Antonio Losilla Longares

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Antonio Losilla
  • Clasificación: Homicida
  • Características: Descuartizamiento - El cadáver de la víctima nunca apareció - El juez autorizó por primera vez en España el uso de la prueba P300
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 2 de abril de 2012
  • Fecha de detención: 27 de octubre de 2012
  • Fecha de nacimiento: 1957
  • Perfil de la víctima: Su mujer, Pilar Manuela Cebrián Embid, de 52 años
  • Método del crimen: Golpes con un objeto contundente
  • Lugar: Ricla, Zaragoza, España
  • Estado: Condenado a 16 años de prisión el 1 de diciembre de 2015. El Tribunal Superior de Justicia de Aragón redujo en un año la sentencia el 11 de marzo de 2016
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Antonio Losilla – Detenido el marido de la mujer hallada descuartizada en Cadrete

Luis Miguel Gabás – Aragondigital.es

27 de octubre de 2012

La Policía Nacional ha detenido al marido de Pilar Manuela Cebrián Embid, la mujer desaparecida en Ricla cuyo cuerpo podría corresponderse al encontrado descuartizado esta semana en la localidad zaragozana de Cadrete. El hombre dormirá en la Jefatura Superior de Policía de Aragón donde este domingo prestará declaración.

Ya hay un detenido por el extraño crimen de las bolsas de Cadrete. La Policía Nacional ha arrestado en la mañana de este sábado a Antonio Losilla, el marido de Pilar Manuela Cebrián Embid, la mujer desaparecida en Ricla y cuyo cuerpo podría ser el encontrado descuartizado esta semana en la localidad zaragozana de Cadrete.

El hombre dormirá en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Aragón donde este domingo prestará declaración, asistido por el abogado zaragozano Javier Notivoli. El matrimonio tenía dos hijos en común de 25 y 21 años y fue el marido quien interpuso la denuncia de desaparición el 3 de abril de 2012. Desde ese momento, la mujer está siendo buscada incluso por la Interpol.

Mientras, continúa el análisis de los restos humanos. El laboratorio del Cuerpo Nacional de Policía en Madrid tendrá que verificar a través del ADN si los huesos, entre ellos un fémur y una cabeza, encontrados en el interior de varias bolsas de basura se corresponden con esta mujer de 51 años desaparecida.

La investigación de esta desaparición que asumió la propia Policía Nacional dio un giro de 360 grados cuando el lunes por la mañana, tal y como avanzó ARAGÓN PRESS, dos agricultores encontraron cerca de una acequia de Cadrete varias bolsas de basura con restos humanos. Inmediatamente, llamaron a la Guardia Civil que asumió el caso y que ha tenido que trabajar durante esta semana conjuntamente con la Brigada Judicial y de Homicidios del Cuerpo Nacional de Policía para intentar identificar a esta persona.

Desde el primer momento, ambos cuerpos trabajaron con el listado de desaparecidos para ver si podría corresponderse con alguno de ellos. La cabeza fue clave en las primeras pesquisas, según han reconocido fuentes de la investigación, debido a que el cabello, de color cobrizo como el de la mujer, fue determinante.

Desde las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en la Comunidad Autónoma prefieren mantener silencio para respetar el secreto de las diligencias decretado por el Juzgado de Instrucción número 11 de Zaragoza y para no interferir en la investigación en la que podría haber el primer sospechoso.


El marido de la mujer descuartizada no declara y afirma que es inocente

M. Garú / M. A. Coloma – Heraldo.es

30 de octubre de 2012

Antonio Losilla Longares declaró brevemente ante la Policía este lunes y ha pasado a disposición judicial a las 7.00 de este martes.

La Policía intentó este lunes que Antonio Losilla Longares se reconociera autor del asesinato de su mujer, Pilar Manuela Cebrián Embid. El detenido se acogió a su derecho a no declarar ante la Policía y su abogado, Javier Notivoli, explicó que su cliente estaba «tranquilo».

En cualquier caso, los agentes del Grupo de Homicidios no dejaron de recopilar pruebas incriminatorias para incorporarlas a las diligencias. Según ha podido saber Heraldo, ese informe refleja que el presunto homicida compró grandes cantidades de sosa cáustica en las fechas en las que se produjo la desaparición de su esposa.

A las 7.00 de este martes, Losilla ha pasado a disposición del juzgado número 7 de la capital aragonesa, según ha informado Europa Press, que ha añadido que Losilla prestará declaración a partir de las 17.00.

