
- Clasificación: Asesinato
- Características: Los cuerpos de las jóvenes Laura del Hoyo Chamón y Marina Okarynska aparecieron enterrados en cal viva en el nacimiento del río Huécar (Cuenca)
- Número de víctimas: 2
- Fecha del crimen: 6 de agosto de 2015
- Perfil de la víctima: Laura del Hoyo Chamón, de 25 años, y Marina Okarynska, de 26
- Método del crimen: Estrangulamiento
- Lugar: Cuenca, España
- Estado: Sergio Morate Garcés, exnovio de Marina, fue condenado a 48 años de prisión el 6 de noviembre de 2017
Índice
- 1 Las familias temen por la vida de las dos chicas desaparecidas en Cuenca
- 2 Aparecen enterrados en cal viva los cuerpos de las dos chicas desaparecidas en Cuenca
- 3 Detienen a Sergio Morate en la localidad rumana de Lugoj
- 4 Cuenca despide conmocionada a Laura y Marina
- 5 La policía cree que las chicas de Cuenca murieron en la casa de Morate
- 6 El amigo rumano que servía cafés en la cárcel
- 7 Crimen en Cuenca: Una fosa al final del camino
- 8 Un tribunal rumano decide extraditar a España a Sergio Morate
- 9 Sergio Morate recurre la decisión del juez de extraditarlo a España
- 10 La Justicia rumana ratifica la extradición de Sergio Morate a España
- 11 Sergio Morate llega a Cuenca procedente de Rumanía
- 12 El juez manda a la cárcel al presunto autor del doble crimen de Cuenca
- 13 Morate pidió ayuda para trasladar los cuerpos de Marina y Laura a un preso colombiano
- 14 Las dos venganzas de Sergio Morate
- 15 El juez levanta el secreto de sumario del doble crimen de las jóvenes de Cuenca
- 16 El preso sombra de Morate señala que es una persona muy peligrosa
- 17 Los cinco minutos que Alexander pasó en casa de su amigo Morate
- 18 La Policía resuelve en 11 conclusiones el doble crimen de Sergio Morate
- 19 Habla la primera mujer a la que torturó Sergio Morate, el asesino de Cuenca
- 20 Morate es imputado formalmente por los asesinatos de Laura del Hoyo y Marina Okarynska
- 21 40 pruebas y 27 testigos para juzgar a Sergio Morate por el doble crimen de Cuenca
- 22 Sergio Morate, condenado a 48 años por los asesinatos de Marina Okarynska y Laura del Hoyo
Las familias temen por la vida de las dos chicas desaparecidas en Cuenca
Patricia Ortega Dolz – Elpais.com – El doble crimen de Cuenca
11 de agosto de 2015
Aparte de los centenares de fotos que han empapelado las calles de Cuenca y las redes sociales con las imágenes de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, las dos amigas desaparecidas en Cuenca el pasado jueves, hay un nombre que sobrevuela esos mismos barrios, el de Sergio Morante.
Se trata del exnovio de Marina, el chico al que iban a ver justo antes de esfumarse sin dejar rastro, el joven conquense sobre el que pesan antecedentes de agresión sexual, que no ha vuelto a dar señales de vida desde entonces. Las peores sospechas de las familias se ciernen sobre él.
Laura del Hoyo se despidió el pasado jueves por la tarde de su madre con un «me voy a tomar algo». Cogió el coche y fue a buscar a su amiga Marina Okarynska, de origen ucranio y de 26 años, dos mayor que ella, que trabaja de traductora.
«Se conocen de toda la vida, tanto ellas como sus familias, todos viven en Cuenca», comentaba este lunes un allegado de la familia. El Facebook de Laura da amplia fe de ello con un rosario de fotografías y vídeos de noches divertidas y proyectos conjuntos pendientes con Marina. Una de esas imágenes de fiesta empapela las calles de la ciudad manchega y las redes sociales desde el domingo con el subtítulo de «desaparecidas».
Pasadas 72 horas desde que sus padres denunciaran en la policía la ausencia de ambas en la madrugada del viernes, se las dio oficialmente por desaparecidas y comenzó una búsqueda que este lunes seguía sin dar frutos ante la angustia de los familiares: «La investigación está en el mismo punto que al principio», se quejaba el tío y portavoz de la familia de Laura, Luis Javier Chamón. El juzgado de instrucción número 2 de Cuenca, que abrió las diligencias previas del caso, decretó este lunes el secreto de sumario.
Antecedentes de agresión
El pasado jueves por la tarde habían quedado para ir a casa de Sergio Morante, «el exnovio de Marina», también de Cuenca. A juzgar por las fotos difundidas, se trata de un chico curtido en los gimnasios, cuya familia también denunció su desaparición desde ese mismo jueves y del que se ha sabido —y así lo confirman fuentes cercanas a la familia— que tenía antecedentes por agresión sexual contra una novia anterior.
Supuestamente Marina quería recoger algunas cosas que se había dejado en la casa de Sergio tras un periodo de convivencia juntos. Presuntamente, según ha trascendido por fuentes cercanas a la familia, Laura cogió su coche y acompañó a Marina hasta allí. Horas más tarde se encontró el vehículo. Dentro había objetos personales de ambas, incluido el bolso de una de ellas con su documentación, dinero, llaves y el teléfono móvil, según han confirmado las mismas fuentes.
El estado de consternación de los familiares es total: «Se temen lo peor», comenta un amigo de la familia. «Todas sus sospechas se concentran en el joven Sergio Morante, que tenía antecedentes por una agresión sexual previa contra una expareja y que se encuentra en paradero desconocido desde el mismo día en que desaparecieron las chicas», expone la misma fuente. «Los familiares creen que ha huido de España», añade.
Laura no contestó ni a los mensajes ni a las llamadas de su madre desde el jueves por la tarde. En su cuenta de Facebook, la última entrada, precisamente del pasado jueves a las 12.54, es toda una declaración de intenciones: «¡Ahora sí que sí estoy decidida! toca nueva etapa y estoy súper feliz y voy a y prepararme para ser una profesional de peluquería de lo que siempre he querido y voy a luchar por ello. No va a ser fácil pero voy a conseguirlo!».
Horas después, nadie volvió a encontrárselas ni a saber nada de las dos jóvenes, aunque hay versiones —no contrastadas— que han llegado hasta los familiares y que aseguran «haberlas visto en un pueblo cercano a la ciudad».
«Angustia e incertidumbre»
El Ayuntamiento de Cuenca ha difundido un comunicado en el que se pone a disposición de las familias y los amigos de las dos desaparecidas en «estos momentos llenos de angustia e incertidumbre».
El equipo de gobierno municipal ha trasladado su apoyo y solidaridad a los familiares y allegados y ha mostrado su confianza en las investigaciones que está llevando a cabo la Policía Nacional.
En un primer momento, ante aquella denuncia del viernes de madrugada, la hipótesis que barajaron los agentes fue la desaparición voluntaria de las muchachas, pero el paso de las horas inquietó a los policías que las declararon oficialmente desaparecidas el domingo por la tarde, transcurridas las 72 horas que establece la ley.
Familiares y vecinos se han volcado por su cuenta en la búsqueda y han comenzado a batir zonas de manera organizada. Han apelado a la colaboración ciudadana a través de carteles y de las redes sociales para ayudar a la policía a encontrarlas
No obstante, los peores augurios se ciernen tras estas desapariciones. Y los familiares y los amigos de las chicas se ponen directamente en el escenario más tremendo: «Ya no es que las tengan retenidas, sino algo mucho peor».
El ritmo de la investigación
Pese a que la ausencia de noticias de Laura del Hoyo y de Marina Okarynksa (24 y 26 años) fue denunciada por sus padres en la madrugada del viernes en la comisaría de policía de Cuenca, hasta el domingo por la tarde no se las dio oficialmente por desaparecidas.
La costumbre policial es dar un margen de 24 horas a los supuestos desaparecidos —adolescentes y mayores de edad— porque es el tiempo en el que suelen ser encontrados, pero no lo establece ninguna ley. El juez abrió diligencias este lunes por la mañana y decretó el secreto de sumario horas más tarde.
Aparecen enterrados en cal viva los cuerpos de las dos chicas desaparecidas en Cuenca
Fernando Lázaro / Rebeca Yanke – Elmundo.es
Actualizado: 13 de agosto de 2015
Un vecino que paseaba este miércoles por el nacimiento del río Huécar halló los cadáveres de Marina Okarynska y Laura del Hoyo, las dos jóvenes desaparecidas el jueves en Cuenca, enterrados en cal viva. La Policía cree que el principal sospechoso de su muerte, Sergio Morate, ex novio de Marina, habría huido a Italia en su coche.
A primera hora de la mañana del miércoles, los agentes comenzaban a registrar la finca que la familia de Morate tiene en la localidad de Chillarón, donde se ubica el negocio familiar, una empresa de restauración de muebles antiguos y en el que también trabajaba el joven.
A media mañana comenzaba otro registro en Palomera, donde la familia de Morate, que está colaborando en la investigación, tiene una casa en la que veranea. Según los vecinos de Palomera, la Policía rastreaba el pueblo desde el pasado viernes, cuando se pierde la pista tanto de las chicas como de Morate.
Para este jueves, la Policía tenía previsto rastrear el nacimiento del río Huécar. Ya no será necesario. Un vecino que paseaba por la zona halló por la tarde los cadáveres de Marina Okarynska y Laura del Hoyo. Observó los pies de uno de los cuerpos saliendo de la tierra removida y alertó inmediatamente a la Policía, que confirmó la peor noticia. Los cadáveres habían sido enterrados en cal viva tras ser quemados, según confirmaron a EL MUNDO fuentes de la investigación.
A falta de realizar la autopsia, los agentes que pudieron ver anoche los cadáveres no apreciaron indicios de que se hubiera utilizado un arma de fuego en el asesinato. Según los investigadores, el asesinato de las dos jóvenes se pudo producir el mismo jueves, cuando desaparecieron camino de casa del ex novio de Marina, Sergio Morate, el principal sospechoso.
La Policía sospecha que Morate haya podido abandonar España y que esté tratando de llegar a Italia en coche con la intención de volar luego a Colombia o a Paraguay. Fuentes de la investigación han explicado a EL MUNDO que el sospechoso había expresado su intención de irse a vivir a Colombia, pero que es poco probable que emprendiera este viaje desde España, porque implica el uso del pasaporte y el control policial de salida en puertos y aeropuertos habría tenido que revisar su documentación. Se han controlado todos los vuelos que salían de Madrid y Barcelona en las fechas claves sin hallar a Morate.
Según fuentes policiales, el vehículo que está siendo buscado, el que se sospecha que Morate está utilizando en su huida, es un Seat Ibiza verde con matrícula 1062 CPF cuyo último posicionamiento detectado es Valladolid.
La investigación corre a cargo de policías de muy alto nivel, incluidos los agentes que participaron en la desaparición de los niños de Córdoba.
Las fuentes consultadas por este periódico explicaron que, entre todas las gestiones, los agentes de la UDYCO han interrogado a un preso colombiano que tuvo relación directa con Morate durante el tiempo que coincidieron en prisión.
