David Avendaño Ballina

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David Avendaño Ballina

El Hamburguesa

  • Clasificación: Asesino en serie
  • Características: Líder de "las Goteras", una banda de prostitutas que envenenaban a sus clientes para robarles
  • Número de víctimas: 25 - 70 +
  • Fecha del crimen: 1997 - 2007
  • Fecha de detención: 12 de febrero de 2008
  • Fecha de nacimiento: 1974
  • Perfil de la víctima: Hombres de entre 20 a 38 años de edad
  • Método del crimen: Envenenamiento
  • Lugar: México, D. F., México
  • Estado: Condenado a 13 años y 4 meses de prisión el 17 de octubre de 2011
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David Avendaño Ballina

Wikipedia

David Avendaño Ballina, alías «el Hamburguesa» (nació en 1974), fue el supuesto líder de «las Goteras» una banda de sexoservidoras que envenenaban a sus clientes para robarles, entre 1997 y 2007, fueron responsables de decenas de muertes. Se le vincula con por lo menos 70 asesinatos (convirtiéndolo en el tercer asesino en serie más prolífico de México, solo después de Delfina, María de Jesús, Carmen y Eva González «las Poquianchis» y Abdul Latif Sharif. Y el envenenador en serie más grande del cual se tenga registro en la historia de México). Aunque a causa de que su móvil es económico no se acostumbra catalogarlo como un asesino serial.

Su asociación delictiva operaba principalmente en bares y restaurantes de la Cd. de México, pero tenía presencia en varios estados de la república. Representó una gran polémica con respecto a la doble moral de la sociedad.

Modus operandi

Supuestamente, según declaraciones de miembros detenidos de la banda de las Goteras, David Avendaño junto con su esposa, Claudia Castillos Maya, lideraban la banda.

Las Goteras deben su nombre a que usaban gotas oftalmológicas combinadas con bebidas embriagantes como veneno para perpetrar sus crímenes. Su modus operandis era sencillo y efectivo: las mujeres pertenecientes a la banda abordaban a sus víctimas y los conducían a moteles, donde les ofrecían alguna bebida embriagante de un alto grado etílico (tequila o vodka) combinadas con gotas oftalmológicas que poseyeran benzodiacepina o ciclopentolato en su fórmula. Estos compuestos combinados con el alcohol etílico actúan como supresores del sistema nervioso; el intoxicado con esta mezcla primero siente mareos y debilidad general, seguido de pérdida de la conciencia, finalmente fallecía de una falla cardio-respiratoria.

Muchas veces las víctimas sobrevivían pero quedaba con varias secuelas (desde una terrible resaca, hasta ceguera o shock anafiláctico.) Y por miedo a la opinión social no denunciaban.

Arresto

El 11 de mayo de 2007, es arrestada en la Cd. de México, una de las más importantes células de la banda; conformada por 18 personas (11 mujeres y 7 hombres). Los detenidos en sus declaraciones mencionan la existencia de más células asociadas a la banda y refieren a Avendaño como líder.

Un año después, tras varias investigaciones, David Avendaño es detenido, el 12 de febrero de 2008.

La doble moral

La noticia de la existencia de una banda delictiva de tal naturaleza conmocionó a la opinión pública; las víctimas fueron rápidamente satanizadas. Más polémico fue que dentro de esta larga lista de muertes se encontraba la del cuñado de un ex-gobernador del estado de Chiapas.

Nuevos casos

Un hecho reciente, a principios del 2009, hizo pensar que posiblemente la banda de las Goteras seguía en función, esto a pesar de las afirmaciones del gobierno federal que declaraba a la banda completamente extinta.

En 14 de febrero de 2009, son encontrados los cadáveres de 2 luchadores profesionales de lucha libre, dentro de un hotel en la colonia Centro de la Cd. de México, se definió la causa de muerte como una falla respiratoria, se encontró rastros de benzodiacepina en los cuerpos; por lo que de inmediato se le atribuyó a la banda de las Goteras.

Este suceso apuntó a la posibilidad de que la banda como tal aún seguía en función y el arresto de Avendaño representó una estrategia política para poder ganar credibilidad con respecto a la lucha armada que se desarrollaba y aun se desarrolla (nunca se pugnó por la inocencia de Avendaño, pero si se llegó a creer que él sólo fue un simple integrante de la banda y no el líder) o, simplemente, fue una equivocación judicial.

