Armin Meiwes

El Caníbal de Rotemburgo

  • Clasificación: Asesino
  • Características: Canibalismo - Descuartizamiento
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 9 de marzo de 2001
  • Fecha de detención: 10 de diciembre de 2002
  • Fecha de nacimiento: 1 de diciembre de 1961
  • Perfil de la víctima: Bernd Jürgen Brandes, 43
  • Método del crimen: Arma blanca
  • Lugar: Rotemburgo, Alemania
  • Estado: Condenado a ocho años y medio de prisión el 30 de enero de 2004. Sentencia anulada por el Tribunal Federal Supremo. Condenado a cadena perpetua el 8 de mayo de 2006
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Armin Meiwes

Wikipedia

Armin Meiwes (Essen, Alemania, 1 de diciembre de 1961) es el denominado por los medios periodísticos Caníbal de Rotemburgo, debido al asesinato y posterior descuartizamiento y canibalismo de una persona, con la que había contactado por Internet, para satisfacer las fantasías de devorar y ser devorado.

Historia

Armin Meiwes tuvo una infancia feliz, rodeado de su familia y los múltiples animales que poseían en su casa en el campo. Su padre y hermanos se marcharon cuando todavía era muy joven teniendo que quedarse a cargo de una madre muy huraña y controladora. La soledad en que se veía inmerso lo obligó a crearse un amigo imaginario al que consideraba su hermano. Cuando llegó a la adolescencia empezó a tener deseos sexuales hacia su hermano imaginario y otros chicos, con los que deseaba crear un vínculo muy estrecho, considerando el comerse a esa persona como el mayor estado de unión, al encontrarse esta dentro de él. En un momento dado se une al ejército, donde es reconocido y admirado por sus compañeros, dejando la soledad a un lado, junto con sus ideas y deseos sexuales. Trás más de diez años de milicia deja el ejército y se centra en el cuidado de su madre. Al morir esta, se siente liberado (y solo) y empieza a buscar información y contactos por internet relacionados con el canibalismo.

La red de las perversiones

Así comenzaron sus primeros contactos. Primero un cocinero ofreció a dos de sus ayudantes para ser degustados. Armin habría tenido la oportunidad de matarlo y devorarlo. Sin embargo, ante las dudas de la víctima, lo dejó marchar. El banquete sólo tenía sentido si la víctima también estaba de acuerdo en ser devorada.

En el chat conoció a Bernd Jürgen Armando Brandes, un ingeniero de Berlín. Bernd se declaraba bisexual y la violencia y la tortura formaban parte de sus rituales sexuales cotidianos. Se citaron primero durante un fin de semana donde pusieron a prueba sus instintos caníbales. Tras la despedida en la estación, Brandes lo pensó mejor y llamó a Meiwes para que lo recogiese. Quería probar otra vez.

Tras varias horas de conversación, Brandes quiso que el caníbal le amputase el pene. «¡Córtalo de una vez!», dijo la víctima. Con gran cantidad de alcohol y medicamentos, ya no sentía dolor. Bernd ingirió sus propios genitales. Meiwes cortó el pene en dos trozos y los cocinó para ambos.

En cuanto a los motivos que llevaron a la víctima a ofrecerse, Armin manifestó que no entendía el sentimiento de felicidad que Bernd experimentaba. Meiwes asesinó posteriormente a su víctima en la mesa de descuartizar y grabó todo en cámara de vídeo. Descuartizó el cuerpo y conservó la carne, consumiéndola los días posteriores.

Los meses siguientes los pasó buscando nuevas víctimas. Esta actitud fue la que condujo a la policía a desenmascararlo. Un estudiante de Innsbruck denunció a Meiwes, que aseguraba en diversos foros haber probado la carne humana. En el recuento de respuestas se registraron varios centenares de víctimas, dispuestas a dejarse devorar por un caníbal. La policía lo arrestó un año después del asesinato.

El aclamado supergrupo sueco de Death metal «Bloodbath», lanzo para su álbum Nightmares Made Flesh del 2004 la canción Eaten que se traduce como Comido, y que narra explícitamente los deseos de la víctima por ser comida. El cantante Mikael Åkerfeldt en algunos de los pocos conciertos que ha dado la banda, antes de interpretar esta canción con un humor muy negro, suele dar un pequeño relato del caso de Bernd Jürgen y Armin Meiwes. Esta canción fue escrita por Dan Swanö, y se convirtió rápidamente en una de las favoritas de los fans, y es la canción que han utilizado para cerrar la mayoría de las pocas presentaciones que han realizado.