Según informa la agencia Efe, el marido de la mujer desaparecida en Ricla, cuyo cadáver descuartizado fue localizado el pasado lunes en dos bolsas de basura semienterradas en un campo de cultivo, se mostró tranquilo ante los investigadores a pesar de haber sido imputado del presunto asesinato de su esposa.

El abogado explicó que su cliente, de 55 años, rechazó prestar declaración policial y que se había limitado a comentar que estaba «tranquilo» ya que «si alguien es inocente no debe ser condenado».

Al sospechoso, detenido el pasado sábado, se le imputa un presunto delito de asesinato, así como otros de violencia de género, denuncia falsa, falsificación documental, detención ilegal, amenazas y coacciones.

La mujer, Pilar Manuela Cebrián Embid, de 52 años, desapareció el pasado 3 de abril aunque su marido tardó tres semanas en denunciar los hechos, algo que provocó las sospechas de los responsables policiales. Al parecer, en su entorno más cercano, el detenido se limitó a comunicar inicialmente que su mujer había decidido marcharse sin avisar a nadie.


El detenido reconoció a la Policía haber descuartizado a su mujer, pero negó haberla matado

M. Garú / M. A. Coloma – Heraldo.es

31 de octubre de 2012

El marido de la mujer descuartizada ingresó en prisión por orden judicial. Los datos que han trascendido del caso revelan que había trabajado como carnicero y que en su garaje había rastros de sangre.

Casi cuatro horas de declaración y más de 150 preguntas a las que Antonio Losilla Longares respondió con todo tipo de explicaciones no evitaron que el titular del Juzgado de Instrucción número 7, Rafael Lasala, este martes en funciones de guardia, decretara su ingreso en prisión provisional como presunto autor del asesinato de su mujer, Pilar Manuela Cebrián Embid.

La mujer desapareció en abril en Ricla y todo indica que, a pesar de que todavía no se han recibido los resultados del análisis del ADN, su cadáver es el que fue hallado la semana pasada descuartizado y enterrado en varias bolsas en un campo de Cadrete.

Sobre el sospechoso pesa una orden de prisión incondicional y sin fianza. Su abogado, el zaragozano Javier Notivoli, incidió en la declaración de inocencia hecha por su cliente ante el instructor y el representante fiscal a pesar de la carga de la prueba presentada en su contra.

No obstante y a pesar de sus manifestaciones ante el juez, la Policía cuenta con otras declaraciones muy distintas que Antonio Losilla hizo durante el exhaustivo registro que se llevó a cabo el lunes en la casa familiar de Ricla. Según ha podido saber este periódico de fuentes cercanas a la investigación, allí admitió que la había descuartizado, aunque no que la había matado.

Según estas explicaciones, que fueron incorporadas al acta, el detenido habría discutido con su mujer y esta se cayó por las escaleras. Luego él se marchó y al volver la encontró muerta, por lo que tuvo miedo de que le acusaran y decidió descuartizarla en el garaje y repartir sus restos entre La Almunia y Zaragoza.

Los familiares de Antonio Losilla, sus dos hermanos, Francisco y Victoriano, así como sus dos hijos, de 25 y 21 años, se acercaron al juzgado para proclamar la inocencia del detenido y recordar que todavía no se sabe si los restos son de su cuñada y madre, respectivamente. «Cuando se conozca, ya se verá lo que se hace, pero mi padre es inocente», señaló su hija. Victoriano Losilla afirmó que sería «muy chungo» que se condenara a Antonio y luego su cuñada «apareciera».

La mujer desapareció en abril en Ricla y todo indica que, a pesar de que todavía no se han recibido los resultados del análisis del ADN, su cadáver es el que fue hallado la semana pasada descuartizado y enterrado en varias bolsas en un campo de Cadrete.

Según informó la agencia Efe, sobre el sospechoso pesa una orden de prisión incondicional y sin fianza. Su abogado, el zaragozano Javier Notivoli, incidió en la declaración de inocencia hecha por su cliente ante el instructor y el representante fiscal a pesar de la carga de la prueba presentada en su contra.

Tras ordenar el ingreso en prisión del presunto autor del crimen, de 55 años de edad, el juez Lasala acordó inhibirse en favor del Juzgado de Violencia contra la Mujer de Zaragoza, quien se hará cargo de las investigaciones a realizar.

Un sumario de más de 1.000 folios

En total, desde que fue formulada la desaparición de la víctima, Pilar Manuela Cebrián Embid, de 52 años, el sumario instruido ha acumulado más de mil folios que relacionan al sospechoso con los hechos.

