Gilberto Antonio Chamba Jaramillo

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Gilberto Chamba

El Monstruo de Machala

  • Clasificación: Asesino en serie
  • Características: Violador - Necrofilia
  • Número de víctimas: 9
  • Fecha del crimen: 1988 - 1993 / 2004
  • Fecha de detención: 8 de diciembre de 2004
  • Fecha de nacimiento: 1963
  • Perfil de la víctima: Mujeres jóvenes
  • Método del crimen: Estrangulación
  • Lugar: Varias, Ecuador, España
  • Estado: Condenado a 16 años de prisión en Ecuador en 1993. Puesto en libertad el 18 de octubre de 2000. Condenado a 45 años de prisión en España el 5 de diciembre de 2006
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Gilberto Chamba, alias «El Monstruo de Machala»: Una historia real a lo Alfred Hitchcock

Hoy.com.ec

8 de noviembre de 2006

«El Monstruo de Machala» confirma que la realidad supera a la ficción. Inventa complot policial en su contra.

«Yo las violaba después de muertas, esa era mi satisfacción personal. Soy culpable y en esto he andado solo». Esas fueron las únicas palabras que Gilberto Antonio Chamba pronunció tras ser detenido en 1993, acusado del asesinato y violación de ocho mujeres y la violación de otras dos.

Oriundo de Machala, provincia de El Oro, en 1993, a sus 30 años, Gilberto fue apodado como «El Monstruo de Machala» por la brutalidad con la que asesinó a sus víctimas.

Según registran varios medios impresos, en aquella época, Chamba contó a los policías cada uno de los pasos que siguió antes, durante y después de los crímenes.

Él era propietario de un taxi en el que desde 1988 hasta 1993 recorrió las calles de Machala en búsqueda de clientas. Todas debían cumplir con un patrón determinado: ser jóvenes, estudiantes y andar solas.

Los agentes que lograron su captura narraron que, dudosos de que Chamba fuera el verdadero asesino, trataban de confundirlo llevándolo a sitios distantes del lugar de los asesinatos; sin embargo, con una frialdad sorprendente, Chamba les corregía y les llevaba adonde violó y mató.

Una crónica de diario El País, de España, rescata el testimonio de Fausto Terán, un policía retirado que participó en la captura de «El Monstruo de Machala». «Según me confesó Chamba no practicaba penetración vaginal a sus víctimas. Prácticamente les ensartaba un instrumento similar a un bastón, que se había mandado fabricar expresamente. A muchas, las ensartaba con tal violencia que el instrumento salía por sus bocas», destacó.

De sus diez víctimas en el Ecuador, dos eran menores de edad. Y el testimonio de una trabajadora sexual, una de las dos mujeres que sobrevivió a sus ataques, sirvió para iniciar el proceso penal en su contra, que terminó con una sentencia de 16 años de prisión.

Una sentencia de la que apenas cumplió siete años, pues se acogió al beneficio del 2×1, que rebajaba las penas de los presos con buena conducta a la mitad y recibió un año más de indulto debido al jubileo 2000, que otorgaba ese tiempo de gracia o perdón.

Migración a España

El 9 de noviembre de 2000, tras cumplir su pena y luego de limpiar su récord policial -un beneficio que solo es posible en el Ecuador-, Gilberto, quien hasta ese entonces estaba casado y tenía hijas con su esposa Mariela, decidió trasladarse a España. Un vuelo lo llevó hasta Ámsterdam y de allí se trasladó al aeropuerto de Barajas en Madrid, en donde lo esperaban dos de sus hermanas.

Desde entonces, Chamba realizó varios trabajos que variaron entre albañilería y cargador de bolsos de los vecinos del edificio en donde vivía con sus familiares y novias casuales.

Para septiembre de 2004, Chamba finalmente logró colocarse como cuidador de los parqueaderos del complejo de entretenimiento Illa de l»Oci, situado cerca de la Facultad de Derecho, en la localidad de Lleida.

Allí cumplía no solo con funciones de cuidador, sino que además colaboraba con los dependientes que limpiaban las salas de cine.

El nuevo asesinato

Los seis años de aparente tranquilidad para la familia de Chamba, quienes sufrieron de cerca su encierro en el Ecuador, terminaron cuando Gilberto fue detenido el 1.° de diciembre de 2004, acusado de haber violado y asesinado a María Isabel Bascuñana, una estudiante de la Facultad de Derecho de la Universidad de la localidad.

