James Eagan Holmes

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James Holmes

La masacre del cine de Aurora

  • Clasificación: Asesino en masa
  • Características: Tiroteo en un cine durante el estreno de la película «The Dark Knight Rises»
  • Número de víctimas: 12
  • Fecha del crimen: 20 de julio de 2012
  • Fecha de detención: Mismo día
  • Fecha de nacimiento: 13 de diciembre de 1987
  • Perfil de la víctima: Jonathan Blunk, 24 / Alexander J. Boik, 18 / Jesse Childress, 29 / Gordon Cowden, 51 / Jessica Ghawi, 24 / John Larimer, 27 / Matt McQuinn, 27 / Micayla Medek, 23 / Veronica Moser-Sullivan, 6 / Alex Sullivan, 27 / Alexander C. Teves, 24 / Rebecca Wingo, 32
  • Método del crimen: Arma de fuego
  • Lugar: Aurora, Estados Unidos (Colorado)
  • Estado: Condenado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional el 7 de agosto de 2015
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James Holmes – Un estudiante de 24 años irrumpe en el estreno de la película de Batman y mata a 12 personas

David Alandete – El País

21 de julio de 2012

Con un casco, una máscara de gas y un chaleco antibalas, vestido de negro como el villano de la última entrega de la saga fílmica de Batman, James Holmes, de 24 años, entró la noche del jueves por la salida de emergencia de la sala 9 del cine Century 16, en la localidad de Aurora, en Colorado, armado hasta los dientes. Abrió dos botes de gas y, aprovechando la confusión y la humareda, descargó varias ráfagas de fusil al techo, a modo de advertencia. Luego se paseó por la sala, desde la pantalla hasta la última fila, disparó a 71 espectadores, y abatió a aquellos que intentaban huir de forma desesperada.

Murieron 12 personas, y otras 59 resultaron heridas de diversa consideración. Se trata de la mayor matanza en Estados Unidos desde la ocurrida en la universidad de Virginia Tech en 2007, en la que el estudiante Cho Seng Hui aniquiló a 32 personas.

La masacre del instituto de Columbine, en la que dos alumnos asesinaron a 13 personas, ocurrió en 1999 a solo una treintena de kilómetros del cine donde en la madrugada del viernes se estrenaba, con mucha expectación, la última entrega de la serie Batman, con el título El caballero oscuro: la leyenda renace. El presidente Obama ha declarado cinco días de luto.

En muchas salas las entradas se habían agotado. Algunos de los seguidores más fieles del hombre murciélago habían acudido a los cines vestidos como sus héroes o villanos favoritos. Holmes -había comprado su entrada y dejó la puerta trasera abierta para poder entrar por ella más tarde- seguramente pasó desapercibido entre ese carnaval, con su máscara y su chaleco, un atuendo parecido al de Bane, el villano de la película.

A los reunidos en la sala 9 de los cines de Aurora, lo del gas les pareció primero un espectáculo montado por los dueños del cine, mera publicidad. Pronto descubrirían que las balas que habían de seguir eran muy reales.

Durante los casi 15 minutos en que Holmes se paseó por la sala, mató a 10 personas. A algunas les apuntó con su fusil a la cara. En otros casos, disparó hacia la salida principal, donde se agolpaban algunos espectadores presas del caos y del pánico. Una de las balas atravesó la pared e hirió a una persona en la sala contigua. Algunos fallecidos eran soldados, según informó posteriormente el Pentágono.

Los heridos fueron trasladados a seis hospitales; dos de ellos murieron cuando eran atendidos. Cuando la policía local de Aurora, que tiene su comisaría a tres manzanas del cine, llegó al lugar de los hechos, Holmes aún seguía apretando el gatillo.

Mientras los agentes trataban de tomar el cine, y gritaban a los espectadores que se tumbaran en el suelo, Holmes tuvo tiempo para salir al aparcamiento y dirigirse hacia su coche. Allí fue detenido sin oponer resistencia.

La policía le requisó dos pistolas automáticas Glock, una escopeta Remington y un fusil AR-15, tres de ellas se encontraban en el coche del sospechoso, la otra fue hallada en la sala del cine. Todas las armas y más de 6.000 municiones habían sido compradas de manera legal en los pasados meses en las tiendas Bass Pro Shops y Gander Mountain Guns.

En el momento del arresto, Holmes dijo a los agentes que su apartamento estaba lleno de explosivos. Según el jefe de policía de Aurora, Dan Oates, la vivienda estaba «repleta de trampas», con artefactos que parecían «muy sofisticados, inflamables o explosivos». Cinco edificios fueron desalojados. «Esto podría llevar días», dijo Oates, que indicó que el sábado los agentes intentarán entrar en el apartamento.

Una de las fallecidas es Jessica Redfield, una periodista deportiva que ya había sobrevivido a un tiroteo en Toronto (Canadá) en junio. Su hermano habló con un amigo de la joven que estaba en el cine y sobrevivió al tiroteo, y describió así el incidente en su blog: «Brent oyó gritar a Jessica y vio que le habían dado en la pierna. Brent le aplicó presión sobre la herida y trató de calmarla. En ese momento dieron a Brent en las piernas. Cuando aún atendía a Jessica, Brent se dio cuenta de que ya no gritaba. Dice que miró a Jessica y vio que tenía un orificio de entrada en la cabeza».

En las otras salas de cine -la nueva entrega de Batman se proyectaba en cuatro, con aforo completo- se oyeron los disparos y las alarmas. Algunos espectadores no les dieron importancia, pensando que eran bromas o parte de la proyección. Cuando vieron a gente correr, se fijaron en el hombre armado, disparando en la sala de al lado. Las grabaciones efectuadas con teléfono móvil y colgadas en Internet muestran un caos de gente huyendo hacia la calle, mientras se oyen de fondo los tiros.

Ante el temor de que a Holmes le salieran imitadores, la policía de Nueva York decidió incrementar anoche la seguridad en los cines que proyectaran la película de Batman. El FBI dijo que considera la masacre «un asunto aislado».

«Tenemos una investigación abierta sobre un tirador, y estamos colaborando con la policía de Aurora. No hay indicaciones, tan pronto en la investigación, de que haya ninguna relación con el terrorismo», dijo ese cuerpo de policía judicial en un comunicado.

James Holmes comparecerá ante un tribunal federal el próximo lunes 23, según informó la noche del viernes el jefe de policía de Aurora, Dan Oates. «Habrá justicia par estas víctimas. Esta justicia vendrá desde el tribunal».


«No parecía real, parecía una película»

Cristina F. Pereda / David Alandete – El País

21 de julio de 2012

El atacante, identificado como James Holmes, lanzó gases lacrimógenos antes de comenzar a disparar indiscriminadamente.

«Era como estar en una película». Así describieron muchos de los espectadores del cine Century XVI de Aurora, en Colorado, los menos de 15 minutos en los que James Holmes, de 24 años, enmascarado y vestido como un villano de los cómics de Batman, abrió fuego contra una sala en aforo completo. «No quieres creer que es real, pero lo es», decía Jacob King al diario The Denver Post, recordando cómo en un principio pensó que el sonido de las balas era parte de la película.

Una de las fallecidas fue Jessica Redfield, una periodista deportiva que ya había sobrevivido a un tiroteo en Toronto, Canadá, el pasado junio. Su hermano habló con un amigo de ella, que estaba en el cine y sobrevivió al tiroteo, y describió el incidente de este modo, en su blog: «Brent oyó gritar a Jessica y vio que le habían dado en la pierna. Brent le aplicó presión sobre la herida y trató de calmarla. En ese momento le dieron a Brent en las piernas. Cuando aun atendía a Jessica, Brent se dio cuenta de que ya no gritaba. Dice que miró a Jessica y vio que tenía un orificio de entrada en la cabeza».