Los datos que han trascendido del caso, sobre el que pesa desde hace siete meses una orden de secreto de sumario, revelan que el imputado había trabajado como carnicero y que en el garaje de su vivienda había rastros de sangre.

La mujer, Pilar Manuela Cebrián Embid, de 52 años, desapareció el pasado 3 de abril aunque su marido tardó tres semanas en denunciar los hechos, algo que provocó las sospechas de los responsables policiales.

Al parecer, en su entorno más cercano, el detenido se limitó a comunicar inicialmente que su mujer había decidido marcharse sin avisar a nadie.

Fuentes próximas al entorno familiar del presunto autor del crimen, que convivía hasta el momento de su detención con sus dos hijos, de 21 y 25 años, denunció la desaparición de su mujer el 25 de abril ante las sospechas que le transmitieron dos familiares de su esposa.

Estas fuentes han añadido que el matrimonio recibió de los padres de la víctima la propiedad de la casa familiar en Ricla, actualmente a la venta en un portal inmobiliario, y del negocio de carnicería que estos regentaban en la población, donde el imputado trabajó un tiempo con su mujer.

Han explicado, además, que el marido de la víctima, debido a su carácter «posesivo», no asumió en ningún momento que su esposa encontrara trabajo en Zaragoza en 2008 y que ampliara su red de amistades.

La conducta del detenido tras la desaparición de la mujer, con la publicación en las redes sociales de un perfil en el que hablaba de sus gustos y expresaba su intención de buscar pareja, incrementó las sospechas de las agentes.

Unos pocos días después de hallarse los restos en un campo de cultivo de Cadrete, posiblemente desenterrados por las intensas lluvias registradas en la zona, se llevó a cabo la detención del sospechoso.

A pesar del avanzado estado de descomposición del cadáver, y a la espera del resultado de las pruebas de ADN, los agentes procedieron a la detención de Antonio Losilla tras comprobar la existencia entre los restos de indicios acerca de la identidad de la fallecida.

El sospechoso, que había vivido en Ricla con su mujer y sus dos hijas, de 21 y 25 años, fue detenido el pasado sábado en un piso de la capital aragonesa.


Un juez autoriza una técnica pionera en España para hallar los restos de la mujer asesinada en Ricla

Heraldo.es

4 de diciembre de 2013

Se aplicará a Antonio Losilla, presunto autor de la muerte de Pilar Cebrián, su esposa. Analizará los cambios eléctricos de su actividad cerebral ante estímulos externos, como preguntas o fotos.

Un juez ha autorizado por primera vez en España el uso de una técnica pionera, basada en neurofisiología clínica y que se aplicará a Antonio Losilla, el presunto autor de la muerte de Pilar Cebrián, con el objetivo de orientar la búsqueda del cuerpo de esta mujer desaparecida en Ricla (Zaragoza).

El magistrado del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza, que instruye el caso, ha emitido este miércoles un auto judicial, en el que autoriza la utilización de este método usado con éxito en otros países, como Estados Unidos y Japón, ha afirmado en Zaragoza, el Jefe Superior de Policía, José Villar del Saz.

Se trata de una técnica, utilizada generalmente en el ámbito médico, que analiza los cambios eléctricos de la actividad cerebral del individuo, ante estímulos externos, entre ellos fotografías, sonidos o preguntas.

No se corresponde con el tradicional aparato conocido como «detector de mentiras», ya que los resultados obtenidos con esta técnica no pueden verse alterados por la voluntad del sujeto, ha comentado el jefe del gabinete de prensa, Félix Jodrá.

«No es una prueba de verdad o mentira», ha aclarado Jodrá, quien ha añadido que no se requieren tampoco una declaración verbal del individuo, sino la evidencia de una actividad cerebral.

Se llevará a cabo para esclarecer un delito de «extrema gravedad» y servirá para orientar, en la búsqueda de los restos de la desaparecida, al grupo de Homicidios de la Brigada Regional de Policía Judicial de la Jefatura Superior de la Policía Nacional.

En los próximos días, se conocerá la fecha en la que esta técnica, conocida como P300 ODD-BALL, se aplicará al presunto autor de la muerte de Pilar Cebrián, Antonio Losilla, detenido en octubre de 2012.

Por ahora, se desconoce si esta prueba se realizará en uno de los hospitales de Aragón, donde actualmente se encuentra la máquina con la que se llevará a cabo.

La búsqueda de los restos de Pilar Cebrián, desaparecida en abril de 2012, se realizó sin éxito, el pasado mes de mayo, en un pozo ubicado en el entorno del embalse de Mularroya.