Este presidiario abandonó el recinto penitenciario el pasado fin de semana y, según estas fuentes, estuvo con Morate, en su casa, el pasado sábado, poco después de la desaparición de las jóvenes. Fue interrogado por la Policía en la prisión para conocer su relación con el buscado y si conocía detalles sobre la presencia de las chicas en la casa de Morate.
El interno explicó que tenía deudas pendientes con él desde que coincidieron en prisión y que había acudido para saldarlas. Los investigadores tratan de aclarar si colaboró con Morate en la desaparición de las jóvenes.
Prácticamente al mismo tiempo que se hallaban los cadáveres de las dos jóvenes, centenares de personas acompañaban a sus familias en Cuenca exigiendo el regreso de las dos chicas. Portaban una pancarta con el lema «Cuenca os espera. Os vamos a encontrar». Fueron halladas, sí, pero sin vida.
La familia de Morate, fuera del pueblo
Vecinos de la localidad conquense de Chillarón, donde se ubica la finca propiedad de la familia de Sergio Morate, han asegurado que la familia del joven abandonó el pueblo el pasado lunes, cuando comenzaron los registros policiales.
El río Huécar nace a unos tres kilómetros de la localidad de Palomera, donde la Policía había registrado una casa propiedad de la familia del joven Sergio, ex pareja de una de las desaparecidas y que se encuentra en paradero desconocido.
Hasta la zona se han desplazado diversos efectivos de la Policía Nacional que mantienen acordonado.
Pasadas las 0.30 horas, una furgoneta del Instituto de Medicina Legal ha abandonado el lugar con los cuerpos, tras ordenar el juez el levantamiento de los cadáveres.
Según ha informado el Ayuntamiento de Cuenca en nota de prensa, las banderas de los edificios municipales ondearán a media asta en señal de luto por las muertes de las dos jóvenes.
Detienen a Sergio Morate en la localidad rumana de Lugoj
ABC.es
14 de agosto de 2015
Sergio Morate, el principal sospechoso del doble crimen de Cuenca ha sido detenido en Rumanía. El arresto se ha producido a la salida de una vivienda en la localidad rumana de Lugoj (a 504 kilómetros de la capital, Bucarest), en la región de Timisoara.
En ese momento, el fugitivo iba acompañado por otras dos personas de nacionalidad rumana que también han sido detenidas. Morate no opuso resistencia cuando la Policía rumana procedió a su captura, según señala el Ministerio del Interior en un comunicado.
Según las primeras investigaciones, Morate salió de España por el puesto fronterizo de Portbou desde donde se desplazó a Rumanía, país en el que se sospecha que pudiera tener algún contacto.
Los contactos internacionales de la Policía Nacional con la rumana han llevado a la detención de Sergio Morate, que será trasladado a España lo antes posible, ya que se están activando los mecanismos internacionales para ello
Cuerpos rociados con cal viva
Morate fue localizado un día después de hallarse los cuerpos de Marina Okarynska y Laura del Hoyo. Los cadáveres fueron encontrados ayer en unas pozas próximas al nacimiento del río Huécar, en la localidad de Palomera, donde los padres de Sergio Morate tienen una finca familiar.
Los cuerpos estaban boca abajo, quemados,y con indicios de haber sido rociados con cal viva. Anoche los forenses hacían la primera inspección de los cadáveres para tratar de encontrar otras señales de violencia en los cuerpos de las jóvenes, y este jueves se están realizando las autopsias.
El titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 2 de Cuenca dictó una orden internacional de búsqueda para localizar a Morate.
Los encargados de la investigación –los agentes de la comisaría de Cuenca, y los expertos en desaparecidos de la UDEV de la Comisaría General de Policía Judicial, con las que colabora la Guardia Civil–, monitorizaron durante todos estos días a los allegados al principal sospechoso, ya que estaban convencidos de que tarde o temprano tendría que apoyarse en alguien de su confianza para continuar su fuga.
Cuenca despide conmocionada a Laura y Marina
Rebeca Yanke – Elmundo.es
14 de agosto de 2015
No ha sido un funeral conjunto, pero sí ha coincidido en el tiempo. El adiós a Laura del Hoyo y Marina Okarynska se ha celebrado esta mañana en Cuenca, una ciudad conmocionada que reclama justicia. Los cuerpos sin vida de ambas jóvenes aparecieron enterrados en cal viva el pasado miércoles en el nacimiento del río Huécar. Sergio Morate, ex novio de Marina, fue detenido este jueves en Rumanía como principal sospechoso de los dos asesinatos.
Aunque la familia Okarynska sugirió a los Chamón la posibilidad de realizar un funeral de las dos chicas al mismo tiempo, estos últimos han decidido llevarlo a cabo de forma más recogida. Se ha celebrado en la parroquia de San Fernando de Cuenca esta mañana a las 11.15 horas, la iglesia donde Laura fue bautizada y donde recibió la comunión.
Un cuarto de hora después comenzaba el funeral por Marina Okarynska, a las 11.30 horas en la parroquia de San Esteban. Ayer por la tarde ambas familias acudieron al tanatorio donde los cuerpos de las dos chicas estaban siendo analizados. Primero se realizó la autopsia al cadáver de Laura y después al de Marina.
Los primeros resultados de los análisis han confirmado el «carácter violento y de origen homicida» de la muerte que recibieron las dos jóvenes.
«Según los datos preliminares de las autopsias, y respetando el secreto de sumario que pesa sobre las Diligencias Previas judiciales abiertas, se puede establecer el carácter violento y de origen homicida que provocaron ambos fallecimientos», detallaba el comunicado remitido en la tarde del jueves por el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha.
Apenas 24 horas después de encontrar los cadáveres de Marina y Laura, la Policía puso fin a la huida de su presunto asesino. Sobre las 18.30 horas, la carrera de Sergio Morate, tocó a su fin: fue detenido en Rumanía, en Lugoj, tras recorrer más de 2.800 kilómetros en su Seat Ibiza verde.
Según ha informado Telecinco, la madre de Laura se encontraba en una cafetería del tanatorio cuando escuchó la noticia de la detención de Sergio.
La policía cree que las chicas de Cuenca murieron en la casa de Morate
Patricia Ortega Dolz / Jesús Duva – Elpais.com
14 de agosto de 2015
La policía regresó este viernes por la mañana a la casa de Sergio Morate, el presunto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska, las jóvenes de 24 y 26 años desaparecidas el pasado 6 de agosto en Cuenca y cuyos cuerpos aparecieron el pasado miércoles en una poza en el nacimiento del río Huécar cubiertos en cal viva.
Los investigadores, que ya inspeccionaron esa vivienda durante más cinco horas el pasado martes sin que trascendiesen los resultados, creen que las pudo asesinar en ese piso de la urbanización Ars Natura, a escaso kilómetro y medio de la casa de ambas, en el llamado barrio del Pozo de las Nieves. Hasta allí acudieron las dos amigas antes de que se les perdiera el rastro para recoger unos enseres de Marina, su exnovia.
Morate, de unos 30 años y con graves antecedentes por maltrato y detención ilegal de otra pareja anterior, fue detenido —tras un minucioso seguimiento policial— el jueves por la tarde en la casa de un amigo suyo de la cárcel de Cuenca —donde cumplió su condena—, concretamente en un apartamento de la calle Nicolae Balcescu de la localidad de Lugoj, en Rumanía.
Este viernes, horas después de que cientos de personas dieran el último adiós a las dos víctimas con sendos funerales, él se declaraba inocente ante un Tribunal de Rumanía, que dictó su prisión preventiva durante 15 días, a la espera de la llegada de una solicitud formal de extradición de España, según informó Efe. La letrada Claudia Candea explicó que su cliente «considera que no es culpable».
En su declaración arguyó que no quería volver a España porque temía por su vida, debido a que tanto él como su familia habían recibido amenazas.
También agregó que Okarynska era de origen ucraniano y que su familia tenía contactos que podrían poner en peligro su vida, incluso en una cárcel española, según contó la abogada. Sus dos acompañantes quedaron en libertad, uno de ellos, su amigo, con cargos. «Será investigado por complicidad mientras está en libertad», según aseguraron fuentes policiales rumanas a Efe.
Los primeros resultados conocidos de las autopsias de las chicas indican que murieron violentamente. Presumiblemente golpeadas y estranguladas, dado que ambas presentaban golpes en la cabeza. Marina en concreto fue asfixiada «con una brida» de plástico. La autopsia pone de manifiesto «el carácter violento y de origen homicida» que dio lugar al fallecimiento de las dos mujeres, según la nota difundida este viernes desde el Tribunal Superior de Justicia de Castilla La Mancha.
Los agentes habrían regresado al piso del principal sospechoso en busca de más pruebas. Según fuentes de la investigación, el supuesto asesino «solo esperaba a Marina», que había sido su novia durante años, «pero se encontró también con Laura». El doble asesinato se habría producido el mismo jueves 6 de agosto.
Los investigadores también inspeccionaron este viernes un segundo inmueble cuya localización no ha sido precisada. Se sospecha que en uno u otro emplazamiento se produjo el doble homicidio. Al mismo tiempo, descartan que las dos jóvenes fueran asesinadas en las pozas del río Huécar, donde se hallaron los cadáveres el pasado miércoles por la tarde.
Posteriormente, y según esa hipótesis, el homicida habría llevado los cuerpos con su propio coche hasta el lugar en el que fueron encontrados por una vecina el pasado miércoles, cubiertos en cal viva en una poza del nacimiento del río Huécar, a escasos tres kilómetros de Palomera, el pueblo de origen de la familia de su presunto captor, a 9 kilómetros de la capital.
Laura acompañó a Marina en su coche, que fue hallado la madrugada del viernes en las inmediaciones por sus padres, cuando regresaban de poner la denuncia por su desaparición. En el vehículo se encontraron su bolso, su teléfono móvil y sus pastillas para la cardiopatía que padecía. «Las pudo dejar ahí porque iba a subir un momento, ella no pensaba que la iban a matar», comentan fuentes cercanas al caso.
El hecho de que el asesino hubiese comprado días antes la cal viva ha llevado a pensar a los investigadores que el crimen pudo ser premeditado, al menos el de una de ellas, el de Marina, que se había vuelto a vivir a Ucrania, su país natal, y estaba en Cuenca pasando unas vacaciones.
«Conocían al individuo»
Desde que la desaparición de las chicas se vinculó a Sergio Morate los familiares temieron lo peor. «Conocían al individuo», aseguran fuentes cercanas al caso. Más de cinco horas se prolongó el jueves el examen forense de los restos de Laura que, según fuentes de la investigación, presentaba un fuerte golpe en un pómulo. Y el análisis del cuerpo de Marina se prolongó hasta bien avanzada la noche, al encontrarse en peor estado de conservación por efecto de la cal viva.
También el hecho de que el presunto homicida comentase días antes a sus familiares que tenía pensado irse a un país sin posibilidad de extradición con España, apuntala la tesis de que hubo premeditación en el crimen.