Había cuatro salas, totalmente ocupadas, en las que se proyectaba a las 00:30 (las 08:30 en la España peninsular) El Caballero oscuro: La leyenda renace. Algunos espectadores de la sala número nueve vieron a un hombre coger el teléfono y salir por la salida de emergencia cuando comenzaban los títulos de crédito. Pasados unos minutos, esa misma puerta se abrió, y entró por ella alguien que parecía sacado de la propia película de Batman, ataviado con caso, máscara y chaleco antibalas.

«La película había empezado hacía unos 15 minutos y había disparos sonando en la pantalla. Pensamos que cuando entró en la sala formaba parte del estreno», dijo a CNN Quentin Caldwell, otro testigo de los hechos. En algunas ocasiones, en el pasado, los dueños de las salas de cine han animado la proyección con algún actor disfrazado.

Pero Holmes no era ningún actor. «Llevaba una máscara de gas y un chaleco antibalas. Estaba muy tranquilo, daba miedo, y esperó a que salieran los gases lacrimógenos para disparar», dijo Trey Freeman a CBS.

Una espectadora, Jennifer Seeger, recordaba cómo Holmes se detuvo delante de ella y le puso la boca del rifle en la cara. Estuvo así, mirándola, sin mediar palabra, durante un momento. Luego le disparó a la persona que estaba sentada tras ella. «No tengo ni idea de por qué no me disparó a mí», explicó Seeger al Denver Post. Aleatoriamente, Holmes fue eligiendo a algunas víctimas, para luego descargar ráfagas hacia la puerta de salida, hacia las paredes y hacia las butacas.


El tirador de Denver había planeado otra matanza simultánea

David Alandete – El País

22 de julio de 2012

Los explosivos hallados en la casa de James Eagan Holmes, detenido por la masacre, habrían volado su edificio.

El responsable de la masacre en un cine de Colorado, en la que fallecieron 12 personas en la madrugada del viernes, llevaba meses acumulando todo un arsenal de armas, y, según las primeras investigaciones de la policía, buscaba provocar otra matanza casi simultánea, al plagar su apartamento de explosivos, que podrían haber sido detonados de forma involuntaria por cualquier vecino.

El viernes, James Holmes, de 24 años, seguía sin colaborar con la policía, aunque disponía ya de representación legal. Lo único que reveló a los agentes fue lo que les dijo en el momento de su arresto, poco después de la matanza: que era el Joker, un villano de la saga de Batman, y que su casa estaba plagada de explosivos, ya desactivados por la policía.

A medianoche del jueves, cuando Holmes se dirigía al cine Century XVI, en la localidad de Aurora, donde se estrenaba El caballero oscuro: la leyenda renace, la última entrega de Batman, los altavoces de su apartamento comenzaron a emitir una música machacona y de elevado volumen. A diversos vecinos les molestó.

Al menos dos de ellos contaron a la policía que llegaron a golpear en la puerta, para que bajara la música. Kaitlyn Fonzi, de 20 años, llegó a intentar abrirla. Vio que el cerrojo no estaba echado, y decidió no entrar. Si es cierto, como sospecha policía, que el apartamento estaba preparado para estallar cuando alguien abriera la puerta, la decisión de Fonzi le salvó la vida a ella y, probablemente, a otros vecinos del edificio.

A la una de la madrugada dejó de sonar la música, programada de forma automática. Holmes estaba ya bajo custodia policial entonces, después de haber matado a 12 personas -entre ellas una niña de seis años- y herido a 58 en el cine, y haber sido arrestado en el aparcamiento del cine.

Los agentes del FBI se unieron pronto a los de la policía local de Aurora, y fueron a inspeccionar el apartamento. Allí, desde la ventana, vieron jarras repletas de líquidos no identificados, con munición y con lo que parecían proyectiles de mortero. Los tarros estaban unidos por un complejo tendido de cables, que según los agentes, había sido diseñado para estallar ante cualquier contacto.

A lo largo de toda la mañana del sábado miembros de la policía y de la Unidad de Explosivos lograron penetrar en la vivienda del sospechoso y desactivar los 80 explosivos que había dispuesto para que fueran detonados. Para los agentes es crucial llegar hasta el ordenador y los documentos personales de Holmes, para emplearlos como pruebas en la investigación, dado, sobre todo, el hecho de que el sospechoso ha decidido no colaborar con los agentes.

Holmes, natural de San Diego, se había licenciado en Neurociencia, con matrícula de honor, por la Universidad de California en Riverside en 2010. Posteriormente había iniciado los estudios de doctorado en la Universidad de Colorado en Denver, pero abandonó el programa en junio. El edificio donde residía antes de la matanza es una residencia de estudiantes, pacientes y empleados del Centro Médico de la Universidad de Colorado.

Desde mayo, Holmes se afanó en acumular todo un arsenal armamentístico. Al cine llevó cuatro armas: dos pistolas de calibre 40 con más de 1.000 balas para ellas; una escopeta Remington 870, con 300 cartuchos, y un fusil semiautomático Smith & Wesson AR-15, de calibre 223 con con un cargador especial que podía almacenar más de 100 proyectiles, que podía efectuar 50 ó 60 disparos es un solo minuto, para el que llevaba unas 3.000 balas. En total, según la policía, Holmes compró 6.000 proyectiles a través de Internet y en diversas tiendas. Las armas las adquirió de forma legal en dos tiendas: Gander Mountain Guns y Bass Pro Shops.

En otros comercios compró el atuendo que llevó al cine, y con el que pasó desapercibido porque muchos fanáticos de Batman acudieron a las salas vestidos como los héroes o villanos de la saga de cómic. «Lucía un casco balístico, un chaleco antibalas, mallas balísticas, un protector de cuello y un protector de ingles, además de una máscara de gas y guantes negros de combate», explicó en rueda de prensa el jefe de policía de Aurora, Dan Oates.

Según la policía de Nueva York, que recibió información de la de Aurora, Holmes se había teñido el pelo de rojo, y le había dicho a los agentes que era el Joker, el archienemigo de Batman.

Siete personas siguen este sábado en estado crítico. La policía de Aurora ha contactado con los familiares de las 12 víctimas. Estos se han quejado en las redes sociales de Internet de las demoras en el proceso de notificación. Algunos no supieron que sus seres queridos habían muerto hasta que no visitaron los seis hospitales que habían acogido a heridos, enseñando fotos a los médicos. A los agentes les llevó casi toda la jornada del viernes identificar los cadáveres y trasladarlos a la morgue.

El presidente Barack Obama, que declaró cinco días de luto por el suceso, tiene previsto viajar este domingo a Aurora para visitar a supervivientes del tiroteo y a sus familiares.


«Soy el Joker»

David Alandete – El País

29 de julio de 2012

James Holmes fue un brillante estudiante: se graduó con matrícula de honor e investigaba los desórdenes psiquiátricos con una beca exclusiva. Lo dejó todo semanas antes de adquirir unas armas para cometer una matanza en un cine. No tenía amigos.

La policía había tardado menos de dos minutos en llegar al cine Century 16, donde se proyectaba Batman. La comisaría de Aurora estaba a solo cuatro manzanas, y algunos espectadores habían llamado al número de urgencias desde dentro de la propia sala. Algunos agentes rodearon el edificio, y junto a un coche blanco vieron a un joven quitándose un casco y desajustándose un chaleco. Pensaron que era uno de ellos, hasta que dijo una críptica frase:

-Soy el Joker.

En apariencia, no había comparación entre la mente perturbada del Joker cinematográfico, una de las peores pesadillas de Batman, y el joven James Holmes, 24 años, natural de San Diego, hijo del gerente de una empresa informática y de una enfermera. De pequeño era bueno en el fútbol y en atletismo, pero era todavía mejor en los estudios.

Acudió con becas por mérito a la Universidad de California en Riverside, y se licenció en 2010 con matrícula de honor. Le gustaban los juegos de rol y la informática. Pasaba mucho tiempo solo y tenía más bien pocos amigos.

