El secuestro de Alfred Heineken

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Alfred Heineken
  • Clasificación: Secuestro
  • Características: El secuestro de Alfred Heineken, multimillonario propietario de una cervecera, y su chofer Ab Doderer, fue un crimen que tuvo lugar entre el 9 y 30 de noviembre 1983 en Ámsterdam
  • Número de víctimas: 2
  • Fecha del crimen: 9 de noviembre de 1983
  • Perfil de la víctima: Alfred Heineken, de 60 años, y su chofer Ab Doderer, de 57
  • Lugar: Ámsterdam, Países Bajos
  • Estado: Los secuestradores Cor van Hout, Willem Holleeder, Jan Boelaard, Frans Meijer, y Martin Erkamps, fueron condenados a distintas penas de prisión
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El secuestro de Alfred Heineken

Última actualización: 26 de octubre de 2015

El secuestro de Alfred Heineken, presidente de la junta directiva y CEO de la compañía cervecera Heineken International y una de las personas más ricas de los Países Bajos, y su chofer Ab Doderer, fue un crimen que tuvo lugar entre el 9 y 30 de noviembre 1983 en Ámsterdam.

Fueron puestos en libertad en un rescate de 35 millones de florines neerlandeses (unos 16 millones de Euros). Los secuestradores Cor van Hout, Willem Holleeder, Jan Boelaard, Frans Meijer, y Martin Erkamps, fueron finalmente capturados y sirven penas de prisión.

Antes de ser extraditados, Van Hout y Holleeder permanecieron durante más de tres años en Francia, primero como fugitivos, a continuación, en la cárcel, y luego, a la espera de un cambio del tratado de extradición, bajo arresto domiciliario, y finalmente de nuevo en prisión. Meijer escapó y vivió en Paraguay durante años, hasta que fue descubierto por Peter R. de Vries y encarcelado allí.

En 2003, Meijer dejó de resistirse a su extradición a los Países Bajos, y fue trasladado a una prisión holandesa de servir a la última parte de su condena. El secuestro y pruebas y extradiciones posteriores llamaron la atención nacional y recibió amplia cobertura mediática. Varios libros fueron publicados sobre el secuestro y se hicieron dos películas. Varios de los secuestradores más tarde se convertirían en conocidas figuras de la delincuencia organizada holandesa.

Secuestro

Cor van Hout, Willem Holleeder, Frans Meijer y Jan Boellaard (nl) habían estado preparando el secuestro de dos años. Más tarde se les unió Martin Erkamps. Realizaron varios intentos de secuestro de Alfred Heineken y su conductor Ab Doderer en la casa de Heineken en Noordwijk, que fracasaron cuando Heineken y Doderer no aparecieron.

Finalmente fueron secuestrados el 9 de noviembre 1983 a las 18:56 frente a la oficina de Heineken en el Weteringplantsoen (nl) en Amsterdam. Fueron retenidos en una nave que pertenecía a Boellaards, una empresa de fabricación de madera, en el parque empresarial De Heining en Westpoort, en la parte occidental de la zona del puerto de Amsterdam.

La nave estaba preparado de antemano, ya que habían creado un habitáculo insonorizado en uno de los extremos de la nave con una doble pared y una puerta oculta. Esto hizo que la nave de 42 metros de largo tuviera 4 metros menos, algo que pasó desapercibido. Los secuestradores se hicieron cargo de los prisioneros fuera de las horas de trabajo.

Libros

Peter R. de Vries escribió El secuestro de Alfred Heineken (1987) desde el punto de vista de Cor van Hout, basado en entrevistas con Van Hout y Holleeder en 1986, durante su detención en un hotel en Francia. Van Hout y Holleeder pidieron que el libro no se publicara hasta después de su juicio. En posteriores ediciones De Vries añadió varios capítulos adicionales sobre los acontecimientos posteriores.

Durante el secuestro y las secuelas, la revista holandesa Panorama siguió los acontecimientos con varios informes y fotos. En 2010 estos informes fueron agrupados y publicados en el libro Heineken secuestrado, escrito por el periodista Nick Kivits y el experto en secuestros Sjerp Jaarsma.

