado de Silvia, de 36, había llegado a Degaña, el pueblito asturiano donde vive Silvia, su exmujer y los dos niños de la pareja.

Pinchó las ruedas de los coches, sacó el machete, quizá también un cuchillo y reventó la puerta de la casa familiar. Mató al novio, al hermano y al padre de Silvia: José [Jorge] Marqués, profesor de Educación Física de 36 años, Roberto Brugos, de 33 años, y Manuel Ángel Brugos, de 61. Uno de los vecinos llegó vomitando a casa y le dijo a Vicky: no hay un muerto, hay tres.

Se salvaron los hijos, un niño y una niña, de 6 y 11 años, la abuela y la madre, Silvia. La madre tiene problemas del corazón pero sus heridas no parecen de cuidado. Silvia, trasladada ayer al hospital de Cangas de [del] Narcea, tiene algo más, pero tampoco su vida corre peligro, «está sedada, pero lo sabe todo».

Salvo las dos mujeres y los niños, nadie conoce muy bien los detalles de la carnicería que puso fin de madrugada a la noche festiva de Silvia. Su partido, el PSOE, logró cuatro concejales en el pueblo, ella era la cuarta, y tienen posibilidades de gobernar con acuerdos.

Pero los compañeros socialistas no estaban ayer para recuentos ni estrategias electorales. «Ayer Silvia estaba feliz. Se había implicado mucho en este proyecto, se lo creía. Estuvo en el pueblo de al lado celebrando y luego se volvieron a dormir, ella y su novio».

El padre de los niños, separado de Silvia, los había tenido con él el fin de semana y por la tarde los devolvió a Degaña. Se quedaron con la abuela mientras Silvia alargaba la noche electoral.

La casa familiar tiene dos plantas y está escoltada por la soberbia montaña asturiana, estos días más verde que nunca. Silvia se casó muy joven y marchó del pueblo. Hace algo más de dos años, al separarse, volvió con su familia y con los niños.

No constan denuncias en el Ayuntamiento por malos tratos, pero la separación no estaba siendo un proceso agradable, según dice Vicky. «Ella es una persona tímida y dulce, no cuenta muchas cosas, ni yo le pregunto. La recuerdo de pequeña, con el aparato en la boca, luego se fue y la perdí la pista».

Cuando volvió al pueblo su antigua red de amigos era cosa del pasado, pero Vicky trabó amistad con ella porque hicieron juntas un curso de ayuda a domicilio, para atender a dependientes. Después, Silvia hizo otro curso de geriatría con la hija de Vicky, precisamente.

Cuando Vicky decidió que ya no se presentaba más a las elecciones, Silvia fue la candidata. La vida política le ha devuelto una red de compañeros. En las fotos que tiene de ella su amiga, se ve a Silvia contenta pegando carteles al abrirse la campaña, y también feliz con su novio, que ahora está muerto, de viaje por España. «Creo que ya tenían pensado irse a vivir juntos». Él había sacado una plaza de maestro en Toreno (León).

Es una mujer muy guapa. «Tiene un tipazo y esa ropa que lleva, yo creo que la conserva, es la ropa de cuando estaba con el otro, la que a él le gustaba», sigue diciendo Vicky, aún atontada y casi sin dormir. Su casa fue ayer durante todo el día el cuartel general donde se juntaron los amigos y compañeros de partido a compartir la consternación, la misma que ha sacudido a todo el pueblo, una aldea pequeña.

También el Facebook de Silvia, dice su amiga, es privado. «Por él». Vicky apenas recuerda al presunto asesino, no le pone cara, sabe que es alto y que tenía la cabeza rapada. La Guardia Civil le persiguió ayer de mañana, por la carretera privada de la mina. El Opel Astra del huido se saltó un muro y siguió hasta que le dieron caza en Matarrosa. «Lo tenía todo planeado, espero que se pudra. No era la primera vez que la amenazaba, ni que la incordiaba o le pinchaba el coche, pero yo creo que ella no se esperaba algo como esto», lamenta.