Horas después de la matanza (12 muertos y 59 heridos en el estreno de la última película sobre Batman en el Century 16 de Aurora, un distrito de Denver), cuando la policía reveló la identidad del joven al que había detenido en el aparcamiento, miles de periodistas buscaron su rastro en Internet.

Uno de ellos, en el canal televisivo ABC News, encontró a la madre de Holmes, Arlene, en un directorio telefónico. La llamó y le contó lo ocurrido. «Tiene a la persona correcta. Debo llamar a la policía… Debo ir a Colorado», dijo. Y colgó.

Aquella breve conversación se interpretó como un reconocimiento de que algo había preocupado a Arlene sobre su hijo. La familia, sin embargo, aclaró posteriormente en un comunicado que Arlene se había referido a sí misma cuando había dicho lo de «la persona correcta», y que en un principio pensó que su hijo estaba entre las víctimas.

Como si la pequeña localidad de Aurora fuera Gotham City, el hogar de Batman, y él mismo fuera efectivamente el Joker, Holmes había dejado otra trampa preparada para sus vecinos y la policía. Es un clásico en los cómics del llamado Caballero Oscuro: una mente perturbada, sea el Joker, el Pingüino o Dos Caras, siembra el caos en la ciudad con diversos ataques, en diversos puntos de la ciudad, perpetrados en el mismo instante.

En este caso, Holmes programó el aparato musical de su vivienda para que comenzara a emitir música atronadora a la medianoche del jueves, con un volumen tan elevado que sus vecinos tendrían que ir hasta su propia puerta a llamarle la atención.

Lo que hallarían sería su muerte: toda una trampa, capaz de hundir el edificio entero y matar a las decenas de personas que en él vivían. En su interior había 30 granadas dispuestas alrededor de 37 litros de gasolina. En varias jarras, había dejado numerosas balas y algunos cartuchos, que hubieran explotado en un incendio. Y sobre la nevera, había colocado un sistema de encendido, conectado con cables a las bombas, que se hubiera activado al abrir la puerta. La música sonó durante una hora, hasta la una de la madrugada del viernes.

Al menos a una vecina, la que residía bajo el apartamento de Holmes, Kaitlyn Fonzi, le molestó el ruido lo suficiente como para acudir al piso y aporrear la puerta, amenazando con llamar a la policía. Posó su mano sobre el pomo, y le dio la vuelta. Se dio cuenta de que el cerrojo no estaba echado. En ese momento pensó que en aquel apartamento había algo extraño, y decidió dar media vuelta y meterse de nuevo en la cama. Con toda probabilidad salvó su vida y la de los demás inquilinos de la residencia.

Fonzi vivía bajo Holmes, pero para ella era un completo extraño. La soledad del tirador se acrecentó en Aurora. Se le conocían pocos amigos, dentro o fuera del campus. Era uno de los pocos jóvenes blancos en un barrio repleto de latinos, algo depauperado y a manzanas controlado por diversas bandas callejeras.

Se le veía moverse en coche o, a veces, en bicicleta. Compraba cerveza en una tienda cercana a su casa y solía comer burritos en un restaurante llamado La California. Pasaba muchas horas en su pequeño apartamento de alquiler.

El año pasado, Holmes había logrado toda una gesta para un estudiante recién licenciado. Le habían concedido una beca del Instituto Nacional de Salud para estudiar neurociencia en la Universidad de Colorado en Denver. Solo se conceden seis al año.

Era el primer paso para lograr un doctorado en esa materia. Se le pagaba la matrícula y se le concedía un sueldo de 26.000 dólares (21.000 euros) anuales. Trabajaba en uno de los edificios del Centro Médico Anschutz y vivía en una de las residencias reservadas a profesores, estudiantes y empleados. Hablaba poco. Era más bien solitario. No trabó muchas amistades.

Su área de investigación era la fisiología del cerebro. Una de las clases que estudiaba se titulaba Fundamentos fisiológicos de los desórdenes psiquiátricos y neurológicos. Indagaba en la genética de las enfermedades mentales, una disciplina que se prevé muy útil para el tratamiento de dolencias como la esquizofrenia.

En junio, Holmes se sometió a sus primeras evaluaciones, después de dos semestres de investigación. Eran unos exámenes orales, que los alumnos suelen aprobar sin problemas. Él, sin embargo, suspendió. Tres días después informó a sus supervisores de que abandonaba el programa.

Aquel mismo día, el 10 de junio, Holmes compró su primera arma. Comenzaba ya a tramar la gran masacre del cine, todo un guión digno de una película de Batman, en la que él había elegido ser el villano.

Se hizo con todo un arsenal, comprando en las tiendas Gander Mountain Guns y Bass Pro Shops y en Internet: dos pistolas de calibre 40, con más de 1.000 balas; una escopeta Remington 870, con 300 cartuchos, y un fusil semiautomático Smith & Wesson AR-15, de calibre 223, con un cargador especial que podía almacenar más de 100 proyectiles, que podía efectuar 50 ó 60 disparos en un solo minuto y para el que llevaba unas 3.000 balas. En total, según la policía, compró 6.000 proyectiles.

Aislado y en detención preventiva, Holmes parece haber entrado en una suerte de deriva mental. A la vista preliminar de su juicio, el 23 de julio, acudió esposado, con el pelo mal teñido de color rojo, a retazos anaranjados. Sus ojos, verdes, aparecían vidriosos, fijados en un vacío inidentificable.

A veces parecía salir de su estupor, para observar con curiosidad al juez, a los fiscales, al resto de la sala. Luego volvía a mirar al suelo, o a la pared, fijado en una nada que solo él veía. El juez William Blair Sylvester le encargó entonces a los fiscales que ofrecieran una causa probable para el crimen antes de que comenzara formalmente el proceso.

En la soledad de su celda, Holmes parece ser otro. Escupe con frecuencia a los guardas, hasta el punto de que los que se hallan más cerca de su cámara deben llevar máscaras de protección. Según esos mismos guardas, cuando llegó al centro de detención, momentos después de haber matado a 12 personas, se sentó mirando a la pared, mientras sus cejas temblaban, casi la única evidencia de que era consciente de lo que acababa de hacer.

Los agentes de policía le habían puesto bolsas de plástico en las manos, para evitar que se desprendieran residuos de pólvora que le podrían incriminar en el juicio. Entonces comenzó a jugar con esas bolsas como si fueran marionetas de mano.

Antes de acudir al cine a efectuar una de las perores matanzas de la historia reciente de EE UU, Holmes creó un perfil en una página de perfiles para búsqueda de sexo llamada Adult Friend Finder. Su nombre: classicjimbo24. En su descripción: «Busco una aventura o una chica para pasar ratos de sexo. Soy un buen chico. Todo lo bueno que pueda ser alguien que participa en este tipo de sitios». Lo que buscaba: «Chicas. Parejas (hombres y mujeres). Grupos o parejas (dos mujeres) para chat erótico o correo. Relaciones discretas. Sexo en pareja o sexo en grupo (de tres o más)».

Y en la cabecera de su perfil, un detalle tan tétrico como crucial: «¿Vendrás a verme a la cárcel?». Holmes anticipaba ya durante la creación de ese perfil que podría acabar entre rejas. El perfil venía acompañado de unas fotos casi grotescas, con el pelo ya teñido de rojo para la masacre: un plano corto, con una mirada casi desafiante; y un plano más abierto, luciendo unos cascos de música, antepuesto a la foto de una mujer joven, que mira a cámara con cierta lascivia.

La misma semana en que Holmes perpetró su matanza envió un pequeño cuaderno a un psiquiatra de su universidad. En él había descrito diversos modos en los que pensaba aniquilar a gente. Era una llamada desesperada de atención, una confesión y, a la vez, una provocación. Con él no evitó la masacre. El paquete se quedó sin llegar a su destino, en una sala de reparto de correo, hasta que lo interceptó la policía, ya el lunes.