Películas

El 27 de octubre de 2011, se estrenó la película De Heineken ontvoering de Maarten Treurniet. El guión fue escrito por Maarten Treurniet y Kees van Beijnum. El papel de Alfred Heineken fue interpretado por Rutger Hauer, con Reinout Scholten van Aschat como Rem Hubrechts, Gijs Naber como Cor van Hout, Teun Kuilboer como Frans Meijer y Korneel Evers en el papel de Jan Boellaard.

El secuestrador Willem Holleeder interpuso una medida cautelar solicitando que se prohibiera la película. Ene Boellaard, Frans Meijer y Martin Erkamps también requirieron de IDTV que no la película no fuera exhibida al público. La medida cautelar y las solicitudes no tuvieron éxito.

La película El secuestro del Sr. Heineken por Daniel Alfredson se estrenó en los Países Bajos el 8 de enero de 2015. El guión está escrito por William Brookfield, basado en el libro 1987 de Peter R. de Vries. El papel de Alfred Heineken es interpretado por Anthony Hopkins, con Sam Worthington como Willem Holleeder, Jim Sturgess como Cor van Hout, Ryan Kwanten como Jan Boellaard y Mark van Eeuwen como Frans Meijer.


Alfred Heineken, secuestrado

Andrés Ortega – Elpais.com

12 de noviembre de 1983

Dueño de una de las fábricas de cerveza más importantes del mundo, su abuelo le colocó de botones en la empresa por ser mal estudiante.

Alfred Heineken, secuestrado junto a su chófer en la tarde del miércoles en pleno Amsterdam por unos enmascarados, es desde luego el rey de la cerveza en su país; si no el emperador, sí uno de los grandes monarcas en el mundo de esta espumosa bebida, con una marca que se vende en 150 países.

Nieto de Gerd Adrian Heineken, el fundador en 1864 de la cervecera que lleva su nombre, Alfred Heineken ha heredado los talentos empresariales de la familia -con cargos que rebasan la empresa familiar-, siendo en estos momentos uno de los hombres más ricos de Europa, que se codea con los grandes.

«Alfred Heineken es un hombre como todo el mundo, sólo que tiene más dinero», dice el presidente de la compañía aérea KLM, su amigo de infancia. Afortunadamente para las preocupaciones de su familia, tiene una robusta constitución física y goza de buena salud. Otro conocido afirma que este hombre de 60 años «se parece más a un asalariado que ha adelgazado mal y que es algo maleducado que al patrón de 25.000 empleados».

El caso es que, bajo su mandato, la empresa familiar se ha desarrollado sobremanera, convirtiéndose en la cuarta cervecera del mundo. Y eso que su abuelo no creía en él. Le consideraba mediocre en sus estudios escolares, por lo que, irritado, le hizo entrar a trabajar en la entonces más pequeña fábrica como botones. Así, en 1942, a los 18 años, Alfred Heineken comenzaría a escalar su carrera empresarial, pasando por toda una variedad de cargos en la empresa y llegando a tomar las riendas de ésta siete años después.

Alfred Heineken ocupa la presidencia desde hace 20 años, sin ningún problema financiero. Todo lo contrario, pues el genio de este hombre ha estado en ampliar sus horizontes, con el mercado europeo bien asegurado, y salir a la conquista de otros mundos, al comercializar la cerveza Heineken primero en Norteamérica (cuatro millones de hectólitros en la actualidad) y luego en Asia (2,5 millones de hectólitros) y en Africa (seis millones de hectólitros).

En total, 27 millones de hectólitros salen de estas fábricas, con una imagen de marca conocida por todos los aficionados. En 1982 se obtuvieron 50 millones de dólares de beneficios, de un total de ventas de 1.400 millones de dólares.

Banco y petróleo

La empresa ha prosperado en los últimos años. La cerveza representa cuatro quintas partes de su actividad. El resto está concentrado en otros tipos de bebidas alcohólicas o zumos de frutas. De hecho, el grupo acababa de adquirir una destilería de whisky escocés.