Los vecinos tenían ayer un aspecto fantasmal, entre periodistas aquí y allá. En el Ayuntamiento se emitieron los manifiestos de rigor, condena y condolencias, y se decretaron tres días de luto.

El alcalde en funciones, Jaime Gareth Flórez, un minero a punto de jubilarse, recuerda que su mandato empezó hace años con otra muerte brutal en el pueblo, la de Sheila, una chica a quien encontraron muerta con un tiro. Todavía hay carteles en la zona que piden justicia. El caso no se ha resuelto. Y ahora deja la alcaldía con tres muertos a cuchilladas. No, ayer no tuvo un buen día.


La Audiencia Provincial condena a 89 años de cárcel al autor del triple crimen de Degaña

A. Rubio – La Nueva España

20 de febrero de 2014

La Sección 3ª de la Audiencia Provincial de Oviedo ha condenado hoy a José Manuel Álvarez Fernández a 89 años y dos meses de prisión por dar muerte al padre, al hermano y al novio de su exmujer, e intentar matar a ésta última y a su madre, en mayo de 2011, en Degaña.

En la sentencia se establecen 25 años de prisión por asesinato, 20 años por intento de asesinato, dos penas de 15 años por homicidio, 10 años por un delito intentado de homicidio, un año y dos meses por un delito de allanamiento de morada y tres años y un día por un delito de atentado.

La sentencia establece también la pena de privación del derecho a acudir y residir en el término de Degaña y Ponferrada por un periodo de 10 años más al de la duración de las penas privativas de libertad reseñadas y la pena de prohibición de aproximarse a menos de 500 metros a Silvia Brugos Rodríguez y a Isabel Rodríguez García de sus domicilios o centros de trabajo o formación, así como a cualquier otro lugar que las mismas frecuenten y de comunicarse con ellas, por cualquier tipo de medio, por el mismo periodo.

La sentencia establece una cantidad total de 1.270.497 euros en indemnizaciones por responsabilidad civil.

El autor del triple crimen recurrirá

La defensa de José Manuel Álvarez Fernández tiene previsto recurrir la pena, que ha considerado «excesiva». El abogado defensor, Javier Ordóñez, ha declarado momentos después de hacerse público el fallo que, en principio, sí que ve motivos para recurrir este fallo, sobre el que aún no había tenido tiempo de hablar con su cliente.

A falta de estudiar con detalle el contenido de la sentencia, la defensa de José Manuel Álvarez considera que hay base suficiente para apelar por error de apreciación en la prueba, porque, según Ordóñez, no recoge las circunstancias modificativas.

En su opinión, hay motivos suficientes para recurrir las circunstancias de ensañamiento y alevosía que recoge la sentencia.

Tras considerar que la pena impuesta a su cliente es «muy excesiva», el letrado ha señalado que también hay que destacar que el tribunal de la Audiencia Provincial de Oviedo que le juzgó no ha tenido en cuenta todas las tesis planteadas por la defensa.

Una tragedia que golpeó Degaña en 2011

Aquel 22 de mayo, Silvia Brugos estaba contenta, puesto que había sido elegida concejala en las elecciones municipales celebradas ese día. Estaba celebrándolo con los compañeros cuando recibió una llamada de su exmarido, con un terrible mensaje: «Ya eres concejala, seguro que estás muy contenta, pero lo vas a pagar».

Esa tarde, el presunto autor del crimen había estado con los hijos de 6 y 11 años de la pareja en la casa de su madre en Caboalles, en León, al otro lado del puerto de Cerredo. Luego los había dejado en la casa de su mujer, en el barrio de Otero de Degaña. Nada hacía presagiar la orgía de sangre que tendría lugar esa misma madrugada, hacia las cinco.

El exminero pinchó las ruedas de los dos coches de la familia, posiblemente para impedir que nadie pudiese huir, y, a continuación, forzó la puerta de la vivienda a golpes de maza. Esto, según la versión de las acusaciones, porque la defensa arguye que entró en la casa sin forzar la puerta.