Los agentes descubrieron todo tipo de detalles, por escrito y en dibujo, de cómo Holmes tenía en mente matar a otras personas. Cuando salió a la luz, Holmes ya se hallaba en prisión preventiva, y los fiscales ya buscaban un posible motivo para la matanza.

Puede que el Holmes que ha visto brevemente el mundo, en el banquillo de los acusados, no sea el Holmes que ahora aguarda juicio. Antes de que comience el proceso, debe ser sometido a un análisis psiquiátrico pormenorizado. Los médicos se han dado cuenta de que no siempre se halla en ese estupor que mostró ante el juez. Según algunos de los guardas de su prisión, a veces reacciona, y no sin dar muestra de una profunda crueldad, les pregunta: «¿Visteis la película? ¿Me podéis contar entonces cómo acaba?».

Diez minutos después de que comenzara la película, la salida de emergencia se abrió. Una figura, que parecía salida de la propia pantalla, con un casco, una máscara de gas, y un abultado chaleco antibalas bajo una gabardina, se recortó en la oscuridad, contra la luz de una farola exterior.

En el cine se proyectaba la última entrega de Batman, El Caballero Oscuro: la leyenda renace. Las balas y explosiones resultaban atronadoras en la ficción. Parecía que James Holmes, de 24 años, hubiera bajado a visitar a los espectadores apeado de la propia pantalla. En una mano, un fusil semiautomático. En la otra, un rifle. En los bolsillos, dos botes de gas y una pistola de mano. Y en la mente, un minucioso plan de ataque.

Holmes, un adelantado estudiante de neurociencia, y alguien que había investigado en detalle el cerebro humano, había planificado su operación con una pericia pérfidamente magistral para convertir aquella sala en una ratonera. Era la medianoche del día de estreno de una muy esperada película.

Los seguidores de Batman habían anunciado en Internet que acudirían a los cines vestidos como sus héroes y villanos favoritos. Otras salas, en el pasado, habían introducido actores disfrazados en proyecciones de filmes de acción o de terror. En cierto modo fue lógico que nadie reaccionara al ver entrar a Holmes en la sala con semejante atuendo. Llevaba también 6.000 proyectiles. Y, entonces, perpetró la matanza.

Las víctimas de la matanza

Veronica Moser-Sullivan. 6 años. Acudió al cine con su madre, de 25 años, que quedó herida grave. Hace dos meses había muerto su abuelo materno, con el que vivían ambas. Sin recursos, se habían mudado a casa de un tío de la madre. La madre se había matriculado en una clase de enfermería para sacar a su hija adelante.

Jesse E. Childress. 29 años. Había acudido junto a otra víctima, John Larimer, al estreno de la película. Era operador de sistemas informáticos en la base de la Fuerza Aérea de Buckley, en la localidad de Aurora. Sus compañeros de filas le definían como un apasionado de los bolos.

Alexander J. Boik. 18 años. Iba a estudiar en el Colegio de Arte y Diseño Rocky Mountain en el próximo semestre. Le gustaba la cerámica, y quería ganarse la vida con ella. Se hallaba en el cine junto a su novia, con la que tenía planeado casarse. Su primo también acudió a ver la película, y quedó herido de gravedad.

Micayla Medek. 23 años. Trabajaba en un restaurante de comida rápida. En su página de Facebook se definía como «una chica simple e independiente». Sus familiares estuvieron 20 horas sin confirmación por parte de las autoridades de que su hija había fallecido. Acudieron a todos los hospitales de la zona, enseñando fotos.

Jessica Ghawi. 24 años. Periodista deportiva que se abría camino en el mundo de la televisión. En junio escapó ya a un tiroteo en Canadá. Acudió al cine con un amigo. Estuvo enviando mensajes en la red social de Twitter desde dentro de la misma sala, hasta que comenzó la proyección. El tirador le disparó a la cabeza.

Alexander Teves. 24 años. Se había graduado en orientación psicopedagógica y quería ser psiquiatra. Para su novia, Amanda Lindgren, fue un héroe. Cuando el tirador comenzó a disparar, se abalanzó sobre ella, y la protegió con su cuerpo, evitando su muerte, pero falleciendo él mismo en ese último acto de sacrificio.

Jonathan T. Blunk. 26 años. Veterano de la Marina de EE UU, su sueño era volver a filas y acabar en el equipo de élite de los Navy SEALS. Entrenado para mantener la calma en combate, protegió con su cuerpo a su amiga, Jansen Young, y le salvó la vida por ello. Estaba separado, y era padre de dos hijos, de cuatro y dos años.

Alex Sullivan. 27 años. Había acudido al cine en una doble celebración: su cumpleaños y su primer aniversario de boda. Era un apasionado del cine y, según su familia, había trabajado ocasionalmente en alguna sala para poder conseguir entradas de forma gratuita.

Matthew McQuinn. 27 años. Empleado en un centro comercial de Denver, acudió al cine con su novia y con el hermano de esta. Se abalanzó sobre ellos para protegerles en cuanto James Holmes comenzó a disparar dentro del cine. Era de Ohio y se había mudado con su novia a Colorado el pasado otoño.

John Larimer. 27 años. Soldado en activo desde hacía un año, estaba destinado a la Base de la Fuerza Aérea Buckley, donde se dedicaba a técnicas de descodificación de mensajes. Natural de Chicago, era el menor de cinco hermanos.

Rebecca Wingo. 32 años. Madre soltera de dos niñas, de nueve y cinco años, era una apasionada de los idiomas. A los 20 había aprendido mandarín y trabajaba como traductora para la Fuerza Aérea, en una base de Hawaii. Recientemente había cambiado de empresa y anhelaba convertirse en trabajadora social.

Gordon Cowden. 51 años. Natural de Tejas, trabajaba en el sector inmobiliario y tenía cuatro hijos, con dos de los cuales acudió al cine. En su servicio funerario, estos dos recordaron las últimas palabras de su padre: «Os quiero. Os quiero a los dos». Los hijos resultaron ilesos.


James Holmes, ¿un cerebro enfermo o un hombre malvado?

María Elena Navas – BBC Mundo

Cada vez hay más detalles sobre la salud mental del supuesto autor de la matanza en Colorado, James Holmes, que esta semana debe ser acusado formalmente del tiroteo en un cine que causó la muerte de 12 personas.

Se informó que el supuesto autor de la matanza de Colorado estaba siendo tratado por un psiquiatra en su universidad.

Se informó que el sospechoso estaba siendo tratado por un psiquiatra en la universidad donde estudiaba.

También se dijo que el individuo de 24 años había enviado a la universidad un cuaderno con apuntes donde describía la matanza.

Los hechos han abierto una vez más el debate de si este tipo de actos son producto de un cerebro enfermo, o se trata de un hombre malvado que debe ser responsable por sus acciones y, por consiguiente, castigado por ellas.

Neurociencia y cerebro

Hace cientos de años se considerada que la locura y las conductas insanas eran resultado de una posesión del demonio y por lo tanto la única cura posible era el exorcismo.

Pero en las últimas décadas, gracias a los avances en la neurociencia y a que ahora es posible «observar» con escáneres el funcionamiento cerebral, los científicos han sido capaces de demostrar lo que ocurre en el cerebro de los seres violentos, sociópatas y psicópatas.

Ahora se sabe, por ejemplo, que los psicópatas presentan anormalidades en las regiones cerebrales asociadas al procesamiento de las emociones y las intenciones.

En un estudio reciente, publicado en Archives of General Psychiatry, el doctor Nigel Blackwood, del Instituto de Psiquiatría del King’s College de Londres, sometió a escáneres cerebrales a unos 70 adultos varones acusados de crímenes violentos.

Algunos habían sido diagnosticados con trastorno de la personalidad antisocial, también llamado sociopatía, y otros tenían ese trastorno y además mostraban además psicopatía.

Encontró que los que tenían psicopatía mostraban volúmenes «significativamente más reducidos» de materia gris en la corteza prefrontal que los sociópatas y los adultos sanos.

