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Día: 8 octubre, 2017

  • El crimen de los Sala: la hora de la verdad. El juez debe decidir.

    El crimen de los Sala
    08/10/2017

    El crimen de los Sala

    Nueve meses después de que la viuda del expresidente de la CAM Vicente Sala apareciera con dos tiros en la cabeza, podría decirse (salvando las distancias) que la investigación ha vuelto a la tarde-noche del pasado 9 de diciembre.

    La Policía tiene muy claro que fue Miguel López, yerno de María del Carmen Martínez, la persona que la mató pero lo cierto es que hasta este momento no hay ninguna prueba directa que lo incrimine más allá de los indicios que con tanta vehemencia defienden los agentes.

    Las últimas diligencias obtenidas alejan a López de la teoría de la Policía de que fue él mismo quien disparó pues el ADN hallado en las vainas que aparecieron junto al cadáver no corresponden con el suyo, hasta ahora único sospechoso. Son de un hombre, pero no de Miguel.

    Cuando la instrucción judicial está a punto de finalizar y todavía está en el aire si Miguel López se sentará ante un jurado popular o, por el contrario, se archivará la causa respecto a él, una pregunta sigue en el aire con casi la misma intensidad que los días posteriores al asesinato. ¿Quién mató a la viuda de Vicente Sala?

    Menos de veinticuatro horas después del crimen, los agentes ya apuntaban al círculo familiar, a Miguel López para ser exactos. Su actitud las horas posteriores al asesinato levantó sus sospechas, tal como insisten en las diligencias. Miguel López, señalan los agentes, se ponía una y otra vez en la diana policial.

    Recogen una frase en el sumario que, según los investigadores, pronunció en el tanatorio. «Yo ya sé que voy a estar detenido en 72 horas (…) esto funciona así y luego estás tres o cuatro años en prisión hasta que salga el juicio».

    Además, el Grupo de Homicidios también le atribuye un sentimiento de «odio y rencor» hacia su suegra que, insisten, hacía extensible a su familia. Les llamó, dicen, la atención que durante su primera declaración negara los problemas familiares cuando, insisten, «eran graves y evidentes».

    Entre los indicios que llevaron a su detención consideran otro muy relevante. López apagó el móvil, indica la Policía, en la hora en la que se cometió el crimen. «De esta forma evitó que pudieran molestarle».

    Tampoco pasan por alto el hecho de que les ocultara que tras recibir la noticia de la muerte de su suegra pasó por su casa y estuvo allí tres minutos.