El marido de la desaparecida, Antonio Losilla, fue detenido en octubre de 2012, tras la aparición de los restos descuartizados de una mujer en Cadrete (Zaragoza).

Sin embargo, meses después, se comprobaron que esos restos no pertenecían a Pilar Cebrián, sino a Vanesa Barrado, una joven de 27 años, vecina de Cadrete.


116 minutos para conseguir pistas de un crimen

S. Arcega – Heraldo.es

10 de enero de 2014

El doctor Valdizán propuso realizar la prueba P300 en el caso de la mujer descuartizada en Ricla.

Bucear en la memoria de una persona es posible con la prueba P300. Lo sabe bien el neurofisiólogo José Ramón Valdizán, que desde hace 19 años utiliza para diagnosticar casos de déficit de atención. Sin embargo, también se puede aplicar a casos como el de la desaparición de Pilar Cebrián.

La prueba P300 consiste en el análisis de una onda que recibe este nombre y que aparece en un encefalografía cuando el sujeto reconoce un estímulo, ya sea una imagen o un sonido. No hace falta siquiera que la persona sea consciente del recuerdo, por lo que además no lo puede falsear voluntariamente.

En dos sesiones de 116 minutos se aplicó este método el pasado 18 de diciembre para intentar averiguar dónde se encuentra su cadáver, una prueba que nunca se había realizado en España en un caso policial. Las conclusiones ya han sido extraídas y se trasladarán al juez la próxima semana.

Para poder realizar esta prueba se coloca al sujeto en una sala, con electrodos en su cabeza que transmitan la encefalografía a un monitor. En el caso de Antonio Losilla, el presunto asesino de Pilar Cebrián, se encontraba acompañado además de una enfermera y de un policía.

Los estímulos, tanto sonoros como visuales se suceden de forma repetida, de manera que se pueda comprobar sin fallos que los reconoce porque los haya visto o escuchado antes. Estos generan la onda P300B, mientras que los desconocidos producen la P300A. «Por ejemplo, si vamos por la calle y oímos un frenazo se genera una onda P300B, porque es un sonido que conocemos pero que no es frecuente y por lo tanto es relevante», indica José Ramón Valdizán.

Los datos se comprueban para observar si su distribución es normal y se establecen percentiles, una escala de interés. Cuando este percentil se repite se empareja con una imagen o sonido a los que corresponde el aumento de interés. En una sala diferente se encontraba el doctor, con tres monitores en los que podía observar el registro de la encefalografía, la cara del sujeto y el estímulo que estaba recibiendo.

La idea de utilizar este sistema fue del propio doctor Valdizán. «Como todo profesional, estoy al tanto de las novedades y sabía de su uso en Estados Unidos desde 1999», explica. No es el único país que utiliza esta prueba para hacer aflorar recuerdos, ya que «se analizan unos 5.000 casos al año en Japón».

El neurólogo aragonés conocía a la psicóloga forense destinada en el caso de Pilar Cebrián y le propuso realizar la prueba. «Hicimos varios ensayos y vimos que funcionaba», explica. En cualquier caso, Valdizán puntualiza que no sirve como prueba judicial, sino que se trata de una herramienta para la policía, para que se puedan recabar datos, por ejemplo sobre la localización de un cadáver.

La prueba se realizó en el Hospital Miguel Servet, aunque Valdizán asegura que se podría realizar también en el Lozano Blesa o en la Clínica Montpellier. Solo se necesitan dos salas, los monitores y un aparato que realice el registro neurofisiológico, según apunta el experto.

Año y medio de búsqueda

Pilar Cebrián desapareció en abril de 2012. En octubre de ese año se detuvo a su marido, Antonio Losilla, como presunto autor de su muerte tras encontrar un cuerpo descuartizado. El cadáver pertenecía en realidad a Vanesa Barrado, una joven de 27 años de Cadrete.

Sin embargo, Losilla permaneció como sospechoso, a pesar de no haberse encontrado el cuerpo de su esposa. Este es el principal objetivo de la prueba que se realizó el pasado mes de diciembre.


El presunto descuartizador de Ricla le pide al juez que no se deje llevar por los sentimientos

M. A. Coloma – Heraldo.es

7 de octubre de 2014

El presunto asesino y descuartizador de la vecina de Ricla Pilar Cebrián, su marido, Antonio Losilla, salió ayer del centro penitenciario de Zuera. Pero solo lo hizo durante unas horas y para comparecer ante el juez que instruye el caso.

