La juez accede a la petición de la familia de que se investigue el hallazgo de un bote de cloroformo en una zona cercana al lugar donde fue vista la niña por última vez. (más…)
Lucía Vivar, la niña de tres años que el pasado 27 de julio aparecía muerta sobre las vías del tren que atraviesa las localidades de Álora y Pizarra, podría haber fallecido casi una hora antes del momento en el que fue arrollada por el tren al que se achaca su muerte, según establece un nuevo estudio elaborado a petición de la familia por el catedrático de Medicina Legal, Luis Frontela.
En el estudio, el prestigioso especialista en Medicina Legal y Forense establece la hora de la muerte de la pequeña Lucía a las 5.53 horas de la mañana, un momento que a priori coincidiría con el intervalo ofrecido inicialmente por el informe toxicológico de los restos, donde se indicaba que la niña habría fallecido entre las 5 y las 7 de la mañana.
Sin embargo, el tren de Cercanías que la golpeó en la cabeza, y al que la Guardia Civil considera la causa de la muerte de Lucía, no pasó por el lugar donde estaba la niña hasta las 6.45 horas, casi una hora después del momento que fija en su estudio el catedrático Luis Frontela.
Luis Frontela (Melilla, 1942) es uno de los forenses más prestigiosos de nuestro país, y durante décadas ha dirigido el Instituto Universitario de Medicina Legal y Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina de la Universidad de Sevilla. Formado en Italia y Estados Unidos, además de especialista de Scotland Yard en investigación de incendios, desde su puesto en la Universidad de Sevilla ha colaborado en la investigación de casos como el crimen de los Galindos, el asesinato de las niñas de Alcásser o el brutal crimen de Sandra Palo.
El prestigio de Frontela llevó a la familia a pedir su colaboración en el esclarecimiento del caso, que conmocionó el pasado verano a los vecinos del pequeño municipio de Pizarra, volcados en las labores de búsqueda de la pequeña durante toda la madrugada, y que nada pudieron hacer por salvarle la vida.
La niña se separó de sus padres cuando estos cenaban con otros familiares en el bar de la pequeña estación del tren de Cercanías de Pizarra. Cuando notaron su ausencia, todos los clientes del local se lanzaron a las vías buscando a la pequeña, pero sólo hallaron un chupete en el suelo del andén.
A primera hora de la mañana, el conductor de uno de los trenes de Cercanías que une Málaga capital con la localidad de Pizarra, avisaba del hallazgo del cuerpo de Lucía sobre las vías del tren, a unos 4 kilómetros del lugar de su desaparición.