Morate se presentó este viernes con gesto serio y no respondió a las preguntas de los periodistas rumanos que le esperaban en el tribunal. Fue ingresado en el Centro de Detención y Arresto Preventivo de Timis. Y el juez fijó una nueva audiencia para el próximo 28 de agosto, aunque si llegase antes la solicitud oficial de extradición desde España, la decisión podría adelantarse.
El caso lo asumió este viernes al juzgado de instrucción número uno de Cuenca, encargado de los asuntos de violencia de género. Las dos amigas han pasado a engrosar la lista de 31 mujeres asesinadas por sus parejas o exparejas en lo que va de año.
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El amigo rumano que servía cafés en la cárcel
Ana Carbajosa
El pasado jueves, a las 18.30, la policía entró en la casa de un ciudadano rumano en la ciudad de Lugoj, al oeste del país y detuvo a Sergio Morate, el presunto captor y asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska. Junto a él se encontraba su amigo István, con el que habría entablado una estrecha relación durante el tiempo que ambos pasaron en prisión, según fuentes oficiales.
István y Morate coincidieron en la cárcel de Cuenca a partir de 2009, donde ambos cumplieron condena. Los dos coincidieron en el llamado módulo de ingresos, separados del resto de los presos. Morate entró en prisión hace seis años por un delito de violencia de género tras secuestrar y atar a su expareja. El contacto con otros presos habría supuesto un serio peligro de linchamiento. Al año y medio salió por buena conducta de la cárcel.
Los que le conocen recuerdan que István era un tipo frío y pulcro, que mantenía su celda muy limpia y que colaboraba con la institución. Tanto Morate como él servían los cafés a los funcionarios, recuerdan fuentes conocedoras del caso.
En la ciudad de Cuenca residen unos 4.000 rumanos, según detallan en la asociación hispanorumana de Cuenca, al tiempo que expresan su «horror» ante la conducta de su compatriota. La mayoría, aseguran, están muy bien integrados.
Hace un par de años, István —nombre de origen húngaro— salió de la cárcel. Morate había salido algo antes, en 2010. Ambos siguieron en contacto, según un conocido. Un vecino de Cuenca asegura que vio a István en la ciudad hace 20 días.
Crimen en Cuenca: Una fosa al final del camino
Domingo Marchena – LaVanguardia.com
16 de agosto de 2015
Hay topónimos que encierran en su sonoridad un paisaje. Barranco de la Rambla. Da igual no conocerlo. La reiteración de la letra erre dibuja en la boca una tierra áspera, abrupta. Erre, erre. Bella, pero áspera. Junto al poste que indica la dirección del GR 66 que lleva al Barranco de la Rambla, a las afueras de Palomera, hay una bifurcación, casi un camino de cabras, que conduce al nacimiento del río Huécar. Allí aparecieron Laura del Hoyo y Marina Okarynska, las víctimas del doble crimen de Cuenca.
La relativa rapidez con que se hizo el macabro descubrimiento, a los ocho días de la desaparición, hizo creer que Sergio Morate Garcés, a quien su propia familia ya ha condenado por los asesinatos, había ocultado los cuerpos a la ligera. No. Hasta Istvan Horvath cree que era impensable imaginarse a alguien enterrado allí.
Este ciudadano rumano, que dio cobijo en su país al español, asegura que su huésped se lo confesó todo, pero no lo creyó porque le dijo que las había enterrado en la Palomera. «¿Qué dices? Ahí no cabe ni una aguja, es puro monte».
El camino baja hacia la poza entre pedregales y ramas. Puro monte a un lado y otro que obliga a ralentizar la marcha y araña los laterales de los vehículos. Dos todoterreno inician el descenso. Un Nissan Patrol de la Guardia Civil y el coche de los periodistas. Ni unos ni otros tendrían que estar aquí. «Nosotros ya no pintamos nada», reconocen los dos agentes. No han venido a mantener acordonada la zona, como temían los periodistas. ¿Y ellos? ¿Por qué han venido ellos?
Al final hay un pequeño llano, invisible a quienes hayan tomado el otro camino, el del Barranco de la Rambla. El rumor del río, las plantas acuáticas, el suave sonido de lluvia que el viento arranca a las hojas de los chopos. «¿Fue aquí?», preguntan los periodistas. «No sabemos», responden los guardias.
La intención natural, casi instintiva, es seguir el curso del río. Pero nada. La zona ha sido mil veces trillada. Entre los brezales, las zarzas y los hierbajos se han abierto muchas veredas a fuerza de pisadas. Los cuatro compañeros accidentales rehacen el camino y vuelven a la poza. Buscan por otra zona, más abrupta. Treinta pasos y aparece la primera prueba. Tierra con señales de que ha sido removida hace muy poco. Diez pasos más, unos treinta metros desde el borde del camino. Aquí es. Queda claro cuando el agente que abre la marcha se para de golpe, cabizbajo, casi en actitud de recogimiento.
La zona donde escarbó la policía científica mide unos dos metros de largo y medio de ancho. Quedan rastros de la cal viva. «Vaya sitio eligió el tío, ¿eh?», dirá al despedirse el agente más veterano. Ni él ni su compañero las conocían, pero han tenido la imperiosa necesidad de venir, de guardar silencio unos segundos y pedir perdón en nombre del género humano. Antes que policías, son padres, hijos, hermanos.
Lo tenía todo planeado. La zanja, la cal viva con la que aceleraría la descomposición. Nunca se imaginó que Marina, su exnovia, llegase acompañada. La esperaba sólo a ella. Iba a recoger las pertenencias que aún tenía en el piso que habían compartido en la urbanización Ars Natura, en Cuenca. Pero Marina le pidió a su amiga Laura que la acompañase. Y la zanja no tenía profundidad para las dos. Por eso las hallaron.
Sobrecoge imaginar el calvario de las familias. El viernes, después del entierro, un primo de Laura estalló al ver que había cámaras incluso a la puerta del domicilio familiar. Ben Bradlee, el legendario editor del Washington Post, decía que esta es la profesión más bonita del mundo. Lo es, pero a veces… Aquí, frente a este símbolo del horror, los periodistas recordaron todo lo que han debido ver, oír y leer tres hogares destrozados, el de las chicas y el de los padres del detenido. Pero no vinieron sólo para recordar.
El cortejo de Laura tenía tantas flores que fueron necesarios dos coches fúnebres, uno sólo para las coronas. Todas las flores de Marina viajaron con ella, en un único vehículo. Cuando el féretro salía de la iglesia, justo entonces, una reportera de televisión le hacía señas a una familiar para que se acercara. Será sólo un segundo, parecía decirle con gestos. La mujer, con un retrato de Marina en las manos, decía que no con la cabeza y lloraba.
Con el ataúd ya dentro, unos hombres acomodaron sobre el féretro los ramos que no sabían dónde poner. Había muchos y el suelo quedó regado de pétalos. Parecían lágrimas sobre el asfalto. Los periodistas cogieron uno de aquellos pétalos, uno solo, y lo guardaron celosamente. Ayer, con dos guardias civiles por testigos, lo depositaron en este túmulo impío, y pidieron perdón porque Laura y Marina merecían muchísimo más.
Un tribunal rumano decide extraditar a España a Sergio Morate
Elpais.com
24 de agosto de 2015
Un tribunal rumano ha resuelto este lunes extraditar a Sergio Morate, una decisión que aún puede ser recurrida. El principal sospechoso del doble crimen de Cuenca ha comparecido esta mañana ante la Corte de Apelación de Timisoara, donde ha rechazado ser enviado a España porque teme por su vida. El acusado ha accedido, sin embargo, a que la justicia rumana entregue sus bienes —entre ellos, su coche y su teléfono móvil— a las autoridades españolas, ha informado la agencia Efe.
«He emitido la petición de extradición del acusado y la entrega de sus bienes a España», ha anunciado el juez de la Corte de Apelación de Timisoara, Flavius Ionescu, durante una audiencia y en presencia del acusado, quien desde ahora tiene cinco días para recurrir esta decisión. «Mantengo lo mismo que la vez pasada (de la primera vista, el 14 de agosto) y no hago declaraciones», ha señalado Morate ante el magistrado.
En declaraciones a Efe, la abogada Claudia Candea ha señalado después de la audiencia que Morate cree que «no tendrá un proceso justo (en España) por la mediatización del caso» y por el hecho de que «todos ya lo consideran culpable» del doble asesinato. Candea, que actúa como abogada de oficio para el acusado español, ha agregado que «la euroorden de extradición no se justifica porque no existen pruebas de que Morate haya asesinado a las dos jóvenes».
Durante la audiencia, Morate ha accedido a que se entreguen a la justicia española los objetos personales encontrados en el apartamento donde lo detuvieron en Rumania, el pasado 13 de agosto; entre ellos, su ropa, su teléfono móvil y el coche Seat Ibiza verde con el que viajó hasta la ciudad de Lugoj, como muestra de colaboración en la resolución de la investigación.
Extradición y arresto
La fiscalía rumana ha pedido este lunes al juez que se prolongue el arresto preventivo de Morate para que el proceso de extradición siga transcurriendo. El magistrado ha aceptado mantener a Morate otros 30 días en situación de prisión provisional mientras se tramita su envío a España.
El presunto asesino tiene un plazo de cinco días para recurrir esta decisión ante la Corte de Bucarest, máxima institución judicial de Rumania, que tendrá la última palabra sobre su entrega.
Si la defensa de Morate decide recurrir, el asunto será trasladado a la Alta Corte de Casación y Justicia en Bucarest, que tendrá tres días para ratificar la decisión del juez de Timisoara. Y después de este paso, la policía rumana tendrá otros 10 días para enviar a Morate a España.
Sergio Morate recurre la decisión del juez de extraditarlo a España
Rebeca Yanke / Agencia EFE – Elmundo.es
27 de agosto de 2015
Sergio Morate, presunto asesino de las jovenes conquenses Laura del Hoyo y Marina Okarynska, ha apurado prácticamente hasta el último momento la posibilidad de recurrir su extradición a España al Alto Tribunal de Bucarest, para lo cual disponía de cinco días.
El lunes la corte de apelación de Timisoara, la ciudad rumana en la que se encuentra en prisión preventiva, decidió dar el visto bueno al proceso de extradición y hoy Morate ha decidido recurrir la decisión ante el más alto tribunal de Rumania.
«Presentaremos mañana el recurso de su entrega a España ante la Corte de Apelación de Timisoara» (oeste de Rumanía), anunció la abogada del acusado, Claudia Candea. Candea tras reunirse con Morate en la celda de la comisaría de esa ciudad rumana donde el sospechoso se encuentra en prisión preventiva. «Le daré vueltas hoy a la motivación que presentaremos en el recurso contra la extradición, aunque no es obligatorio tener que hacerlo», precisó a Efe la abogada en conversación telefónica.
El acusado de 29 años había dicho con anterioridad que considera que no tendrá un proceso justo en España por la mediatización del caso y por el hecho de que «todos ya lo consideran culpable» del doble asesinato.
