Ana Gema García Gutiérrez

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  • Clasificación: Asesina
  • Características: Celos - Robo - Agresión sexual
  • Número de víctimas: 1
  • Fecha del crimen: 10 de septiembre de 2000
  • Fecha de detención: 1 de diciembre de 2000
  • Fecha de nacimiento: 1981
  • Perfil de la víctima: Ana Elena Lorente García, de 20 años
  • Método del crimen: Golpes
  • Lugar: Álora, Málaga, España
  • Estado: La Audiencia de Málaga condenó a Ana Gema García, Agustín Cortés y Juan Navarro a 30 años de prisión el 22 de julio de 2002
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Brutal asesinato de una joven en Álora

José M. Alday – Diariosur.es

Anuario 2000

El 12 de septiembre la tragedia sacudió Álora. Ese día era encontrado en unos cañaverales, junto al río Guadalhorce, el cuerpo sin vida de la joven de 20 años Ana Elena Lorente, desaparecida dos días antes cuando disfrutaba en la romería de la Virgen. Durante cuarenta y ocho horas, gran parte de la población se movilizó en busca de la joven, que fue vista por última vez a eso de las seis de la mañana del domingo día 10, cuando se separó de su grupo de amigos para ir al servicio. La joven, hija de un policía nacional, residía en Málaga con sus padres, pero acudía con frecuencia a Álora, de donde es su familia. Su cuerpo presentaba varios cortes y un fuerte golpe en la cabeza -en la zona occipital derecha- que le provocó la muerte, aunque también sufrió síntomas de estrangulamiento y patadas.

En un principio se pensó que el autor del asesinato era alguien conocido de la joven, por lo que la Guardia Civil comenzó a interrogar a todas las personas que pertenecían al entorno de la muchacha. Pero las declaraciones también se ampliaron a otros sospechosos, a quienes se les tomó una muestra de saliva para poder realizar la prueba de ADN. El hecho de que el crimen se cometiera en un entorno en el que se concentraron más de 10.000 personas, al tratarse de una romería muy popular y concurrida, jugaba en contra de los investigadores.

Pese a ello, las pesquisas realizadas por los agentes de la Unidad de la Policía Judicial de la Comandancia de la Guardia Civil de Málaga y Coín dieron su fruto. El 2 de diciembre -dos meses y medio después del hallazgo del cadáver- la Guardia Civil procedía a la detención de los presuntos autores del crimen: Ana Gema del Pilar G. G. , de 19 años, madre de un niño de pocos meses, Agustín Manuel C. S., de 18, alias «Cartucho», y Juan N. C., de 38, «Carapelo».

Los detenidos, vecinos de Álora, eran delincuentes comunes y toxicómanos con numerosos antecedentes. Los dos primeros confesaron su participación en los hechos, mientras que Juan N.C., padre de siete hijos, la negó. La certeza absoluta de la autoría la proporcionó el cotejo de las pruebas de ADN a muestras del cadáver, que coincidían con las de algunos de los detenidos.

La envidia y los celos que al parecer sentía la mujer detenida por la joven víctima es uno de los móviles que se barajaron del crimen, junto al robo y el intento de violación.

Según las investigaciones, los detenidos decidieron asaltar a la joven Ana Elena utilizando como cebo a Ana Gema del Pilar G., a la que Ana Elena conocía por ser vecina suya en el pueblo, y de quien se dijo había ideado el macabro plan. La acusada la abordó cuando la joven asesinada salía de la caseta donde se encontraba con sus amigos para ir a los servicios, pasadas las seis de la mañana. «La Gema», como es conocida en Álora la mujer encarcelada, logró llevar a Ana Elena hasta el lugar donde se encontraban sus compañeros, quienes la amenazaron produciéndole un corte superficial en el cuello.

Tras comprobar que Ana Elena tan sólo llevaba mil pesetas, los dos hombres trasladaron a la joven, bajo amenazas e intimidación, al lugar donde finalmente apareció, a unos dos kilómetros de distancia de la romería. Allí la intentaron violar sin conseguirlo, aunque «Cartucho» llegó a eyacular sobre el cuerpo y las ropas de la chica, lo que fue determinante para practicar las pruebas de ADN y esclarecer el crimen.