«El daño en estas áreas está vinculado con una dificultad para empatizar con otras personas, una pobre respuesta al miedo y la angustia y una falta de emociones de autoconciencia, como culpabilidad o vergüenza», explica el científico.

«Poder identificar y diagnosticar a este subgrupo de individuos violentos con escáneres cerebrales tiene implicaciones importantes para el tratamiento», agrega.

Pero cuando se ven las acciones de estos individuos, como podría ser el caso de James Holmes, no todos están convencidos del argumento de «mi cerebro me hizo hacerlo».

Para algunos expertos, estos individuos están fingiendo una psicopatía para ser liberados de sus obligaciones y mitigar su responsabilidad criminal.

Esa es la opinión de Ricardo Magaz, presidente de la Sociedad Científica Española de Criminología.

«Yo no estoy por esa teoría de que el cerebro me llevó a esta locura transitoria», explica a BBC Mundo.

«Los criminalistas nos basamos en la ciencia empírica, y ya hay varias teorías que han intentado explicar porqué se llevan a cabo estos actos».

«Por lo que sabemos hasta ahora del caso de Colorado, lo que se deduce es que no es posible que alguien calificado como un joven brillante y con mucha promesa pueda llevar a cabo esta atrocidad sin que su cerebro esté pasando por un proceso complicado».

«De acuerdo con la ética y la moralidad, ciertamente está enfermo. Pero si aplicamos los patrones criminológicos hay muchas cosas que pueden explicar sus actos: cuál es la razón de porqué lo hizo, el móvil y el propósito».

«Por eso ahora lo principal será diagnosticar el comportamiento de este individuo. ¿Es un sociópata o un psicópata?».

«Mi teoría es que estamos ante un psicópata con rasgos de sociópata. Su conducta es irracional, es carente de propósito, no hay un móvil».

«Por otro lado hay que ver si tiene conciencia del mal causado. El psicópata no tiene empatía y no tiene conciencia del mal casuado. El sociópata si puede tenerla», señala Ricardo Magaz.

Atenuante

Según el criminólogo, clasificar a Holmes como enfermo mental será liberarlo de su responsabilidad y además, agrega, «es la explicación más fácil en este caso».

«La sociedad ante este tipo de transgresiones terribles suele tener tendencias a decir que el perpetrador es un loco y un demente, porque de otra forma no se explica porqué lo hizo».

«Porque si este individuo no está «loco» y no tiene un problema cerebral, entonces como sociedad tenemos un problema: algo ha fallado en el sistema».

Estas fallas del sistema, dice Magaz, se explican cuando el sospechoso proviene de un mundo marginal, de una familia desestructurada, o es un adicto compulsivo a drogas u otras sustancias.

Pero por lo que se sabe hasta ahora éste no parece ser el caso con Holmes.

Según el criminólogo la hipótesis de que una mala función cerebral lo llevó a hacerlo puede ser posible y cierta, pero es la teoría que frente a los códigos penales se presenta como un atenuante que mitigará su pena.

«Esto beneficia al reo. Si este individuo es considerado enfermo mental y si el acto fue producto de que su cerebro no funcionaba bien, su pena será menor».

«Además, en Colorado evitaría la pena capital y no sería internado en una prisión convencional sino en un centro psiquiátrico».

«Y esto conllevaría a una segunda victimización de las víctimas, es decir, sería un doble sufrimiento tanto para los heridos como los familiares», expresa Ricargo Magaz.


El autor de la masacre de Aurora se enfrentará a la pena de muerte

Cristina F. Pereda – El País

1 de abril de 2013

La pena de muerte fue instaurada en Colorado en 1975 y desde entonces el Estado sólo ha ejecutado a un condenado.

Los fiscales del Estado de Colorado anunciaron este lunes que pedirán la pena de muerte contra James Holmes, acusado por la masacre del cine de Aurora que el pasado mes de julio costó la vida a 58 personas e hirió a otras 12 [costó la vida a 12 personas e hirió a otras 58]. Holmes se declaró culpable el mes pasado para evitar la máxima condena, pero la acusación lo ha rechazado.

«La justicia en este caso es la muerte», aseguró el fiscal del Distrito Arapahoe de Colorado, George Brauchler, al anunciar su decisión. Holmes se enfrenta a 166 cargos por asesinato e intento de asesinato por la matanza que perpetró durante el estreno de la última película de Batman en una sala de cine de la localidad de Aurora y podría ser condenado a la pena capital.

La defensa de Holmes ha alegado durante el comienzo del proceso judicial que el acusado padece demencia y que no está cualificado para declarar en el juicio que comenzará el próximo 5 de agosto. En las últimas semanas, el joven accedió a declararse culpable y cumplir la cadena perpetua sin posibilidad de obtener la libertad condicional, siempre que la acusación rechazase pedir la pena de muerte.

Brauchler respondió a los abogados de Holmes que su estrategia «respondía al único propósito de aumentar su publicidad antes del juicio», según los documentos presentados ante el juez. «La única conclusión que podemos sacar es que el acusado sabe que es culpable, sus abogados saben que es culpable y todos saben que no estaba loco».

Los abogados del sospechoso han afirmado en anteriores audiencias con el juez que Holmes ha sido hospitalizado en dos ocasiones, que en una de ellas «por lesiones auto infligidas» y que los responsables de la prisión estimaron que el joven constituía una amenaza para sí mismo.

Holmes, de 25 años, todavía no ha declarado oficialmente su falta de capacitación mental -algo que deberá confirmar después un psiquiatra independiente-, pero las pruebas obtenidas durante el día de la masacre podrían dificultar la labor de sus abogados. El joven, estudiante de neurociencia hasta meses antes del ataque, contaba con numerosas armas y artefactos químicos en su apartamento.

Allí había preparado una serie de explosivos que estallarían con la llegada de la policía. El acusado dejó además música a un alto volumen para llamar la atención de los vecinos pero estos, aunque llamaron al servicio de emergencias para denunciar el ruido, nunca intentaron entrar en la vivienda.

El juez del caso considerará todas estas pruebas, además de otros documentos como imágenes de los explosivos tomadas con el teléfono móvil de Holmes, o un cuaderno que envió a su psicóloga en la Universidad de Denver el día antes de la masacre. Esas páginas se han convertido además en otra ramificación del juicio ya que una reportera estadounidense reveló parte de su contenido y podría verse obligada a declarar también.

La pena de muerte fue instaurada en Colorado en 1975, pero desde entonces el Estado sólo ha ejecutado a un condenado, en 1997, por la violación y asesinato de una mujer. La cámara legislativa estatal debatió este mismo año si revocar la pena de muerte, pero la propuesta de ley fue rechazada.

Desde la matanza en el cine de Aurora, y tras el suceso similar en la escuela infantil de Sandy Hook, en Connecticut, Colorado se ha convertido en uno de los Estados más activos en la aprobación de nuevas leyes para regular la posesión de armas. La mayoría demócrata ha logrado imponer en las últimas semanas restricciones similares a las que defiende el presidente, Barack Obama, a nivel federal. Como reconocimiento, Obama viajará esta semana a Aurora para continuar su campaña a favor de nuevas regulaciones.


EE.UU.: la mayor selección de jurados de la historia para el juicio de la masacre de Batman

BBC Mundo

23 de enero de 2015

Los tiroteos que de vez en cuando ocurren en Estados Unidos con resultado de múltiples muertes suelen incluir, casi siempre, la del propio autor.

Pero no fue ese el caso de James Eagan Holmes, el joven acusado de matar a 12 personas en octubre de 2012 cuando irrumpió en un cine de Aurora, Colorado, durante el estreno de una película de Batman.

Dado lo inusual de que haya sobrevivido, lo extraordinario del juicio: no será fácil encontrar a doce jurados imparciales que no se hayan formado una opinión sobre esos eventos

Y además, que se puedan permitir dejar de ir al trabajo por el tiempo que dure el proceso.