El caso pasará ahora a la Alta Corte de Casación y Justicia, en Bucarest, que en cuanto reciba el recurso dispondrá de tres días para pronunciarse sobre el dictamen del magistrado Flavius Ionescu, juez de la Corte de Apelación de Timisoara, que el pasado lunes había dado la luz verde a la extradición a España de Morate.
Si el recurso no prospera, el sospechoso será trasladado a España en los siguientes diez días. Candea, abogada de oficio, indicó que dejará de ser la representante de Morate ante la justicia rumana en el momento en el que presente mañana el recurso en la Corte de Apelación de Timisoara y el sospechoso tendrá otro abogado de oficio designado en la capital rumana.
El supuesto autor del crimen de Cuenca fue detenido el pasado 13 de agosto en Lugoj, una localidad rumana de casi 50.000 habitantes, por una orden europea de arresto dictada por la justicia española.
Se sospecha que Morate salió de España por la frontera de Portbou, en Girona, con su propio coche, el mismo día en el que desaparecieron Laura del Hoyo y Marina Okarynska y que supuestamente las asesinó, el pasado 12 de agosto.
La Justicia rumana ratifica la extradición de Sergio Morate a España
Rebeca Yanke – Elmundo.es
2 de septiembre de 2015
El recurso que Sergio Morate, presunto asesino de las jóvenes de Cuenca Laura del Hoyo y Marina Okarynska, presentó la semana pasada ante el Alto Tribunal de Bucarest para evitar su extradición a España «ha sido rechazado», según ha explicado a este periódico Claudia Cândea, la abogada de oficio que, desde el pasado 13 de agosto, cuando Morate fue detenido en la localidad rumana de Lugoj, le defiende ante los tribunales de este país.
Todavía sin abogado en España, Morate se ha enfrentado esta mañana ante el máximo tribunal rumano también sin Cândea, pero también ha estado «más expresivo» que el pasado 24 de agosto, cuando tuvo lugar la vista para iniciar el trámite de su extradición en Timisoara, a 60 kilómetros de Lugoj, donde se encuentra retenido en una celda de un centro preventivo. «En Bucarest ha estado aún más solo que en Timisoara», sostiene su abogada. Según Cândea, el traslado de Morate a España podría iniciarlo «un equipo policial rumano hasta un aeropuerto rumano, donde le daría el relevo la Policía española».
Stelian Bodeanu, portavoz del Tribunal rumano, ha señalado en Bucarest que el recurso presentado por Morate la semana pasada ha sido denegado por «infundado».
Contra esta decisión adoptada por un tribunal de tres jueces no hay posibilidad de presentar más recursos por lo que las autoridades españoles ya pueden hacer efectivo el traslado de Morate a España para ponerlo a disposición de las autoridades judiciales, informa Europa Press.
Las mismas fuentes consultadas indican que el traslado lo van a llevar a cabo policías españoles y que se va a producir «lo antes posible». Ante la Corte de Apelación de Timisoara el pasado 24 de agosto, cuando se iniciaron los trámites para formalizar su extradición, Morate aseguró que no quería ir a España «porque tenía miedo». Ese miedo, en palabras de su abogada, es «a las familias de las víctimas y al entorno ucraniano de Marina», su ex novia hasta hace pocos meses.
A este respecto, Luis Javier Chamón, portavoz de la familia de Laura del Hoyo, la otra víctima, ha avanzado a EL MUNDO que Morate «esté tranquilo», «que las familias quieren justicia»; «que sea juzgado y pague por las muertes realizadas», «que no se base en deplorables excusas».
«La familia se muestra satisfecha por la decisión del Alto Tribunal de Justicia de Rumanía y su extradición a España, lugar donde se han cometido los tan despreciables asesinatos. Confiamos en que se haga justicia y se aplique la ley en toda su contundencia», ha dicho Chamón.
Sergio Morate llega a Cuenca procedente de Rumanía
20Minutos.es / Agencias
6 de septiembre de 2015
Sergio Morate, principal sospechoso del doble crimen de Cuenca, ha sido entregado a la Policía española en la ciudad rumana de Timisoara y trasladado a España en un avión enviado por las autoridades españolas, confirmaron fuentes policiales rumanas.
El presunto autor de la muerte de Laura del Hoyo y Marina Okarinska, ya se encuentra en los juzgados de Cuenca. El avión llegó al aeropuerto madrileño de Torrejón pasada la medianoche del sábado, tras lo cual fue trasladado hasta Cuenca en un coche camuflado de la Policía Nacional escoltado por tres furgones de antidisturbios y otros dos vehículos.
La comitiva, que llegó sobre 03:16 de la madrugada de este domingo, entró directamente por la puerta de atrás de los juzgados y este domingo se producirá la comparecencia ante el juez de Primera Instancia e Instrucción número uno de Cuenca.
A las puertas de los jugados esperaban al sospechoso del doble crimen una docena de personas que profirieron gritos de «asesino» a su llegada.
Casi un mes en arresto preventivo en Rumanía
Morate ha estado 23 días en arresto preventivo en Rumanía. Este domingo se cumple un mes desde que las supuestas víctimas de Morate, Laura del Hoyo y Marina Okarynska, desaparecieran en Cuenca.
Se cerró así el proceso que comenzó el pasado 13 de agosto, cuando la policía rumana detuvo al supuesto asesino de Laura del Hoyo y Marina Okarynska en la localidad de Lugoj, en el oeste del país balcánico, por una orden europea de arresto dictada por la Justicia española.
La Alta Corte de Casación y Justicia de Bucarest, la máxima autoridad judicial de Rumanía, ratificó el pasado miércoles, en segunda y última instancia, la extradición de Morate tras denegar su recurso por «infundado».
Los agentes de la Policía Nacional española deberán decidir además sobre el traslado de su coche, un Seat Ibiza verde, con el que el acusado viajó a Rumanía y en el que supuestamente asesinó a las jóvenes. En estos momentos, el vehículo se halla precintado en la comisaría de Lugoj, a la espera de que sea examinado para ayudar a clarificar el caso.
Declaración este domingo a puerta cerrada
Una vez que el juez instructor, Gonzalo Criado del Rey Tremps, tome declaración al detenido y decida sobre su situación procesal, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha informará de manera inmediata a los medios de comunicación sobre la decisión adoptada.
No se autorizará el acceso al edificio de Juzgados de Cuenca a los medios de comunicación, teniendo en cuenta el acuerdo de Sala de Gobierno del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha, de fecha 15 de octubre de 2010, que no permite la captación de imágenes y sonido en pasillos o dependencias judiciales donde no tengan lugar actuaciones o diligencias judiciales públicas.
Todo ello a la vista de que la declaración del detenido ante el juez se realizará a puerta cerrada al tratarse de una diligencia de investigación dentro del procedimiento que se instruye, ha informado el TSJCM en un comunicado.
El juez manda a la cárcel al presunto autor del doble crimen de Cuenca
Patricia Ortega Dolz – Elpais.com
6 de septiembre de 2015
Sergio Morate, el presunto asesino de su exnovia Marina Okarinska y de su amiga Laura del Hoyo, llegó en la madrugada del domingo a los juzgados de Cuenca. Entró por la puerta de atrás escoltado por un fuerte dispositivo de seguridad y con un griterío de fondo: «¡Asesino!». Algunos conquenses, a sabiendas de que el detenido — extraditado desde Rumanía— pasaría a disposición del juez Gonzalo Criado del Rey Tremps, le esperaron a las puertas del tribunal para increparle.
Morate, pasó la noche en el calabozo, hasta que hacia las once de la mañana prestó declaración ante el magistrado titular del jugado de primera Instancia e Instrucción número 1 de Cuenca, que decretó prisión provisional comunicada y sin fianza.
Aunque se ha acogido a su derecho a no declarar, está imputado como presunto autor de dos delitos de asesinato, según el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha. Pese a que era previsible que Morate ingresase en la cárcel de Cuenca, donde ya cumplió condena por otro delito de retención ilegal de una antigua novia, el juez le envió inmediatamente al Centro Penitenciario Madrid VII, en Estremera.
Durante su anterior estancia en prisión conoció a Istvan Horvath, un recluso rumano que vivía en un apartamento en Lugoj (Rumanía). Hasta allí llegó Morate en su huida, mientras toda España buscaba a dos chicas de 24 y 26 años desaparecidas en Cuenca. Y allí fue detenido hace 24 días por la policía rumana hasta que se cumplimentó legalmente su proceso de extradición.
La investigación sigue
Ahora permanecerá en la cárcel de Estremera sujeto a los pormenores de una investigación que sigue su curso mientras se mantiene el secreto del sumario. La policía tendrá que volver a todos los lugares clave.
El propio apartamento de Morate en la urbanización Ars Natura de Cuenca, adonde se dirigían las dos amigas justo antes de desaparecer. La poza del nacimiento del río Huécar en la que se encontrados sus cuerpos enterrados en cal viva una semana después. Y el coche que usó el detenido para huir, un Seat Ibiza verde, que sigue en Rumanía y que previsiblemente será enviado a España para ser analizado como prueba principal, ya que pudo ser ese vehículo el que emplease también para deshacerse de los cadáveres de las chicas que, según la autopsia, murieron estranguladas.
Morate pidió ayuda para trasladar los cuerpos de Marina y Laura a un preso colombiano
Cruz Morcillo – ABC.es
17 de septiembre de 2015
«Acabo de matar a Marina y a una amiga suya. Tengo un marrón. Ayúdame a deshacerme de los cadáveres». Más o menos estas debieron de ser las palabras de Sergio Morate a su amigo Alexander E. Ll., el pasado jueves 6 de agosto por la tarde cuando este llegó a la casa de la urbanización Ars Natura donde había quedado con Morate porque ambos iban a ir juntos a un concierto.
Alexander acababa de salir de permiso de la prisión de Valdemoro (Madrid) -un permiso al que se había opuesto Instituciones Penitenciarias- y tenía por delante cuatro días de libertad.
Todo apunta a que se negó a la petición de su amigo, discutieron y el colombiano se marchó de la casa y pasó el fin de semana en el pueblo de Alicante donde vive tras asistir al concierto programado. El domingo regresó a la cárcel madrileña, según ha podido confirmar este periódico. No obstante, al parecer no delató a Morate y favoreció que pudiera huir por media Europa hasta su detención en Rumanía una semana después.
El reo colombiano -al que Morate conoció en la prisión de Cuenca cuando cumplió condena entre 2008 y 2010- figuró entre las personas investigadas por la Policía nada más desaparecer Marina Okarynska y Laura del Hoyo, de 26 y 24 años. Estaba de permiso, su relación con Sergio era muy estrecha y cumplía el perfil de alguien que podía haberle dado cobertura en su fuga, según los análisis que llevaron a cabo los investigadores.
De hecho, su nombre figuraba en una nota interna de esos primeros momentos en la que se daba cuenta de que ambos podían haber huido juntos en el Seat Ibiza verde, cuyos datos también se incluyeron en los ficheros policiales de toda Europa.