También la banda de género musical Metal industrial, Rammstein, se mostró tan impactada con la noticia que en 2004 decidieron componer el tema Mein Teil, cuya letra relata lo que sintió probablemente la víctima. Curiosamente el caníbal demandó a la banda por este motivo no obstante perdió el caso. Adicionalmente, la distribución de la película Rohtenburg, inspirada en el suceso, pero con los nombres de los personajes cambiados, fue suspendida en Alemania, aunque en el resto del mundo sí fue estrenada. A la postre, la Corte de Karlsruhe autorizó su difusión en Alemania.

Asesinato u homicidio consentido

El veredicto de los psicólogos y psiquiatras muestra que Meiwes no estaba loco cuando cometió el crimen, pero consideran que la víctima no podía pensar racionalmente.

La fiscalía quiso juzgarlo por asesinato con motivos sexuales e imponerle cadena perpetua. El problema es que la víctima dio su consentimiento al asesino y la defensa usó este argumento para que se considerase como homicidio a petición, una especie de eutanasia ilegal, lo que llevaría a una sentencia de entre 6 meses y 5 años, anulando la consideración de que fue un asesinato.

Según el profesor Arthur Kreuzer del instituto de criminología de la Universidad de Giessen, el caso pudo marcar un hito en la historia judicial. «Es un asesinato convenido por víctima y asesino. No creo que pueda considerarse como el peor caso de asesinato premeditado» matizó el profesor. El abogado de Meiwes citó como una carta favorable que Armin dejó libres a cuatro personas que se habían ofrecido voluntarias para el sacrificio, por las dudas que mostraban. Su víctima dio el pleno consentimiento antes de que Armin lo matase.

El caso de Armin Meiwes conmovió a todo el mundo por su crueldad. Sobre todo por la popularidad que le dieron los medios de comunicación. El fallo judicial se enfrentó a problemas para condenar al acusado por asesinato pero finalmente Meiwes fue condenado a cadena perpetua por cometer un asesinato con motivos sexuales.


El «caníbal de Roteburgo» dice que de niño soñaba con comerse a sus compañeros de colegio

Elmundo.es

4 de diciembre de 2003

BERLÍN.- Armin Meiwes, quien confesó haberse comido en parte a un hombre al que conoció por internet, declaró en la primera sesión del juicio que se le sigue por asesinato que su interés por el canibalismo se remonta a su pubertad, cuando fantaseaba con comerse a compañeros de colegio.

Meiwes, un técnico informático de 42 años al que la prensa alemana ha bautizado como «el caníbal de Roteburgo», se mostró tranquilo y lúcido al describir ante la Audiencia Provincial de Kassel el origen de sus fantasías caníbales.

En su declaración, explicó que cuando tenía entre 8 y 12 años fantaseaba con descuartizar y comerse a compañeros de escuela que le gustaban, y mencionó como origen de esas fantasías el deseo frustrado de tener un hermano pequeño.

Durante su pubertad vivió solo con su madre y se sentía abandonado, y para «crear» a ese hermano imaginario desarrolló ese tipo de fantasías, que le excitaban sexualmente, señaló. «Rubio y delgado, ése hubiera sido el tipo», precisó al describir la clase de chico de sus fantasías.

El acusado agregó que películas de zombis e imágenes de mataderos de animales avivaron sus fantasías caníbales, y manifestó que «la idea la tenía, y así es como terminé haciéndolo».

La fiscalía considera el proceso como el primero de estas características en la historia penal internacional, pues presenta la particularidad de que el canibalismo no está tipificado específicamente como delito.

A pesar de que expertos judiciales estiman bastante elevado el riesgo de que Meiwes vuelva a cometer un crimen semejante, en caso de que le condene será difícil que se le someta a un internamiento de seguridad, porque no tiene precedentes penales.

Además, un informe psiquiátrico certifica que Meiwes domina plenamente sus facultades mentales, por lo que no podría aplicársele una condena de muchos años como las que cumplen en centros penitenciarios especiales los enfermos psíquicos.

Mientras la acusación plantea un delito de asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, la defensa habla de «homicidio por deseo» y apoya su argumentación en el testamento de la víctima, en el que declaró que se sometió voluntariamente al ritual caníbal.