De hecho, las autoridades enviaron 9.000 citaciones, la mayor operación de selección de jurados de la historia. No lograron hacer llegar dos millares de cartas, así que resultaron ser sólo 7.000 los notificados; aún así, se trata de una cifra récord.

En comparación, para el juicio de Dzhokar Tsarnaev, el hombre acusado del atentado del maratón de Boston en 2013, fueron convocados 3.000.

Para el proceso contra el exfutbolista O.J. Simpson en 1994, uno de los casos más profusamente cubiertos por los medios, fueron llamados 1.000.

La experta en selección de jurados Margie Fargo, presidenta de Jury Services Incorporated, una empresa que asesora a abogados en la documentación e investigación de casos, señala que en estas situaciones, para evitar un proceso tan oneroso simplemente con un cambio de sede a un lugar no tan impactado por los eventos.

«Normalmente, la razón por la que el juez no cambia la sede es política, como que haya actores que presionan para que se quede en el lugar original para sacar adelante su propia agenda», le dijo a BBC Mundo.

Perfil mediático

El caso de James Eagan Holmes dominó los medios de comunicación apenas se conoció la noticia de la masacre ocurrida en la sala donde se estrenaba Batman: The Dark Knight Rises (Batman: el caballero de la noche asciende, en América Latina y El caballero oscuro: la leyenda renace, en España).

Los fiscales acusan a Holmes de varios asesinatos, consumados y en grado de tentativa, y pedirán la pena de muerte.

Por su parte, el acusado se declaró inocente. Sus abogados alegan demencia. Es decir, no tiene salud mental como para distinguir lo correcto de lo malo, y por tanto no puede ser considerado culpable.

El hecho de que la matanza hubiera estado durante días en los medios hace extremadamente complicado encontrar a alguien imparcial para el juicio.

Fargo le explicó a BBC Mundo que el alto perfil que adoptaron los hechos hace que «muchos potenciales jurados ya tengan una opinión formada respecto al que debería ser el veredicto o sentencia».

«También muchos pueden conocer a alguien relacionado de alguna forma con las víctimas, familiares o hasta con abogados y fiscales», agrega.

Pena de muerte

Fargo explica que otro elemento que llevó a hacer una convocatoria tan grande es lo largo que se prevé sea el juicio.

«Las empresas no están obligadas a seguir pagando al empleado que está ausente por el juicio y los estados pagan poco», señala Fargo.

En concreto, en el caso de Colorado, la experta señala que los jurados reciben una dieta diaria de US$4 y US$40 en juicio federal, muy poco si se compara con los salarios medios de la zona.

Así pues, no serán pocos aquellos que pongan como excusa para quedar exentos la cuestión económica.

Y sobre todo está el asunto de que uno de los posibles desenlaces es la imposición de la pena de muerte y el jurado debe ser alguien abierto a que ese sea el caso.

«Muchos en Colorado se oponen por sus convicciones religiosas -hay una gran población católica- o morales -los liberales están en desacuerdo- y por tanto serán excusados», explica Fargo.

Además está el elemento estratégico de abogados y fiscales ejerciendo su derecho a solicitar que se recuse a quienes no se ajustan al perfil de su preferencia.

«Los fiscales buscan a quienes se oponen a la pena de muerte para excluirlos», explica la asesora legal Laura Dominic, experta en selección de jurados del bufete de abogados Tsongas.

«La defensa busca a los llamados «autómatas de la pena de muerte», los que dicen que están totalmente a favor en general o quienes dicen que lo están en casos de homicidios múltiples, o en este caso en particular».

Escrutinio

Dominc le explicó a BBC Mundo que lo potenciales jurados son llamados tras una selección aleatoria.

Para ello se emplean las de bases de datos públicas como las del Departamento de Tráfico o el registro de votantes, aunque hay estados que usan además otras listas.

Y el otro elemento que contribuye a que los notificados hayan sido tantos es que tienen que ser ciudadanos y en las listas de tráfico no todos lo son.

Una vez filtrados los no ciudadanos, Dominic señaló que «los seleccionados son convocados en el juzgado y sometidos a escrutinio».

Eso se hace con cuestionarios en los que se les pregunta por su procedencia, educación, familia, los medios por los que se informan, lo que saben del caso.

Todo, para filtrar a los no adecuados, los que no cumplen los requisitos legales o que no se lo pueden permitir económicamente.

Y llegar así al grupo de doce jurados y doce suplentes imparciales que exige la ley estadounidense.


5 datos que debe conocer sobre James Holmes y su condena perpetua

MiamiDiario.com

5 de agosto de 2015

Tres años después de un tiroteo que conmocionó al país, el acusado de perpetrarlo, James Holmes, fue declarado culpable de asesinar a 12 personas y herir a otras 70 durante la proyección de una película de Batman en un cine de Colorado, lo que podría valerle la pena de muerte.

Un jurado ha emitido un veredicto encontrando al asesino del teatro Aurora, James Eagan Holmes, como elegible para se penalizado con la pena de muerte durante la segunda fase del proceso de sentencia.

Los miembros del jurado en Colorado deben deliberar tres veces antes de sentenciar a un asesino condenado a muerte. Los veredictos en las tres fases deben ser unánimes. La decisión ahora deja el juicio en su tercera fase, etapa en la que se tomará una decisión final sobre si Holmes (27) es condenado a muerte o cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.

El jurado, compuesto por nueve mujeres y tres hombres, deliberó durante sólo tres horas. Holmes fue declarado culpable el mes pasado con la suma de 165 cargos en su contra, entre ellos 24 cargos de asesinato en primer grado.

Holmes asesinó a 12 personas e hirió a otras 70 durante el ataque al teatro Aurora durante el mes de julio de 2012.

Esto es lo que usted debe saber acerca del proceso de Holmes:

1. Decisión contundente: El jurado llegó a una severa conclusión durante la primera fase del juicio de sentencia el 23 de julio, decidiendo que los asesinatos eran lo suficientemente atroces para sentenciarlo bajo la pena de muerte. Durante esa fase del juicio no se presentaron testigos y ambas partes esperaban que la decisión se tomara en base al criterio de lo atroz de los asesinatos.

2. Condición clave: Durante la segunda fase del juicio de sentencia, el abogado defensor argumentó que los jurados deberían perdonar la vida de Holmes a causa de factores atenuantes, incluyendo su enfermedad mental. Los miembros del jurado escucharon el testimonio de los padres de Holmes, amigos, antiguos profesores y un psiquiatra designado por el tribunal. La defensa pública argumentó que si Holmes hubiese padecido alguna enfermedad mental él nunca se habría teñido el pelo de anaranjado, nunca habría comprado todas esas armas/municiones y la tragedia se hubiese evitado.

3. Testigos clave: La tercera fase del juicio de pena de muerte incluirá testimonios de los familiares de las 12 víctimas. Holmes fue declarado culpable de asesinar a Jonathan Blunk, 26; Alexander Boik, 18; Jesse Childress, 29; Gordon Cowden, de 51 años; Jessica Ghawi, 24; John Larimer, 27; Matt McQuinn, de 27 años; Micayla Medek, 23; Verónica Moser-Sullivan, 6; Alex Sullivan, de 27 años; Alejandro Teves, 24; y Rebecca Wingo, de 31 años.

4. Proceso extenso: El juicio comenzó en enero con la selección del jurado. La exposición de Argumentos de apertura inició en abril y el jurado hicieron declaró culpable a Holmes en julio. El proceso es uno de los más largos en la historia de Colorado.

5. Dato curioso: Holmes sería la primera persona condenada a muerte en Colorado desde que Robert Ray, a quien se le dio la pena de muerte en 2009 por el asesinato 2005 de los testigos en su juicio por asesinato. Ray se unió en el corredor de la muerte a su cómplice en ese caso, Sir Mario Owens, que fue condenado a muerte hace siete años, y Nathan Dunlop, quien ha estado en el corredor de la muerte por más de 19 años por matar a cuatro personas, en un robo a un Chuck E. Cheese.