En realidad, esta hipótesis representó una línea de investigación a seguir, (era posible que la banda estuviera aun en función, pero esta era una ramificación o descendiente de la primera ya aprehendida; esto según el gobierno). Aunque tampoco se descartó la posibilidad que fueran imitadores o, simplemente, hechos aislados.

El 21 de julio y el 12 de agosto del 2009, fueron detenidas María de Los Ángeles Sánchez Rueda y Estela González Calva, las dos sexoservidoras responsables de los asesinatos de los 2 luchadores. Se descartó que fueran miembros de «Las Goteras», se determinó que este caso era de «copycat» (asesinas que se inspiraron en otros asesinos en serie, en este caso «Las Goteras»). Fueron sentenciadas, cada una, a 47 años de prisión.


Dan más de 77 años de cárcel a integrantes de Las Goteras

Israel Yáñez – Cronica.com.mx

18 de octubre de 2011

El Juez 59 penal del Reclusorio Oriente dictó sentencia condenatoria de 23 años de prisión en contra dos integrantes de Las Goteras, vinculada en el homicidio de julio César Albores Trujillo, ocurrido en abril de 2007.

En tanto que a otros dos procesados, les impuso una condena de 13 años.

Los acusados utilizaban gotas oftálmicas para drogar a sus clientes, con quienes ingerían bebidas alcohólicas para dormirlos y robarles sus pertenencias; no obstante, uno de ellos murió.

El impartidor de justicia impuso una pena de 23 años y nueve meses de cárcel a las principales «enganchadoras» de las víctimas: Susana Flores Benítez, alias La Jessica, y su cómplice, Damaris Hernández Mejía.

Las mujeres fueron encontradas penalmente responsables de los delitos homicidio calificado, tentativa de homicidio, robo calificado y delincuencia organizada.

A otros cómplices de la misma banda, el juzgador dictó sentencia de 13 años y cuatro meses de prisión, de manera individual a María Dolores Cedillo González, La Lola, y David Avendaño Ballinas, El Hamburguesa, por los delitos de tentativa de homicidio calificado, robo calificado y delincuencia organizada.

También sentenció a Pilar Irene Berumen Mejía a cinco años y seis meses de cárcel por el ilícito de delincuencia organizada, conde derecho a la libertada bajo fianza.

De acuerdo con el expediente de la causa, el pasado abril del 2007 Susana Flores y Damaris Hernández, abordaron a su víctima y a uno de sus amigos en un bar, posteriormente acudieron a un domicilio en el Fraccionamiento Los Cedros de Coyoacán, donde continuaron la fiesta.

Aprovechando la distracción de sus víctimas, las responsables suministraron gotas oftálmicas en las bebidas de sus acompañantes, por lo que al combinarlas con alcohol les causó alteraciones y provocó la muerte de Julio César Albores, situación que aprovecharon para robar objetos de valor y escapar del lugar.

El mismo patrón estableció con otros de sus clientes a los que contactaban en bares, cantinas, restaurantes o centros nocturnos y posteriormente los llevaban a hoteles donde los sedaban para robarlos.


Cayó El Hamburguesa, líder de la banda de «Las Goteras»

Manuel Olmos – La Prensa

13 de febrero de 2008

Tras ca­si un año de bus­car a Da­vid Aven­da­ño Ba­lli­na, alias «La Ham­bur­gue­sa», con­si­de­ra­do el lí­der de la ban­da de «Las Go­te­ras», quie­nes nar­co­ti­za­ban a sus clien­tes en ho­te­les de la ca­pi­tal y va­rios es­ta­dos de la Re­pú­bli­ca, fue de­te­ni­do ayer por agen­tes de la Po­li­cía Ju­di­cial ca­pi­ta­li­na en ca­lles del Cen­tro His­tó­ri­co.

«El Ham­bur­gue­sa» cuen­ta con 34 años de edad y su cap­tu­ra se lo­gró en la es­qui­na de Re­pú­bli­ca de Uru­guay y Eje Cen­tral, Co­lo­nia Cen­tro, cuan­do in­ten­ta­ba co­mer­cia­li­zar va­rios ob­je­tos.