Los detenidos acabaron con la vida de Ana Lorente propinándole patadas y golpes.

Un trío letal

Los presuntos asesinos de la joven Ana Elena Lorente formaron un trío letal el día de la romería. Todos ellos eran desgraciadamente bien conocidos en Álora por sus antecedentes delictivos. Además se dio la triste circunstancia de que el mismo día en el que el padre de la joven asesinada acudía a las dependencias policiales de Álora para interponer la denuncia por la desaparición de Ana Lorente, Agustín M. C, «Cartucho», uno de los presuntos autores de su asesinato, permanecía detenido en esos momentos en los calabozos de las mismas instalaciones tras haber protagonizado una pelea en la romería, adonde regresó después de haber participado en el brutal asesinado [asesinato] de la joven.


Los asesinos de la joven de Álora confiesan que también la violaron

B. A. Cadahía – Lavozdegalicia.es

2 de diciembre de 2000

Los tres detenidos por la muerte de Ana María Lorente, la joven asesinada en Álora el pasado 10 de septiembre, son dos hombres, que responden a los apodos de «Caraguarro» y «El Cartucho», y una mujer. Son dogradictos [drogadictos], de etnia gitana, se dedican al robo de motos y todo el pueblo los llama «maleantes», aunque pocos sospechaban que estaban detrás de esta muerte. Ayer, tras un interrogatorio de diez horas, confesaban haber matado y violado a Ana María. Después de tres meses, se esclarece el caso.

El mismo equipo de la Guardia Civil que esclareció el asesinato de Rocío Waninkoff sabía desde el martes la identidad de al menos uno de los asesinos de la joven de Álora. Ese mismo día conocieron el resultado de las pruebas de ADN que demostraban que los restos de semen eran de Agustín Cortés Santiago, de 19 años, uno de los detenidos. No obstante, hasta el viernes no pudieron arrestar a las otras personas que participaron en el crimen, Juan Navarro Campos, de 38, y Gema G.G., de 19.

Todos los detenidos vivían en el municipio, son gitanos y, aunque los vecinos sabían que eran drogadictos y que habían participado en algunos pequeños robos, muy pocos imaginaban que ellos fueron los asesinos de Ana María. Según la gente del pueblo, sus familias, aunque humildes, gozan de buena reputación y sólo los supuestos autores del crimen son, precisamente, los únicos miembros problemáticos. La mujer detenida tiene un bebé de cuatro meses.

Móvil sexual

Los presuntos autores del crimen de Ana Elena no eran amigos de la joven. En un principo [principio] los agentes creían que el móvil fue el robo. Pero el hecho de que el bolso de la víctima haya aparecido cerca de donde fue encontrado el cadáver, sin que se echara nada en falta en su interior, desbarata la primera versión. Los investigadores se inclinan ahora por la sospecha de que los dos jóvenes sólo querían violar a la joven para después matarla.


La Guardia Civil da por resuelto el crimen de Álora con los tres detenidos

Ignacio Martínez – El País

4 de diciembre de 2000

Los tres detenidos por el asesinato de la joven de 20 años Ana Elena Lorente, el 10 de septiembre, en Álora (Málaga), pasan esta mañana a disposición judicial. Eran sospechosos desde el principio de la investigación y después de dos meses y medio de indagaciones -en las que interrogó a unas mil personas- la Guardia Civil «no tiene dudas» sobre su responsabilidad y piensa que el caso está «bien cerrado», según ha declarado el subdelegado del Gobierno en Málaga, Carlos Rubio. Sin embargo, Juan Navarro, Carapelo, de 38 años, considerado por los agentes de la Guardia Civil como el más peligroso de los tres presuntos autores del crimen sigue negando los hechos que se le imputan. Por el contrario, tanto Agustín Cortés, Cartucho, de 19 años, como Ana Gema G., de 18, han confesado su participación en el crimen y sus versiones son idénticas, aunque han estado incomunicados desde su detención en la tarde del viernes. Ambos incriminan también a Carapelo.