Se especuló con que ambos habían mantenido contacto telefónico; la realidad es que el colombiano estuvo en la casa de Cuenca donde Morate había planeado matar a su exnovia y donde acabó con la vida de las dos jóvenes, tras golpearlas y asfixiarlas -a Marina con unas bridas visibles cuando aparecieron los cadáveres que no presentaban heridas de arma blanca ni de fuego-.
A continuación introdujo los cuerpos en un coche estacionado en su garaje y los llevó hasta el nacimiento del río Huécar donde había cavado una tumba para su exnovia tras enterarse de que se había casado en Ucrania. Además, compró cal y la citó en su casa para devolverle unas pertenencias. Marina pidió a su amiga Laura que la acompañara, pero no contó a su expareja que no iría sola.
Alexander E. Ll., de 35 años, no se plegó a la petición de su amigo, según todos los indicios, aunque tampoco corrió a contar lo ocurrido a la Policía. Tiene antecedentes por tráfico de drogas, atentado a agente de la autoridad, delitos contra el orden público, usurpación de estado, conducción temeraria, etc.
En julio de 2012 le consta una orden de búsqueda para detención e ingreso en prisión después de que el mes anterior atropellara a un guardia civil de Tráfico en Dolores (Alicante) antes de darse a la fuga. Él, Morate y el rumano Istvan Hortvath se convirtieron en íntimos entre los muros de la prisión de Cuenca, según han confirmado todos los que coincidieron con ellos. La amistad continuó fuera de la cárcel como lo certifican las visitas de Morate a la cárcel de Valdemoro, según algunos conocidos.
Es el triángulo que rodea los asesinatos de Marina y Laura. Uno es el autor; el otro tuvo conocimiento del crimen antes que nadie y permitió que Morate huyera durante una larga semana; el tercero, el rumano, está acusado de encubrir a su amigo.
Reconoció que Morate le contó que había matado a Marina y a una amiga, que fue a recogerlo a Hungría con varios familiares, inició los trámites para rematricular en Lugoj el coche de Morate y habló con su casero para que le alquilara un piso. Ambos, por tanto, podrían ser considerados encubridores: uno en Rumanía y el otro en España.
Las dos venganzas de Sergio Morate
Cruz Morcillo – ABC.es
20 de septiembre de 2015
Sergio Morate, incapaz de aceptar un no, acabó una relación sentimental de cuatro años destrozando la ropa a tirones de la joven, aterrada y arrepentida por haber cedido al chantaje y haber acudido a la casa de él tras citarla por teléfono. Había sido su pareja hasta días antes.
El 27 de abril de 2008 Morate tenía 22 años y ya había acosado a su exnovia día y noche después de que ella lo dejara. «Esto se tiene que arreglar por las buenas o por las malas, te voy a joder la vida como sea, si tengo que llamar a una gitana para que te pegue lo haré», consta en la sentencia que lo condenó a tres años y dos meses de prisión por amenazas y detención ilegal. Durante hora y media encerró a la joven en una habitación, arrancó los pomos para que no pudiera escapar y le hizo fotos desnuda asegurándole que las repartiría por Cuenca.
Siete años después, él, incapaz de aceptar un no, volvió a planear su venganza perfeccionada de criminal beneficiado por atenuantes penales y multas que compran libertad. Marina Okarynska también lo abandonó y huyó a su país a principios de enero de este año, después de otra larga relación. Morate la siguió a Ucrania, intentó que volviera con él, le prometió cambiar y la amenazó, pero regresó a España solo.
La boda, el detonante
Mediado el verano, se enteró de que su guapa exnovia se había casado y estaba en Cuenca -donde viven sus padres desde hace más de una década- de vacaciones. Morate empezó a dar forma a su rencor de macho abandonado. Eligió el nacimiento del río Huécar, a tiro de piedra de Palomera, el pueblo de sus padres, donde la familia tiene una casa. Cavó una tumba que debió de cubrir para que no se viera y compró cal.
Cuando todo estaba listo, telefoneó a Marina y la citó en su casa, en la que habían vivido juntos, para devolverle algunas cosas que la mujer había dejado. Pero no se atrevió a ir sola, quizá segura de que trataría de convencerla o de amenazarla. La acompañó su amiga Laura del Hoyo.
Morate no esperaba a dos mujeres, sino a una. Las golpeó y las estranguló en el piso, a su expareja con una brida visible cuando se encontraron los cadáveres una semana después. Los investigadores no descartan que una de las víctimas tratara de huir para pedir auxilio pero el asesino no se lo permitió.
Poco después llegó a la vivienda de la urbanización Ars Natura Alexander E., de 35 años, un colombiano al que Morate conoció en la prisión de Cuenca cuando cumplía condena por su primera venganza. Se hicieron íntimos y siguieron frecuentándose.
Habían quedado para ir a un concierto durante esos días en los que Alexander disfrutaba de un permiso penitenciario. Morate al parecer no logró que su amigo le ayudara, aunque éste tampoco corrió a delatarlo a la Policía. Los investigadores se entrevistaron con él en cuanto supieron el grado de amistad que les unía.
Morate introdujo -en teoría sin ayuda de nadie- los cuerpos de las víctimas en un coche que tenía aparcado en el garaje aprovechando la siesta prolongada de agosto y condujo hasta el nacimiento del río. No ha trascendido aún qué vehículo utilizó. Además del Seat Ibiza con el que huyó a Rumanía, tenía o usaba un Opel Frontera, pero estaba en el taller, según se comprobó. Se sabe que podía tener otros turismos a su disposición y los agentes han inspeccionado varios vehículos, incluido el Ibiza analizado esta semana en una comisaría rumana.
Testigos y objeto
Esa misma tarde o por la noche pasó por la casa de Palomera. Varios testigos aseguraron verlo, pero además junto a la tumba improvisada cubierta de cal alguien reparó en un objeto: una botella de agua bendita de la Virgen de Fátima, un recuerdo de quienes peregrinan a ese santuario portugués. Era de la madre de Morate.
«Debía de estar sofocado y cogió lo primero que encontró», señalan las fuentes consultadas. Luego huyó hasta que lo detuvieron una semana después. Su otro amigo de la cárcel, el rumano Itsvan Horvath, lo cobijó. Es el final del trío que se forjó entre los barrotes de la pequeña prisión de Cuenca.
La declaración del preso colombiano será fundamental
Alexander E. Ll., el preso colombiano amigo de Sergio Morate, aún no ha declarado ante el juez instructor del doble crimen de Cuenca. Su testimonio puede resultar fundamental si se ratifica en lo que ya contó a los investigadores.
El día 6 de agosto salió de permiso de la cárcel de Valdemoro y fue a la casa de su amigo en la urbanización Ars Natura de Cuenca. Habían quedado para ir a un concierto. Cuando llegó Morate le contó que acababa de matar a Marina y a una amiga suya (Laura) y le pidió ayuda para deshacerse de las víctimas. El colombiano, según todos los indicios, se negó y se marchó a Orihuela (Alicante) donde tiene su domicilio. El domingo al acabar el permiso volvió a prisión. No ha trascendido si llegó a ver los cadáveres de las dos jóvenes, lo más lógico, dado que los dos amigos estuvieron hablando.
El juez levanta el secreto de sumario del doble crimen de las jóvenes de Cuenca
Europa Press – Elmundo.es
9 de noviembre de 2015
El titular del Juzgado de Instancia e Instrucción número 1 de Cuenca ha dictado un auto, notificado en la mañana de este lunes, por el que se decreta el levantamiento del secreto de sumario que pesaba sobre las diligencias previas por las que se investigan los asesinatos de Marina Okarinska y Laura del Hoyo el pasado mes de agosto en Cuenca.
Por estos hechos se encuentra imputado Sergio Morate Garcés, quien continúa en prisión comunicada y sin fianza en la cárcel de Estremera (Madrid) y será juzgado por un jurado popular, según confirmó el fiscal jefe de Castilla-La Mancha, José Martínez.
Según informa el Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha (TSJCM) en un comunicado, el levantamiento del secreto de sumario permite únicamente a las partes personadas en el procedimiento el acceso al mismo, teniendo el procedimiento carácter reservado para el público en general, según recoge el artículo 301 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal.
Asimismo, añade que informará a los medios de comunicación, con autorización del juez instructor, de las resoluciones relevantes -distintas de las diligencias sumariales- que se vayan produciendo durante la tramitación de la causa, que continúa instruyéndose en sede judicial.
La investigación
Mientras tanto, los investigadores de la Policía Nacional se inclinan, según sus últimas pesquisas, por que el presunto asesino de las jóvenes de Cuenca no contó con colaboración de una segunda persona a la hora de trasladar los cuerpos de sus víctimas desde su domicilio hasta la orilla del río Huécar donde fueron halladas sin vida, tal y como informaron fuentes conocedoras del caso.
Este punto es una de las incógnitas que quedan aún por esclarecer tal y como confirmó el mes pasado la fiscal jefe de Cuenca, Isabel Gómez, cuando aseguró que «no es descartable la participación de terceras personas», si bien «no en la ejecución material de las muertes» de las jóvenes, pero «sí en la preparación o ulterior huida u ocultación de los cuerpos» por parte de Morate.
Estas eran unas dudas que compartían desde la Policía, pero los avances de los últimos días y las pesquisas realizadas llevan a los investigadores a inclinarse por el hecho de que Morate actuó solo en todo momento.
El preso sombra de Morate señala que es una persona muy peligrosa
L.M / B.B – Lainformacion.com
12 de noviembre de 2015
‘El programa de Ana Rosa’ de Telecinco ha hablado con el preso de confianza que vigilaba a Sergio Morate en prisión. Según este preso, «Morate tiene aires de superioridad y es una persona que miraba al resto de presos de una forma desafiante».
Este recluso ha sido la sombra de Morate durante ocho horas al día en las últimas semanas. «Yo no quiero tener ninguna relación con esa persona, simplemente hago mi trabajo y lo aguanto», ha destacado en este programa.
Este preso ha explicado que son tres las personas que vigilan a Morate. «Cubrimos las 24 horas al día en turnos de ocho horas cada uno. Os puedo decir que Morate es una persona muy peligrosa». Este recluso destaca que vigilan todo lo que entra en la celda, incluso la comida. Son los presos sombra los que abren los botes y le sirven la comida a Morate.
«Es desafiante. No quiere hablar con nadie, rehúye preguntas que le podamos hacer. No quiere saber nada del exterior. Tiene la mirada perdida y está pensativo», ha relatado durante su entrevista en Telecinco.
Otro compañero de cárcel de Morate ya avisó de su carácter
La declaración de este preso coincide con el relato que dio A.C a Lainformacion.com el pasado mes de agosto. A.C fue compañero, durante 6 meses, de Sergio Morate en la prisión de Cuenca en 2012. Pide que no se publique su nombre real al completo: acaba de conseguir un trabajo y teme tener problemas si se desvela su pasado carcelario.
