Christos Kendiras

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Christos Kendiras
  • Clasificación: Asesino
  • Características: Secuestrador
  • Número de víctimas: 2
  • Fecha del crimen: 4 de noviembre de 2000
  • Fecha de detención: 4 de noviembre de 2000
  • Fecha de nacimiento: 1952
  • Perfil de la víctima: Su suegra, Georgia Spyrou, de 77 años / El amante de su mujer, Stamatis Taktikos
  • Método del crimen: Arma de fuego
  • Lugar: Galatas, Grecia
  • Estado: Se suicida el mismo día arrojándose por la ventana de la comisaría
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Grecia: Un secuestrador se entregó a cambio de un vaso de whisky

Clarín.com

5 de noviembre de 2000

Primero asesinó a su suegra y a un amigo, convencido de que este mantenía un romance con su esposa. Después, secuestró un microbús con 33 turistas japoneses que visitaban Grecia y amenazó con matarlos a todos. El final llegó 9 horas más tarde, cuando este mecánico griego de 48 años liberó a los rehenes y se entregó en un estudio de televisión local.

La condición del mecánico Christos Kendiras para terminar el secuestro y entregarse fue que le permitieran tomar antes un vaso de whisky. También le dio a un conductor de la televisión griega una serie de vídeos caseros en los que explicaba por qué había matado a su suegra y a uno de sus mejores amigos.

En los vídeos, Kendiras explica que su mujer, de la que está separado hace años, tenía una relación con su amigo. Y agrega que su suegra aprobaba esta situación.

Según informó la policía, Kendiras -empleado en un taller mecánico en el puerto de Atenas, El Pireo- enloqueció en la mañana de ayer. Entonces fue a casa de su mujer, en las afueras del pueblo de Galatas -península del Peloponeso- y mantuvo una fuerte discusión con ella. El problema fue que la madre de la mujer, Georgia Spyrou, de 77 años, quiso intervenir y el mecánico la mató con una escopeta.

Desde allí, Christos Kendiras fue hasta Galatas y con la misma escopeta mató a su amigo, Stamatis Taktikos, de 44 años. Después, Kandiras agarró su auto y, por razones aún no determinadas, viajó hasta la histórica localidad de Epidauros, unos 175 kilómetros al sudoeste de Atenas.

Al llegar a esa localidad, Kendiras quemó su coche. Luego se encontró con un ómnibus que llevaba 33 turistas japoneses, llegados dos días antes a Grecia, en el que también iban un guía y el chófer.

El mecánico logró entrar al micro y amenazar al chófer, Giorgos Tsakonas. Los pasajeros, 23 hombres y 10 mujeres de más de 60 años, no entendían lo que pasaba. Christos Kendiras les mostró su arma y gritó que los mataría a todos si el conductor no aceptaba llevarlo adonde quería.

La noticia se supo en pocos minutos. El secuestrador obligó a Tsakonas a manejar por la ruta que une Corintos con Atenas. La policía intentó comunicarse con él mediante el teléfono celular que tenía el chófer, pero Kendiras se negó. Lo único que pidió fue que lo dejaran hablar con Makis Triantafilopoulos, un famoso conductor de programas policiales del canal Alpha.

La policía ya había cortado el tránsito en la autopista Corinto-Atenas. Lo seguían más de 20 patrullas, motos, ambulancias y camiones de bomberos.

La policía pronto contactó a Kendiras con el conductor de televisión. Las palabras del secuestrador empezaron a salir entonces en vivo y en directo. «No hay otra salida, por eso recurrí a esto», dijo.

Kendiras confesó entonces los dos crímenes que acababa de cometer y la preocupación creció. El gobierno del Japón contactó con el de Grecia para que le garantizara la vida de los rehenes.

El mecánico empezó a ponerse más violento. «Digan al jefe de la policía que deje de seguir al micro o los levantaré uno a uno [a los pasajeros] y los ejecutaré», le gritó al conductor de televisión. Luego disparó por una ventanilla e hirió a un motociclista de la policía.

La crisis duró nueve horas, sin que llegara a saberse con claridad qué quería Kendiras. Unos 45 minutos antes de entregarse, aseguró: «Voy a quemar el micro con los pasajeros dentro».

Finalmente, el micro llegó hasta el puerto de El Pireo y estacionó frente a los estudios de televisión Alpha. Allí Kendiras le entregó su arma al chófer, bajó y le hizo una reverencia a los turistas japoneses, que lo aplaudieron. Por fin, entró al estudio, saludó a Triantafilopoulos, tomó un vaso de whisky y se entregó.


Christos Kendiras: Secuestro termina en suicidio en Grecia

5 de noviembre de 2000

Un hombre se suicidó después de protagonizar el secuestro de un bus con 33 turistas en Grecia

Un hombre de 48 años que protagonizó ayer el secuestro de un bus con 33 turistas japoneses en el Peloponeso y luego se entregó a la policía, saltó esta mañana desde el séptimo piso de la central de la policía en Atenas y murió cuando era transportado a un hospital.

El individuo, identificado como Christos Kendiras, estaba a la espera de que le fueran tomadas las impresiones digitales para ser entregado hoy a la fiscalía en Atenas, cuando, en un descuido de segundos de los dos funcionarios que lo custodiaban, logró abrir una ventana y saltar al vacío.

«No ha sido un buen momento para la policía», declaró Dimitris Efstathiadis, secretario general del Ministerio de Orden Público a una emisora de radio en Atenas.

El secuestro terminó pacíficamente ayer cuando Kendiras, descrito como «desequilibrado mental» por psicólogos de la policía, se entregó tras dejar en libertad a los 33 turistas japoneses que tenía como rehenes, junto con el conductor del vehículo y el guía.

Antes, por la mañana de ayer, Kendiras había asesinado con un fusil de caza a su suegra de 77 años y a un amigo de 43 años, y luego había puesto fuego a su automóvil, secuestrando el bus turístico cuando el conductor se detuvo a ofrecerle su ayuda.

Sin hacer ningún tipo de pedido, el secuestrador había obligado al conductor del autobús a viajar durante nueve horas por la ciudad portuaria de Corinto. En el viaje abrió fuego y provocó heridas leves a un policía. Luego de nueve horas pidió ser llevado al Pireo, donde se entregó a un periodista de una emisora televisiva privada.

Desde hace años el hombre se enfrentaba a familiares por una herencia, y acusaba a su mujer de serle infiel.

El gobierno griego se excusó ante los turistas japoneses por la desagradable experiencia sufrida y les ofreció un crucero de tres días en el mar Egeo a costa del estado griego.

 


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