De sus declaraciones se ha establecido que Ana Elena Lorente, abandonó la romería con Ana Gema confiada porque era vecina de su abuela. Todos, presuntos asesinos y víctima, habían pasado toda la noche del 9 al 10 de septiembre en la romería de la Virgen de Flores en el pueblo de Álora, de unos 13.000 habitantes a 50 kilómetros de Málaga hacia el interior. Ana Gema es considerada por los investigadores como «cooperadora necesaria» para el crimen, que habría sido cometido por Carapelo y Cartucho. Juan Navarro ha declarado que se fue de la fiesta muy pronto y no esperó hasta la mañana.

El móvil inicial habría sido el robo. Pero, según fuentes oficiosas, «a Ana Elena la mataron a patadas, con unas botas militares», ante su resistencia a la violación que intentaron los dos hombres y no pudieron conseguir. Ayer, los agentes del instituto armado registraron la casa de Cartucho en busca de diversas prendas y en especial de sus botas. El registro, en una infravivienda en el barrio alto de Álora, junto al castillo árabe, duró una hora. Entre las pertenencias de Agustín Cortés que se llevaron los investigadores, en tres bolsas, había unas botas militares que podrían ser las utilizadas para patear a Ana Elena hasta la muerte. Juana Santiago, la madre de Cartucho, no paró de llorar ayer, presa de un ataque de nervios, durante el registro. «Si mi hijo ha sido, que lo pague, y lo siento mucho, porque es mi hijo», explicó. Y en alusión a la madre de la víctima repitió su pesar: «La pobre tendrá mucho dolor, yo soy madre también y me duele».

El sábado, en el registro en casa de Carapelo, la Guardia Civil también se llevó, entre otros objetos, unas botas, pero no eran militares. Todas las pruebas serán llevadas esta mañana, junto a los tres presuntos culpables de la muerte de Ana Elena, ante el juez que lleva el caso en Málaga.

Entretanto, las detenciones del viernes han producido una cierta tranquilidad en esta localidad del valle del Gaudalhorce. Mil interrogatorios y las pruebas de saliva para el ADN realizadas a todos los hombres (más de 500) desataron, en estos dos meses y medio, rumores, sospechas y acusaciones de todo tipo.


Uno de los acusados del crimen de Álora admite su participación y culpa de la muerte a los otros dos

Ignacio Martínez – El País

9 de julio de 2002

A María Elena Lorente «la mataron de manera salvaje» a patadas después de intentar cortarle el cuello, el 10 de septiembre de 2000 en Álora, según la calificación de la Fiscalía que pide 25 años de prisión para dos de los acusados, Juan Navarro, Carapelo, y Ana Gema García. La fiscal, Macarena Martínez, pide para el tercero de los acusados, Agustín Cortés, Cartucho, 26 años de prisión. Éste es el único de los procesados que admitió ayer su participación en el crimen, en el inicio del juicio en la Audiencia de Málaga, pero acusa a los otros dos de haber causado la muerte a Ana Elena.

Agustín Manuel Cortés, Cartucho, se convirtió ayer en el único procesado que admite haber participado en el crimen de Álora (Málaga) y en testigo de cargo contra los otros dos acusados. Cartucho afirmó que él se quedó vigilando la vereda que hay junto a los cañaverales en los que murió Ana Elena, mientras Carapelo y Gema mataban a la joven. Tras cometer el crimen, Cortés dijo que se marchó al pueblo a reclamar unas deudas, contempló la salida de la procesión de la patrona, tomó cocaína «para no quedarse dormido» y volvió a la fiesta de la ermita.

Navarro y Gema negaron en sus declaraciones que estuvieran en la romería de la Virgen de Flores a las 6.00 horas de la mañana del 10 de septiembre de 2000, cuando Ana Elena fue visita por última vez con vida. El abogado defensor de Juan Navarro reconoció que se está juzgando «un crimen atroz», pero pidió al jurado que «no se fije en el aspecto, ni en la etnia, ni en la forma de hablar» de su cliente y para que «paguen los verdaderos culpables». Carapelo, de 40 años, declaró que estuvo en la romería a las dos de la madrugada -«buscando a mis hijas»- y se marchó a su casa a dormir.