Bascuñana generalmente dejaba su carro estacionado en el parqueadero del cine, pues temía la oscuridad.

La última vez que se la vio con vida fue la noche del 23 de noviembre. Sus padres hablaron con ella a las 22:00 aproximadamente, cuando les indicó que no iba a cenar en casa.

Su cuerpo fue hallado dos días después a pocas cuadras del cine. Ella tenía un pañuelo atado a su cuello, algunas fundas de basura trataban de esconder su cuerpo y había sido brutalmente violada.

Entonces surgieron varias hipótesis sobre su muerte. Algunas hablaban de un crimen pasional, otras de venganza, pero sus amigas dieron la clave para atrapar al presunto asesino.

Las pistas que lo delatan

Dentro de las investigaciones realizadas por la policía española, se pudo recopilar testimonios de las amigas de María Bascuñana quienes entregaron datos suficientes para que puedan detener a Chamba.

Según narraron a los agentes María les había comentado que Chamba la acosaba sexualmente cuando iba a dejar o a retirar su vehículo del parqueadero del cine. Esa versión fue complementada por las de otras muchachas que indicaron que regularmente Chamba les pedía sus números de celular con la excusa de que si llegaba a suceder algo malo con sus carros las llamaría inmediatamente.

Sin embargo muchas de ellas recibieron llamadas de acoso sexual y la única explicación que encontraron es que el cuidador de carros realizaba los llamados. Dicha hipótesis se confirmó cuando los agentes encontraron el teléfono celular de María. Tras realizar un registro de las llamadas entrantes y salientes horas antes y después de su violación y asesinato pudieron constatar que su victimario hizo dos llamadas a líneas en donde se oferta sexo telefónico. Las llamadas duraron entre cinco y seis minutos.

Esa fue una de las pistas que condujo a los agentes a ver a Chamba como el principal sospecho [sospechoso] de la muerte. Adicional a ese dato, los agentes alegaron en la corte haber encontrado en el interior de la cajuela del vehículo de María, fundas de basura que intentaban cubrir su cuerpo. Esas fundas eran muy similares a las que utilizaban las personas de limpieza de los cines para llevar los residuos. Inmediatamente relacionaron el hecho con Chamba, al ser él uno de los ayudantes de aseo.

En un primer momento Chamba fue detenido únicamente para investigaciones pues sus compañeros de trabajo, quienes fueron llamados a declarar dentro del proceso, dijeron que no notaron nada raro la noche del crimen y que el ecuatoriano no se ausentó de su lugar de trabajo. Además las versiones de vecinos y conocidos de Chamba, todos a favor del asesino en serie y que daban cuenta de una buena conducta y amabilidad, lo desvirtuaban como el presunto autor de los hechos.

Sin embargo el examen de ADN realizado en los residuos de esperma encontrados en el cuerpo de la víctima incriminaron directamente a Chamba quien adujo que la policía creó un complot para acusarlo. Según él los agentes tomaron una muestra de esperma de un preservativo que él había usado y luego los introdujeron en la vagina de María para señalar que él era el culpable.

Realizados los análisis y pruebas correspondientes la Fiscalía desestimó ese argumento que fue el principal elemento incriminatorio del ecuatoriano quien recibió una pena de 45 años divididos en 20 años por el crimen de la joven estudiante española María Isabel Bascuñana, otros 12 por su violación, al tiempo que le impusieron otros 13 años por el intento de violación y asesinato de una prostituta rumana quien testificó en su contra luego de ver sus imágenes y fotografías en medios locales, luego de su detención.

Pero a más de esas pruebas, la parte acusatoria alegó el intentó de ocultamiento de información por parte de Chamba quien en un primer momento dijo que al ser abordado por la policía dio a conocer sus antecedentes penales en el Ecuador y un incidente en España en el que estuvo relacionado con tenencia de armas.

Sin embargo a lo largo del proceso se probó que el «Monstruo de Machala» ocultó su pasado judicial hasta que cotejamientos entre las policías de España y Ecuador confirmaron que él era la misma persona sentenciada en Machala por asesinatos en serie.