La actividad del industrial secuestrado no termina ahí. Alfred Heineken es además director-supervisor del Algemene Bank Nederland -el mayor banco holandés-, del grupo Thyssen-Bornemisza y de la filial holandesa de la empresa petrolífera British Petroleum.

Casado con la rica norteamericana Lucille Cunnings, Alfred Heineken tiene una hija, Charléne, de 29 años, que se desposó recientemente con un banquero británico, Michael de Carvalho, en una ceremonia muy privada y secreta, pues el industrial temía la posibilidad de un secuestro.

Alfred Heineken vive en Noordwijk, cerca del mar del Norte, a una treintena de kilómetros de Amsterdam. Allí cuenta con medidas electrónicas de protección. Pero la empresa no tomó ninguna especial contra un posible secuestro, salvo el no seguir siempre los mismos trayectos en sus desplazamientos y otras leves precauciones.

Le habían preocupado los secuestros del industrial holandés Maup Caransa, en 1977, y, en diciembre de 1982, de Antonia van der Valk, esposa de un magnate de la hostelería, rescates por los cuales se pagaron, respectivamente, 3,5 millones y 4 millones de dólares.

Amigos entre los miembros de la realeza

Alfred Heineken no es un animal político, pero sí amigo íntimo de la familia real holandesa y escuchado por ella. El príncipe Bernardo, padre de la reina Beatriz de Holanda, se declaró chocado al enterarse del secuestro, ocurrido justamente cuando salía de una recepción que había ofrecido a la policía y en la que estaba presente el ministro de Justicia por haber resuelto un caso de chantaje contra la empresa.

Precisamente Alfred Heineken había dado instrucciones a sus allegados para que en caso de secuestro no se pagase ningún rescate, aunque ahora la Prensa belga señala que la empresa, una vez consumado el temido hecho, se muestra dispuesta a la negociación.

Entre las versiones que se han dado de los hechos se indica que el empresario se podría encontrar herido, ya que parece que en la furgoneta en que fue trasladado han aparecido algunas manchas de sangre.

El industrial es más conocido en lugares como Saint-Tropez y Mónaco que entre los medios puramente cerveceros. Mantiene estrechas relaciones con Raniero de Mónaco y su principesca familia. Es precisamente en la capital monegasca, en Montecarlo, donde Alfred Heineken tiene anclado su yate Something Cool (Algo Fresco, como su ligera cerveza).


La policía holandesa liberó ayer de madrugada a Heineken y detuvo a 24 personas de la banda familiar que le secuestró

Andrés Ortega – Elpais.com

1 de diciembre de 1983

El empresario y su chófer se encontraban en pijama y encadenados, en una fábrica en el aeropuerto de Amsterdam.

Gracias a la sintonía del servicio mundial de la BBC el rey de la cerveza holandés, Alfred Heineken, y su chófer, Ab Doderer, fueron liberados por la policía en Amsterdam en la madrugada de ayer, tras tres semanas de secuestro.

El rescate ya había sido pagado -por una cantidad no revelada, que puede rondar los 1.5% millones de pesetas- y sólo se recuperó una parte. Pero la policía, en una precisa y espectacular operación, detuvo a 24 personas -todas holandesas- implicadas en este caso. Cuatro de los responsables siguen, sin embargo, en libertad.

Heineken, de 60 años de edad, propietario de la lucrativa multinacional cervecera que lleva el nombre de su familia y que había fundado su abuelo, fue secuestrado en la tarde del 9 de noviembre por cinco enmascarados a punta de pistola cuando salía de la sede de su empresa, en pleno centro de Amsterdam.

Su chófer, de 57 años de edad, trató de interponerse y los secuestradores se lo llevaron también.

A partir de entonces, según indicó ayer K. Sietsma, comisario jefe de Amsterdam, la policía estableció prioridades: liberar a los secuestrados primero, atrapar después a los secuestradores y, finalmente, recuperar el rescate.