Ana Gema García, de 20 años, también pretendió ayer convencer al jurado que se marchó de la fiesta «hacia las 4.30, porque estaba cuidando a un niño y una niña de 14 y 15 años; la niña se me perdió, dejé al niño en casa de su abuela y me marché a una discoteca de Málaga sobre las 5.15 hasta las 8.30». Ana Gema se desdice así de su primera declaración a la Guardia Civil en la que reconoció su participación en el crimen, que coincidía plenamente con la confesión de Cartucho. Ayer, sin embargo, dijo que «había mentido» a instancias de una agente del instituto armado. Varias amigas de la víctima declararon que el ex novio de Gema y padre de su hijo «flirteaba» con Elena. Este es el móvil que por el que la acusación entiende que Gema fue la inductora del asesinato. Cartucho dijo en su declaración que Gema «tenía celos de Ana Elena».

Agustín Cortés, de 20 años, -que como los otros procesados asistió a la sesión y declaró esposado- ofreció una versión muy detallada sobre las incidencias del intento de robo, la agresión sexual y muerte de Ana Elena Lorente. Cartucho reconoció que él y sus compañeros estaban «empastillados, hartos de coca y de alcohol», que Gema les dijo que Ana Elena «tenía un taco de billetes» y para robarle iba a hacer que la acompañara con la excusa «de fumarse unos porros». Salieron del recinto de la romería cuesta abajo, por unos olivares. Siempre según la declaración de Cortés, Navarro le dijo a la joven que «le iba a dar una puñalada, pero no sacó ninguna navaja». En el bolso no había más que papeles, una tarjeta de crédito y un teléfono móvil. Como la víctima intentó gritar la amordazaron con su propio sujetador. El acusado admitió que obligó a Ana Elena a masturbarle y que, mientras, Gema «le dio tres o cuatro guantazos».

La sangre de Elena que se encontró en sus ropas la atribuyó a la caída por un terraplén «cuando íbamos cruzando la vía del tren». Llegaron a un cañaveral, junto al río Guadalhorce, y Cortés sostiene que se quedó vigilando mientras sus compañeros se quedaban con la víctima. Después me dijeron que «se la habían cargado, porque era la hija de un madero y su padre nos podía buscar una ruina». Tiraron al río la chaqueta vaquera de la joven y el casco de una botella de ron que habían utilizado para cortarle en el cuello. Cortés también negó que fueran de su propiedad las botas que la Guardia Civil encontró en su casa, que al parecer fueron las que causaron la muerte a Ana Elena.


Cuatro testigos desmontan la coartada de la acusada del asesinato de Álora

Esperanza Peláez – El País

11 de julio de 2002

Cuatro de los seis testigos propuestos por la defensa de Ana Gema García para corroborar su versión de que en el momento del asesinato de Ana Elena Lorente, en la madrugada del 10 de septiembre de 2000, ella estaba en una discoteca de Málaga y no en Álora, aseguraron ayer que no la vieron la noche del asesinato, y que a Málaga habían ido la noche anterior. García es una de las tres personas acusadas del crimen.

Las declaraciones de los testigos propuestos por la defensa de García en el juicio que se celebra en la Audiencia de Málaga por la violación y asesinato de Ana Elena Lorente fueron bastante contradictorias.

García, de 20 años, declaró ante el tribunal que la noche de los hechos estuvo en la romería de la Virgen de las Flores de Álora hasta pasadas las cinco de la mañana, y que de allí se marchó con unos amigos a una discoteca de Málaga, donde permaneció hasta pasadas las 8.30 de la mañana.

Los tres amigos que, según García, estuvieron con ella en la discoteca de Málaga, situaron aquella salida en la noche del viernes 8 al sábado 9 de septiembre, justo la anterior al asesinato de Lorente, y manifestaron que la noche siguiente no la vieron en ningún momento. Pero no fueron las únicas contradicciones. También declararon ayer dos hermanos adolescentes, chico y chica, a los que García dijo haber acompañado a casa desde el lugar de la romería la noche del sábado a las 5.30, una hora antes del crimen, y la abuela de éstos, en cuya casa paraban. La abuela y la muchacha confirmaron que Ana Gema les había acompañado a casa esa noche, pero el chico situó la escena el viernes, igual que los otros tres testigos.

Por la tarde comenzaron a declarar los 18 guardias civiles que participaron en la investigación. Los agentes que localizaron el cadáver de Ana Elena Lorente el 12 de septiembre, dos días después del asesinato, manifestaron que la ausencia de rastros de lucha hacía «imposible» pensar que una sola persona pudiera haber cometido el crimen -el único que por ahora ha reconocido su participación en los hechos es Agustín Cortés, alias Cartucho, quien niega haber acabado con la vida de la chica-.