Cadena perpetua para James Holmes, autor de la masacre en un cine de EE.UU. en 2012

Elmundo.es

8 de agosto de 2015

El jurado del juicio contra James Holmes, culpable de matar a 12 personas en un cine de Aurora (Colorado, EEUU), condenó este viernes a cadena perpetua al autor del tiroteo que estremeció a Estados Unidos en 2012.

Holmes, quien también hirió a 70 personas, fue encarcelado de por vida al no alcanzar los doce miembros del jurado un veredicto unánime, requisito necesario para la pena de muerte.

El jurado había descartado anteriormente pedir el ingreso de Holmes en un centro psiquiátrico, por lo que las posibilidades de hoy se reducían a la pena de muerte o cadena perpetua.

De pie y con las manos en los bolsillos, Holmes asistió a la lectura de la sentencia por el juez Carlos Samour en los juzgados del condado Arapahoe en Centennial (Colorado).

El veredicto de cadena perpetua es sin posibilidad de revisión para optar a la libertad condicional.

Hace tres años, el hoy condenado lanzó gas lacrimógeno en un cine de Aurora (Colorado) en el que se proyectaba la película de Batman The Dark Knight Rises, y después tiroteó a los asistentes, lo que causó la muerte de 12 personas y heridas a otras 70.

El joven, que entonces tenía 24 años, fue detenido a las afueras del lugar por la policía, ante la que se identificó como el «Joker» («Guasón»), uno de los enemigos de Batman en la historia de ficción.

El pasado 16 de julio, Holmes fue declarado culpable de 165 cargos, 24 de ellos por asesinato en primer grado, después de 11 semanas de juicio, los argumentos de 250 testigos, la muestra de 1.500 fotografías y la proyección de 24 horas de vídeo.

Los familiares de las víctimas, decepcionados

Asistieron varios familiares de los fallecidos y víctimas directas que resultaron heridas en el ataque, por lo que, como ha sido habitual a lo largo de todo el proceso, la sala vivió momentos de extrema angustia y conmoción.

En el momento en que el juez leyó la condena a cadena perpetua, varias de las víctimas y familiares se levantaron repentinamente y abandonaron la sala.

«Todos vosotros seréis parte de nuestros corazones y de nuestros rezos. Sólo deseo que algún día encontréis la paz», se dirigió a las víctimas y familiares a la salida de los juzgados el jefe de bomberos de Aurora, localidad del estado de Colorado donde ocurrió el tiroteo, Mike García.

Robert Sullivan, abuelo de una niña de 6 años, Veronica, que murió en el ataque, no pudo contener la desolación y acusó a uno de los miembros del jurado de haberse «infiltrado» con el único objetivo de evitar la condena a pena de muerte «pasase lo que pasase».

«Siempre supimos que esto era una posibilidad», lamentó Sullivan, quien aseguró que la decisión de hoy sólo «profundiza la herida» de su familia.

Como Sullivan, varias víctimas y familiares se pronunciaron a lo largo del proceso a favor de la pena de muerte para Holmes, aunque también hubo algunos que no apoyaron esa petición.

«Gracias, miembros del jurado, por dejar que la razón y no la emoción guiase vuestra decisión», escribió en su cuenta de Twitter el hermano de Jessica Ghawi, también fallecida a causa de los disparos de Holmes.


La masacre de Aurora de 2012

Wikipedia

La masacre de Aurora de 2012 fue un caso de asesinato masivo que tuvo lugar el viernes 20 de julio de dicho año durante el estreno de la película The Dark Knight Rises (El caballero de la noche asciende) de la saga Batman, en el condado de Aurora (Colorado, Estados Unidos).

Fue un ataque armado en un cine Century 16, el cual dejó doce muertos y otros cincuenta y nueve heridos. De los fallecidos, diez murieron durante el tiroteo y dos mientras eran atendidos en hospitales. Con un total de setenta y una víctimas, fue el mayor tiroteo masivo en la historia de los Estados Unidos hasta el tiroteo masivo de Orlando.

El agresor, de 24 años e identificado como James Eagan Holmes, nació el 13 de diciembre de 1987 y era estudiante en la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado, aunque había abandonado los estudios en junio de 2012. Holmes fue inmediatamente detenido tras la masacre.

Los heridos fueron atendidos en varios hospitales, incluyendo un hospital improvisado en la escena del ataque. Testigos no lesionados fueron trasladados a la Gateway High School para sesiones informativas.

Tiroteo

El ataque ocurrió en el Cine 9 al lado del Centro de la Ciudad en Aurora. Se informó que el tirador entró al cine a través de una puerta de emergencia alrededor de media hora después de iniciada la película, usando una máscara antigás y un chaleco antibalas.

El jefe de la policía de Aurora, Dan Oates, dijo en una conferencia de prensa que el sospechoso utilizó dos dispositivos para distraer a los miembros de la audiencia, que «encendió un cigarro o algo» en el cine, antes de usar un fusil semiautomático AR-15, una escopeta Remington calibre 12, y una pistola calibre 40 para disparar contra la multitud del cine. Se le encontró una segunda pistola Glock en el auto Hyundai blanco detrás del cine.

De acuerdo a las fuentes del FBI, el pistolero aparentemente abrió una puerta de emergencia en la parte trasera del cine, para ir a su coche para prepararse, y así poder entrar fácilmente al cine para comenzar su ataque. La mayor parte de la audiencia no encontraron al tirador como una amenaza cuando entraron al cine. Vestía un disfraz, pero también otros se habían disfrazado para la película y pensaron que el pistolero estaba haciendo una broma, hasta que lanzó granadas de gas y comenzó a disparar sus armas. Otros presentes pensaron que los disparos era una parte de los efectos especiales de la película.

Alrededor de «la primera escena con armas», un hombre enmascarado tiró una granada de humo, que oscureció parcialmente la vista del público. El pistolero sacó un fusil y abrió fuego contra el público, y se detuvo solo para recargar su arma. Primero le disparó a la parte posterior de la sala, y luego apuntó hacia la gente que estaba tratando de escapar por los pasillos. Algunas balas penetraron la pared del cine e hirieron a personas en la sala número 8, donde se estaba proyectando la misma película.

Tras salir, un miembro de la audiencia vio al tirador ir hacia la salida y le bloqueó el paso al sostener la puerta de emergencia cerrada mientras el atacante golpeaba el otro lado de la puerta.

Las llamadas de emergencia se hicieron a las 12:39 a.m., y la policía llegó menos de noventa segundos después, casi inmediatamente para aprehender al sospechoso al entrar a la escena. Los investigadores creen que el tirador actuó por su cuenta y las acciones no eran parte de un ataque de una organización terrorista. La policía luego entrevistó a doscientos testigos para entender cómo se llevó a cabo el ataque.

Víctimas

En total murieron doce personas; diez murieron en la escena y otras dos fueron declaradas muertas en los hospitales locales. Los informes iniciales dijeron que cincuenta o cincuenta y tres personas fueron heridas. Los números fueron posteriormente actualizados a setenta y una personas tiroteadas, con doce muertos y cincuenta y nueve heridos.

Los heridos fueron tratados en Children’s Hospital, Denver Health Medical Center, Medical Center of Aurora, Parker Adventist Hospital, Rose Medical Center, Swedish Hospital, y University Hospital, como también un hospital improvisado establecido en la escena del ataque. Los testigos no lesionados fueron transportados a la Escuela Gateway para presentar sus informes. Las edades de las víctimas van desde 3 meses a 51 años, el niño de tres meses de edad fue dado de alta después de ser tratado.

La primera víctima mortal identificada fue Jessica Ghawi, una periodista deportiva de 24 años de edad que tenía un bolígrafo con su nombre. Había previamente sobrevivido al tiroteo en Toronto Eaton Centre el 3 de junio de 2012. También se confirmó que un marinero y dos aviadores de la Armada de los Estados Unidos y la Fuerza Áerea, estuvieron en el escenario del tiroteo. Los dos pilotos resultaron heridos.

