Inez Palmer

Colin Wilson y Patricia Pitman

De 23 años. Nacida en Virginia y declarada culpable en 1927 de la muerte de la madrastra de su amante. Condenada a cadena perpetua, salió de la prisión en 1938, falleciendo tres años después.

William Stout fue quien halló a su esposa, de 42 años, Sarah Stout, yaciendo sin vida sobre el suelo de la cocina de su granja de Axtel Ridge, en el sur de Ohio.

La muerte había sobrevenido a consecuencia de estrangulamiento causado por presión ejercida sobre la tráquea de la víctima con un instrumento en forma de media luna; señales de tal instrumento aparecían también en otros lugares del cuerpo, que había sido quemado parcialmente después de sumergido en nafta. La «sheriff» Mrs. Maude Collins descubrió en los alrededores de la casa huellas diminutas de un objeto semicircular que supuso que provenían de un bastón, quizá el arma homicida.

Arthur Stout, de 32 años, hijastro de la víctima que trabajaba en una granja cercana, declaró no haber visitado a su padre el día del crimen (17 de noviembre de 1926), pero una llave de dar cuerda a un reloj que había sido encontrada junto al cuerpo condujo a la policía hasta un joyero llamado Jacob Hauser, quien declaró haberla entregado la tarde del 17 de noviembre a Arthur en casa de su padre.

Se supo entonces que Sarah Stout había amenazado a su hijastro con denunciarle a la policía por atentar contra su vida. Inmediatamente se llevó a cabo el arresto de Arthur Stout; mientras le maniataban, su padre gritó: «Está cometiendo una equivocación, «sheriff» Collins… ¿Cómo no se ha dado cuenta de quién es el verdadero asesino?» Pero al llegar a este punto no quiso continuar.

Una atractiva mujer, que se hacía pasar como ama de llaves de Arthur Stout. le visitaba frecuentemente en la prisión; en una ocasión mostró a la «sheriff» una nota escrita aparentemente por el padre del acusado: «No puedo soportarlo por más tiempo…, no puedo declarar contra mi hijo cuando he sido yo el autor del crimen… Me iré lejos dejándole mis propiedades y mi dinero para hacerme perdonar lo que le he hecho sufrir…, mis dos granjas…. todo.»

No muy convencida de la autenticidad de la nota, la «sheriff» investigó, a pesar de todo, el paradero del viejo Stout; su cadáver fue encontrado en el pozo de su granja.

Las sospechas se centraron entonces en la pretendida ama de llaves, Inez Palmer, que se negó a proporcionar una muestra de su escritura. Las sospechas se convirtieron en certeza cuando se comprobó que las huellas de sus tacones coincidían exactamente con las del supuesto bastón y las de la garganta de Sarah Stout.

Inez Palmer confesaba poco después sus crímenes; según sus palabras, Sarah la había ofendido: «… monté en cólera…, la golpeé hasta que cayó al suelo…. entonces la clavé el tacón de mi zapato en la garganta hasta que dejó de resistirse… El viejo sabía que lo hice yo… Pensé llevar a cabo un plan para deshacerme de él y recuperar a Arthur.»

La «sheriff» averiguó más tarde que en octubre de 1926 Arthur Stout había ofrecido a un hermano de Inez, de 18 años de edad, la suma de 50 dólares si mataba a Sarah Stout.

Como consecuencia, Arthur fue juzgado como cómplice, siendo ambos condenados a cadena perpetua. Stout murió en la penitenciaría de Columbus, Ohio, en 1941.

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