Los agentes destacaron que Lorente era una persona «alta y fuerte» a la que hubiera sido difícil arrastrar por la fuerza hasta el cañaveral donde apareció su cuerpo, a más de dos kilómetros del lugar donde se celebraba la romería. «Por eso a lo largo de la investigación empezamos a manejar la hipótesis de que tenía que haber participado en el crimen una persona con la que ella tuviera algún tipo de confianza, y ahí apareció Ana Gema, que la conocía desde la infancia porque vivía en la misma calle que su abuela», explicó uno de los investigadores.


El Fiscal del crimen de Álora mantiene que fue la acusada «quien motivó el desastre»

ABCAgencias

15 de julio de 2002

La Fiscalía malagueña aseguró hoy durante su alegato final que fue la acusada Ana Gema P.G.G. «quien motivó todo el desastre» el día del asesinato de Ana Elena Lorente, de 20 años, cuyo cadáver fue encontrado en septiembre de 2000 entre unos cañaverales junto al río Guadalhorce en Alora (Málaga).

Durante el juicio, el fiscal pidió a los miembros del jurado un veredicto de culpabilidad para los tres acusados y solicitó que «les diera igual que Ana Gema sea joven y tenga un niño porque sólo ahora parece angelical, piensen en la víctima, una joven de 20 años», apostilló el ministerio público.

En el juicio, que ha quedado visto para veredicto, el fiscal solicita que los tres acusados sean condenados a 94 años de prisión por los delitos de asesinato, agresión sexual y robo con intimidación así como que indemnicen a la familia con 210.354 euros.

Durante el juicio, A.N.C.S., alias «Cartucho», fue el único procesado que reconoció su participación en el robo y en el abuso sexual e inculpó a los otros dos juzgados, J.N.D., alias «Carapelo», y Ana Gema P.G.G., que negaron los hechos.

Por su parte, el letrado de la acusación particular, Salvador González, destacó en su informe que «su único objetivo era que se cumpliera la ley porque hacer justicia era imposible ya que la vida de la joven ya no se podía recuperar».

«La única verdad de este caso es que las tres personas acusadas son los autores directos del robo, agresión sexual y el asesinato aunque no llegamos a comprender por qué lo hicieron», mantuvo González.

Las dos acusaciones, el fiscal y la acusación particular, destacaron los cambios de versiones de dos de los acusados, Carapelo y Ana Gema, y sus contradicciones durante la vista oral.

También argumentaron que no era posible que Ana Gema facilitara a la Guardia Civil durante su declaración hasta siete detalles del crimen si no hubiese participado en el mismo.

Mañana el presidente del Tribunal, Andrés Rodero, facilitará a los miembros del jurado el objeto del veredicto para que den a conocer su decisión.


El jurado declara culpables a los tres acusados del asesinato de Ana Elena Lorente por unanimidad

Esperanza Peláez – El País

18 de julio de 2002

El jurado popular que ha enjuiciado en la Audiencia de Málaga el asesinato de la joven Ana Elena Lorente, ocurrido en la localidad malagueña de Álora en septiembre de 2000, declaró ayer por unanimidad culpables a los tres acusados; Agustín Cortés, alias Cartucho; Juan Navarro, alias Carapelo y Ana Gema García, de los delitos de asesinato, agresión sexual y robo.

El magistrado que ha presidido la vista fijará la pena y ordenará la notificación de la sentencia a las partes en los próximos días. Los abogados defensores manifestaron tras escuchar el veredicto su intención de recurrir el fallo, que consideran excesivamente duro.

El jurado no ha apreciado el atenuante de alteración psíquica esgrimido por la defensa de Cortés, y ha considerado suficientemente probada la participación en el crimen de Navarro y García, que defendían su inocencia.

El abogado de la familia de la joven asesinada alabó por el contrario el trabajo del tribunal popular, que calificó como «muy minucioso y serio». Los familiares de Lorente, visiblemente emocionados, prefirieron evitar el contacto con los periodistas. «No estamos en condiciones de hablar. Tenía confianza en la justicia y por eso siempre he estado al lado de ella», fue todo lo que murmuró el padre, inspector de policía.