Lo llamativo es que el sospechoso aprovechó la ocasión -una audiencia para decidir sobre la posible prórroga de la prisión provisional- para volver a hacer un alegato de su inocencia y llegó a pedir al magistrado que no se deje llevar por los sentimientos y aplique los conocimientos que adquirió durante su etapa como estudiante de Derecho. Al parecer, Losilla tenía intención de alargar su discurso y el propio juez tuvo que cortarle.

El titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2, encargado de las pesquisas de este macabro crimen, tenía que decidir ayer si Antonio Losilla seguía en prisión provisional o quedaba en libertad hasta la celebración del juicio, para el que todavía no hay fecha. Se trata de un trámite recogido dentro de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, que establece que transcurridos dos años desde el encarcelamiento del sospechoso habrá de celebrarse una audiencia para ver si existen indicios de criminalidad suficientes.

Tras escuchar los informes de las partes, el titular del Juzgado de Violencia sobre la Mujer número 2 de Zaragoza optó finalmente por prorrogar otros dos años la prisión provisional, alineándose así con las tesis de la Fiscalía y de las acusaciones particulares, a cargo de las letradas Laura Vela, Carmen Sánchez y Soraya Laborda. «Dada la gravedad de los delitos a los que se enfrenta y por tanto, la posible pena que pudiera imponérsele, existe un evidente peligro de sustracción de la Justicia, además de que pudiera obstaculizar o destruir medios de prueba», dice el magistrado en el auto que emitió tras la comparecencia.

La defensa, de la que se encarga el penalista Javier Notivoli, había propuesto al juez que dejara a Antonio Losilla en libertad recordándole que ni siquiera el llamado test de la verdad o prueba del P-300 han dado ningún resultado en cuanto a la imputación de su cliente. En cualquier caso, el Grupo de Homicidios de la Jefatura Superior mantiene abierta su investigación y ahora se está a la espera de que lleguen los resultados de unas pruebas de ADN.

«Mi situación es problemática»

Cuando hizo uso de su derecho a la última palabra, Antonio Losilla volvió a insistir en que los días 11 y 16 de abril acudió al cuartel de la Guardia Civil de La Almunia para denunciar la desaparición de su esposa y los agentes no le dejaron. Le aseguró también al magistrado que en el caso de que lo dejara en libertad no se marcharía «a ningún sitio», puesto que ahora se debe a su familia, a la que le agradece que haya estado siempre de su parte.

El presunto homicida dijo que tampoco puede obstruir ya a la Justicia, puesto que durante los últimos años se han practicado ya todo tipo de pruebas. Por último, Losilla rogó al instructor que le deje libre argumentando que su situación «es problemática», puesto que «van a destruir a su familia y su economía».

Pero las palabras del presunto descuartizador no lograron hacer cambiar de opinión al juez, quien entiende que existen «indicios suficientes» para prorrogar su estancia en prisión. Recuerda en su acta que el imputado «en ningún momento» ha colaborado con la Justicia para encontrar a Pilar; que sus explicaciones han sido siempre «incoherentes y cambiantes»; que Losilla llegó a confesar la muerte de su esposa, aunque luego se retractó; que se hallaron gotas de sangre de la víctima; que buscó una trituradora de carne justo después de la desaparición de Pilar Cebrián, en abril de 2012; y que las llamadas de teléfono, así como varios correos electrónicos le delatan.

Por todo ello, el magistrado decidió volver a enviar a prisión al supuesto asesino, quien aseguró que quiere que se celebre el juicio para «lavar su cara y la de su familia».


Empieza el juicio contra Antonio Losilla por matar a su mujer, aún desaparecida

Heraldo.es

16 de noviembre de 2015

Un tribunal popular juzga a partir de este lunes, en la Audiencia Provincial de Zaragoza a Antonio Losilla, de 58 años, acusado de matar a su esposa, Pilar Cebrián, después de que la víctima le anunciara su intención de romper la relación que mantenían y cuyo cadáver aún no ha aparecido.

Los hechos que se juzgarán se remontan al 2 de abril de 2012 cuando el acusado presuntamente golpeó a su mujer, que entonces tenía 52 años, hasta matarla después de que le anunciara que lo iba a dejar.

Practicada diligencia de entrada y registro el 29 de octubre de 2012 en el domicilio de Ricla, el acusado de forma espontánea y sin ser preguntado reconoció haber dado muerte a Pilar y haberla descuartizado y tirado el cuerpo en diversos contenedores.

Antonio Losilla fue sometido al denominado «test de la verdad», la prueba clínica P-300 para determinar donde escondió el cadáver, aunque de momento no ha dado sus frutos.