La víctima más joven fue una niña de seis años de edad, atendida en el Children’s Hospital Colorado quien falleció producto de las heridas.

El 22 de julio, el presidente Barack Obama viajó a Colorado para reunirse con las víctimas de la masacre. La visita fue para reunirse brevemente con las autoridades locales y reconfortar a los familiares de las víctimas, entre ellos más de medio centenar de heridos.

Lista de personas fallecidas

  • Jessica Ghawi (24 años).
  • Alex M. Sullivan (27 años).
  • Gordon W. Cowden (51 años).
  • Jesse E. Childress (29 años).
  • Jonathan T. Blunk (26 años).
  • John T. Larimer (27 años).
  • Matt McQuinn (27 años).
  • Micayala C. Medek (23 años).
  • Rebecca Ann Wingo (32 años).
  • Veronica Moser-Sullivan (6 años).
  • Alexander J. Boik (18 años).
  • Alexander C. Teves (24 años).

Presunta causa

El comisionado del Departamento de Policía de Nueva York, Ray Kelly, afirmó en una rueda de prensa que James Holmes, de 24 años, le dijo que era el Joker. «Sí, efectivamente, se identificó como el Joker», fue una de las afirmaciones de Kelly. El comisionado también dijo que «Él tenía el pelo teñido de anaranjado, me dijo que era el Joker, obviamente el enemigo de Batman».

Se ha pretendido relacionar el comportamiento airado y agresivo en este tipo de individuos con la temática violenta de cierto tipo de películas. «Así como la gente imagina cosas sexuales luego de ver una película sexual, otras personas pueden tener ideas agresivas luego de ver una película violenta» Sin embargo, millones de personas ven este tipo de cintas y es ínfimo el porcentaje que reacciona de tal manera casos similares.

Juicio

El lunes 23 de julio de 2012, se hizo el juicio contra Holmes, el estudiante que asesinó a 12 personas y dejó 59 heridos. Con el pelo pintado de anaranjado y una expresión de perplejidad, asistió ante la justicia para escuchar sus cargos.

James Holmes llevaba uniforme naranja y su mirada variaba entre la inexpresión, la perplejidad y la tristeza, durante la audiencia ante un juez del Condado de Araphoe, al que pertenece la localidad de Aurora, el suburbio de Denver donde ocurrió la masacre en la medianoche del viernes.

Era imposible determinar si el comportamiento de Holmes era resultado del estrés, de medicamento, de desequilibrio o, tal vez, parte de una actuación. La audiencia duró menos de 10 minutos, y tuvo entre el público a varios familiares de las víctimas. Holmes compareció nuevamente ante la corte el lunes (30 de julio de 2012) para escuchar formalmente los cargos y fue puesto bajo custodia sin derecho a fianza.

Cargos

El abogado de Denver y analista legal de Scott Robinson opinó que los abogados de Holmes «No tienen muchas más opciones que pedir una declaración de no culpabilidad por problemas mentales». Según las leyes de Colorado, Holmes podría enfrentar múltiples cargos de asesinato y de intentos de asesinato por los heridos.

Entre las personas que asistieron a la audiencia estaba Davis Sánchez, cuya hija embarazada Katy y su yerno Caleb resultaron heridos.

El 30 de julio de 2012, Holmes fue acusado de 142 cargos. Entre las acusaciones hay 116 de intento de asesinato, uno por posesión ilegal de explosivos y un cargo agravado por crimen violento.

Holmes pasará toda la semana (hasta que llegue su audiencia) por un túnel bajo tierra que conecta la corte con la prisión del condado de Arapahoe.

Pena

Los fiscales pidieron entre la semana lunes 23 de julio a domingo 29 de julio la Pena de muerte, pero deben consultar a las familias de las víctimas si están dispuestas a proseguir con un caso de pena de muerte, que puede ser muy largo y requiere la presencia de los testigos en todas las audiencias, lo cual puede ser psicológicamente devastador. «Queremos tener su opinión antes de tomar una decisión sobre eso», dijo la fiscal Carol Chambers.

Si bien la policía señaló que no hay dudas sobre la responsabilidad de Holmes, quien se entregó afuera del local todavía vestido con un traje antibalas, la fiscal afirmó que el caso no estaba necesariamente asegurado. «Aún hay que investigar una enorme cantidad de evidencia y nunca debemos presumir que será un juego de niños».

Condena

Un jurado de conciencia en el estado de Colorado condenó a James Eagan Holmes a cadena perpetua sin derecho a libertad anticipada así obviando la pena de muerte, la sentencia fue dictada el día 7 de agosto de 2015.

Agresor – En la escena

El presunto agresor, James Eagan Holmes (nacido el 13 de diciembre de 1987), fue detenido por la policía en la escena. Fue encontrado junto a su auto en el estacionamiento del cine con sus armas, y no se resistió cuando fue arrestado.

Explosivos sospechosos

Una vez aprehendido, el sospechoso les habló a las autoridades acerca de explosivos en su residencia en el norte de Aurora. De acuerdo con la policía, Holmes les dijo que dejó una trampa de explosivos en su apartamento antes de ir al cine; como resultado, la policía evacuó cinco edificios cercanos.

La policía dijo que los explosivos «parecían muy sofisticados». El complejo de apartamentos es limitado a los estudiantes del Centro Médico de la Universidad de Colorado, pacientes, y miembros del personal.

Los agentes de FBI y oficiales de policía usaron una escalera para subir al apartamento de Holmes, donde instalaron una cámara en el extremo de una vara de 12 pies y descubrieron que el lugar tenía una trampa explosiva. Las autoridades evacuaron cinco edificios ya que intentaban descubrir cómo desarmar los materiales explosivos y despejar el área.

Biografía

Holmes fue criado en una familia judía en San Diego, California. Se graduó de San Diego, de la Escuela Secundaria Westview en 2006 y obtuvo una licenciatura en neurociencia de la Universidad de California en Riverside en 2010.

Holmes tuvo dificultad al encontrar un trabajo después de obtener su licenciatura. Luego, intentó obtener un doctorado en neurociencia de la Escuela de Medicina de la Universidad de Colorado en Aurora, pero lo dejó en junio de 2012.

Los conocidos describieron a Holmes como una persona agradable y un estudiante «muy inteligente» que no mostraba signos de violencia. También fue descrito como una persona introvertida y tímida, y fuertemente involucrado en su iglesia local.

Reacciones

El presidente Barack Obama calificó el tiroteo de «horrible y trágico» y que «estamos comprometidos a hacerle llegar al responsable a la justicia, garantizar la seguridad de nuestro pueblo, y el cuidado de aquellos que han sido heridos». Obama canceló su evento de la segunda campaña en Florida y regresó a la Casa Blanca. El presidente también pidió un minuto de silencio por el trágico hecho.

El candidato republicano a la presidencia, Mitt Romney, dijo que él y su esposa estaban profundamente entristecidos por los disparos. El representante Ed Perlmutter, cuyo distrito incluye Aurora, emitió una declaración en la mañana del viernes: «Colorado no es un lugar violento, pero tenemos algunas personas violentas. Somos una comunidad fuerte y resistente, y nos apoyaremos el uno al otro en los días, semanas y meses por venir».

El distribuidor de la película de Warner Bros. dijo que estaba profundamente entristecido por el tiroteo, y anunció que cancelaría el estreno en París de The Dark Knight Rises. La campaña de marketing para la película fue suspendida en Finlandia.

«Las palabras no pueden expresar el horror que siento», aseguró Christian Bale en un comunicado. «No puedo empezar a entender de verdad el dolor y la pena de las víctimas y sus seres amados, pero mi corazón está con ellos», concluyó. Además Christian Bale visitó a los heridos.

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