Las primeras víctimas fueron la propia Silvia Brugos y su compañero sentimental, el profesor de Primaria Jorge Marqués, quienes dormían juntos y fueron apuñalados salvajemente. La mujer declaró que no había visto a su exmarido, porque la vivienda estaba en la más absoluta oscuridad, pero sí reconoció su voz mientras lanzaba salvajes gritos.

Luego se produjo la muerte a puñaladas de Manuel Ángel y Roberto Brugos, el padre y el hermano de la concejala socialista. La defensa sostiene que José Manuel Álvarez sólo intentaba llevarse a sus hijos y no entró en la vivienda armado. Según asegura, arrebató un cuchillo a los familiares, que le estaban atacando, y simplemente se defendió.


El Supremo rebaja en 10 años la condena por el triple crimen de Degaña

Deaceboyjara.com

14 de octubre de 2014

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha rebajado en diez años la condena impuesta al autor del triple crimen de Degaña (Asturias). el vecino de Caboalles de Abajo (León) José Manuel Álvarez Fernández, que el 23 de mayo de 2011 mató a cuchilladas a la pareja de su exmujer, así como al padre y el hermano de ésta. De igual forma causó heridas de carácter grave a su excónyuge y también a la madre de ésta.

Los hechos fueron juzgados en la Audiencia Provincial de Oviedo a principios de año y se condenó a Álvarez a penas que sumaban en conjunto 89 años de prisión, estableciendo en 40 años el máximo cumplimiento efectivo de la condena.

La defensa recurrió ante el Supremo que resolvió el 24 de septiembre con una disminución de los años que impuso la Audiencia Asturiana a 30, al considerar que la sala de instancia no tuvo en cuenta «la diferente tipificación de los delitos en concurrencia al establecer las penas».

La condena consideraba al acusado responsable de un delito consumado de asesinato, otro de intento de asesinato, dos homicidios consumados y un tercero intentado. A éstos se sumaban los delitos de allanamiento de morada y atentado a la agentes de la Guardia Civil. A éstos se suman otras penas accesorias y más de un millón de euros en indemnizaciones por responsabilidad civil.

El Supremo no atiende otros argumentos de la defensa como la inexistencia de ensañamiento, las eximentes de enajenación mental, miedo insuperable e incluso legítima defensa.

La Audiencia de Oviedo estableció cuarenta años de cumplimiento efectivo de pena al partir «de que dos delitos por los que se produjo la condena estaban conminados con una pena de prisión superior a veinte años» y, por tanto, en aplicación del Código Penal, corresponde fijar en cuarenta años la privación de libertad.

Pero la pregunta es, argumenta el Supremo, «si puede decirse lo mismo cuando, como en el supuesto a examen, uno de ellos se valoró como intentado». Se produce entonces, sigue el argumento, que al asesinato en grado de tentativa corresponde una pena de 5 a 20 años de prisión, motivo por el que el cumplimiento efectivo se fija en 30 años.

A raíz de ello, la Fiscalía sugiere la corrección de las penas de «los delitos intentados de homicidio y asesinato» de los que se encontró culpable al leonés, de manera que se penan con 10 años menos un día y 20 años menos un día respectivamente, cuando en la sentencia de la Audiencia de Oviedo se fijaban en 10 y 20 años. «Se trata de una petición legalmente fundada, que, además, aunque sea de forma puramente simbólica, beneficia al condenado, de modo que asimismo debe acogerse».

El homicida arrancó la vida a Jorge Marqués, que era novio de su exmujer, Silvia Brugos. También la del padre de ésta, Manuel Ángel Brugos Álvarez, de 61 años, y la del hermano de Silvia, Roberto Brugos, de sólo 33 años. A Silvia y a su madre, Alicia Rodríguez, les provocó numerosas heridas, pero ambas salvaron la vida. Y todo ello, en presencia de sus dos hijos, de seis y once años, Sergio y Marta.

Su huida duró poco, ya que la Guardia Civil lo detenía sólo unas horas después en el berciano municipio de Toreno.

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