El fiscal que acusó a Chamba pidió una pena de 52 años que fue rebajada a 45, una sentencia histórica por ser la primera vez que se impone esa sanción a un delincuente por un hecho como ese. (VC/Agencias)


«El monstruo de Machala» se declara inocente del asesinato de una joven de Lleida

Agencia EFE

20 de octubre de 2006

Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, conocido como El monstruo de Machala por haber asesinado a ocho mujeres en Ecuador, se declaró ayer inocente en el juicio de la Audiencia de Lleida por el asesinato de una joven en noviembre de 2004, y aseguró haber sido víctima de un complot.

El fiscal solicitó para Chamba un total de 52 años de prisión por el asesinato y violación de la joven estudiante María Isabel Bascuñana, el 23 de noviembre de 2004, y por el intento de asesinato y violación de una prostituta rumana en Lleida.

En una sala abarrotada de amigos y familiares de la víctima y periodistas, Chamba prestó una declaración llena de contradicciones, durante la cual afirmó ser víctima de un complot contra su persona e implicó a terceras personas de origen ecuatoriano y colombiano que desde hacía unos meses le extorsionaban y amenazaban.

El acusado reconoció haber salido de su país, Ecuador, el 9 de noviembre de 2000, tras haber cumplido una pena de cárcel por haber matado y violado a ocho mujeres allí, hecho por el cual en Ecuador era conocido como El monstruo de Machala .

Chamba explicó ante el tribunal que entró en España en esa fecha «sin que nadie» le pidiera «ningún tipo de explicación por los delitos cometidos» en su país, por los que ya pagó en prisión, subrayó.

Tras llegar a España, escogió Lleida como ciudad para establecerse «porque tenía familiares» (dos hermanas, concretamente), y donde ha rehecho su vida, indicó.

Vigilante de seguridad

En noviembre de 2004, Chamba fue contratado como vigilante del aparcamiento de unos cines, en un complejo conocido como la Isla del Ocio, donde la víctima solía dejar su coche «por desconfiar del descampado que había allí cerca (de la facultad de Derecho, donde estudiaba)», según palabras del hermano de Isabel, Vicenc Bascuñana.

Durante el juicio, Chamba negó que violara y asesinara a la joven. «Yo no la conocía», repetió insistentemente el procesado. «La policía quiso negociar conmigo para cargarme el problema. Mi único delito es haber venido a España a trabajar para sacar a mi familia adelante, porque nadie sabe lo que he pasado desde que vivo esta pesadilla», dijo.

Según Chamba, el hecho de que su semen fuera hallado en el cadáver de la víctima «es una prueba manipulada» e indicó que alguien lo puso en la vagina de la chica después de extraerlo de un preservativo en una de las relaciones que él había tenido con una joven.

Este punto fue desestimado por los forenses que declararon posteriormente ya que «es imposible hacer algo así si no es que se tiene mucha precisión».

La psicóloga que examinó a Chamba dijo que «no tiene ningún trastorno psicológico y podría volver a matar en cualquier momento».


El dolor que produjo el «Monstruo de Machala» no pasa

Explored.com.ec

23 de octubre de 2006

Luego de casi dos años de silencio, el nombre del ecuatoriano Gilberto Chamba Jaramillo volvió a ser noticia de primera plana en la prensa española.

En el barrio Centenario aún persiste el recuerdo de Rosa Benavides, una de las víctimas de Gilberto Chamba. Él será juzgado en España.

El jueves pasado se inició contra Chamba, conocido como el «Monstruo de Machala», el juicio por el presunto asesinato y violación de una joven universitaria catalana, de la localidad de Lleida (Lérida), al noroeste de España.

El cadáver de María Isabel Bascuñana (una estudiante de Derecho de 21 años) fue hallado en el maletero de su vehículo, con signos de violación y estrangulamiento.

El crimen ocurrió en el estacionamiento donde Chamba había conseguido trabajo como guardia privado.

La Fiscalía española pide para Chamba 52 años de cárcel, mientras el acusado insistía, hasta el viernes, en declararse inocente y aseguraba que todo es parte de una conspiración en su contra orquestada «por una banda de ecuatorianos y colombianos».

El crimen, ocurrido el 23 de noviembre del 2004, fue más comentado después de que en España se conoció que Chamba era la misma persona que en Ecuador estuvo preso ocho años por el asesinato de ocho mujeres. Todos los crímenes se cometieron en poblaciones de Machala.