El fiscal considera que los hechos son constitutivos de un delito de homicidio, con el agravante de parentesco, y otro de falsedad en documento mercantil, por los que pide un total de 17 años de prisión, así como una indemnización de 50.000 euros para cada uno de sus dos hijos, y otros 30.000 para el tío de la víctima.

La acusación particular, ejercida por un hijo de la víctima y el tío de ésta, eleva a 20 años la petición de prisión para Losilla por los delitos de homicidio con el agravante de parentesco, falsedad documental y delito contra la integridad moral.

Por su parte, la defensa niega en su escrito los hechos y pide la libre absolución.


«Yo no maté a mi mujer, me confesé culpable porque amenazaron con implicar a mi familia»

M. A. Coloma / M. Garú – Heraldo.es

18 de noviembre de 2015

Antonio Losilla niega ante el Jurado que acabara con la vida de su esposa, Pilar Cebrián, por celos y dice que sigue viva. Las acusaciones mantienen que descuartizó a la víctima y que se mofó de los policías retándoles a encontrar el cuerpo.

Antonio Losilla Longares reconoció ayer que su matrimonio con Pilar Cebrián Embid empezó a hacer aguas cuando descubrió las supuestas infidelidades de su esposa. Sin embargo, presumió ante el Jurado de no haber sabido «jamás» lo que son los celos e insistió en que ni mató ni descuartizó a su esposa tras una fuerte discusión en la vivienda familiar de Ricla el 2 de abril de 2012. Es más, dijo que esta se marchó de casa «para pensar» y se mostró convencido de que «sigue viva en alguna parte».


El fiscal acusa a Losilla de matar a su esposa con un plan preconcebido

Heraldo.es

23 de noviembre de 2015

El abogado defensor ha pedido una sentencia absolutoria total por falta de pruebas.

Antonio Losilla, acusado de la muerte y descuartizamiento de su esposa Pilar Cebrián, a la que ha calificado como «una gran mujer», ha defendido su inocencia, ha dicho que su conciencia está «tranquila y libre» y ha reiterado que desconoce su paradero desde que desapareció el 2 de abril de 2012.

El acusado, tras exponer el fiscal, las acusaciones y la defensa las conclusiones finales del juicio celebrado ante un jurado popular en la Audiencia Provincial de Zaragoza, ha destacado en sus últimas manifestaciones que sería incapaz de matar a la madre de sus hijos.

Losilla fue uno de los primeros acusados en España que fue sometido a la prueba del P-300, más conocida como «test de la verdad», para intentar averiguar el paradero del cuerpo de su esposa, aunque no dio resultados y posteriormente fue declarada nula para el juicio por un tribunal.

El Ministerio Fiscal y las acusaciones han pedido para el acusado entre 17 y 20 años de cárcel por un delito de homicidio, estafa y otro contra la integridad moral, mientras que su abogado defensor ha solicitado la absolución o una condena alternativa por homicidio imprudente, que supondría cuatro años de prisión.

En su exposición final, el Fiscal le ha acusado de matar a su esposa de forma premeditada con un «plan preconcebido» ejecutado paso a paso, como demuestra el hecho de que no denunciara la desaparición hasta que lo hizo un familiar de la fallecida desde Barcelona, porque «quería ganar tiempo».

Una jugada maestra

Como una jugada «maestra» ha definido el fiscal que vendiera el coche con el que supuestamente trasladó el cuerpo sin vida de su esposa a un comprador que posteriormente lo vendió en Libia, lo que ha hecho imposible su recuperación.

Asimismo, ha hecho hincapié en la confesión voluntaria del propio Losilla en la que reconoce a la Policía, tras un registro del domicilio de la pareja en Ricla (Zaragoza), que la ha matado y que esparció sus restos en contenedores de la vecina localidad de La Almunia de Doña Godina y de Zaragoza.

En representación de las acusaciones particulares, la letrada Laura Vela ha explicado al jurado que en el juicio, que comenzó el pasado 16 de noviembre, ha quedado probado que mató a Pilar y que no fue un accidente.

Según su versión, Losilla quiso cometer «el crimen perfecto» y, así, culpar a Juan Luis, primer novio de la juventud de la víctima y con quien había retomado el contacto poco antes de su desaparición.

La letrada ha indicado que Pilar, tras 26 años de matrimonio y dos hijos, «ya no podía más» y quería el divorcio, así como la mitad del patrimonio de la pareja.