La víctima, un ingeniero de 43 años que residía en Berlín, respondió a un anuncio del acusado en el que éste buscaba a hombres dispuestos a ser devorados, y viajó al domicilio de Meiwes, en la pequeña localidad de Rotemburgo del Fulda.

Las autoridades dieron con la pista del supuesto caníbal gracias a la advertencia de un estudiante de la ciudad austríaca de Innsbruck quien, tras descubrir en internet un anuncio en el que Meiwes buscaba a nuevas víctimas, avisó a la central de la Oficina Federal de lo Criminal (BKA), la policía criminal alemana.

En diciembre del pasado año, la policía registró el domicilio de Meiwes, un caserón del siglo XVIII donde vivía solo, ocupando unas pocas habitaciones tras la muerte de su madre, y encontraron cuatro bolsas de plástico con restos humanos en el congelador y varios huesos y un cráneo humano enterrados en el jardín.

Meiwes se entregó a la policía y confesó haber matado y descuartizado a su víctima, así como haber grabado todo el ritual con una cámara de vídeo que se presentará como prueba en el juicio, que concluirá previsiblemente a finales del próximo mes de enero.

Las autoridades se incautaron en el citado caserón de dieciséis ordenadores personales, 221 discos duros y 307 vídeos de contenido relacionado con prácticas caníbales.


El «caníbal de Rotenburgo» rechaza el asesinato pero admite que su acto fue ‘amoral y enfermo’

Elmundo.es

9 de diciembre de 2003

KASSEL (ALEMANIA).- Armin Meiwes, el alemán de 42 años que confesó haber matado a un hombre a quien conoció por Internet y habérselo comido en gran parte, ha rechazado la acusación de asesinato con el argumento de que la víctima accedió al ritual caníbal, pero admitió que su acto fue «amoral y enfermo».

El ‘caníbal de Rotenburgo’ ha dicho también que estaba buscando a una nueva víctima en Internet cuando la policía lo detuvo. Además, hace dos años Armin Meiwes escribió a un amigo: «Espero escontrar pronto a otra víctima, ya casi no me queda carne».

Este informático de 42 años ha contado al tribunal que su víctima, un ingeniero berlinés de 43 años, le decepcionó varias veces, sobre todo cuando le mintió sobre su edad y cuando no quiso esforzarse en conocerle mejor.

El ‘caníbal’ ha rechazado las acusaciones de asesinato alegando que Bernd Jürgen Brandes era un cómplice y que había dado su consentimiento a lo que pasó.

«Matarle era una forma de ayudarle, de ayudarle a morir, de ayudarse a suicidarse», ha declarado en el juicio. «He roto un tabú por el que debo justificarme ante Dios y ante el mundo», ha añadido.

Armin Meiwes también ha lamentado no haber consultado a un psicólogo sobre sus fantasmas de canibalismo, lo que hubiera hecho que las cosas «no llegaran tan lejos».

Tras haber matado y comido al primer hombre, tenía ganas de «masacrar a otro ser humano, de despiezarlo. Planeaba comerse los últimos trozos de su primera víctima en compañía de la siguiente».

El acusado, quien hasta ahora no se ha declarado culpable ni ha expresado arrepentimiento por lo sucedido, volvió a explicar con serenidad y afán de objetividad cómo le cortó el pene a su víctima para comerlo juntos, lo decapitó, troceó, congeló los trozos e ingirió parte de ellos posteriormente. La fiscalía le acusa de asesinato y de perturbar el descanso de los muertos, mientras que la defensa alega homicidio consentido. Al rechazar la acusación de asesinato, Meiwes subrayó que la víctima deseaba morir y ser devorada: «Me regaló su cuerpo», dijo.

Como un hombre-lobo

Ante el juez han declarado los agentes policiales que le interrogaron cuando se entregó voluntariamente a las autoridades, después del registro de su propiedad, donde los policías hallaron restos de la víctima en el congelador y enterrados en el jardín.

Una policía explicó que el acusado describió entonces sus fantasías caníbales «un poco a la manera de un hombre-lobo», con fases en las que quería llevarlas a la práctica que se presentaban cada seis u ocho semanas, con la luna llena.

Otro agente declaró que Meiwes describió su acto con orgullo y sin mostrar arrepentimiento alguno, pues «se alegró de poder contar a alguien su historia», por lo que dio la impresión de que el relato de su caso le aliviaba.


