Actualidad

Día: 30 septiembre, 2017

  • Noelia, la peluquera paraguaya degollada por su marido antes de suicidarse

    Eneko Fernandez
    30/09/2017

    Era paraguaya, tenía 32 años. Llegó a España hace 13 para trabajar como peluquera. Vivía en Sestao (Vizcaya). Su marido le cortó la yugular y luego se suicidó lanzándose por la ventana.

    Se llamaba Noelia Noemí Godoy Benítez y tenía 32 años. Hace trece, llegó a España procedente de Paraguay, su país. Buscaba trabajar, mejorar sus expectativas, incrementar su prestigio profesional, ver mundo. Vivir, en definitiva.

    Creció en Reducto, uno de los barrios más pequeños de la ciudad paraguaya de San Lorenzo. Amaba a los animales, en especial los perros. Este jueves su marido la degolló con un cuchillo en su casa de Sestao (Vizcaya).Casi a la misma hora, el Congreso de los Diputados aprobaba por unanimidad una nueva ley para frenar la lacra de la violencia de género.

    Años después, cuando creció y se marchó de su país, Noelia Noemí hizo carrera en el mundo del estilismo y la peluquería. Comenzó en Buenos Aires. Allí vivió tres años con una de sus primas y dio sus primeros pasos en la profesión.

    Luego, siguiendo el ejemplo de su hermana Mirta, se vino con su madre a vivir a España. Concretamente a Sestao, una localidad de 28.000 habitantes en la margen izquierda de la ría del Nervión. Les gustó y se quedaron a vivir. “Ahí conoció al que fue su marido. Hace cuatro años que estaban casados por lo civil”, relata a EL ESPAÑOL una de sus primas. Y así aparece en el Boletín Oficial de Bizkaia.

  • Paula y Marc, dos «ángeles» y un exterminador en el pantano de la muerte

    La pareja del pantano
    30/09/2017

    «Marc era un tío noble, con el corazón de oro. Qué te puedo decir de él… que le encantaba ir con su moto de aquí para allá y adoraba jugar al baloncesto. Todo el mundo le conocía porque participaba en muchas de las cosas que se organizan en Arenys de Munt. ¡Ah! Y que le encantaba todo lo que tuviera que ver con la naturaleza. Eso le unía mucho a Paula, una chica encantadora, sonriente, que amaba a los perros. ¿Quién podría hacerles algo así…? Qué tragedia, qué tragedia».

    Aquellos que conocían a Paula y Marc dicen que eran «tal para cual»; Piua y Putu, les llamaban sus amigos más cercanos, como un apelativo cariñoso. Quien arranca este reportaje es una chica de 20 años, pelo moreno y ojos enrojecidos, que apura una consumición en el bar El Rebost de l’Ávia de Arenys de Munt, localidad de 8.000 habitantes en la provincia de Barcelona. Este es el punto de encuentro de los jóvenes del pueblo. Marc era uno de ellos.

    «¡No es posible, si es que no tenían nada malo con nadie!», resume la muchacha, consternada por las últimas noticias. Porque desde el pasado 24 de agosto, el pueblo vive con el corazón en un puño. Es la fecha en la que Marc Hernández y Paula Mas, de 23 y 21 años, desaparecieron en las inmediaciones de Susqueda (Girona).

    Este martes, los Mossos d’Esquadra localizaron dos cuerpos en el pantano. El viernes, el informe forense confirmó todas las sospechas: los dos cadáveres son los de Marc y Paula. De ellos dicen que eran «dos ángeles», dos personas «sin maldad alguna». Y el criminal, a sangre fría, mató a ambos y trató de deshacerse de ellos hundiéndolos en el agua.