El de­te­ni­do fue re­mi­ti­do a la agen­cia nú­me­ro 50 de la Pro­cu­ra­du­ría Ge­ne­ral de Jus­ti­cia del Dis­tri­to Fe­de­ral, en con­fe­ren­cia de pren­sa el co­man­dan­te de la zo­na nor­te de la PJ, Oc­ta­vio Or­tiz, in­for­mó que Da­vid Aven­da­ño era bus­ca­do des­de ha­ce va­rios me­ses, pues jun­to con su es­po­sa, Clau­dia Cas­ti­llos Ma­ya, fue­ron los or­ga­ni­za­do­res del gru­po cri­mi­nal que con­tac­ta­ba a hom­bres en ba­res pa­ra nar­co­ti­zar­los con go­tas of­tal­mo­ló­gi­cas pa­ra ro­bar­los, en al­gu­nos ca­sos sus víc­ti­mas mu­rie­ron al in­ge­rir be­bi­das em­bria­gan­tes con el me­di­ca­men­to.

Di­cho in­di­vi­duo era bus­ca­do en di­fe­ren­tes es­ta­dos del país, co­mo Ja­lis­co, Que­ré­ta­ro, Hi­dal­go, Mi­choa­cán, Gua­na­jua­to y San Luis Po­to­sí, don­de tam­bién co­me­tie­ron es­te ti­po de ilí­ci­tos.

Su de­ten­ción ocu­rrió en Eje Cen­tral Lá­za­ro Cár­de­nas, es­qui­na con Uru­guay, Co­lo­nia Cen­tro, en aten­ción a una or­den de apre­hen­sión gi­ra­da por el juez 59 pe­nal del Re­clu­so­rio Pre­ven­ti­vo Orien­te, ba­jo la par­ti­da 137/07, por los de­li­tos de de­lin­cuen­cia or­ga­ni­za­da, ho­mi­ci­dio ca­li­fi­ca­do di­ver­sos y ro­bo agra­va­do di­ver­sos.

Se­gún in­for­ma­ción de la PGJDF, la or­ga­ni­za­ción de­lic­ti­va que en­ca­be­za­ba se con­for­ma­ba prin­ci­pal­men­te por mu­je­res, quie­nes «en­gan­cha­ban» a sus víc­ti­mas en al­gún res­tau­ran­te, bar o cen­tro noc­tur­no, hom­bres de en­tre 20 a 38 años de edad a quie­nes les in­si­nua­ban que­rer con­vi­vir con ellos, in­clu­so es­tar dis­pues­tas a te­ner re­la­cio­nes ín­ti­mas.

Lue­go de con­ven­cer a sus víc­ti­mas pa­ra di­ri­gir­se a otro lu­gar, prin­ci­pal­men­te ho­te­les, les su­mi­nis­tra­ban me­di­ca­men­tos en go­tas of­tál­mi­cas, lo que les pro­vo­ca­ba es­ta­do de in­cons­cien­cia o la muer­te por con­ges­tión vis­ce­ral ge­ne­ra­li­za­da, as­fi­xia por obs­truc­ción de las vías res­pi­ra­to­rias, ede­ma ce­re­bral y pul­mo­nar, in­far­tos pul­mo­na­res y al mio­car­dio, así co­mo he­mo­rra­gia ce­re­bral.

Al des­per­tar, los que so­bre­vi­vían, se per­ca­ta­ban que les ha­bían ro­ba­do sus per­te­nen­cias, ta­les co­mo di­ne­ro, jo­yas, ve­hí­cu­los, che­que­ras, de las cua­les ex­pe­dían do­cu­men­tos pa­ra su co­bro, así co­mo tar­je­tas de cré­di­to, la cua­les va­cia­ban.

Tam­bién se des­cu­brió que ope­ra­ban en las de­le­ga­cio­nes Cuauh­té­moc, Gus­ta­vo A. Ma­de­ro, Mi­guel Hi­dal­go, Az­ca­pot­zal­co, Al­va­ro Obre­gón, Be­ni­to Juá­rez, Co­yoa­cán e Iz­ta­pa­la­pa, en el Dis­tri­to Fe­de­ral; y en los es­ta­dos de Mé­xi­co, Hi­dal­go, Tlax­ca­la, Gua­na­jua­to, Ve­ra­cruz, Mo­re­los, Pue­bla, Que­ré­ta­ro y Ja­lis­co, en­ti­da­des que aban­do­na­ban una vez que rea­li­za­ban el «tra­ba­jo» pa­ra re­gre­sar a sus lu­ga­res de ori­gen en los mu­ni­ci­pios de Eca­te­pec y Ne­za­hual­có­yotl, y en la De­le­ga­ción Gus­ta­vo A. Ma­de­ro.

