«La he liado gorda, tengo aquí a Marina»

Sergio Morate Garcés
Entre 30 y 45 minutos. Ese es el tiempo que, como máximo, tardó Sergio Morate en asfixiar a su exnovia Marina Okarynska (24 años) y a la amiga de ésta, Laura del Hoyo (26), que la había acompañado al piso de él por el pánico que le tenía la chica.
Cuarenta y cinco minutos es el tiempo que transcurrió entre la última llamada que le hizo a Marina (a las 17.31 y que duró 4 minutos y 35 segundos) y la hora a la que el amigo colombiano de Morate, Alexander Echeverri, llegaba en un taxi a la casa de los crímenes en la urbanización Ars Natura.
En esos tres cuartos de hora, Morate algo débil por haber padecido un cáncer de testículos, encerró, golpeó y asfixió a dos mujeres llenas de vida: a una por venganza y a otra por azar.
A las cinco y media de la tarde, un vecino en la siesta solitaria de agosto vio a las chicas en la puerta de los garajes, dentro del coche de Laura. Reconoció a Marina como la novia de un vecino y le pareció –eso declararía después– que discutía por teléfono. «Me pareció que ella le decía: “déjame en paz”».
Pero quería recoger sus cosas de una maldita vez, convenció a Laura y ambas subieron al segundo piso. «Una vez cerrada la puerta, el acusado y en ejecución de su plan propinó a Marina de forma inesperada y absolutamente sorpresiva un fuerte golpe en la cabeza», describe la fiscal en su escrito de acusación.
La dejó casi inconsciente y le colocó una brida de plástico corredera alrededor de su cuello hasta estrangularla. Laura, aterrada, trató de huir. Él le dio un puñetazo en el pómulo y la estranguló. Las bridas, las bolsas de basura y la cinta americana las tenía preparadas desde casi dos semanas antes, como recoge la Policía en su apartado de actos preparatorios.
Cuando llegó Echeverri, recién salido de permiso de la cárcel y con el que se iba a ir a un concierto de reggateon a Alicante, le pidió ayuda. «Sergio tenía una actitud extraña y nerviosa. Me dijo: “La he liado gorda, la he cagado. Tengo aquí a Marina”».
El colombiano y Morate se habían conocido en prisión. El de Cuenca le había contado al otro por qué cumplía condena. En 2008, encerró en una habitación del mismo piso, desnudó y fotografió a su novia que lo había dejado dieciséis días antes. La bombardeó con mensajes del tipo «Si no vuelves conmigo, me voy a suicidar», «No quiero verte con ningún chico hasta por lo menos dentro de un año». «Vas a ser mía». Morate fue condenado en abril de 2008.