El portavoz del jurado dio lectura al fallo a las 19.00 horas de ayer, después de pasar más de 24 horas incomunicado para responder al cuestionario de 37 preguntas que constituía el objeto del veredicto. Para llegar a la conclusión de culpabilidad se han valorado las declaraciones de dos testigos que vieron a Cortés y a García la noche del crimen en las proximidades de la caseta donde Ana Elena Lorente pasó con sus amigos la noche del 9 al 10 de septiembre de 2000, fecha en que se celebraba en Álora la romería de la Virgen de Flores.

También se han valorado las declaraciones que Cortés y García prestaron ante la Guardia Civil tras su detención, donde reconocieron su participación en los hechos e implicaron a Navarro. García se desdijo posteriormente de aquel relato y señaló que la Guardia Civil la había coaccionado y le había indicado lo que tenía que decir, pero el jurado ayer consideró probado que los detenidos «estuvieron separados en todo momento», por lo que entiende el tribunal que no hubo posibilidad de que la confesión de Cortés se filtrara a García.

También ha estimado el jurado como prueba de cargo contra Navarro las fibras textiles halladas en la ropa interior de Lorente, que, según la Guardia Civil, corresponden a un pantalón hallado en casa del acusado.

Los hechos juzgados ocurrieron hacia las siete de la mañana del domingo 10 de septiembre de 2000. Ana Elena Lorente, de 19 años, fue vista por última vez con vida a las 6.45 horas alejándose a pie de la zona donde se celebraba la romería. Su cadáver fue hallado dos días más tarde en un cañaveral junto al río Guadalhorce, a dos kilómetros del lugar donde estaban plantadas las casetas de feria.

El jurado considera probado que los tres acusados la asaltaron, la condujeron hasta el cañaveral aprovechando que Ana Gema García y Lorente eran conocidas de la infancia, la agredieron sexualmente, le robaron la cartera -que apareció no lejos del lugar donde fue hallado su cuerpo- y la mataron a golpes después de herirla en el cuello con una botella rota.


30 años de cárcel para cada uno de acusados del crimen de Álora

Esperanza Peláez – El País

23 de julio de 2002

Agustín Cortés, Juan Navarro y Ana Gema García, los tres acusados de robar, agredir sexualmente y asesinar a la joven Ana Elena Lorente en septiembre de 2000 en Álora, han sido condenados por la Audiencia de Málaga a cumplir 30 años de cárcel. El magistrado que presidió el juicio con jurado ha fijado en 450.759 euros la indemnización que los condenados deben pagar a la familia de la joven fallecida.

El magistrado Andrés Rodero ha impuesto las penas de acuerdo con el veredicto emitido el pasado miércoles por el jurado popular. Las penas se ajustan a las solicitadas por la Fiscalía en su calificación final, excepto en el caso del acusado Agustín Cortés, Cartucho, para quien la fiscalía pedía cinco años por el delito de robo al ser reincidente. Rodero no ha apreciado esta circunstancia agravante porque la anterior condena se produjo cuando Cortés era menor de edad.

Tampoco se ha tenido en cuenta el atenuante de enajenación mental solicitado por el abogado de Cortés, ya que el informe de los peritos psiquiatras presentado durante el juicio hizo concluir al jurado que «al tiempo de los hechos referidos, [Cortés] presentaba capacidad intelectiva y volitiva aceptables (…) estando capacitado para obrar con conocimiento, voluntariedad y libertad y, por ello, para asumir la responsabilidad de sus actos».

Según la sentencia, el tribunal popular considera probado que en la madrugada del 10 de septiembre de 2000, durante la romería de la Virgen de Flores de Álora (Málaga), los acusados «acordaron de manera conjunta proceder al robo y atentar contra la libertad sexual de Ana Elena Lorente, de 20 años, ofreciéndose Ana Gema del Pilar García, quien sentía celos de ella y había dicho a los otros dos que era una ricachona, a hablar con ésta con objeto de sacarla de la caseta con engaños o excusas».