La pista principal que guió a la policía fue una carta anónima que recibió la empresa, poco después del secuestro, en la que se citaban los nombres de tres criminales implicados en el caso. Los secuestradores habían entrado ya en contacto con la empresa, exigiendo una fantástico rescate, pagado en divisa extranjera y que rondaría los 1.500 millones de pesetas, pero la policía no quiere dar detalles sobre la cantidad.

El contacto prosiguió a través de anuncios por palabras en los periódicos, pero ya los secuestradores habían exigido a la policía, la empresa y la familia que se atuvieran a un completo silencio frente a la Prensa. La policía realizó varias pesquisas en casas y barrios de Amsterdam y contactó con la Interpol ante la posibilidad de que los secuestradores se encontraran ya fuera del país.

Sintonía de la BBC

El rescate se pagó en la noche del domingo al lunes pasados, cuando la policía ya sospechaba dónde se encontraban Alfred Heineken y Ab Doderer: en una fábrica de madera en el puerto de Amsterdam, en torno a la cual se había situado un equipo de observación.

Y no sólo observó, sino que escuchó. Escuchó que de allí provenía la sintonía musical de la BBC, que es la emisora favorita del magnate de la cerveza. Al no recibir respuesta de los secuestradores, y ante el temor de que huyeran al extranjero, la policía decidió intervenir, y ayer, hacia las cinco de la madrugada, liberó a los secuestrados.

Los dos hombres se encontraban solos, en sendas celdas, vestidos con pijamas y encadenados a la pared, por lo que no hubieran podido escaparse por sí solos. Gozaban «de una salud razonablemente buena», explicó la policía, al describir su estado, tras haber vivido todo este tiempo en estrechas celdas y mal vestidos. Ambos tenían transistores portátiles y un juego de cartas, con los que se habían entretenido en hacer solitarios.

Poco después, en las afueras de Amsterdam, la policía detenía a 24 miembros de la banda familiar que había llevado a cabo el secuestro. Se trata de un clan familiar, según la policía, conocido años atrás por crímenes menores y sin implicaciones políticas.

Tres de los cabecillas fueron arrestados, pero otros cuatro no han sido localizados. Con ellos ha podido escaparse la parte del rescate que no ha sido recuperada. La policía sólo habló de haber encontrado «varios millones», es decir, varios centenares de millones, traducido en pesetas.

Pero la bandera holandesa vuelve a ondear sobre la sede de la cervecería. Las familias de los dos secuestrados, en una declaración conjunta, señalaron ayer que Alfred Heineken y Ab Doderer «necesitan reposo para recuperarse», y expresaron su gratitud a las autoridades policiales y judiciales, «que han permitido que la operación de liberación haya sido llevada a cabo de un modo excepcional».

Con este caso, se ha sabido que algunos multimillonarios holandeses tienen un seguro contra secuestros con la compañía británica Lloyds. Las que sí han ganado son las empresas especializadas en seguridad y protección personal, que han visto aumentar el número de sus clientes.


¿Dónde está el holandés que secuestró a Heineken y vivió en Paraguay?

Oscar López Deggeller – ABC.com.py

23 de Septiembre de 2011

Frans Meijer es el holandés que encabezó el secuestro del empresario multimillonario, propietario de una cervecera, Alfred Heineken. Luego del juicio, el procesado se refugió en Paraguay, desde donde fue extraditado a su país de origen.

Corría el mes de noviembre de 1983 cuando una banda liderada por un holandés identificado como Frans Meijer -que en ese entonces tenía 30 años- secuestró al empresario Alfred Heineken, nada más y nada menos que propietario de la firma cervecera que lleva su apellido, y a su chofer, en la ciudad de Amsterdan, capital de Holanda.

Las víctimas habían sido liberadas tiempo después luego del pago de 10 millones de dólares, que en esa época representaba una suma de dinero exorbitante. Meijer fue detenido en Holanda y remitido a la clínica de salud mental Pieterbaacentrun, de donde escapó para refugiarse en Paraguay.

El holandés huyó luego de que la justicia de su país lo haya declarado culpable del plagio del empresario y su chofer. El mismo ya contaba con una sentencia de 12 años que debían ser cumplidos en una penitenciaría de los Países Bajos.