También llamó la atención que Chamba no tuvo dificultades para ingresar a España, en el 2000. Se conoció que después de cumplir su sentencia, «lavó» en Ecuador sus antecedentes. Y con un récord policial limpio pudo salir del país.

La joven asesinada en España se asemeja al perfil físico de la mayoría de las víctimas del «Monstruo de Machala»: mujeres jóvenes, estudiantes y «de casa».

Así era Rosa Benavides, una estudiante universitaria a quien su madre, Lola Román, aún recuerda como una muchacha tranquila, estudiosa y feliz.

La mujer de 72 años y oriunda de Zaruma llora al recordar lo que le sucedió a una de sus cuatro hijas. «No se imagina cómo sufrimos todo ese tiempo. Y nos dio más rabia cuando nos enteramos que el asesino estaba campante en España, como que si nunca hubiera hecho algo malo».

Los crímenes de Chamba conmocionaron a Machala a inicios de los noventa, debido al sadismo con el que actuaba.

Los cadáveres de las víctimas eran hallados en una vía marginal de la ciudad, con signos de violencia extrema.

En España, Chamba ha sido definido como una persona que encaja dentro del perfil de un peligroso asesino en serie.

El barrio Centenario, donde aún vive la madre y el hermano mayor de Benavides, ha registrado cambios, pero la casa de la universitaria asesinada sigue igual.

«Tratamos de continuar con nuestras vidas», dice Héctor Benavides, uno de los hermanos, quien conduce un taxi y administra una pequeña tienda.

La familia de Benavides se enteró, el viernes, que en España había empezado el proceso penal contra Chamba. «Nos llega poca información sobre el proceso», dice la madre, quien tras una serie de caídas, hoy se mueve con dificultad.

«Me enteré que recibirá 52 años de prisión. Espero que la justicia de allá, esta vez sí lo condene para que no siga haciendo daño, para que pague todo», agrega con indignación el hermano de la muchacha machaleña.

En todo el barrio, los moradores conocen muy de cerca el sufrimiento de la familia Benavides Román. «La niña era muy buena y cuando nos enteramos que fue violada, todos lloramos por su inocencia. Su madre no encontró consuelo durante mucho tiempo», contó una vecina que prefirió mantener su nombre en reserva.


Ecuatoriano, condenado a 45 años de cárcel en España

6 de noviembre de 2006

El ecuatoriano Gilberto Antonio Chamba Jaramillo, conocido como el «Monstruo de Machala», fue condenado este lunes a 45 años de cárcel en España por asesinar y violar a una estudiante, y por violar e intentar asesinar a una prostituta.

Chamba Jaramillo, que ya había asesinado y violado a ocho jóvenes en Ecuador, fue condenado a 20 años de reclusión por el asesinato de la estudiante María Isabel Bascuñana y a otros 12 por violarla.

La sentencia también le condenó a 13 años de prisión por el intento de asesinato y la violación de una prostituta rumana. Los crímenes fueron cometidos en la localidad de Lérida (región de Cataluña, noreste de España).

Durante el juicio en la Audiencia Provincial, que comenzó el pasado 19 de octubre, el fiscal del caso había solicitado 52 años de prisión para Chamba Jaramillo, que en todo momento se declaró inocente en relación con la muerte de la estudiante.

Cumplió condena en Ecuador

Chamba llegó a España procedente de Ecuador el 9 de noviembre de 2000, poco después de haber cumplido condena en su país por el asesinato y la agresión sexual de ocho mujeres.

De hecho, Chamba había cumplido pena en su país hasta el 18 de octubre de 2000, un mes antes de llegar a España, después de que un tribunal le impusiera 16 años de prisión por estos delitos. No obstante, el procesado logró salir de la cárcel gracias a una reducción de pena.

El 23 de noviembre de 2004, según el escrito de acusación del fiscal, Chamba, que trabajaba como vigilante en un aparcamiento cercano a la Facultad de Derecho de Lérida, abordó a la joven María Isabel Bascuñana, a la que agredió sexualmente y posteriormente estranguló con un pañuelo alrededor del cuello.

El acusado, según el fiscal, introdujo el cadáver en el maletero del coche de la propia víctima y abandonó el vehículo en una calle del barrio de La Bordeta de Lérida, donde fue localizado la madrugada del 25 de noviembre de 2004.

