Feli, la runner que no pudo escapar de su marido asesino ni salvar a su bebé

Felicidad Bruhn
La mujer, de 25 años, fue asesinada en el portal de su casa en Barcelona. El agresor, su pareja, subió después a su vivienda y mató a Sharita, la niña de 15 meses que habían tenido juntos. Tras el doble crimen se suicidó.
Felicidad se vio atrapada en el portal. Huía de aquel que intentaba asesinarla, pistola en mano. No era otro que su pareja. La mujer, de 25 años, no tuvo tiempo para abrir las dos puertas metálicas que dan a la calle. El agresor, de 33, la alcanzó y abrió fuego contra ella. El disparo fue mortal.
El cadáver quedó tendido sobre el suelo, sin que nadie pudiese socorrer a la víctima. El delirio del asesino aún no había concluido: volvería a su casa para matar con el mismo arma a Sharita, el bebé de 15 meses que tenía con Feli. Después se quitaría la vida a sí mismo.
Todo ocurrió pasadas las dos de la tarde del 1 de octubre.
Tres cadáveres en un crimen que los vecinos no logran explicarse; un rastro de sangre que salpicó la escalera de la vivienda. Hoy, en memoria de la víctima de este asesinato machista y del bebé, se encuentra un altar improvisado de velas y flores que «pone los pelos de punta» a los inquilinos del inmueble, en el número 74 de la calle Llull, en el distrito Sant Martí, de Barcelona.
«Oí un ruido, pensé que era un golpe fuerte, algo que venía de la calle. Me asomé a la ventana, pero no vi nada», cuenta a EL ESPAÑOL un vecino. Es francés y balbucea su explicación a duras penas: «Luego bajé y me encontré con el cuerpo de la chica. Había otras dos personas atendiéndola. Su corazón ya no latía. Aquí [señala con su mano la zona del portal] estaba todo lleno de sangre».