Publicaciones del diario ABC Color de la época refieren que Frans Meijer adoptó el nombre de Rudolf Doves, de nacionalidad holandesa, y además portaba un carnet de radicación de la propia Dirección de Migraciones.

Ya con su nueva identidad, Doves (Meijer) contrajo nupcias con una ciudadana paraguaya identificada como María Graciela Corrales, con quien tuvo tres hijos. Mejor no pudo haber sido la coartada puesto que la descendencia es prácticamente un seguro de residencia para cualquier persona radicada en Paraguay.

Una persona, dos detenciones

El 16 de abril de 1995, la Interpol detiene a Meijer en el barrio San Blas de la ciudad de Paraguarí. Las publicaciones de ese entonces hablan de un «sugestivo desentendimiento» entre los ahora ex jueces Jorge González Riobó y Angel Barchini, quienes liberaron al holandés el 5 de mayo del mismo año.

Curiosamente, el 9 de mayo de 1995, Barchini libra una nueva orden de captura sobre Meijer, quien fue detenido el 28 de enero de 1998 en la ciudad de Fernando de la Mora por parte de agentes de la Interpol, quienes estaban al mando del por ese entonces subcomisario Teodoro Martínez.

«Él (Meijer) tenía una casa enorme en Fernando de la Mora, Zona Norte. Le agarramos sobre la calle Mariscal López y Santa Teresa. Tenía un Mitsubishi tipo Space del año, modelo 98. Hicimos un seguimiento con nuestros pares de Holanda y casi un año y medio después lo agarramos», refirió el ahora comisario Martínez, quién dio detalles de la detención del prófugo.

Extradición

El proceso de extradición de Frans Meijer fue solicitado diplomáticamente el día 5 de febrero de 1998, poco tiempo después de su segunda detención, dejando constancia del procedimiento realizado por la Interpol, por orden del juzgado del noveno turno de la capital, de fecha 9 de mayo de 1995.

El abogado de Meijer, Alejandro Encina Marín, alegó una supuesta falta de petición por parte de la justicia holandesa para evitar la extradición de su cliente, pero el magistrado Pedro Mayor Martínez dijo que el pedido de los Países Bajos se realizó en forma y es más, se le dio el ejercicio de todos sus derechos.

Hasta la fecha de su extradición, Meijer estuvo recluido en el Penal de Tacumbú, hasta el 29 de marzo del 2003, luego de que finalmente, el juez Gustavo Santander Dans haya dispuesto que el procesado sea devuelto a su país de origen.

Meijer regresó a su país en un avión de la Fuerza Aérea holandesa, con dos miembros del cuerpo diplomático y agentes de la Interpol-La Haya, que llegaron hasta Asunción para dar cumplimiento a la disposición del juez.

Repercusión internacional

La extradición de Meijer creó tanto impacto en Europa que un equipo de periodistas del diario holandés De Telegraaf vino a Paraguay para realizar una nota especial sobre la detención del acusado por secuestro.

El comisario Martínez dijo que en el seno de la Interpol se manejaban datos sobre Meijer y su entonces supuesta residencia en Paraguay. Fotografías y huellas dactilares fueron motivo para que los investigadores se toparan con el holandés, quien estaba en la lista de «los más buscados» de la Policía Internacional.

¿Dónde está Meijer?

Sin embargo, resulta sorpresivo que luego de todas estas idas y vueltas, hayan datos en la web que hablan de que supuestamente, en enero de 2005, la corte holandesa liberó a Meijer en circunstancias que no se aclaran.

Los textos añaden que Meijer regresó a Paraguay e inclusive publican imágenes del momento en el cual abandona su país para regresar a Sudamérica.

La información no es 100% segura, pero lo claro y concreto es que, desde el 2005, nada se sabe del que habría ejecutado uno de los secuestros más sonados y con más repercusión en el mundo.

 


AUDIO: ENTREVISTA AL ABOGADO DE FRANS MEIJER, SECUESTRADOR DE ALFRED HEINEKEN


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