Asesinato, agresión sexual y falsificación

La acusación particular, ejercida por los padres de María Isabel Bascuñana, pidió las mismas penas que el fiscal por los delitos de asesinato y agresión sexual, y añadió tres años de cárcel por falsedad documental al considerar que el acusado mintió a las autoridades españolas al tramitar los papeles de residencia.

Esta acusación también se reservó la posibilidad de demandar al Estado español al considerar que no tomó las medidas necesarias al regularizar la situación de Chamba en España, teniendo en cuenta el historial de asesinatos que arrastraba desde Ecuador.

La defensa pidió la absolución del acusado por falta de pruebas. Además de por el asesinato de María Isabel Bascuñana, la Audiencia de Lérida también juzgó a Chamba Jaramillo por el intento de asesinato y la agresión sexual que sufrió en el verano de 2003 una joven, identificada solo con las siglas I.M.O., que ejercía la prostitución en una carretera a la salida de Lérida.

Este caso de intento de asesinato fue descubierto por los Mossos d’Esquadra (policía de Cataluña) tras la detención de Chamba Jaramillo por el asesinato de la joven estudiante.

Sin rumbo fijo

Durante el juicio, el ciudadano ecuatoriano declaró que tras llegar a España, eligió Lérida como ciudad para establecerse «porque tenía familiares» (concretamente 2 hermanas).

En la capital leridana, Chamba admitió haber tenido «muchos trabajos de todo tipo» y durante el interrogatorio de la fiscal también asumió «haber tenido problemas en algunos de ellos, como en un hostal, donde tuvo «un asunto por una pistola».

En noviembre de 2004, fue contratado como vigilante del aparcamiento de unos cines, en un complejo conocido como la Isla del Ocio, donde la víctima solía dejar su coche «por desconfiar del descampado que había allí cerca (de la facultad de Derecho, donde estudiaba)», según palabras de su hermano, Vicenc Bascuñana.

«¿No es verdad que usted tomó a Isabel de sorpresa, cuando estaba poniendo la cadena del coche, para llevarla a la parte más oscura del aparcamiento, violarla, luego meterla en su coche y trasladar posteriormente su cuerpo hasta el barrio de la Bordeta?», preguntó la fiscal.

El acusado niega los hechos

«No señora, yo no la conocía», repitió insistentemente el procesado, quien aseguró ser «víctima de un complot». «La policía quiso negociar conmigo para cargarme el problema, mi único delito es haber venido a España a trabajar para sacar a mi familia adelante, porque nadie sabe lo que he pasado desde que vivo esta pesadilla», dijo.

Chamba afirmó que el hecho de que su semen fuera hallado en el cadáver de la víctima «es una prueba manipulada» e indicó que alguien lo puso en la vagina de la chica después de extraerlo de un preservativo en una de las relaciones que él había tenido con una joven.

Este punto fue desestimado por los forenses que declararon posteriormente, ya que argumentaron que «es imposible hacer algo así si no es que se tiene mucha precisión».

 


MÁS INFORMACIÓN EN INGLÉS


Docs

SERGI MESALLES BEDMAR Y RODERIC MORENO I MIR (MÁXIMOS RESPONSABLES DE LA INVESTIGACIÓN DEL CASO EN CATALUÑA) – CHAMBA: EL MONSTRE DE MACHALA A LLEIDA – PRIMERA PARTE (PDF EN CATALÁN)

SERGI MESALLES BEDMAR Y RODERIC MORENO I MIR (MÁXIMOS RESPONSABLES DE LA INVESTIGACIÓN DEL CASO EN CATALUÑA) – CHAMBA: EL MONSTRE DE MACHALA A LLEIDA – SEGUNDA PARTE (PDF EN CATALÁN)

SERGI MESALLES BEDMAR Y RODERIC MORENO I MIR (MÁXIMOS RESPONSABLES DE LA INVESTIGACIÓN DEL CASO EN CATALUÑA) – CHAMBA: EL MONSTRE DE MACHALA A LLEIDA – TERCERA PARTE (PDF EN CATALÁN)

NUESTRO AGRADECIMIENTO AL INSPECTOR RODERIC MORENO I MIR POR FACILITARNOS EL PRESENTE REPORTAJE DE INVESTIGACIÓN.

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