Se destaca asimismo la nula capacidad de Lorente para defenderse de la agresión, «no sólo por haber sido amordazada con su propio sujetador y conducida a un paraje oculto entre la maleza para evitar ser vistos u oídos por terceras personas (…) sino también por la situación física en que se encontraba la víctima, que tenía mermadas sus facultades intelectivas y volitivas» por el alcohol.

«Igualmente en unidad de acción y propósito, sabedores de que el padre de la víctima era policía y de que [Lorente] podría identificarles fácilmente», prosigue la sentencia, «determinaron poner fin a su vida, lo que así realizaron, habiendo llevado a cabo sus actos descritos empleando la violencia o intimidación».


Carapelo, Cartucho y Ana Gema irán 30 años a la cárcel por matar a la joven Ana Elena

ABC

23 de julio de 2002

Los tres acusados del crimen de Ana Elena Lorente, cuyo cadáver fue encontrado en septiembre de 2000 entre unos cañaverales junto al río Guadalhorce en Alora, han sido condenados a un total de 90 años de prisión, treinta para cada uno de ellos.

Los procesados son A.M.C.S., alias «Cartucho», el único procesado que reconoció la participación en el robo y la agresión sexual, así como las de J.N.C.., alias «Carapelo», y Ana Gema P.G.G., que negaron los hechos.

La sentencia se hizo pública ayer después de que el pasado miércoles el jurado popular los declarara culpables por unanimidad de asesinato, robo y agresión sexual.

En el fallo se condena a cada uno de ellos a 18 años de prisión por asesinato, ocho por agresión sexual y cuatro por robo con violencia y tendrán que indemnizar a los familiares de la víctima con 450.759,08 euros, según la sentencia, a la que ha tenido acceso Efe.

Premeditación

En la sentencia se considera probado que en la madrugada del 10 de septiembre de 2000, Ana Elena Lorente se encontraba en Alora con motivo a la celebración de la Romería en honor a la Virgen de las Flores. En un determinado momento los procesados «acordaron de manera conjunta proceder al robo y atentar contra la vida de la víctima» y Ana Gema P.G.G. se ofreció a sacarla de la caseta donde se encontraba ya que sentía celos de ella y hacía dicho a los otros dos acusados que era una «ricachona».

Sobre las 6.00 horas consiguió sacarla de la caseta «Akira» con el pretexto de hablar con ella y una vez en el exterior, se unieron los otros dos procesados y tras exhibirle una navaja, la obligaron a andar hacia la zona de los Aneales, lugar «apartado, oscuro, solitario y de difícil acceso».

En la sentencia se explica que a Ana Elena le pusieron el sujetador a modo de mordaza para que no gritara y seguidamente le registraron el bolso para apoderarse del dinero.

Durante el trayecto, Carapelo le puso una navaja en el cuello y obligó a Ana Elena a que masturbara al otro acusado.

Muerta a patadas

Cuando se encontraban en el interior de unos cañaverales, todos los acusados decidieron acabar con la vida de la víctima debido que era hija de un policía y que podía fácilmente identificarlos.

Por ello, le asestaron un corte en el cuello con un trozo de cristal y seguidamente le dieron fuertes patadas en la cabeza y en el cuello hasta matarla. La fallecida presentaba traumatismo craneoencefálico, facial y cervical, fracturas múltiples craneales y faciales, hemorragia cerebral traumática y fractura laríngea. El cadáver de Ana Elena Lorente fue encontrado el 12 de septiembre de 2000 entre unos cañaverales junto al río Guadalhorce en Alora, dos días después de que desapareciera.

El jurado popular emitió su veredicto de culpabilidad sobre este caso el pasado miércoles. Entre los elementos de convicción mencionados por el jurado para fundamentar su tesis se encuentran las primeras declaraciones de los imputados Ana Gemma y «Cartucho», quienes ofrecieron a la Guardia Civil versiones similares de lo sucedido a pesar de estar incomunicados, y que aseguraron por separado que «Carapelo» se encontraba con ellos y participó en la comisión de los hechos. Asimismo, el jurado se apoya en las declaraciones de varios testigos que dijeron en el juicio haber visto a Ana Gemma y «Cartucho» en los alrededores de la caseta donde se encontraba la víctima, y en la aparición de semen de «Cartucho» y de unas fibras del pantalón de «Carapelo» en las braguitas de la fallecida.

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