El «caníbal de Rotemburgo», condenado a ocho años de cárcel

Elmundo.es

31 de enero de 2004

BERLÍN.- La Audiencia Provincial de Kassel consideró culpable de homicidio a Armin Meiwes, el alemán de 42 años que mató, descuartizó y se comió a un ingeniero que accedió a ello, y lo condenó a ocho años y medio de cárcel.

La Fiscalía pedía cadena perpetua para Meiwes por asesinato con motivación sexual y perturbación del descanso de los muertos, mientras que la defensa reclamaba una condena por homicidio con consentimiento de la víctima.

Los hechos sucedieron en marzo de 2001, cuando la ingeniero viajó desde Berlín a la localidad de Rotemburgo del Fulda para someterse a los deseos del caníbal, que fue detenido en diciembre de 2002 y condenado tras un proceso de dos meses.

«Me alegro de que termine todo», manifestó Meiwes antes de escuchar la sentencia. Con una sentencia como ésta, la legislación alemana prevé la posibilidad de que el condenado salga de la cárcel a los cinco o seis años si cumple una serie de condiciones, como buen comportamiento.

El homicidio se castiga en Alemania con un mínimo de cinco años de prisión, que pueden convertirse en cadena perpetua en casos especialmente graves, lo que no ha ocurrido con el caníbal.

No hubo motivos crueles o abyectos

A diferencia de lo que ocurre en el caso del asesinato, se considera que el crimen no se cometió por motivos especialmente crueles o abyectos.

Los medios informativos tuvieron oportunidad de filmar y fotografiar la sala cuando se presentó el acusado, pero tuvieron que abandonar ésta antes de la lectura de la sentencia.

Los informes forenses y psiquiátricos presentados en el juicio descartaron que el caníbal padezca algún tipo de trastorno, por lo que se le declaró plenamente responsable de sus acto.


Cadena perpetua para el «caníbal de Roteburgo» por matar, descuartizar y comerse a otro hombre

Elmundo.es

9 de mayo de 2006

FRÁNCFORT (ALEMANIA).- El Tribunal de alta instancia de Fráncfort (Alemania) ha condenado al ciudadano alemán Armin Meiwes, más conocido como ‘el caníbal de Roteburgo’, a cadena perpetua por asesinar, descuartizar y comerse parcialmente a otro hombre, tras un segundo juicio.

La Audiencia Territorial de Fráncfort consideró probado que Meiwes mató por motivos sexuales el 10 de marzo de 2001 al berlinés Bernd Jürgen Brandes, al que conoció a través de un chat en Internet, y que se comió algunas partes de su cuerpo.

La fiscalía alemana había pedido cadena perpetua por asesinato pues consideró que el antropófago supone un peligro para la sociedad. Los expertos que le han examinado han llegado a la conclusión de que sufre una fuerte perturbación mental y que no puede ser curado por medio de terapia.

Además el antropófago alemán no mostró ningún signo de arrepentimiento y después de que ocurrieran los hechos buscó nuevas víctimas con las que satisfacer sus apetitos sexuales.

La defensa, en cambio, sostenía que Meiwes debería haber sido condenado por homicidio y no por asesinato, tal y como pretende la fiscalía.

Se trata del segundo juicio que se celebra contra Meiwes, después de que el Tribunal Federal Supremo (BGH) ordenara repetir el proceso al considerar que algunas pruebas no habían sido convenientemente evaluadas en el proceso anterior.

Meiwes fue condenado en enero de 2004 a ocho años y medio de prisión por homicidio por la Audiencia Provincial de Kassel, tras confesar haber matado a Brandes, de 43 años, quien viajó desde Berlín a la pequeña localidad de Roteburgo para dejarse matar y ser devorado por el caníbal.

El antropófago alemán cortó primero el pene a su víctima y lo pasó por la sartén para comérselo juntos, tal y como le pidió Brandes.

Cuando éste agonizaba lo remató a cuchilladas, luego lo destripó, lo descuartizó y enterró algunos trozos en el jardín, mientras otros los congeló y se los comió en días posteriores.

Meiwes no puede ser juzgado por canibalismo, ya que esta práctica no está tipificada como delito en Alemania.

 


VÍDEO: DOCUMENTAL – ARMIN MEIWES (INGLÉS)


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