«Su frialdad ponía los pelos de punta»
«Coincidí unos meses con él. Yo acababa de entrar por un asunto de drogas, menudeo, y él ya llevaba un tiempo. En la cárcel, si quieres sobrevivir, tienes que estar muy atento y ser muy observador. Ver de qué pie cojea cada uno y así saber a qué atenerte. A mí, Sergio Morate me dio miedo desde el primer momento en el que le vi. Recuerdo que me lo presentaron, me miró de arriba abajo y siguió con lo suyo. No fue el desprecio con el que me miró, fue su absoluta frialdad. Se te ponían los pelos de punta», arranca.
Poco a poco, su primera impresión se fue confirmando. «Es una persona complicada de definir. Quizá la palabra que más defina su personalidad es frustrado. Me explico: con los jefecillos de la cárcel era absolutamente sumiso, se humillaba. Sabía que estaban por encima de él y que podían hacer de su vida un infierno. Le he visto darles su comida, todo tipo de recados… Los jefes le aguantaban porque era su perrito faldero, útil, pero le despreciaban. Se reían constantemente de él. Sergio nunca decía nada, pero en cuanto podía lo pagaba con alguien más débil. Nunca se metía en problemas gordos, aunque de vez en cuando le daban arranques de furia y se volvía una bestia, podía liarse a golpes con el que se le pusiera delante, destrozarle incluso. Lo normal era la crueldad psicológica. Si sabía que algún preso tenía a un hijo enfermo, se reía de él y decía que iba a morir. O hacía comentarios sobre lo que haría a las madres o hijas de los compañeros. No suena muy grave, pero cuando estás encerrado, esas cosas te destrozan», recuerda.
«Una mujer superior a un hombre debe desaparecer»
Además, según cuenta A.C., nunca hablaba de su exnovia ni del delito que le había llevado a la cárcel. Solo una vez, rememora, le oyó decir que sentía mucho lo que había hecho, aunque a los pocos minutos se recompuso y aseguró que lo que realmente le molestaba es que una «guarra como esa le hubiese llevado a la cárcel».
Pero si hay algo que marcó profundamente a A.C. fue el machismo de Morate. «Estás con hombres las 24 horas, es normal que, hasta cierto punto, se escape algún comentario fuera de tono sobre las mujeres, entre risas. Nada grave. Lo normal son comentarios del tipo sexual de lo que le harías a esta o a aquella cuando salieras de la cárcel, más por fanfarronear que por otra cosa».
Morate sin embargo no solía unirse a las bromas. Cuando hablaba de mujeres era en un tono diferente. «Una vez le oí decir que las mujeres que estaban por encima de un hombre deberían desaparecer. Otra vez, que él jamás permitiría que una mujer se impusiera a él, que si se rebelaba lo más mínimo se iba a acordar de él toda su puta vida. Siempre estaba diciendo que a una mujer hay que educarla para que sepa quién manda, que las chicas tenían que estar al servicio de los hombres, que eran inútiles y sentimentales y que solo servían para el sexo, cocinar y limpiar.»
Los cinco minutos que Alexander pasó en casa de su amigo Morate
Nacho Abad – Larazon.es
7 de diciembre de 2015
Alexander y Sergio Morate forjaron su amistad entre sudor y pesas en el gimnasio de la cárcel. En un lugar donde los segundos se dilatan y nunca corren, los dos jóvenes tuvieron tiempo de compartir chanzas, confesiones y desventuras.
La libertad los separó físicamente en el año 2009, pero los lazos del talego los mantuvieron unidos. Por eso, seis años después, aprovechando un permiso de fin de semana de Alexander, los dos programaron acudir a un concierto de reguetón en Alicante.
La Razón ha tenido acceso al relato que Alexander realizó frente a los investigadores del caso. «El pasado 6 de agosto, a primera hora de la mañana, me confirmaron que podía salir de permiso ese mismo día», comenzó contando. «Mi madre me recogió y fuimos a casa en Fuenlabrada (Madrid). Serían las dos de la tarde cuando logré hablar con Sergio por teléfono. Le pregunté si se mantenían los planes que habíamos hecho dos meses antes y me contestó que sí, que iríamos juntos al concierto en Alicante».
Habían quedado en verse
Alexander, ilusionado ante la perspectiva de un fin de semana libre y de fiesta con su amigo, se encaminó a la taquilla de la estación de Atocha para preguntar por los horarios de trenes a Cuenca. Le informaron de que el siguiente disponible salía a las 16:45 y que alcanzaría su destino a las 17:47.
«Justo antes de subirme, llamé a Sergio para contárselo y me dijo que los planes se mantenían: iríamos juntos a Alicante en su coche, pero que a lo mejor no todo sería inmediato y que se retrasaría».
El tren llegó puntual a Cuenca. «Llamé a Sergio para que viniese a recogerme, pero me dijo que le resultaba imposible: ‘‘Tío, cógete un taxi que yo te lo pago cuando llegues a casa’’, me prometió».
El importe del trayecto rondó los 12 euros. Alexander volvió a llamarle y su amigo le explicó qué números debía marcar en el telefonillo para que pudiese abrirle la puerta. «Al entrar en la urbanización de Sergio me confundí y cogí un ascensor que no daba directamente a su rellano, así que crucé la planta y llamé al timbre. Juro que no vi nada anormal ni en el rellano ni en ningún sitio».
El joven, acusado de los asesinatos de Marina y Laura, le abrió la puerta con ropa de estar por casa: una camiseta blanca sin mangas y un pantalón de chándal de color gris. «Me hizo pasar al salón. No vi ni detecté nada extraño, lo prometo. Tampoco escuché nada que me pudiera hacer pensar que en el piso hubiera nadie más, ni me comentó que hubiese cometido un delito ni me pidió ayuda para nada. Sergio me dijo que no podía ir a Alicante en ese momento y que si quería podíamos irnos juntos, pero sobre las tres de la madrugada. Le respondí que era imposible, que tenía que llegar pronto, así que me fui de su casa. No estuve dentro ni cinco minutos».
Alexander caminó hasta la estación convencional de tren, pero no había ninguno que lo llevase a Alicante. En la estación de autobuses le comunicaron lo mismo. «Tuve que coger un taxi e irme a la estación de AVE. Salí a las 20:13 y llegué a las 21:45 de la noche».
Al móvil de Alexander se le acabó la batería y no fue hasta la madrugada que encontró un enchufe donde cargarlo. Al encenderlo un pitido le anunció que entraban algunos mensajes. Uno de ellos era de su amigo de la cárcel: «Salgo para Alicante mañana por la mañana. Llámame». Sin embargo, los investigadores sospechan que a esa hora Sergio iba camino de Rumanía y que mintió en sus intenciones para despistarlos.
En las dos declaraciones que realizó durante el mes de agosto se mantuvo en esta versión: nada sabía, nada había visto. Sin embargo, algo cambió el 6 de septiembre, justo al día siguiente de que Morate fuese extraditado de Rumanía. ¿Coincidencia?
Dos investigadores acudieron a prisión a hablar con Alexander, que en un espontáneo brote de sinceridad, dio un giro a su relato y contó una versión alternativa de lo que ocurrió en los cinco minutos que estuvo dentro de la casa de Sergio.
La nueva explicación es que cuando se enteró por la televisión de las muertes de Marina y Laura a Alexander le entró un sentimiento de pánico salvaje y una ansiedad insoportable que le impidieron siquiera conciliar el sueño esos días y que si no contó nada desde el principio, fue porque tenía miedo a los problemas que le podía acarrear haber estado en Cuenca y, más concretamente, en casa de Morate.
«Me abrió la puerta y me llevó hasta el salón», contó Alexander en la nueva versión. Es entonces cuando se produce la siguiente conversación:
Sergio: «La he cagado. La he liado gorda».
Alexander: «¿Por qué?».
Sergio: «Tengo aquí a Marina».
La afirmación provocó el pánico de Alexander que pensó que su amigo había hecho lo mismo que a su ex novia en el pasado: secuestrarla y hacerla fotos desnuda.
Alexander: «Pues yo no quiero saber nada. Me voy».
Sergio: «Si te vas, llévate las llaves de este coche y apárcamelo por ahí que está aparcado ahí abajo».
Alexander: «No pienso. Adiós».
Esta conversación, que da lugar a varias posibles interpretaciones, y que las familias de las víctimas no se creen, provocó la reacción de la fiscal jefe de Cuenca, María Isabel Gómez. La fiscal anunció que quiere sentar en el banquillo de los acusados a Alexander, pero que pretende hacerlo en un juicio diferente al de Sergio Morate.
«No tiene sentido y puede levantar suspicacias», apunta una experta penalista. «Los hechos que ocurren juntos, juntos deben juzgarse. No se puede romper la continencia de la causa y extraña que se pretenda hacer», añade. Sea como fuere, la amistad forjada por Morate y Alexander entre pesas pinta que se ha quebrado ante la posibilidad de nuevos años de cárcel. A ninguno le quedarán ganas de ir al gimnasio.
La Policía resuelve en 11 conclusiones el doble crimen de Sergio Morate
Nacho Abad – Larazon.es
15 de enero de 2016
«Motivado por los celos y el despecho que sentía hacia la que hasta semanas antes del doble crimen había sido su compañera sentimental durante cinco años, Maryna Okarynska, y que le había abandonado, Sergio Morate decidió planificar un ataque contra su vida. También pensó en cómo deshacerse de su cadáver».
Así reza la primera de las once conclusiones contenidas en un contundente informe redactado por el Grupo 1º de Homicidios de la Udev Central al que ha tenido acceso La Razón.
«Una vez tomada la decisión de quitarle la vida, Sergio Morate habría adquirido o conseguido los elementos necesarios para dar muerte a Marina y deshacerse del cuerpo. Hablamos de bridas, bolsas de basuras, cal, pico y azada», continúa la segunda deducción. Los investigadores sospechan que compró todos los materiales en una tienda regentada por ciudadanos de nacionalidad china a las afueras de Cuenca, pero reconocen que no tienen ningún testigo que le viera adquirirlos y «que las cámaras de seguridad del establecimiento no funcionaban. No hay imágenes pero, si las hubiera apostaría lo que fuera a que Morate aparecería», apuntan.
Coche prestado
«Si bien Sergio disponía de varios vehículos propios», se lee en la siguiente conclusión, «e incluso de la empresa de fabricación de su familia, optó por pedir prestado otro coche con el claro objeto de utilizarlo para el plan trazado y evitar así cualquier relación de este hecho con los vehículos que habitualmente utilizaba».
Precisamente, el joven que le dejó voluntariamente su Seat Ibiza declaró este viernes en sede judicial. Su relato coincide con el que ya realizó ante los investigadores el 25 de agosto. Según aquella declaración, el día del doble crimen se encontró con Sergio por la mañana en una tienda y allí el imputado le pidió que le dejara su coche, a lo que él accedió.
Los investigadores están convencidos de que fue ese vehículo el que usó para trasladar los cadáveres. Sin embargo, a pesar de los titánicos esfuerzos, de momento, entre las muestras recogidas no se ha encontrado ningún resto de origen biológico, sangre, saliva o sudor que pertenezca a las dos jóvenes, lo que habría delatado sin duda su presencia.