El 22 de ma­yo pa­sa­do la fis­ca­lía pa­ra asun­tos es­pe­cia­les in­te­gró el plie­go de con­sig­na­ción, sin de­te­ni­do, y re­mi­tió el ex­pe­dien­te an­te el juez, con pe­di­men­to de or­den de apre­hen­sión con­tra las 17 per­so­nas iden­ti­fi­ca­das co­mo miem­bros de di­cha or­ga­ni­za­ción de­lic­ti­va.

Ser­vi­do­res pú­bli­cos de la Sub­pro­cu­ra­du­ría de Ave­ri­gua­cio­nes Pre­vias Cen­tra­les re­ca­ba­ron ele­men­tos de prue­ba pa­ra con­sig­nar a Hum­ber­to He­re­dia Ji­mé­nez, alias «El Be­to», o Ma­rio Gu­tié­rrez Sil­va; Su­sa­na Flo­res Be­ní­tez, «La Jes­si­ca»; Da­ma­ris Her­nán­dez Me­jía; Pao­la Adria­na Gar­cía Es­pi­no­sa, y Mar­co An­to­nio Pi­lot­zi Za­mo­ra, co­mo pre­sun­tos res­pon­sa­bles de ho­mi­ci­dio ca­li­fi­ca­do, ho­mi­ci­dio ca­li­fi­ca­do en gra­do de ten­ta­ti­va y ro­bo ca­li­fi­ca­do di­ver­sos; el pri­me­ro de ellos, tam­bién por uti­li­za­ción de do­cu­men­to au­tén­ti­co pa­ra el pa­go de bie­nes y ser­vi­cios sin con­sen­ti­mien­to de quien es­té fa­cul­ta­do pa­ra ello.

En­tre las víc­ti­mas de ho­mi­ci­dio que co­me­tie­ron se en­cuen­tra Ma­ria­no Es­pi­no­sa Fal­cón, ocu­rri­do el 3 de fe­bre­ro de 2005, cuan­do acu­dió en com­pa­ñía de su ami­go Erick Iván Mar­tí­nez Ur­ba­no a un sa­lón de bai­le de la Pla­za Ga­ri­bal­di, don­de co­no­cie­ron y con­vi­vie­ron con dos mu­je­res so­las a quie­nes in­vi­ta­ron a su me­sa.

Por la ma­dru­ga­da de­ci­die­ron di­ri­gir­se a un ho­tel de la Co­lo­nia Gue­rre­ro, don­de con­ti­nua­ron in­gi­rien­do be­bi­das al­co­hó­li­cas, a las que les su­mi­nis­tra­ron me­di­ca­men­to en go­tas, que pro­vo­ca­ron que Erick Iván Mar­tí­nez per­die­ra el co­no­ci­mien­to y Ma­ria­no Es­pi­no­sa Fal­cón fa­lle­cie­ra.

Otro ca­so de ho­mi­ci­dio es el de Ju­lio Cé­sar Al­bo­res Tru­ji­llo, en su do­mi­ci­lio de la Co­lo­nia Ce­dros en Co­yoa­cán, co­me­ti­do el 11 de ene­ro de ese mis­mo año, mien­tras de­par­tía con su ami­go Fran­cis­co Ruiz Guí­zar, quien que­dó in­cons­cien­te por la in­ges­ta de al­co­hol y me­di­ca­men­to que le su­mi­nis­tra­ron cua­tro mu­je­res.

Por lo que res­pec­ta a Do­lo­res Ce­di­llo Gon­zá­lez y Da­niel Vi­lla­nue­va Gó­mez, fue­ron con­sig­na­dos por ten­ta­ti­va de ho­mi­ci­dio ca­li­fi­ca­do di­ver­sos y ro­bo agra­va­do di­ver­sos.

Tam­bién se ejer­ci­tó ac­ción pe­nal con­tra los in­ter­nos Kar­la Es­pi­no­sa Gar­cía alias «Amé­ri­ca»; San­dra Ivon­ne Ca­rras­co Ro­drí­guez «Ma­ría Fer­nan­da» o «Fer­nan­da», y En­ri­que An­gel Gu­tié­rrez Or­te­ga­ por ho­mi­ci­dio ca­li­fi­ca­do, ten­ta­ti­va de ho­mi­ci­dio y ro­bo agra­va­do.

Pi­lar Ire­ne Be­ru­men Me­jía alias «La Pi­lar»; Ser­gio Aven­da­ño Ba­lli­nas y Pe­dro Val­dez de la Cruz, fue­ron acu­sa­dos de de­lin­cuen­cia or­ga­ni­za­da.

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