Ha tachado de «insostenible» la versión del acusado, según la cual el 3 de abril, un día después de la presunta muerte, la trajo a Zaragoza porque se iba a ir con tres amigas, que estas han desmentido, además de que el rastro de la señal telefónica indica que no salió de Ricla en aquellos días.

En este sentido, ha insistido en que el único que fue a Zaragoza fue el acusado para comprar espuma de poliuretano y uno de los desatascadores químicos más potentes del mercado, material con el que presuntamente se deshizo del cadáver y limpió la escena del crimen.

La otra acusación particular, ejercida por Soraya Laborda, ha subrayado que la coartada fue pasar por varios [varias] comisarías de Policía y cuarteles de la Guardia Civil, donde únicamente preguntaba por la identidad del hombre que acompañaba a su esposa y declina denunciar la desaparición.

Por su parte, el abogado de la defensa, Javier Notivoli, ha pedido una sentencia absolutoria total por falta de pruebas y ha instado al jurado a que consulten las pruebas documentales, donde a su juicio se demuestra que las acusaciones se equivocan en el «99 por ciento» de las cosas que dan por hechas.

De forma subsidiaria, si determinaran que Antonio Losilla es culpable, ha reclamado que se le condene por homicidio por imprudencia y no premeditado.

La confesión e [de] culpabilidad, ha indicado, tiene un valor «nulo» porque no usó su verdadera firma, dado que lo reconocido «no era cierto» y porque no requirieron de su presencia como abogado hasta que ya se había producido.

Por ello, ha pedido al jurado que tenga en cuenta que se investigó «hasta la extenuación» la desaparición de su esposa, que no hubo «manera ni forma humana» de que le dejaran denunciar y que «se vuelve loco» buscándola, incluso consultando a varias videntes.

Asimismo, ha afirmado que es «materialmente imposible» que repartiera el cuerpo «en un par de horas» por varios contenedores en Zaragoza, así como que la espuma de poliuretano «no parece la mejor forma» de ocultar un cadáver, ya que para ello harían falta unos cien botes y compró solamente tres, de los que dos estaban sin utilizar.


El Jurado declara a Antonio Losilla culpable del homicidio y descuartizamiento de su esposa

M. A. Coloma / M. Garú – Heraldo.es

24 de noviembre de 2015

El acusado, al que se considera también autor de un delito de falsedad documental y otro contra la integridad moral por no decir dónde está el cadáver, se enfrenta a una pena de cárcel de entre 14 y 20 años.

El Jurado ha declarado a Antonio Losilla Longares culpable del homicidio y posterior descuartizamiento de su esposa, Pilar Cebrián. Para el Tribunal Popular, no fue una muerte accidental, ya que el acusado tenía la «intención clara» de acabar con la vida de su mujer cuando, tras discutir por unas joyas, la empujó tan fuerte que cayó de espaldas y se fracturó la base del cráneo.

Los hechos se produjeron el 2 de abril de 2012 en la casa familiar de Ricla, donde Antonio Losilla troceó el cuerpo de la víctima para meterlo en paquetes y arrojarlo por distintos lugares.

Se trata de la primera vez que se declara a alguien culpable de un homicidio sin haber encontrado el cadáver de la víctima. Pese a ello, para el Jurado hay pruebas suficientes para condenar al procesado. Entre otras, las dos manchas de sangre que se hallaron bajo una mesa y los restos biológicos encontrados también en el sifón de la ducha donde Antonio Losilla se lavó tras descuartizar el cuerpo de su esposa.

Tras escuchar el veredicto, la defensa pidió la pena mínima por homicidio, falsedad y un delito contra la integridad moral, que son 14 años y medio de cárcel. Las acusaciones, por su parte, mantuvieron la petición de entre 17 y 20 años de prisión.


El juez del caso Ricla condena a Antonio Losilla a 16 años de prisión

M. A. Coloma – Heraldo.es

2 de diciembre de 2015

El magistrado presidente del Jurado del caso Ricla ha condenado a Antonio Losilla Longares a 16 años de prisión: 14 años por el homicidio de su esposa, Pilar Cebrián; un año por un delito de falsedad, y un año por un delito contra la integridad moral.

En la sentencia dada a conocer este miércoles por el Tribunal Superior de Justicia de Aragón, se considera probado que el acusado «golpeó a Pilar Cebrián con un objeto contundente con la intención de matarla» y, una vez logrado su objetivo y «con el fin de ocultar el hecho, imposibilitar la investigación y eludir su responsabilidad, descuartizó el cadáver de su esposa».