«Una vez dispuesto lo necesario», continúan las conclusiones del informe policial, «estableció en su cabeza la fecha para llevar a cabo su ataque, advirtiendo ya a sus padres que el 6 de agosto (día del asesinato de Laura y Marina) no podría ir a trabajar. Al mismo tiempo, había previsto hacía un mes salir de Cuenca, junto a su amigo Alexander, hacia Alicante, para asistir a un concierto. La idea era utilizar esa cita a modo de coartada».
Tras los crímenes y el enterramiento, «Morate habría optado por abandonar precipitadamente nuestro país con su vehículo habitual. La única posibilidad de recibir ayuda era de su amigo y compañero en prisión, Istvan Horvath, a quien acudió directamente, llegando incluso, según declaró el ciudadano rumano, a confesarle su responsabilidad en las muertes de Marina y de Laura», reza la última conclusión.
Víctimas en el maletero y en el asiento
Morate estuvo detenido casi un mes en Rumanía. Allí proclamó su inocencia. Fue subirse al avión que le trasladó a España y reconocer su culpa. Dos policías le dijeron al magistrado que en el trayecto habló: «No fue una confesión detallada. De sus expresiones se deduce que cometió los crímenes, pero no dijo ni que las mató, ni que después de asesinarlas dejó los cadáveres en el maletero y se fue a cenar. Sí explicó que la dos juntas entraron en su casa e hizo un gesto de que había cerrado la puerta con llave. Admitió que trasladó a una en el maletero y a otra, en el asiento de atrás».
Habla la primera mujer a la que torturó Sergio Morate, el asesino de Cuenca
Javier Negre – Elmundo.es
21 de febrero de 2016
Huele a puchero en la tercera planta de un céntrico edificio de Cuenca. Es hora del almuerzo. Un hombre con gabardina aparece en el pasillo con dos bolsas de Mercadona. Tocamos el timbre de una de las puertas. Nos abre un señor con pelo y barba canosa. Le preguntamos por su hija. «Aquí no vive ninguna Marta», nos asegura.
Sin embargo, una joven en pijama entra en escena. «Papá, sí que estoy aquí», afirma con voz angelical. Tiene el rostro cansado. Lleva encerrada todo el día hincando codos. Estudiando sus oposiciones a maestra. Se examinará en junio. Cuando se entera de que somos periodistas ya sabe que no venimos a venderle enciclopedias, sino a preguntarle por Sergio Morate. La pesadilla de su adolescencia.
«De ese cabrón no quiero saber nada. Ni de él ni de su entorno», nos dice Marta en la semana en que la madre del asesino ha roto su silencio para llamar «enfermo» a su propio hijo. El padre de la muchacha interrumpe la conversación.
-Apenas le conoce, dejad de remover la mierda -espeta enfadado.
Es la mentira de un abogado jubilado que quiere proteger a su niña. A la persona que mantuvo una relación de tres años y medio con Morate. A la primera víctima del brutal asesino de Marina Okarynska y Laura del Hoyo. A su pecado original.
-¿Cómo os habéis enterado de quién soy y de dónde vivo? -nos pregunta intrigada la veinteañera. Su identidad ha sido preservada por la Policía Nacional desde que se conoció la existencia de una primera damnificada de Morate, ahora en la cárcel de Estremera (Madrid), sin fianza e incomunicado. En los días posteriores al doble crimen de Cuenca del pasado 6 de agosto, trascendió que Morate ya había amenazado y retenido a una novia anterior. Unos hechos por los que había estado en prisión 18 meses.
A condición, acordada, de que guardemos el secreto de su identidad y que usemos un nombre ficticio (Marta) como hizo la Policía cuando denunció a Morate, la joven accede a narrarnos lo que la sentencia del juzgado penal número 1 de Cuenca estableció como hechos condenatorios: «Debo condenar y condeno a S.M.G. como autor de un delito de amenazas continuado y de un delito de detención ilegal». Aquel día (27 de abril de 2008), Morate hizo temblar de horror a su ya ex novia. «Sí, claro que temí por mi vida».
La historia había comenzado unos tres años y medio antes cuando Marta conoció a Sergio Morate. Él tenía 20 años y ella 16. Era una simple chica de instituto y una de las más atractivas de la ciudad de las Casas Colgadas. Morate, uno de los malotes que más atraían a las muchachas de su generación. Musculado y con alma de seductor de pueblo.
Por aquel entonces, tenía barba y pelo largo. No era el joven rapado que calcinaría siete años después a Marina por un ataque de celos y a su amiga Laura por estar en el lugar equivocado. Morate ya trabajaba en la tienda de muebles de su familia y manejaba dinero. Conducía flamantes deportivos y era de los de pagar las rondas a las jóvenes más guapas del bar. Elementos claves para enamorar a una chica amante de los personajes más altivos de Física o Química.
«Estuve tres años y medio con él. En los primeros se portó muy bien conmigo, era muy romántico, pero también celoso. Lo que en los primeros años eran unos celos tontos se convirtió en una obsesión, en una enfermedad. Empezó a no dejarme salir con mis amigas, a no dejarme hacer nada. Era un celoso enfermizo. Por eso le dejé, porque pensé: si me hace estas cosas ahora… imagínate lo que me hará cuando estemos casados», nos cuenta la chica.
Los problemas vinieron cuando Marta quiso cortar con aquella relación tóxica. Una decisión que Sergio no aceptó. «Se volvió loco. Empezó a llamarme, que tenía que volver con él… y el resto ya lo tenéis en la declaración que hice ante la policía. Prefiero no recordarlo. Es algo que tengo ya superado, pero fue horroroso», explica. Lo que no quiere rememorar Marta es precisamente el incidente más traumático de su vida. El episodio que llevó a Morate a ingresar en el centro penitenciario de Cuenca donde consiguió los contactos que utilizó el pasado verano para huir a Rumanía tras asesinar a Marina y Laura.
27 de abril de 2008. Morate llamó a Marta y le vociferó lo siguiente: «Esto se tiene que arreglar o por las buenas o por las malas. Te voy a joder la vida como sea. Si tengo que llamar a una gitana para que te pegue, lo haré». El hombre, que tenía 23 años, le pidió que se acercase al domicilio de sus padres en Palomera (Cuenca) para tener una breve conversación. Muy cerca de donde se encontraron los cuerpos de Laura y Marina quemados y boca abajo. Marta, carcomida por el miedo, se acercó a la casa. Allí comenzó su pesadilla.
Morate cerró la puerta con llave y rompió los pomos. Le arrebató el móvil y le dijo: «Mis padres no vuelven hasta las 12. Tengo todo el tiempo del mundo. Los teléfonos están desconectados. No intentes salir ni pedir auxilio porque no hay nadie», le espetó a Marta. Su acción violenta no quedó ahí. La desnudó arrancándole la ropa a tirones y le dijo que la iba a fotografiar para luego distribuir las fotografías a través de internet. «Se las voy a mandar a toda Cuenca», le gritó. La mantuvo retenida dos horas, pero finalmente la dejó marchar. Marta ni siquiera había empezado a conocer a otra persona. Tenía sólo 19 años.
Amenazas y detención
«Temí por mi vida», reconoce a Crónica Marta, que esa «misma tarde» fue a la comisaría a interponer una denuncia. Morate fue condenado por los delitos de amenazas y detención ilegal a tres años y dos meses. Pasaría entre rejas 18 meses. Morate ni siquiera tuvo que enfrentarse a juicio pues reconoció las penas solicitadas por el Ministerio Fiscal. Seis meses después de salir de prisión, Morate volvió a ser detenido por almacenar archivos con pornografía infantil, aunque en esta ocasión no hubo condena. Morate no volvió a acercarse a Marta. Sí a otras mujeres. Como a Marina, una atractiva ucraniana que comenzaría una relación sentimental con él.
Celos de muerte
Marta conocía a Marina, pero jamas le advirtió. Nunca le contó que sus celos obsesivos estuvieron a punto de segarle la vida años antes. Fueron esos celos obsesivos los que llevaron a Morate a acabar con la vida de Marina. Justo cuando se enteró a través de Facebook de que se había casado con otro hombre en Ucrania.
Precisamente la madre de Marina declaró el pasado martes en el juzgado de instrucción número 1 de Cuenca. La progenitora de la otra víctima (Laura del Hoyo) era muy cercana a la familia de Marta. «A nosotros el crimen nos afectó muchísimo porque éramos amigos de la familia de Laura», reconoce el padre, que decide cortar abruptamente la conversación.
«Ya está bien. El tema de mi hija ya está juzgado y hay que pasar página», dice. Quiere resguardar a su hija de los focos. La joven se convirtió en objetivo número uno de la prensa y los investigadores decidieron ocultar su identidad. Le recomendaron abandonar Cuenca y la chica puso rumbo a Gandía (Valencia) con su nueva pareja, el hijo de un conocido constructor conquense. Un perfil de novio en las antípodas de Morate. Educado, católico, inteligente y de buena familia. En la zona del Levante, Marta permaneció un mes y siguió el caso en las tumbonas de un conocido chiringuito gandiense.
Regresó a su tierra en septiembre, justo cuando había pasado la marejada mediática y Morate ya estaba en prisión tras ser detenido en la frontera de Rumanía con Hungría. Ningún periodista la molestó. Su identidad permaneció oculta y quedó la incógnita de quién sería la primera mujer agredida por Morate. De ese «enfermo», como le tildó su propia madre esta semana en un programa de televisión. De ese apestado hasta para su familia.
Morate es imputado formalmente por los asesinatos de Laura del Hoyo y Marina Okarynska
S.B. – Eldiario.es
7 de junio de 2016
Dos delitos de asesinato, uno por la muerte de Laura del Hoyo y otro por Marina Okarynska. Es la imputación que se ha concretado este martes por parte del Ministerio Fiscal y a la que se han sumado las acusaciones particular y popular en el Juzgado Nº 1 de Cuenca para Sergio Morate, único y principal acusado de haber acabado con las vidas de las dos jóvenes a principios de agosto de 2015 en la capital. Por su parte, la defensa ha pedido el sobreseimiento provisional porque no hay pruebas suficientes en la causa, a juicio de sus intereses, para sostener la imputación.
Eso, en la sala a puerta cerrada en los Juzgados de Cuenca, puesto que en la calle, a la entrada de las cocheras, una decena de familiares de las víctimas se agolpaban con pancartas pidiendo justicia. Le recibían en torno a las 9.50 horas con gritos de «asesino» y le despedían abalanzándose sobre el coche de la Guardia Civil que le trasladaba pasadas las 10.30 horas.
La imputación apenas duró un cuarto de hora y Sergio Morate se marchaba nuevamente a la prisión de Estremera (Madrid), donde permanece desde el 6 de septiembre una vez regresaba a España tras haber sido detenido en Rumanía el 13 de agosto.
Allí seguirá a la espera de conocer el auto del juez que llegará en los próximos días o semanas. Así lo confirmaba la Fiscal Jefe de Cuenca, María Isabel Gómez, quien explicaba que este martes «se ha concretado la imputación, es un trámite que se tiene que hacer en el procedimiento del Jurado. Mantenemos la imputación, concretamos los delitos que son a los efectos de garantizar su derecho de defensa y se piden diligencias por parte de las acusaciones».