El fallo recoge la condena de Antonio Losilla a 14 años de prisión como autor responsable de un delito de homicidio por considerar probado que causó la muerte a su esposa, a quien golpeó hasta que cayó al suelo fracturándose la base del cráneo.

También se le inhabilita de forma absoluta «en su triple sentido de privación de todo empleo, honores o cargos públicos que ocupe». Además, Losilla deberá indemnizar con 50.000 euros a cada uno de los dos hijos de la fallecida (Antonio y Blanca), y a Antonio E. M., tío de Pilar Cebrián, con 30.000 euros.

La sentencia impone a Antonio Losilla la prohibición de acercarse a la localidad en la que se cometió el homicidio, Ricla, así como a los lugares en los que se encuentren los hijos de Pilar Cebrián, Antonio y Blanca, y Antonio E. M, y a los domicilios y lugares de trabajo o donde estén, en una distancia no inferior a 500 metros. Esta prohibición tendrá una duración de 15 años.

En el fallo también se condena al acusado a un año de prisión como autor responsable de un delito de falsedad en documento público y un año de cárcel como autor de un delito contra la integridad moral. Se refiere a que la conducta del acusado consistente en «esparcir los restos, con la consiguiente consecuencia de imposibilidad de dar sepultura, admitida por el jurado como probada, voluntaria, y tendente a causar un daño a sus hijos que menoscaba la integridad moral».

El pasado 24 de noviembre, el Jurado Popular declaró a Antonio Losilla culpable del homicidio y posterior descuartizamiento de Pilar Cebrián. Para el Tribunal Popular, no fue una muerte accidental, ya que el acusado tenía la «intención clara» de acabar con la vida de su mujer cuando, tras discutir por unas joyas, la empujó tan fuerte que cayó de espaldas y se fracturó la base del cráneo.

Los hechos se produjeron el 2 de abril de 2012 en la casa familiar de Ricla, donde Antonio Losilla troceó el cuerpo de la víctima para meterlo en paquetes y arrojarlo por distintos lugares.

Se trata de la primera vez que se declara a alguien culpable de un homicidio sin haber encontrado el cadáver de la víctima. Pese a ello, tanto el Jurado en su día como ahora el juez han considerado que hay pruebas suficientes para condenar al procesado. Entre otras, las dos manchas de sangre que se hallaron bajo una mesa y los restos biológicos encontrados también en el sifón de la ducha donde Antonio Losilla se lavó tras descuartizar el cuerpo de su esposa.

Tras escuchar el veredicto del Jurado, la defensa había pedido la pena mínima por homicidio, falsedad y un delito contra la integridad moral, que son 14 años y medio de cárcel. Las acusaciones, por su parte, mantuvieron la petición de entre 17 y 20 años de prisión.


El TSJA estima en parte el recurso del condenado por el crimen de Ricla y reduce un año la condena

Aragón Press

11 de marzo de 2016

El Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA) ha estimado en parte el recurso presentado por la defensa de Antonio Losilla, condenado a 16 años de cárcel por matar y descuartizar a su mujer en Ricla (Zaragoza). En concreto, lo absuelve del delito contra la integridad moral, lo que supone un año menos de prisión. Pero el alto tribunal confirma la sentencia de la Audiencia Provincial de Zaragoza por los delitos de homicidio y falsedad.

Los magistrados de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón (TSJA), encargados de dictar sentencia en el recurso presentado por el acusado Antonio Losilla contra la sentencia dictada por la Audiencia Provincial de Zaragoza, han estimado en parte las alegaciones presentadas por su letrado y revocan parcialmente la condena de 16 años de prisión que le había sido impuesta. Losilla fue condenado por matar y descuartizar a su mujer en Ricla.

Antonio Losilla Longares fue condenado por la Audiencia Provincial de Zaragoza como autor responsable de un delito de homicidio, con la agravante de parentesco, a la pena de catorce años de prisión; de un delito de falsedad, a la pena de un año de prisión y multa de seis meses; y de un delito contra la integridad moral, a la pena de un año de prisión.

La sentencia de la Sala Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Aragón absuelve al acusado del delito contra la integridad moral, al no acreditar el jurado que su intención fuera causar a sus hijos un mayor daño por no poder dar sepultura al cuerpo de su madre, entendiéndose vulnerada la presunción de inocencia.

La sala confirma la condena por los delitos de homicidio y falsedad, desestimando los recursos interpuestos por la defensa, al entender que no se ha causado indefensión al condenado, rechazando que se hayan quebrantado normas y garantías procesales. También se niega que haya vulneración de la presunción de inocencia, al existir prueba de cargo suficiente para condenar por estos dos delitos.

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