Dos delitos de asesinato
En este sentido, Gómez ha confirmado que a Sergio Morate «Se le ha formulado una imputación por dos delitos de asesinato, por lo que son las muertes de cada una de las dos víctimas. La Fiscalía, en la línea de trabajo que llevamos, entendemos que los hechos que resultan acreditados». Por su parte, en palabras de la Fiscal Jefe, «la defensa manifestaba en el acto que interesaba el sobreseimiento provisional porque no hay pruebas suficientes en la causa, a juicio de sus intereses, para sostener la imputación».
Por tanto, a la espera del auto del Juez el proceso sigue y, como ha recalcado María Isabel Gómez, «es un caso preferente porque es causa con preso, y la Ley dispone que han de tener preferencia en la tramitación», si bien no se ha aventurado a poner una fecha para la vista oral.
«Antes del verano no lo creo, pero es causa preferente y ahora mismo en la Audiencia Provincial no hay ningún juicio con jurado con preso. Ahora, una vez concretada la imputación, el siguiente trámite que habrá que formular serán los escritos de acusación popular, pública y la defensa; JCCM, las dos familias con su letrado y luego la defensa y todo esto sigue una serie de trámites, pero es causa preferente», ha reiterado.
Penas
Finalmente y sobre las posibles penas que se podrían solicitar a Sergio Morate, la Ley contempla una horquilla de entre 15 y 25 años de prisión por cada asesinato, aunque según María Isabel Gómez, «no ha llegado todavía el momento de fijarlas».
«Ahora procede centrar la imputación sobre qué hechos y la calificación jurídica que tienen. Sostenemos que es el autor que ha participado en la muerte violenta de las dos víctimas, son dos delitos de asesinato y luego en el escrito de acusación ya incluiremos el resto de circunstancias que puedan concurrir, las agravantes, como puede ser que una de la víctimas fuera su expareja, como si hubiera alguna atenuante y sobre eso se modulará la pena. Y hay que recordar que el último momento en que se puede concretar el pena es una vez que el jurado popular haya dado su veredicto de culpabilidad a un acusado», ha explicado.
En cualquier caso ha sentenciado que «la petición de pena será consecuente con la gravedad del hecho, en atención a la circunstancias de cómo se produjeron las muertes. La respuesta penal que se inste desde la Fiscalía será adecuada a lo ocurrido».
40 pruebas y 27 testigos para juzgar a Sergio Morate por el doble crimen de Cuenca
El Mundo
3 de octubre de 2017
El juicio por el ‘caso Morate’, por el que la Fiscalía pide un total de 48 años de prisión al considerarle culpable del asesinato de su ex pareja y de una amiga de ésta en verano de 2015, arrancará en la Audiencia Provincial de Cuenca el 23 de octubre, con jurado popular, en una sesión en la que se ha solicitado el análisis de más de 40 pruebas.
En el escrito de acusaciones definitivo, la Fiscalía solicita como pruebas a estudiar, a parte de las distintas actas de levantamiento de cadáveres o inspecciones oculares de los vehículos utilizados tanto por el presunto asesino como por las víctimas, grabaciones de conversaciones mantenidas por Marina Okarinska –ex pareja de Morate– o las propias grabaciones del acusado una vez detenido.
Se solicita igualmente para dirimir la responsabilidad de Sergio Morate el testimonio de 27 testigos, al margen de la comparecencia de hasta 20 agentes de Policía Nacional que intervinieron a lo largo del proceso de detención. La detención de Morate por este doble crimen se remonta a agosto de 2015 –fue detenido en Rumanía– y desde esta fecha se encuentra en prisión preventiva.
Los hechos que se juzgarán
Según el auto, los hechos que se enjuiciarán se reducen a si el acusado –condenado por delitos de detención ilegal y amenazas en el ámbito de la violencia de género– mantuvo durante cuatro años, y hasta el mes de marzo de 2015 una relación de pareja con Marina Okarinska, la cual decidió poner fin a la misma. Así como que, tras poner fin a la relación, el acusado, que no asumió dicha decisión, comenzó a gestar, a partir de ese momento, la idea de poner fin a la vida de Marina.
Posteriormente, fue adquiriendo todos los medios necesarios, incluso cal viva, para ejecutar el plan de poner fin a la vida de Okarinska y deshacerse posteriormente de su cadáver.
De igual modo, el juez tendrá que enjuiciar si Morate acabó también con la vida de Laura del Hoyo, y si posteriormente trasladó los cadáveres de Marina y Laura hasta el paraje denominado ‘El Bodegón’, en el término municipal de Palomera (Cuenca) marchándose posteriormente a Rumanía, donde fue detenido el pasado 13 de agosto de 2015.
Se determinará de igual manera si los hechos expuestos son constitutivos de dos delitos de asesinato y si concurren las agravantes de parentesco, de cometer el hecho por razones de género, de abuso de superioridad, de ejecutar el hecho aprovechando las circunstancias de lugar que debiliten la defensa del ofendido o faciliten la impunidad del delincuente o de abuso de confianza.
El Ministerio Fiscal, en su escrito de acusaciones del pasado mes de febrero, solicitó un total de 48 años de prisión para el acusado, así como una indemnización de 50.000 euros al marido de Marina, 200.000 euros para sus padres, y 30.000 euros más para su hermana; a lo que hay que sumar otros 200.000 euros para los padres de Laura y otros 30.000 para sus hermanas, lo que eleva el total a 510.000 euros.
La representación procesal de Morate solicitó la libre absolución del acusado pues, a su parecer, el auto de apertura de juicio oral «infringía los derechos fundamentales» de Morate, «vulnerándose el principio de presunción de inocencia».
Las acusaciones particulares presentaron escrito de conclusiones acusando a Morate de dos delitos de asesinato, mientras que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, personada como acusación particular, se adhirió a las peticiones formuladas por el Ministerio Fiscal.
Sergio Morate, condenado a 48 años por los asesinatos de Marina Okarynska y Laura del Hoyo
El País
7 de noviembre de 2017
La pena impuesta este martes por la Audiencia Provincial de Cuenca es la misma que pedía la Fiscalía.
La Audiencia Provincial de Cuenca ha condenado este martes a 48 años de cárcel a Sergio Morate al considerarle autor de los asesinatos de su exnovia de 26 años, Marina Okarynska, y de la amiga de esta, Laura del Hoyo, de 24, en la capital conquense en el verano de 2015.
La pasada semana, un jurado popular declaró culpable por unanimidad a Morate por el doble crimen. Además, la pena impuesta a Morate por el Alto Tribunal es la misma que pedía la Fiscalía.
El presidente de la Audiencia Provincial de Cuenca, José Eduardo Martínez Mediavilla, ha dado a conocer esta tarde la condena contra Morate, que ha seguido la lectura del fallo del juez por videoconferencia desde la cárcel de Estremera (Madrid), en la que está interno desde septiembre de 2015. La sentencia tiene la fecha de este martes —7 de noviembre— y ha sido leída en audiencia pública ante una multitud de periodistas de todo el país.
El tribunal ha condenado a Morate a 25 años de cárcel, la máxima legal, por la muerte de Marina Okarynska, al concurrir el agravante de parentesco y género. En el caso de Laura del Hoyo, Morate ha sido sentenciado a 23 años de prisión. El fallo recoge las peticiones de condena que formuló la Fiscalía en su escrito.
El juicio se celebró hace dos semanas en la Audiencia Provincial, donde declararon decenas de testigos, familiares, policías y peritos. El jurado estaba compuesto por siete hombres y una mujer, con una media de edad de 45 años.
Todos entendieron que Morate, el único sospechoso del doble crimen, era culpable. Aunque no se encontraron restos de las víctimas ni en su vivienda —donde presuntamente las mató asfixiándolas— ni en los coches que utilizaba —donde presumiblemente trasladó sus cuerpos para enterrarlas— eran numerosas las pruebas contra él.
Algunas de ellas muy determinantes, como la botella de agua de Lourdes, idéntica a las que guardaba su madre en su casa, y que fue hallada en el lugar donde encontraron semienterrados en cal viva los cuerpos de las chicas, una poza en el nacimiento del río Huécar, en el municipio de Palomera, donde Morate pasó las vacaciones desde su infancia.
Hace dos semanas, la Audiencia Provincial de Cuenca acogió seis intensas sesiones de un juicio esperado en el que decenas de testimonios y pruebas periciales se pusieron a disposición del jurado. Morate se mantuvo impasible: se acogió a su derecho a no declarar y renunció al de la última palabra.
Durante las sesiones, Morate vio desfilar por la sala a sus amigos de la infancia, con los que la noche antes del doble asesinato hablaba de crímenes famosos y de cómo eludir a la justicia. A su madre, que se acogió a su derecho a no declarar, pero que en su día hizo público un comunicado avergonzándose de lo que acusaban a su hijo, huido en ese momento.
También pasó por allí otra exnovia de Morate, la que le denunció por retención ilegal (la encerró, la obligó a desnudarse, la fotografió, la amenazó…, según contó). Por ese motivo, Morate pasó un año en la prisión de Cuenca en 2007, donde conoció a algunos de los que luego serían sus mejores amigos, como Istvan Horvath, que le acogió en su casa de Lugoj (Rumania) en su precipitada huida en coche.
En su día, declaró que le había confesado que había matado a Okaryinska, pero hace dos semanas no se presentó en el juicio «porque estaba trabajando en Alemania». Quien sí lo hizo por videoconferencia fue su novia, Sofía, que ratificó aquella confesión porque ella estaba presente. Alexander, un colombiano al que aún le quedan por cumplir ocho meses de su condena por tráfico de drogas, era la coartada perfecta de Morate. Aquel 6 de agosto tenían entradas para un concierto en Alicante. Pero todo se torció.
Los planes y preparativos que Morate tenía: bolsas de plástico industriales, cinta americana, bridas de plástico (una de ellas redujo el diámetro del cuello de Okaryinska de 24 a ocho centímetros), dos sacos de cal viva, una linterna frontal, un teléfono nuevo, un coche prestado…
Todo se vio arruinado por la presencia de Laura del Hoyo, que aquella tarde de agosto acompañó a Okaryinska a casa de su exnovio para recoger algunas pertenencias.
Según las declaraciones escuchadas en el juicio y el alegato de la fiscal, «mató a Laura para no dejar testigos» pero se encontró con dos cuerpos. «Cuando vio que cavar en ese sitio no era tan sencillo, fue cuando decidió emprender la huida», declaró uno de los policías con los que se sinceró tras ser extraditado a España desde Rumania.
A partir de ahí, todo fueron errores: se dejó una botella de agua de Lourdes en el lugar, donde se encontró su ADN. Encendió el teléfono al salir de España. Contactó con amigos y familiares. Confesó su crimen a dos de ellos y después a dos policías… «La he liado gorda», dijo. Y añadió: «Pobre Laura».
VÍDEO: LA DETENCIÓN DE SERGIO MORATE